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Los cambios que sufrimos como sociedad son cada vez más rápidos, en donde la acumulación de conocimiento ya no es suficiente para enfrentarse a un mundo en constante revolución, ¿Cómo prepararnos y preparar a los niños y adolescentes de hoy para un mundo de transformaciones e incertidumbres? ¿Qué tipo de habilidades necesitarán? Estas y otras interrogantes son parte de una serie de preocupaciones que nos lleva a reflexionar que son necesarias otras capacidades y habilidades que acompañen al conocimiento disciplinar.

Estas capacidades se relacionan con vivir una vida mental y físicamente saludables, incluyendo la alimentación sana; disponer de derechos efectivos y se viva una vida sin violencia sexual, física y psicológica; hacer uso pleno de los sentidos, la razón, la imaginación, el pensamiento y los afectos de una manera verdaderamente humana, que integre el desarrollo científico, literario, artístico, con la capacidad de expresar y sentir alegría, añoranza, tristeza, amor, indignación, entre otras, que definen las relaciones humanas en todas sus dimensiones; desarrollar un pensamiento crítico que permita vivir y convivir en sociedad de manera solidaria y participativa; vivir en una comunidad en la que no se permita y se luche en contra de la discriminación por motivos de raza, género, orientación sexual, etnia, religión, clase, nacionalidad; vivir en un medio ambiente sano, en el que se favorezca la relación cercana y respetuosa con la naturaleza fomentando su aprecio.

El Plan de Estudios de la educación básica de la NEM, expresa estas capacidades humanas a través de siete ejes articuladores incorporados en el currículo, desde inicial a secundaria, los cuales contienen los rasgos propiamente humanos de la formación de ciudadanas y ciudadanos de una sociedad democrática, desde la perspectiva plural y diversa como la mexicana. Estos ejes articuladores conectan los contenidos de diferentes disciplinas dentro de un campo de formación y, al mismo tiempo, conectan las acciones de enseñanza y aprendizaje con la realidad de las y los estudiantes en su vida cotidiana.

Los ejes articuladores son puntos de encuentro entre la didáctica del profesor y la profesora con el saber de la vida cotidiana de las y los estudiantes, lo que requiere que se pongan en juego diferentes situaciones de enseñanza que relacionen sus intereses con el contenido-eje articulador para que pueda otorgarle un significado personal, verdaderamente significativo.

La problematización de la realidad cumple la función de cuestionar el papel de los saberes y conocimientos respecto a un tema, situación o experiencia relacionada con la realidad; asimismo, tiene la función de proponer la incorporación de nuevas formas de razonamiento a través de la creatividad, la duda sistemática y el descubrimiento. Lo más importante es que las y los estudiantes aprendan a construir la naturaleza de un problema y sus posibles soluciones.

La confluencia de los ejes articuladores y los contenidos de los campos formativos conforman un núcleo integrador del trabajo didáctico creando temas de reflexión.

El planteamiento curricular de la educación básica se estructura a partir de un conjunto de ejes articuladores que refieren a temáticas de relevancia social que pueden abordarse en más de un campo formativo y con los contenidos específicos de cada fase, grado, nivel y modalidad educativa. La definición de los ejes articuladores tiene como perspectiva una educación que coloca como horizonte de los procesos educativos a la comunidad-territorio, cuyo principio pedagógico se basa en la elaboración de proyectos dirigidos al desarrollo de la ciencia, el arte y las humanidades, así como aquellos que tienen como finalidad la justicia social y la solidaridad con el medio ambiente.