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Psicología basada en evidencia

Reto: Hagamos historia

El surgimiento de una práctica clínica basada en la evidencia en psicología.

Psicología clínica basada en la evidencia en la actualidad.

La psicología clínica basada en la evidencia en Latinoamérica.

Según Daset, L. R., & Cracco, C. (2013). la medicina basada en evidencia (MBE) es un enfoque metodológico que busca legitimar tratamientos y teorías mediante pruebas empíricas que respalden sus resultados. Se centra en utilizar la mejor evidencia científica disponible, integrando datos de investigación básica y aplicada junto con la experiencia del profesional, para mejorar la atención de los pacientes.

Datos de Encinas, F. J. L., & López, M. C. (2014), la psicología clínica basada en la evidencia en Latinoamérica ha experimentado un desarrollo significativo en los últimos años, aunque enfrenta desafíos particulares en la región. Investigaciones en países como Chile y Argentina han mostrado un interés creciente en adoptar prácticas basadas en la evidencia, integrando datos de investigación científica con la experiencia clínica para mejorar la atención a los pacientes. Sin embargo, la implementación de este enfoque se ve limitada por factores como la disponibilidad de recursos, la formación de profesionales y la adaptación de guías internacionales a contextos locales.A pesar de estas limitaciones, se están realizando esfuerzos para promover la psicología basada en la evidencia en la región, con un enfoque en la capacitación de profesionales y la creación de redes de colaboración entre instituciones académicas y de salud. Estos esfuerzos buscan asegurar que las intervenciones psicológicas sean efectivas y estén respaldadas por pruebas empíricas, adaptándose a las necesidades y realidades de los contextos latinoamericanos.

Tiene sus raíces en el entrenamiento de psicólogos clínicos propuesto por Witmer en 1896. Witmer, considerado uno de los precursores de la psicología clínica, buscaba formar psicólogos tanto científicos como profesionales, utilizando metodologías y procedimientos basados en la evidencia para ofrecer las mejores opciones terapéuticas disponibles a sus pacientes. Sin embargo, no fue hasta la descripción de las pruebas de significación estadística por Fisher en 1925 que se dispuso de un método convincente para analizar las diferencias entre los efectos de distintos tratamientos. A partir de las décadas de 1920 y 1940, comenzó a debatirse sobre las estrategias terapéuticas más efectivas, y fue Eysenck en 1952 quien inició de manera más sistemática la evaluación científica de los tratamientos psicológicos, Moriana, J. A., & Martínez, V. A. (2011).

El surgimiento de una práctica clínica basada en la evidencia en psicología tiene sus raíces en el entrenamiento de psicólogos clínicos propuesto por Witmer en 1896. Witmer, considerado uno de los precursores de la psicología clínica, buscaba formar psicólogos tanto científicos como profesionales, utilizando metodologías y procedimientos basados en la evidencia para ofrecer las mejores opciones terapéuticas disponibles a sus pacientes. Sin embargo, no fue hasta la descripción de las pruebas de significación estadística por Fisher en 1925 que se dispuso de un método convincente para analizar las diferencias entre los efectos de distintos tratamientos. A partir de las décadas de 1920 y 1940, comenzó a debatirse sobre las estrategias terapéuticas más efectivas, y fue Eysenck en 1952 quien inició de manera más sistemática la evaluación científica de los tratamientos psicológicos.

Críticas a la psicología clínica basada en la evidencia.

La psicoterapia y el tratamiento psicológico basado en la evidencia: alcances y limitaciones asociadas a su práctica.

La psicoterapia y el tratamiento psicológico basado en la evidencia tienen como objetivo principal legitimar las intervenciones terapéuticas mediante pruebas empíricas rigurosas. Este enfoque busca asegurar que los tratamientos sean eficaces, útiles y eficientes, respaldados por evidencia científica sólida. Sin embargo, existen varios alcances y limitaciones asociados a su práctica, Moriana, J. A., & Martínez, V. A. (2011):

Datod de Daset, L. R., & Cracco, C. (2013), la psicología clínica basada en la evidencia ha recibido varias críticas a lo largo de su desarrollo. Una de las principales críticas es la dificultad de aplicar métodos estrictamente controlados, como los utilizados en la medicina, debido a la variabilidad inherente al comportamiento humano. Esto complica la comprobación experimental de la eficacia de los tratamientos psicológicos, especialmente en el manejo de grupos control. Otra crítica se centra en las discrepancias en la evaluación de la evidencia y las diferencias en los criterios para manualizar y diseñar guías de tratamiento, especialmente para las psicoterapias. Además, se ha señalado la instrumentalización de los listados de tratamientos eficaces en términos de costes-beneficios, lo que puede llevar a una priorización de tratamientos más económicos sobre aquellos que podrían ser más adecuados para ciertos pacientes.

Alcances 1. Eficacia Comprobada: Los tratamientos basados en la evidencia han demostrado su eficacia a través de estudios empíricos, lo que proporciona una base sólida para su aplicación en la práctica clínica. 2. Guías de Tratamiento: Instituciones como la American Psychological Association (APA) y el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) han desarrollado guías que ayudan a los profesionales a seleccionar tratamientos adecuados para diferentes trastornos. 3. Adaptación a Diversos Contextos: Aunque inicialmente centrado en trastornos formales, el enfoque basado en la evidencia se está expandiendo a otros campos como la educación y la intervención social. 4. Transparencia y Objetividad: La elaboración de guías de tratamiento implica un proceso transparente y objetivo, involucrando a expertos y afectados para asegurar que las intervenciones sean adecuadas y actualizadas.

Limitaciones 1. Variabilidad Humana: La complejidad y variabilidad del comportamiento humano dificultan la aplicación de métodos estrictamente controlados, lo que puede complicar la evaluación de la eficacia de los tratamientos. 2. Discrepancias en la Evaluación de la Evidencia: Existen diferencias en los criterios utilizados por distintas instituciones (como la APA y el NICE) para evaluar la evidencia, lo que puede generar confusión sobre los tratamientos recomendados. 3. Instrumentalización Económica: La priorización de tratamientos en términos de costes-beneficios puede llevar a elegir opciones más económicas en lugar de las más adecuadas para ciertos pacientes. 4. Desafíos en la Implementación: La falta de coordinación entre la investigación científica y la práctica clínica puede dificultar la implementación efectiva de tratamientos basados en la evidencia. 5. Consideraciones Contextuales: Las guías de intervención deben considerar factores como la severidad de los síntomas, comorbilidades, factores culturales y el contexto de la intervención, lo que añade complejidad a su aplicación.