Liberalismo en México

Liberalismo en México

Pavel Colín Hernández

Introducción al liberalismo en México

Constitución de 1917 y la Revolución Mexicana

Desafíos contemporáneos del liberalismo en México

Conclusión y Reflexiones

Revitalización del Estado Mexicano

Constitución de 1857 y Leyes de Reforma

Transición de un nacionalismo revolucionario hacia una nueva identidad nacional.

Problemas actuales: pobreza, desigualdad, corrupción, desarrollo sostenible, educación de calidad, gobierno abierto, globalización.

Primeros logros del liberalismo: unificación del país, establecimiento de garantías individuales, división de poderes.

Leyes de Reforma: Ley Juárez, Ley Lerdo, fortalecimiento del principio de laicidad.

Importancia del maderismo y la Revolución como impulsores de la nueva Constitución.

Artículos clave: educación laica (Art. 3), propiedad nacional de recursos (Art. 27), derechos laborales (Art. 123).

Necesidad de fortalecer las instituciones y promover un Estado de Derecho.

Propuestas de reforma: transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana

El liberalismo como fuerza revitalizadora del Estado y de la democracia mexicana.

Necesidad de nuevas dosis de liberalismo para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

Crisis del Estado y Estado de Derecho

Retos para la gobernanza

Introducción

Es innegable que como ciudadanos presenciamos un momento trascendental de la historia, donde tanto el Estado como el país se despojan paulatinamente de los ropajes heredados por una tradición de más de setenta años de nacionalismo revolucionario, misma que ha estancado a la nación y la ha sumido en un retraso generalizado

Constitución de 1857:

La Constitución de 1857 introdujo principios fundamentales como la libertad de expresión, la libertad de asamblea, el reconocimiento de las garantías individuales, y la división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial. También incluyó la libertad de enseñanza, marcando el fin de una educación estrictamente religiosa en México.

Ley Juárez y Ley Lerdo:

La Ley Juárez abolió los fueros eclesiásticos y militares en materia civil, promoviendo la igualdad ante la ley.La Ley Lerdo prohibió que las corporaciones civiles o eclesiásticas poseyeran bienes raíces, salvo para actividades específicas, impulsando la desamortización de propiedades de la Iglesia.