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Antecedentes y precursores

La bioética

Concepto de bioética

Para Potter, la bioética es una nueva disciplina que combina ciencia y filosofía. Cuyo objetivo de esta es la sabiduría, que él definía como “conocimiento de cómo usar el conocimiento” para la supervivencia humana y para mejorar la calidad de vida, para él la palabra bioética sugería innovación.Inicialmente la bioética, fue un movimiento a favor de los derechos de los pacientes, tal como lo refieren Arellano y Guerra, al entrevistar a Robert Hall expresó que hace medio siglo era común no informar al paciente, especialmente anciano, acerca del diagnóstico sobre su salud.El profesor Joseph Fletcher en 1954, promovió el primer impulso al movimiento para la defensa de los derechos de los pacientes; cuya finalidad era establecer el derecho del paciente a saber la verdad acerca de su condición clínica.

Bioética

Fundador de la bioética en los Estados Unidos, él usó la palabra, sin embargo, no formó parte en el desarrollo de la bioética moderna. El Dr. André Hellegers, fundador del Kennedy Institute of Ethics, en 1971, que hoy es, con el Hastings Institute, uno de los más antiguos e inclusivos centros de bioética del mundo. La bioética moderna empezó, según Albert R. Jonsen, con lecturas y libros de los dos teólogos protestantes: Paul Ramsey (conservador) y Joseph Fletcjer (liberal), en los años cincuenta y sesenta, junto a los comentarios del sacerdote jesuita Richard MacCormick (católico moderado). En los sesenta invitaron a estos tres teólogos a presentar sus ideas en la Comisión Nacional para la Protección de Sujetos Humanos. Fue importante destacar está época para enfatizar la cooperación extraordinaria entre protestantes y católicos; así como sus raíces religiosas y el papel importante de la comunidad católica en el nacimiento de la bioética, la Comisión Nacional fue patrocinada e impulsada por el senador Edward Kennedy. Se debe dar crédito no sólo al Dr. Potter, sino al Dr. Hellegers (católico), el padre Jonsen, la Universidad Jesuita de Georgetown y la familia Kennedy.

Dr. Van Rensselaer Potter

Antecedentes

Bioética

La bioética es inter, trans y multidisciplinaria, pues combina filosofía, teología, historia y derecho con la medicina, la enfermería, las políticas de salud y las humanidades médicas. Aprovechando los conocimientos de las diversas disciplinas sobre la interacción compleja de la vida humana, la ciencia y la tecnología; motivo por el cual se apoya en las bases de la medicina, el derecho, la filosofía, la salud pública, las políticas públicas y la teología para abordar los problemas y resolver los dilemas que surgen en el ámbito clínico, de investigación o político. LA BIOÉTICA Significa “ética de la vida”, como subconjunto: las éticas médicas, de la innovación biomédica, de la investigación social, de la salud pública, la ética animal y la medioambiental (relacionada directamente con la bioseguridad). Muchos relacionan la bioética con la ética médica, porque la perciben con un enfoque más general y filosófico de los mismos problemas que está considerada desde un enfoque estrictamente clínico. Podemos hablar sobre cuestiones éticas relacionadas con el final de la vida desde un enfoque filosófico general: ¿Cómo debe responder un médico cuando un paciente pide ayuda para terminar con su vida? La ética médica está relacionada estrechamente con la bioética (ética biomédica), sin embargo, la ética médica trata fundamentalmente problemas planteados por la práctica de la medicina, la bioética es un tema muy amplio que aborda los problemas morales derivados de los avances en las ciencias biológicas de manera general. La bioética tiene dos ramas principales: • La bioética de las investigaciones científicas, para revisión de protocolos de investigación. •La bioética clínica u hospitalaria, que tiene que ver con las decisiones sobre el cuidado de la salud. Ambas tienen sus orígenes en la segunda mitad del siglo XIX. La bioética de las investigaciones con seres humanos proviene del Tribunal de Núremberg de 1947, en el que se castigó a veintisiete médicos nazis acusados de crímenes contra la humanidad: debido a que usaron a prisioneros de manera inhumana, y de la revelación de investigaciones como el estudio de la sífilis en Tuskegee, Alabama (EUA) en 1972, en que se trató sin ética a los sujetos de la investigación, al ser tratados como conejillos de indias. Además del Código de Núremberg, la bioética de las investigaciones tomó su forma moderna a partir de la Declaración de Helsinki, redactada por la Asociación Médica Mundial en 1964, de la publicación de las pautas del Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas de 1986 y del Informe Belmont de 1973, trabajo realizado por la Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos de los Estados Unidos.

• Recibir atención médica adecuada, • Recibir trato digno y respetuoso • Recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz, • Decidir libremente sobre su atención. • Otorgar o no su consentimiento válidamente informado. • Ser tratado con confidencialidad. • Contar con facilidades para obtener una segunda opinión. • Recibir atención médica en caso de urgencia. • Contar con un expediente clínico. • Ser atendido cuando se inconforme por la atención médica.

Ambas tienen sus orígenes en la segunda mitad del siglo XIX. La bioética de las investigaciones con seres humanos proviene del Tribunal de Núremberg de 1947, en el que se castigó a veintisiete médicos nazis acusados de crímenes contra la humanidad: debido a que usaron a prisioneros de manera inhumana, y de la revelación de investigaciones como el estudio de la sífilis en Tuskegee, Alabama (EUA) en 1972, en que se trató sin ética a los sujetos de la investigación, al ser tratados como conejillos de indias. Además del Código de Núremberg, la bioética de las investigaciones tomó su forma moderna a partir de la Declaración de Helsinki, redactada por la Asociación Médica Mundial en 1964, de la publicación de las pautas del Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas de 1986 y del Informe Belmont de 1973, trabajo realizado por la Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos de los Estados Unidos. Por otra parte, la bioética clínica tiene sus orígenes en varios movimientos que buscaban proteger los derechos de los pacientes, de modo que pudieran recibir información sobre su diagnóstico, en una época en la cual los médicos no revelaban todo a los pacientes, y para evitar la aplicación de medidas extraordinarias para sostener la vida. Esto último como resultado del progreso de la biotecnología y del uso de máquinas como las de resucitación y respiración, útiles para mantener el cuerpo vivo aún contra la voluntad del paciente. El caso de la Sra. Adams provocaron el movimiento de derechos de los pacientes en los Estados Unidos, cuyo resultado, fue la promulgación de leyes como Living Will (Declaración de Voluntad Anticipada), y otras, que otorgaban a los pacientes el poder de nombrar un agente o tutor en el caso de que perdieran la capacidad para tomar decisiones por sí mismos. Muchos países han establecido leyes respecto a los derechos de pacientes, entre ellos Argentina, la ley 26529; Chila, ley 20584 y Perú la ley 28414, además de organizaciones regionales e internacionales, como la Asociación Médica Mundial. En México, la Carta de Derechos Generales de las y los pacientes de 1998, enumera los siguientes derechos:

La Carta menciona, con respecto al Derecho a decidir libremente sobre su atención, que: El paciente, o en su caso el responsable, tienen derecho a decidir con libertad, de manera personal y sin ninguna forma de presión, aceptar o rechazar cada procedimiento diagnóstico o terapéutico ofrecido, así como el uso de medidas extraordinarias de supervivencia en pacientes terminales. Principio de no-maleficencia: La máxima “Primun non nocere” (ante todo, no hacer daño) de Hipócrates, está máxima exige respetar la integridad física, psicológica de los seres humanos. Relevante ante el avance de la ciencia y la tecnología, porque muchas técnicas o tratamientos médicos acarreaban daños o riesgos. Esto surge de la medicina moderna y la necesidad de evitar que se repitan las atrocidades de la experimentación médica Nazi, del estudio Tuskegee y de otros experimentos en los Estados Unidos. Este principio de no-maleficencia es relevante, ante el estándar de habilidades y capacitación, apropiado de la profesión de la medicina; la retirada del tratamiento, cuando el daño que pudiese provocar sea peor que la misma enfermedad o provoque la muerte del paciente y la protección de los seres humanos en las investigaciones médicas; como el ensayo Fase II de una terapia genética en la cual Jesse Gelsinger, de diecisiete años, murió en Filadelfia en 1999, cuarenta y ocho horas después de un tratamiento experimental. Principio de Beneficencia: La finalidad del cuidado médico es la salud o el bienestar del paciente, en un sentido positivo la beneficencia requiere que el tratamiento médico contribuya a generar bienestar para el paciente, sin embargo, no es sencillo, a menudo hay riesgos o beneficios concomitantes, relacionados con el o los tratamientos. Le corresponde al paciente decidir si los beneficios potenciales, sopesan los riesgos, basado en la información que le brindo su médico tratante. La salud, es un derecho, y puede entrar en conflicto con otros valores individuales, como es la autonomía, ejemplo: un paciente herido por accidente en motocicleta, que requiere transfusión sanguínea, sin embargo, es testigo de Jehová, rechaza la transfusión; bajo este principio u otros casos, se genera un conflicto. Por otra parte, la confidencialidad de la información médica es un beneficio para el paciente; hay un precedente de un caso en el cual un psiquiatra recibió información de un paciente que tenía la intención de asesinar a su mujer, en este caso, la seguridad de otra persona estaría por encima de este beneficio, incluso, si la otra persona no fuese paciente del médico. Principio de la Autonomía:

La Carta menciona, con respecto al Derecho a decidir libremente sobre su atención, que: El paciente, o en su caso el responsable, tienen derecho a decidir con libertad, de manera personal y sin ninguna forma de presión, aceptar o rechazar cada procedimiento diagnóstico o terapéutico ofrecido, así como el uso de medidas extraordinarias de supervivencia en pacientes terminales. Principio de no-maleficencia: La máxima “Primun non nocere” (ante todo, no hacer daño) de Hipócrates, está máxima exige respetar la integridad física, psicológica de los seres humanos. Relevante ante el avance de la ciencia y la tecnología, porque muchas técnicas o tratamientos médicos acarreaban daños o riesgos. Esto surge de la medicina moderna y la necesidad de evitar que se repitan las atrocidades de la experimentación médica Nazi, del estudio Tuskegee y de otros experimentos en los Estados Unidos. Este principio de no-maleficencia es relevante, ante el estándar de habilidades y capacitación, apropiado de la profesión de la medicina; la retirada del tratamiento, cuando el daño que pudiese provocar sea peor que la misma enfermedad o provoque la muerte del paciente y la protección de los seres humanos en las investigaciones médicas; como el ensayo Fase II de una terapia genética en la cual Jesse Gelsinger, de diecisiete años, murió en Filadelfia en 1999, cuarenta y ocho horas después de un tratamiento experimental. Principio de Beneficencia: La finalidad del cuidado médico es la salud o el bienestar del paciente, en un sentido positivo la beneficencia requiere que el tratamiento médico contribuya a generar bienestar para el paciente, sin embargo, no es sencillo, a menudo hay riesgos o beneficios concomitantes, relacionados con el o los tratamientos. Le corresponde al paciente decidir si los beneficios potenciales, sopesan los riesgos, basado en la información que le brindo su médico tratante. La salud, es un derecho, y puede entrar en conflicto con otros valores individuales, como es la autonomía, ejemplo: un paciente herido por accidente en motocicleta, que requiere transfusión sanguínea, sin embargo, es testigo de Jehová, rechaza la transfusión; bajo este principio u otros casos, se genera un conflicto. Por otra parte, la confidencialidad de la información médica es un beneficio para el paciente; hay un precedente de un caso en el cual un psiquiatra recibió información de un paciente que tenía la intención de asesinar a su mujer, en este caso, la seguridad de otra persona estaría por encima de este beneficio, incluso, si la otra persona no fuese paciente del médico. Principio de la Autonomía:

Antecedentes

El derecho básico de todo individuo es el de elegir, por si misma, el curso de su tratamiento médico. Este derecho de la autonomía está establecido de acuerdo con varios tratados internacionales y reconocido legalmente por las leyes de muchos países; incluye tres aspectos: • La capacidad de acción intencional, • La libertad de la influencia controladora • E información suficiente. El principio de autonomía fue la demanda principal del movimiento de la defensa de los derechos de los pacientes, se contrapone al tradicional paternalismo del principio de beneficencia, que equivale al comportamiento del médico como pater familias o tirano benigno. Principio de la Justicia: El principio de justicia es distinto de los tres anteriores, se aplica a los derechos de las personas que viven en sociedad. Hay opiniones encontradas, acerca de cuáles individuos tienen derecho a diferentes tipos de cuidado, en general, los principios de distribución equitativa deben aplicarse al cuidado de la salud ¿Tienen derecho a cuidado ilimitado los individuos que han perdido su salud por medio de sus propias acciones? ¿Tiene un alcohólico, por ejemplo, derecho a un trasplante de hígado si ha dejado el alcohol hace apenas dos meses? ¿Tiene la gente, en países pobres, el derecho a medicinas costosas desarrolladas en países ricos? Hay obligaciones sociales de los individuos para el beneficio de los demás, como la de someterse a vacunación o a cuarentena, en el caso de enfermedades altamente infecciosas. Es conveniente hacer referencia aquí a dos comentarios comunes sobre el principialismo en la bioética: • La jerarquía de principios contra el equilibrio reflexivo • El consenso contra la moralidad común

Principio de la autonomía