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Oraciones de la mañana

2024-2025

enero

¡Empezamos siempre: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo"

Educación Vicenciana

3ª semana

4ª SEMANA

2ª SEMANA

5ª SEMANA

Evangelio de cada día

Canciones del mes

Canciones seleccionadas para el mes para INFANTIL y PRIMARIA

3

4

2

1

INICIO

Martes

7 de enero

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Jueves

Miércoles

Lunes

6 de enero

Oraciones de la mañana

2024-2025

enero

Educación Vicenciana

3ª semana

4ª SEMANA

2ª SEMANA

INICIO

5ª SEMANA

INFANTIL

SECUNDARIA

SECUNDARIA

SECUNDARIA

SECUNDARIA

INFANTIL

PRIMARIA

PRIMARIA

PRIMARIA

PRIMARIA

INFANTIL

INFANTIL

8 de enero

9 de enero

10 de enero

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: ¡Buenos días! Tras unas merecidas vacaciones de Navidad, nos vemos de nuevo hoy con ganas de seguir aprendiendo y disfrutando. Seguro que venimos con ganas de compartir todas las aventuras vividas pero ahora es momento de parar, serenarnos y abrir bien nuestros ojos para ver qué nos quiere decir hoy Jesús. Observamos detenidamente esta imagen. Fíjate en cada detalle, en cada gesto, en cada símbolo... (imagen @qriswell) VEO - PIENSO - ME PREGUNTO:

  • ¿Qué ves en la imagen?
  • ¿Qué pasa por tu cabeza cuando ves esta imagen? ¿Sería así en la realidad
  • ¿Qué diferencia hay con el día de Reyes que nosotros vivimos en la actualidad?
  • ¿Qué preguntas vienen a tu corazón acerca de la imagen?
Con todo nuestro corazón oramos y le decimos a Jesús... Señor Jesús: que sepamos imitar a los Magos de Oriente,que nosotros frecuentemente vayamos a vertey no vayamos jamás con las manos vacías. Que te llevemos el oro de nuestras ofrendas,el incienso de nuestra oración,y la mirra de los sacrificios que hacemos para permanecer junto a Ti,Amén. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: ¡Buenos días! Comenzamos la mañana con ganas y energía. Como cada día, vamos a dedicar unos minutos a estar con Jesús. Poco a poco vamos serenando nuestro corazón, centrando nuestros ojos al frente y evitando distracciones. Nuestras manos muy despacio se van acomodando en nuestras piernas o en la mesa. Y si tienes los mofletes apretados, es hora de relajarlos. Abre tu corazón y tus oídos para lo que Jesús nos tiene preparado. Y ahora guardamos silencio unos segundos reflexionando sobre las siguientes preguntas:

  • ¿Qué sientes cuando ves feliz a una persona que quieres mucho?
  • ¿Qué piensas que pasaría si mostráramos nuestra mejor sonrisa ante alguien que está enfadado? ¿Qué crees que pasaría si ofreciéramos un abrazo a alguien que tiene un problema?
  • ¿Piensas que puedes colaborar para hacer un mundo mejor?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre diciendo: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: ¡Buenos días chicos! Os invito a que mientras guardamos silencio, cerremos los ojos y pensemos en lo siguiente. Imaginaros un cielo oscuro, sin luz alguna, una gran tiniebla y de repente en lo alto una estrella. Es posible que esa estrella sea pequeña, sin embargo tiene una luz incomparable, especial. El vídeo que a continuación vamos a ver, habla de las estrellas especiales que puede haber en nuestra vida. Refleja a esas personas que nos ayudan y nos acercan a Dios TESTIMONIO: “Las ESTRELLAS de mi vida” Ahora te invitamos a que pienses en una persona que sea estrella para ti. ¿Cómo la definirías? alegre, buen amigo, servicial… piensa una palabra y dila en tu corazón. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Hoy es el último día de la semana, probablemente estemos agotados y con ganas de poder descansar. Jesús tiene algo especial preparado para nosotros. Algo que va a entrar por nuestros oídos pero, si tu quieres, se quedará para siempre en nuestro corazón. Es momento de serenar nuestro cuerpo y nuestra alma, y poner toda nuestra atención en el siguiente relato. EL PELUQUERO INCRÉDULO Cuenta la historia que un buen día un hombre estaba en una peluquería. Mientras se cortaba el pelo, su peluquero se quejaba diciendo: "Pues yo pienso firmemente que Dios no existe, es imposible que exista. Si Él fuera verdad, no permitiría que las personas robaran o mataran. Si Dios de verdad pudiera actuar, no dejaría que los hombres/mujeres fuésemos malos". El buen hombre al que le estaba cortando el pelo no le gustó que dijera eso. Él era cristiano y un fiel creyente, pero por ser prudente no dijo nada y cerró su boca. Al salir de la peluquería vió a un hombre con una larga melena y unas barbas que casi le tapaban el cuello. Al verlo, tuvo una genial idea. Le pidió permiso, lo cogió de la mano y entró con él de nuevo en la peluquería. Entonces, el hombre, que no había podido dejar de pensar en lo que su peluquero había expresado, dijo:

  • Pues yo creo que los peluqueros no existen.
  • ¿Cómo no van a existir si yo soy peluquero? - Respondió ofendido el peluquero.
  • Porque si los peluqueros existieran, este hombre no tendría esta melena y esta barba tan larga.
  • Claro que existen, pero tiene el cabello tan largo porque no acuden a mi para que yo le ponga solución.
  • ¡EXACTO! - dijo el hombre - eso mismo ocurre con Dios. Dios existe, pero si las personas no lo buscan y abren su corazón, Él no puede solucionar nada.
JUNTOS, LE DECIMOS A JESÚS: Jesús, gracias por dejarnos estar cerca de Ti, gracias por regalarnos el Sol de cada día. Déjanos siempre estar contigo, cuídanos y protégenos. No nos dejes que caigamos en la tentación. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ”DIOS TE SALVE MARÍA..” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: ¡Buenos días! ¡Por fin llegamos al viernes de esta primera semana del año con clase! Le damos las gracias al Padre por este regalo y empezamos la mañana poniéndonos en las manos del Señor todo lo que somos y hacemos. Hacemos silencio exterior e interior, cerramos los ojos, realizamos una respiración profunda y dejamos salir el aire muy lentamente. Abrimos los ojos y prestamos atención a lo que vamos a ver y escuchar. (This film was used for educational purposes and does not contribute to any profits. I do not own the rights of the video but I do own the rights of the music and the SFX. The video rights belong to © Disney © Disney•Pixar ©) No te canses de perseguir lo que quieres, nunca dejes de luchar por buscar lo que ansias. Y si algún día desistes… “Como los Magos se dejaron guiar por la estrella, ¡déjate guiar hasta el AMOR con mayúsculas, hasta el Amor más profundo, hasta el Amor más sincero, hasta el Amor verdadero! ¡No te detengas jamás! DECIMOS JUNTOS lo que sentimos tras encontrarte día a día en la oración: "Decir a mi corazón que te encontrado, imaginar y sentir lo que en poco tiempo hemos logrado, acariciar muy cerca la felicidad a tu lado". Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ”DIOS TE SALVE MARÍA..” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Poco a poco vamos serenando nuestro corazón, centrando nuestros ojos al frente y evitando distracciones. Nuestras manos muy despacio se van acomodando en nuestras piernas o en la mesa. “SAN VICENTE DE PAUL, estrella de mi vida que me conduce hasta Jesús” San Vicente de Paúl fue un hombre de carácter firme y convencido. En él encontramos el modelo de una persona que conservó, hasta el final, el entusiasmo, la juventud de corazón, las convicciones fuertes, el espíritu de rebeldía ante la injusticia.(…) Verdaderamente, al igual que la estrella de Oriente para los Reyes Magos, San Vicente con toda su bondad y pasión nos muestra un camino a seguir. No se pone por delante, sino que nos conduce y nos empuja a ser coherentes y comprometidos en nombre del Evangelio. (…) La locura a la que nos invita san Vicente es, en efecto, la del exceso de amor en nuestra entrega. Un exceso que nos impulsa a ir cada vez más hacia los más necesitados, hacía a aquellos que más sufren, siendo ese el acercamiento verdadero a Cristo. Hoy, podemos decir muy alto que él sigue vivo por todas partes, a lo largo y ancho del mundo, en todos aquellos y aquellas que siguiendo sus huellas queremos hacer de este mundo un lugar más justo para todos y todas. Reflexionamos juntos

  • Y tú… ¿Dónde buscas a Jesús? ¿Sabes el camino? ¿Reconoces a Jesús en los demás?
  • ¿Quién, como San Vicente, te conduce y acerca a Jesús? ¿Quiénes son las estrellas más importantes que guían tu camino?
  • ¿Eres estrella para los que están a tu alrededor?
Terminamos la oración dándonos las manos todos como si fuéramos estrellas llenas de luz, unidas iluminando a nuestro compañeros, sintiendo que no estamos solos en este camino. Y les animamos a que lleven esa luz de la unión a sus familias y amigos para acercarles a Dios Padre. Juntos e iluminando, rezamos la oración que Jesús nos enseñó: “Padre Nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre…” Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: ¡Buenos días! Amanece un nuevo día, comenzamos la mañana con ganas y energía. Y como siempre, vamos a dedicar unos minutos a estar con Jesús. Pero primero vamos a prepararnos. Nos colocamos en una postura correcta, respiramos profundamente varias veces hasta conseguir hacer conscientes del aquí y ahora. Si hay algo que te preocupa o inquieta, intenta sacarlo fuera, al menos, por unos minutos. Relájate, respira y ponte en oración… En el Evangelio del domingo, se podía escuchar estas palabras: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.“ “Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.” “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.” COMPARA Y CONTRASTA: Tras recordar la Palabra, observa estas dos imágenes durante un ratito. Ahora que ya las has observado con todos los detalles, reflexionamos y contestamos a las siguientes preguntas:

  • ¿En qué se parecen?
  • ¿En qué se diferencian?
  • ¿Dónde podemos hoy adorar a Dios?
DECIMOS JUNTOS: Señor Jesús: que a imitación de los Magos de Oriente nos guíe tu luz siempre viva. Y vayamos también nosotros frecuentemente a adorarte en tu casa, nuestra casa, el Templo. Pero también vayamos a encontrarte y adorarte en el otro, en el pobre, en el enfermo,... Y no vayamos jamás con las manos vacías. Que te llevemos el oro de nuestras ofrendas, el incienso de nuestra oración fervorosa, y la mirra del amor derramado para permanecer cerca de Ti. Y que te encontremos siempre junto a tu Madre Santísima María, a quien queremos honrar y venerar siempre como Madre Tuya y Madre nuestra. Amén. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: “DIOS TE SALVE MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. ¡Buenos días! Siéntate y cierra los ojos suavemente. Piensa en una nube suave y esponjosa que flota en el cielo. Respira hondo y nota cómo tu barriga se infla como si estuvieras llenando la nube de aire. Sopla muy despacio e imagina que tu nube se va desinflando y volando suavemente por el cielo. Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo cómo tu cuerpo flota como una nube. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón y disfrutar de nuestra oración. Ambientación: Hace unos días celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, Jesús. Sabemos que en Belén nació un niño envuelto en pañales en un humilde portal. Ese niño vino al mundo para una misión importante: “Salvarnos”. Escuchamos atentamente la canción. Cántala si la sabes. La estrella de Belén tuvo un papel importante en el nacimiento de Jesús ya que fue quien guió a los Reyes Magos hasta Jesús.

  • ¿Y a ti, quién te guía para conocer a Jesús?
  • ¿Quiénes son tus estrellas más importantes?
  • ¿Eres estrella para los que están a tu alrededor?
Terminamos la oración dándonos un abrazo como si fuéramos estrellas llenas de luz y en cada abrazo vamos a iluminar a nuestro compañero/a. Y les animamos a que lleven esa luz a sus familias y amigos/as. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: “DIOS TE SALVE MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. ¡Buenos días! Siéntate y cierra los ojos suavemente. Piensa en una nube suave y esponjosa que flota en el cielo. Respira hondo y nota cómo tu barriga se infla como si estuvieras llenando la nube de aire. Sopla muy despacio e imagina que tu nube se va desinflando y volando suavemente por el cielo. Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo cómo tu cuerpo flota como una nube. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón y disfrutar de nuestra oración. Ambientación: Una estrella es un faro de esperanza, una luz brillante que guía el camino. Es un símbolo de felicidad, de acompañamiento, de que alguien está contigo y nunca te deja. ¿Hay alguien en tu vida que sea una estrella brillante? A continuación vamos a ver un vídeo en el que el alumnado de infantil nos habla de cuáles son las Estrellas que les llevan al camino de Jesús. TESTIMONIO: “Las ESTRELLAS de mi vida” Después de haber visto el vídeo os animamos a que entre todos/as y junto a vuestro/a profesor/a penséis en un título que le podríamos poner a este maravilloso testimonio. Si se animan el maestr@, lo escribe en letras grandes y los alumnos/as lo colorean y así lo pueden tener durante todo el mes. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre. ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. ¡Buenos días! Bienvenidos/as de nuevo. ¡Ya estamos en el 2025! Hemos disfrutado de unos días de estar con la familia y los amigos/as y de haber vivido muchas emociones. Ahora nos toca continuar nuestro curso llenos de alegría y esperanza por haber recibido a Jesús en cada uno de nuestros hogares. Siéntate y cierra los ojos suavemente. Piensa en una nube suave y esponjosa que flota en el cielo. Respira hondo y nota cómo tu barriga se infla como si estuvieras llenando la nube de aire. Sopla muy despacio e imagina que tu nube se va desinflando y volando suavemente por el cielo. Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo cómo tu cuerpo flota como una nube. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón y disfrutar de nuestra oración. Ambientación: La Estrella de Belén acompañó y guió a los Reyes Magos hacia el lugar donde había nacido Jesús. El Señor nos ha dado la misión de ser en la Tierra esa estrella, esa LUZ que ayuda, acompaña y guía a todo el que viaja con nosotros en la vida. Que cada vez que se acerque alguien a nosotros se lleve lo mejor y más bonito que tenemos, el AMOR. COMPARA Y CONTRASTA: Vamos a observar estas dos imágenes durante un ratito. Ahora que ya las han observado con todos los detalles reflexionamos y contestamos a las siguientes preguntas:

  • ¿En qué se parecen?
  • ¿En qué se diferencian?
  • ¿Cuáles son sus similitudes y diferencias importantes?
CON TODO NUESTRO CORAZÓN REZAMOS AL SEÑOR, DICIÉNDOLE... Gracias Señor por las estrellas de nuestras vidas que no s iluminan el camino hacia Ti. Haz que nosotros seamos también estrellas para los demás. No dejes nunca de guiarnos Señor. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. ¡Buenos días! Siéntate y cierra los ojos suavemente. Piensa en una nube suave y esponjosa que flota en el cielo. Respira hondo y nota cómo tu barriga se infla como si estuvieras llenando la nube de aire. Sopla muy despacio e imagina que tu nube se va desinflando y volando suavemente por el cielo. Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo cómo tu cuerpo flota como una nube. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón y disfrutar de nuestra oración. Ambientación: La Estrella de Belén fue muy importante para los cristianos ya que iluminó el camino hacia el Salvador del mundo “Jesús”. Ahora tu maestr@ te leerá la acción de gracias sobre la Estrella de Belén que vas a ir repitiendo como un eco. DECIMOS JUNTOS: Gracias Estrella de Belén porque guiaste a los Reyes Magos hasta Jesús. Gracias Estrella de Belén porque eres la luz que ilumina el camino para buscar a Dios. Gracias Estrella de Belén porque fuiste la señal de que algo extraordinario iba a suceder. Gracias Estrella de Belén porque eres un símbolo de adoración al niño Jesús. Gracias Estrella de Belén porque indicaste el lugar exacto en donde iba a nacer Jesús. Gracias Estrella de Belén porque nos ayudas a buscar la verdad. Podemos terminar la oración con la dinámica de “Coloreo la Estrella de Belén y la comparto con los demás”. Se reparte una estrella a cada niño/a para que la pinten y se la lleven a casa para compartirla con sus familias y amigos/as. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“La estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño”. (Mt 2, 9) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: ¡Buenos días! ¡Bienvenidos a todos de nuevo al cole tras estos días de alegría y esperanza! ¡Jesús ha nacido de nuevo en nuestros corazones! ¡Está en nosotros! ¡Qué felicidad más grande! ¡Y encima nace una nueva oportunidad para vivirlo en un año nuevo todos juntos! ¡Feliz 2025! ¡Qué dichosos somos! Haciendo silencio interior y exterior, abramos nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro corazón…. sintiendo a Jesús cerca, sintiendo esa alegría de tenerlo en nuestras vidas con todo lo que nos regala en este año nuevo para que lo disfrutemos y aprovechemos. Abre tu corazón y tus oídos para lo que Jesús nos tiene preparado… Hace unos días celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, Jesús. Sabemos que en Belén nació un niño envuelto en pañales en un humilde portal. No olvidemos que también nació en nuestros corazones. ¡No dejemos de seguir a la estrella que nos lleva a Belén para estar SIEMPRE JUNTO A ÉL! Y se lo pedimos al Señor diciendo rezando todos juntos el Padre Nuestro. “Padre Nuestro, que estás en el cielo…” Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

Martes

14 de enero

Viernes

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Lunes

13 de enero

Oraciones de la mañana

2024-2025

enero

Educación Vicenciana

2ª semana

3ª SEMANA

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15 de enero

16 de enero

17 de enero

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco” (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Buen día a todos y todas. Comenzamos esta semana llenos de ilusión y energía renovada. Así se sintió Jesús al ser bautizado en el relato que vamos a escuchar hoy. Juan el Bautista, el primo de Jesús, vivía en el desierto y enseñaba a las personas a ser buenas y a pedir perdón a Papá Dios por las cosas que hacían mal, luego las bautizaba en el río Jordán. Un día llegó Jesús y le pidió que lo bautizara, aunque Juan creía que Él no debía hacerlo porque Jesús era el hijo de Dios y era una persona muy buena, Jesús lo convenció y cuando Jesús se estaba bautizando pasó algo mágico… si queréis descubrirlo, escuchad atentamente la Palabra. Nos ponemos cómodos, nos sentimos en calma, respiramos tranquilos y ya estamos preparados para empezar. Lectura del Evangelio según San Lucas 3, 15-16. 21-22 (Adaptación para niños): Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos. Narrador: En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos: Juan: -«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego». Narrador: Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo: Padre: -«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco». Reflexionamos juntos: Vamos a recordar la historia del Bautizo de Jesús:

  • ¿Dónde fue bautizado Jesús?
  • ¿Quién bautizó a Jesús?
  • ¿Qué voz se escuchó desde el cielo durante el bautismo de Jesús?
  • ¿Quién bajó sobre Él?
  • ¿Tú has sido bautizado?
Quizás no recuerdas el día de tu BAUTIZO, pero sí, has sido bautizado. En el cielo se hizo una gran fiesta para celebrarlo. ¡ERES HIJO DE DIOS! Rezamos todos juntos la oración del Padre Nuestro. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Siéntate en la silla, en una postura cómoda, que los pies estén apoyados en el suelo, que tu espalda esté apoyada en el respaldo de la silla. Esa es la mejor postura. Ahora relaja tu cara (date cuenta de si tienes la frente arrugada y la boca tensa…), relaja tus hombros… Cierra los ojos y respira profundamente, varias veces, tratando de hacer silencio también por dentro… Siente cómo entra el aire al inspirar y como sale al espirar… Relaja tus piernas y tus pies… Respira… y siente la presencia de Dios, que siempre te acompaña. Ambientación: Vamos a escuchar como cada lunes, el Evangelio de ayer, domingo. Lo escribió un hombre llamado Lucas, que sabía mucho sobre Jesús. Estemos atentos a las palabras de Jesús. Nos ponemos en presencia de Dios y escuchamos su Palabra: Lectura del Evangelio según San Lucas 3, 15-16. 21-22: La gente estaba en gran expectativa, y se preguntaba si tal vez Juan sería el Mesías; pero Juan les dijo a todos: «Yo, en verdad, los bautizo con agua; pero viene uno que los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Sucedió que cuando Juan los estaba bautizando a todos, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba, el cielo se abrió y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma visible, como una paloma, y se oyó una voz del cielo, que decía: —Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido. Palabra de Dios Reflexionamos juntos:

  • ¿Crees que has sido elegido como Jesús?
  • ¿Qué te hace abrirte a Dios?
  • ¿Sabes si has sido bautizado?
Hoy tienes una tarea, pregunta a tu familia si has sido bautizado si no lo recuerdas. ¿Cómo fue tu bautizo? Seguro que se realizó una gran fiesta por parte de tus seres queridos. En el cielo se celebró a lo grande, puesto que ¡ERES HIJO DE DIOS! Rezamos todos juntos la oración del Padre Nuestro. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Hacemos silencio fuera, y también dentro para poder escuchar al Señor que nos habla, para tomar conciencia de que Él siempre está con nosotros. Lectura del Evangelio según San Lucas 3, 15-16. 21-22: La gente estaba en gran expectativa, y se preguntaba si tal vez Juan sería el Mesías; pero Juan les dijo a todos: «Yo, en verdad, los bautizo con agua; pero viene uno que los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Sucedió que cuando Juan los estaba bautizando a todos, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba, el cielo se abrió y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma visible, como una paloma, y se oyó una voz del cielo, que decía: —Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido. Palabra de Dios Reflexionamos:

  • ¿Te sientes orgulloso del regalo que recibiste por el bautizo?
  • ¿Sabes cuáles son los 3 dones del bautismo?
  • ¿Tienes contacto con vuestros padrinos de bautismo?
Rezamos todos juntos la oración del Padre Nuestro. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: ¡Buenos días! Nos serenamos, hacemos silencio por dentro y por fuera, no permitas que nada ni nadie te distraiga en este momento tan importante. Vamos dejando nuestro cuerpo cada vez más quieto. Nos sentamos adecuadamente, nuestra espalda recta, los pies tocando el suelo, enraizados con nuestro planeta que es regalo de Dios. Cerramos nuestros ojos, y ponemos toda nuestra atención en la respiración… Cogemos aire por la nariz, lo soltamos despacito por la boca… (3 veces). Sabes que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y esperando que también lo escuches a Él. Y ahora, que estás sereno/a y receptivo/a, comenzamos nuestra oración de la mañana... Escuchamos esta canción y reflexionamos sobre ella: Reflexionamos: La canción con su letra, nos invita a pensar que en muchas ocasiones tenemos momentos de desconexión de todo: de nuestros padres, de amigos, de compañeros e incluso de Dios. El autor de la canción nos invita a reconocer esos momentos y darnos cuenta que a pesar de esas luchas internas, de querer desconectar de otros, también hay esperanza.

  • Y tú, ¿sabes cuáles son esos momentos en los que quieres desconectar?
  • ¿Eres consciente que siempre puedes contar con Dios cuando surgen problemas?
  • ¿De qué forma o cómo haces para encontrarte a ti mismo?
  • ¿Cómo te encuentras con Dios?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre diciendo: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Nos sentamos con una postura correcta, cómoda, que nos ayude a ponernos en contacto con nosotros mismos, dejando a un lado todo lo demás. Intentamos no pensar en otras cosas, este momento es para mí… para que cada uno podamos encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, por eso respeto este momento con mi silencio. Cierro los ojos, intento no mirar a nadie más… Hago tres respiraciones profundas, dándome cuenta de cómo tomo el aire y cómo lo expulso. Me preparo para encontrarme conmigo mismo y con Dios en la oración. TESTIMONIO: “Martin Luther King” (Sor Araceli Mayor) Reflexionamos: ¿Qué haces tú para intentar acabar con las injusticias que te rodean? Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Nos sentamos con una postura adecuada, cómoda, que nos ayude a ponernos en contacto con nosotros mismos, dejando a un lado todo lo demás. Intentamos no pensar en otras cosas, este momento es para mí… para que cada uno podamos encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, por eso respeto este momento con mi silencio. Cierro los ojos, intento no mirar a nadie más… Hago tres respiraciones profundas, dándome cuenta de cómo tomo el aire y cómo lo expulso. Me preparo para encontrarme conmigo mismo y con Dios en la oración. Escuchamos el cuento... "BUSCA EN TI" Había una vez un niño llamado Lucas, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos. Desde muy pequeño, Lucas había escuchado historias sobre Dios. Su abuela le contaba que Dios estaba en todas partes, pero Lucas no podía verlo ni sentirlo. Intrigado por estas historias, decidió embarcarse en una aventura para encontrarlo. Un día, Lucas se despidió de su familia y comenzó su viaje. Primero, se dirigió al bosque cercano, donde creía que podría encontrar a Dios entre los árboles y el canto de los pájaros. Pasó horas explorando, subiendo montañas y cruzando ríos. A pesar de la belleza del lugar, no encontró a Dios. Desalentado pero decidido, continuó su búsqueda. La siguiente parada fue una antigua iglesia en el corazón del pueblo. Allí escuchó a los ancianos hablar sobre la fe y la esperanza. Se unió a ellos en sus oraciones, pero aún sentía que algo faltaba. ¿Dónde estaba Dios? Lucas decidió ir más lejos. Viajó a la ciudad, donde conoció a personas de diferentes culturas y creencias. Aprendió sobre la diversidad del mundo y cómo cada uno encontraba a Dios a su manera. Sin embargo, a pesar de todas las enseñanzas y experiencias, Lucas seguía sintiendo un vacío. Un día, cansado y perdido, se sentó en una roca junto a un río sereno. Mientras miraba el agua fluir, comenzó a reflexionar sobre todo lo que había vivido: las risas con nuevos amigos, las historias compartidas y los momentos de silencio en la naturaleza. En ese instante de tranquilidad, sintió una calidez profunda en su pecho. Fue entonces cuando comprendió algo fundamental: Dios no estaba en un lugar específico ni en las palabras de otros; estaba dentro de él mismo. Cada acto de bondad que había presenciado y cada sonrisa que había compartido eran reflejos de esa conexión divina. Con esta nueva revelación, Lucas regresó a casa lleno de alegría y paz. Se dio cuenta de que la búsqueda de Dios no era solo un viaje físico, sino un viaje interior. Aprendió que cada persona tiene su propia forma de encontrarlo y que, a veces, lo más importante es mirar dentro de uno mismo. Desde entonces, Lucas compartió su historia con otros niños del pueblo, animándoles a buscar en su corazón. Y así, el niño que no podía encontrar a Dios se convirtió en un faro de luz para los demás, recordándoles que la conexión divina siempre está presente cuando aprendemos a mirar hacia adentro. Reflexionamos:

  • ¿Y tú dónde has buscado a Dios?
  • ¿Has estado perdido buscándolo?
  • ¿Crees que está en ti?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos a nuestra Madre del Cielo: DIOS TE SALVE MARÍA... ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Buenos días! Terminando ya la semana, nos situamos una vez más ante Dios, intentó hacer silencio por fuera, ¡y por dentro! Y me muestro dispuesto a escuchar… Tal vez hayamos oído alguna vez esta oración, pero siempre es bueno reflexionar una vez más sobre lo malo o lo bueno que nos ocurre y qué podemos hacer nosotros por los demás. ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. Maestro, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,ser comprendido, cuanto comprender,ser amado, cuanto amar.Porque es dándose como se recibe,es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,es perdonando, como se es perdonado,es muriendo como se resucita a la vida eterna.Amén. (Podemos repetir en voz alta aquella frase que nos haya resonado de manera especial) Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: “DIOS TE SALVE MARÍA...” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Nos sentamos con una postura correcta, cómoda, que nos ayude a ponernos en contacto con nosotros mismos, dejando a un lado todo lo demás. Intentamos no pensar en otras cosas, este momento es para mí… para cada uno podamos encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, por eso respeto este momento con mi silencio. Cierro los ojos, intento no mirar a nadie más… Hago tres respiraciones profundas, dándome cuenta de cómo tomo el aire y cómo lo expulso. Me preparo para encontrarme conmigo mismo y con Dios en la oración. TESTIMONIO: “Martin Luther King” Reflexionamos:

  • ¿Qué enseñanza nos deja el discurso de Martin Luther King?
  • ¿Qué valores menciona en el discurso?
  • ¿Qué dejó Martin a la humanidad?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ”DIOS TE SALVE MARÍA..” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Nos ponemos cómodos, hacemos silencio y nos disponemos en presencia del Señor dejando que Él nos hable a través de la siguiente canción: DILO TÚ: Repite alguna frase de las que has oído en la canción y comparte con tus compañeros.

  • Como dice la canción, ¿has tenido un encuentro o desencuentro con el Señor?
  • Comparte, ¿qué has sentido al escuchar la letra de la canción?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a sentarnos en una postura cómoda y nos vamos a preparar para hacer lo más maravilloso de este día que es hablar con papá Dios y con nuestra mamá la Virgen María. Para ello cerramos los ojos y nos tocamos nuestras manos ¡Uy, están muy frías porque estamos en invierno!, así que lo primero que tenemos que hacer es calentarlas con nuestro aire, como si fuéramos unos dragones. ¿Sabes cómo?. Primero, vamos a poner las manos delante de nuestra cara y vamos a respirar profundamente por la nariz, como si olieras una flor muy bonita. Respiiiraaa …coge aire…. y luego ¡sopla por la boca y siente el aire caliente que sale de ella! Hazlo suavecito, como un dragón que sopla fuego. ¡Es como magia!. Lo repetimos varias veces.. Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo el calor de tus manos. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón al Señor. Ambientación: Por el Bautismo quedamos unidos a Jesús para siempre y entramos a formar parte de la Iglesia. Preparaos para escuchar esta canción que nos recuerda cómo fue el Bautismo de Jesús. LETRA CANCIÓN DE LA SEMANA: EL BAUTISMO DE JESÚS En el río Jordán, bautizando esta Juan entonces Jesús al verle se acerca y Juan vierte agua en su cabeza. De pronto el cielo se abre, un gran silencio se hace, la voz de Dios les dice: “Este es mi hijo amado, escuchadle” ESTRIBILLO ( 2 VECES) ¡Oh, Jesús! eres camino ¡Oh, Jesús! que empieza con el bautismo ¡Oh, Jesús! eres la luz ¡Oh, Jesús! quiero vivir como Tú. Momento de unión con Dios: Dios Padre Bueno, quiero abrir mi corazón, para escuchar constantemente en mi interior estas palabras tuyas: “Tú eres mi hijo/a amado/a”. Ahora cada niñ@ cierra los ojos y repite varias veces muy bajito: “Yo soy tu hija amada” / “Yo soy tu hijo amado” Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a sentarnos en una postura cómoda y nos vamos a preparar para hacer lo más maravilloso de este día que es hablar con papá Dios y con nuestra mamá la Virgen María. Para ello cerramos los ojos y nos tocamos nuestras manos ¡Uy, están muy frías porque estamos en invierno!, así que lo primero que tenemos que hacer es calentarlas con nuestro aire, como si fuéramos unos dragones. ¿Sabes cómo?. Primero, vamos a poner las manos delante de nuestra cara y vamos a respirar profundamente por la nariz, como si olieras una flor muy bonita. Respiiiraaa …coge aire…. y luego ¡sopla por la boca y siente el aire caliente que sale de ella! Hazlo suavecito, como un dragón que sopla fuego. ¡Es como magia!. Lo repetimos varias veces.. Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo el calor de tus manos. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón y disfrutar de este momento de unión. Ambientación: Hoy celebramos el día de Martin Luther King, este hombre se entregó a la causa de la igualdad y el respeto de los derechos humanos de la población negra de su país, de las personas más pobres y de todas las víctimas de injusticias. Su arma de combate fueron las protestas pacíficas, en las que pronunció discursos que siguen resonando en la actualidad. Como San Vicente de Paúl, Martin Luther King creyó en el poder del AMOR. Reflexionamos: ¿Crees que Martin Luther King fue valiente?¿Por qué? Repetimos con nuestro profesor las palabras que Martin Luther King dijo: Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre. ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a sentarnos en una postura cómoda y nos vamos a preparar para hacer lo más maravilloso de este día que es hablar con papá Dios y con nuestra mamá la Virgen María. Para ello cerramos los ojos y nos tocamos nuestras manos ¡Uy, están muy frías porque estamos en invierno!, así que lo primero que tenemos que hacer es calentarlas con nuestro aire, como si fuéramos unos dragones. ¿Sabes cómo?. Primero, vamos a poner las manos delante de nuestra cara y vamos a respirar profundamente por la nariz, como si olieras una flor muy bonita. Respiiiraaa …coge aire…. y luego ¡sopla por la boca y siente el aire caliente que sale de ella! Hazlo suavecito, como un dragón que sopla fuego. ¡Es como magia!. Lo repetimos varias veces... Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo el calor de tus manos. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón y disfrutar de este momento con Dios. Ambientación: Ser felices es importante y hay momentos donde tenemos que saber olvidarnos de nuestros problemillas, de nuestras penas, para ser más felices y hacer felices a los demás. ¿Cómo podemos hacerlo? Pues, con abrazos que nos hagan sentir especiales y únicos. Nota para el profesorado: El día 13 de este mes se celebró el día de la lucha contra la depresión. Los abrazos son especiales para aquellas personas que fácilmente se deprimen. Los abrazos nos pueden reconfortar, hacernos sentir seguros, tranquilizar, pero también, pueden traer muchos beneficios emocionales, mentales y físicos. Necesitamos 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 abrazos para mantener un buen estado emocional y 12 abrazos para un desarrollo óptimo de bienestar. Además para que un abrazo sea efectivo, debe durar al mínimo 8 segundos pues estos son los que alivian el dolor del alma. Vamos a ver el vídeo de “Mauro necesita un abrazo” para que podáis descubrir todos los tipos de abrazos que existen y luego haremos varios juegos. ¡A disfrutar! DINÁMICA: “ABRAZOS PARA UNIR CORAZONES” Materiales: Se necesitan rotuladores de colores.

  • Se dibuja en la mano del alumnado corazones de colores. A una señal, cada uno debe buscar la pareja que le haya tocado según el color de su corazón y le da un abrazo fuerte, de esos que nos hacen sentir bien y nos llenan de AMOR y de ALEGRÍA. (Por ejemplo, se abrazan todos los corazones naranjas, se abrazan todos los corazones amarillos…)
  • Otra variante de abrazos. A una señal vamos haciendo agrupaciones según el número que indique el adulto. Abrazos de sándwich (de tres), de cuatro… abrazo espalda con espalda, abrazo de conga, abrazo colectivo….
Momento para reflexionar:
  • ¿Te gustan los abrazos?
  • ¿Son todos los abrazos iguales?
  • ¿Cómo te has sentido cuando te han abrazado?
DECIMOS TODOS JUNTOS: “Virgencita María, abrázame siempre. Amén” REZAMOS JUNTOS UN AVE MARÍA A LA VIRGEN QUE TANTO NOS QUIERE Y NOS CUIDA Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a sentarnos en una postura cómoda y nos vamos a preparar para hacer lo más maravilloso de este día que es hablar con papá Dios y con nuestra mamá la Virgen María. Para ello cerramos los ojos y nos tocamos nuestras manos ¡Uy, están muy frías porque estamos en invierno!, así que lo primero que tenemos que hacer es calentarlas con nuestro aire, como si fuéramos unos dragones. ¿Sabes cómo? Primero, vamos a poner las manos delante de nuestra cara y vamos a respirar profundamente por la nariz, como si olieras una flor muy bonita. Respiiiraaa … coge aire... y luego ¡sopla por la boca y siente el aire caliente que sale de ella! Hazlo suavecito, como un dragón que sopla fuego. ¡Es como magia! Lo repetimos varias veces… Ahora, quédate un momento en silencio, sintiendo el calor de tus manos. Ya estamos preparados para abrir nuestro corazón y disfrutar de nuestra oración. Ambientación: El Bautismo nos limpia del pecado y pasamos a formar parte de la gran familia de la Iglesia. Pasamos a ser hermanos de Jesucristo y de todos los cristianos. Observamos y reflexionamos: "AGUA QUE TODO LO LIMPIA"

  • ¿Qué ves en esta imagen?
  • ¿Qué crees que le están haciendo al bebé?¿Por qué?
  • ¿Tú estás bautizado?
  • ¿Por qué te bautizaron tus padres?
EL BAUTISMO ES UN ACTO DE BIENVENIDA A LA FAMILIA DE DIOS. Hablamos sobre el simbolismo del agua en la vida diaria:
  • ¿Qué hace el agua? ( le damos la opción de que aporten sus ideas) "Nos ayuda a lavar nuestro cuerpo, a beber y a limpiar cosas".
  • "En el bautismo, el agua simboliza cómo Dios limpia nuestros corazones, es como si el agua nos ayudara a comenzar de nuevo, dejándonos más limpios por dentro y listos para hacer el bien".
Gesto: Con un vaporizador o con una toallita húmeda, rociar suavemente a los niños en sus manos o en su cara, mientras les decimos: "Este agua nos recuerda que Dios nos cuida, nos da la oportunidad de cambiar y empezar de nuevo". TODOS JUNTOS DAMOS GRACIAS AL SEÑOR POR NUESTRO BAUTISMO… Gracias, Señor, porque un día mis padres decidieron bautizarme, y me hicieron el mejor regalo de la vida, porque vivir contigo es tener un tesoro para siempre. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ”DIOS TE SALVE MARÍA...” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Siéntate en la silla, en una postura cómoda, que los pies estén apoyados en el suelo, que tu espalda esté apoyada en el respaldo de la silla. Esa es la mejor postura. Ahora relaja tu cara (date cuenta de si tienes la frente arrugada y la boca tensa…), relaja tus hombros… Cierra los ojos y respira profundamente, varias veces, tratando de hacer silencio también por dentro… Siente cómo entra el aire al inspirar y como sale al espirar… Relaja tus piernas y tus pies… Respira… y siente la presencia de Dios, que siempre te acompaña. VEO - PIENSO - SIENTO - ME PREGUNTO:

  • ¿Qué ves?
  • ¿Qué piensas que están haciendo…? ¿Por qué piensas eso?
  • ¿Qué has sentido cuando…?
TODOS JUNTOS DAMOS GRACIAS AL SEÑOR POR NUESTRO BAUTISMO… Gracias, Señor, porque un día mis padres decidieron bautizarme, y me hicieron el mejor regalo de la vida, porque vivir contigo es tener un tesoro para siempre. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ”DIOS TE SALVE MARÍA...” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”. (Lc 3, 22) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Nos sentamos con una postura correcta, cómoda, que nos ayude a ponernos en contacto con nosotros mismos, dejando a un lado todo lo demás. Intentamos no pensar en otras cosas, este momento es para mí… para que cada uno podamos encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, por eso respeto este momento con mi silencio. Cierro los ojos, intento no mirar a nadie más… Hago tres respiraciones profundas, dándome cuenta de cómo tomo aire y cómo lo expulsó. Me preparo para encontrarme conmigo mismo y con Dios en la oración. Reflexionamos:

  • ¿Qué vemos en esta imagen?
  • ¿Qué personas aparecen en ella?
  • ¿Te han contado tus padres y tus padrinos sobre ese día?
  • ¿ Eres consciente del Don recibido ese día?
TODOS JUNTOS DAMOS GRACIAS A JESÚS DICIENDO: Gracias, Jesús, por mi bautismo. Gracias porque estar habitado por ti es todo un tesoro. Tú, Jesús, pones color a mis grises rutinas. Tú llenas mis soledades de presencia. Tú fortaleces mis fragilidades. Tú sacas siempre de mí lo mejor que hay en mí. Tú cambias mis egoísmos en generosidad. Tú transformas mis resentimientos en perdón. Tú conviertes mis prisas en sosiego, Tú elevas mis relaciones a la categoría de encuentros. Tú, Jesús, transformas mis intolerancias en aceptación. Tú envuelves mis miedos en confianza y fortaleza. Tú das sentido a mi trabajo, convirtiéndolo en misión. Tú acompañas cada minuto de mi vida, para que pueda hacerse realidad lo que sueñas para mí, que tenga una vida plena y feliz. Gracias por incluirme en tu Iglesia, para juntos construir tu Reino. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ”DIOS TE SALVE MARÍA...” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

Martes

21 de enero

Jueves

Miércoles

Lunes

20 de enero

Oraciones de la mañana

2024-2025

enero

Educación Vicenciana

2ª semana

3ª SEMANA

INICIO

5ª SEMANA

4ª SEMANA

INFANTIL

PRIMARIA

INFANTIL

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SECUNDARIA

SECUNDARIA

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SECUNDARIA

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INFANTIL

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22 de enero

23 de enero

Viernes

24 de enero

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a prepararnos para hablar con Dios, vamos a hacer silencio, estamos tranquilos para escuchar. Cierra los ojos e imagina que estás andando por un jardín muy bonito, con flores de muchos colores. A lo lejos, escuchas el sonido de los pájaros cantando, sientes el aire suave y fresco en tu cara. Quédate en ese lugar, sintiendo paz y tranquilidad. Ahora lentamente abre tus ojos y escucha lo que el Señor nos quiere decir hoy en su Palabra. Ambientación: Vamos a escuchar el relato del primer Milagro que hizo Jesús. ¿Sabéis que es un milagro? Un milagro es algo muy especial que sucede cuando algo increíble y fuera de lo común ocurre, y no se puede explicar con lo que sabemos sobre cómo funcionan las cosas normalmente. Jesús hizo este milagro para ayudar y hacer felices a los demás cuando ellos más lo necesitaban. Lectura del Evangelio según San Juan 2,1-11 (adaptado): Era primavera. Jesús y María habían sido invitados a la boda de unos buenos amigos en Caná de Galilea, muy cerca de Nazaret. Cuando llegaron, María saludó a sus amigos mientras Jesús bailaba y brincaba con los novios con divertidas canciones. Cuando por fin se sentaron todos al banquete, María se dio cuenta de que en la cocina había mucha preocupación: los camareros entraban y salían nerviosos, los novios habían acudido preocupados… ¿Qué estaba pasando? Se había acabado el vino. ¡Qué desastre! Así que María acudió a Jesús y se lo contó, recordando el día de su propia boda: el bueno de José se había encargado de preparar todos los detalles para que no faltara nada en la fiesta. Jesús sonrió y dijo: “Tienes razón, mamá: tenemos que ayudarles”. Entonces Jesús fue y … ¡convirtió el agua en vino! Los camareros no podían creer lo que veían. Y así, Jesús no solo solucionó la comida, sino que anunció a todos que la vida es una alegre bendición que nos regala Dios. REFLEXIONAMOS Y COMPARTIMOS:

  • ¿Has estado en alguna boda?
  • ¿Te lo pasaste bien?
  • ¿Te imaginas una boda donde no haya nada de comer y de beber? ¿Sería divertido?
  • ¿Cuál fue el milagro de Jesús?
Jesús es bueno con todo el mundo y siempre trata de ayudar a los demás. Le decimos todos juntos “¡Qué bueno eres, Jesús!” Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos a nuestra Madre del Cielo: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Comenzamos una nueva semana. Cierra tus ojos y respira suave, siente cómo la paz de Dios te rodea como un suave abrazo. Nos ponemos cómodos para escuchar la Palabra de Dios. Lectura del Evangelio según San Juan 2,1-11: Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y allí estaba la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os diga. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al mayordomo. Y se lo llevaron. Cuando el mayordomo probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora. Esto que Jesús hizo en Caná de Galilea fue la primera de sus señales milagrosas. Así mostró su gloria y sus discípulos creyeron en Él. Palabra de Dios (Para los más pequeños) Preguntas para reflexionar:

  • ¿Qué nos enseña este milagro sobre la importancia de ayudar a los demás?
  • Al igual que los sirvientes de la boda, ¿cómo haces para confiar cuando se te presenta una situación difícil?
  • Tal y como apoyó María a su hijo Jesús, ¿quién confía siempre en ti?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos a nuestra Madre del Cielo: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Imaginemos un lugar tranquilo, lleno de luz y amor, donde sentimos que Jesús nos abraza. Cerramos los ojos y respiramos profundo, recordando que somos pequeños misioneros, mensajeros del amor de Dios. Sentimos que el Espíritu Santo llena nuestro corazón de paz y alegría, para compartirlo con todos los niños del mundo. Aprovechando que el día 19 celebramos la Infancia Misionera, vamos a mirar este cartel un minuto. OBSERVAMOS Y NOS PREGUNTAMOS SOBRE LA IMAGEN:

  • ¿Qué tienen en las manos?
  • ¿Qué hacen los niños?
  • ¿Cómo puedes ayudar a otros niños?
  • ¿Compartes lo que tienes? ¿O a veces te cuesta?
REZAMOS DESDE EL CORAZÓN CON LA ORACIÓN del “Padre Nuestro”. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) Ambientación: Hacemos silencio fuera, y también dentro para poder escuchar al Señor que nos habla, para tomar conciencia de que Él siempre está con nosotros. Comenzamos nuestra oración diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Lectura del Evangelio según San Juan 2,1-11: A los tres días había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora». Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. Palabra de Dios Hemos leído el relato del primer milagro de Jesús, acompañado y guiado por su madre María.

  • ¿Sabes distinguir quiénes son las personas que te acompañan en este camino de tu vida?
  • ¿Qué personas te quieren y te son fieles?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos a nuestra Madre del Cielo: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Cerramos los ojos y respiramos profundamente para ponernos en presencia del Señor. Aprovechando la festividad de la Infancia Misionera, debemos caer en la cuenta de que ayudar a los demás es fundamental en el cristianismo, ya que refleja el amor y la compasión que Jesús enseñó a sus seguidores. En la Biblia, Jesús nos insta a "amar al prójimo como a nosotros mismos" (Mateo 22,39) y a actuar con generosidad y empatía, especialmente con los más necesitados. Este acto no solo fortalece nuestra fe, sino que también transforma a la comunidad y da testimonio del amor de Dios. Al servir a otros, los cristianos buscan ser "luz del mundo" (Mateo 5, 14), mostrando el carácter de Cristo en sus acciones y promoviendo un mundo más justo y compasivo. Escuchamos la canción “Somos misioneros”. PIENSA Y COMPARTE:

  • ¿Cómo puedo ser misionero en mi entorno más cercano?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre diciendo: “DIOS TE SALVE, MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Cerramos los ojos y poco a poco vamos sintiendo cómo nuestro cuerpo se relaja. Nuestro corazón se va preparando para recibir el amor de Dios mediante la oración. TESTIMONIO: “INFANCIA MISIONERA” La misión no se reduce a compartir lo que somos espiritualmente, sino que también abarca la entrega generosa de lo que poseemos. Misión es poner a disposición nuestros recursos materiales para ayudar a los más necesitados, siguiendo el ejemplo de Cristo, que compartió hasta el pan que multiplicó. "Comparto lo que tengo" en clave misionera resalta la belleza de pertenecer a una comunidad donde se comparte no solo el espíritu, sino también los bienes materiales, para que nadie pase necesidad. Cada niño, cada persona, tiene mucho que ofrecer. Por eso, vamos a escuchar a estos alumnos y su profesora, de un colegio de las Hijas de la Caridad, hablar sobre la Infancia Misionera. REFLEXIONAMOS:

  • ¿Qué nos enseña la Infancia Misionera? ¿Por qué la celebramos?
  • ¿Tienes pensado cambiar algo en tu día a día para poder ser un pequeño misionero?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: “DIOS TE SALVE MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Comenzamos un nuevo día y comenzamos la mañana con ganas y energía. Me concentro en mi respiración, me paro, tomo aire y voy poco a poco relajándome. Me preparo para encontrarme conmigo mismo y con Dios en la oración. ¡Ya estamos preparados! TESTIMONIO: "Jóvenes Misioneros" Reflexión:

  • ¿Qué pensaba antes sobre las personas que van de misiones?, ¿qué pienso ahora?
  • ¿Qué pensaba sobre los jóvenes que deciden ayudar a los demás?, ¿qué pienso ahora?
  • ¿Qué cambios puedo hacer en mi día a día para servir a los más necesitados?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: “DIOS TE SALVE MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Comenzamos un nuevo día y nos ponemos cómodos, hacemos silencio y nos disponemos en presencia del Señor dejando que Él nos hable a través de la siguiente canción: CAMBIA LA HISTORIA… Nada puede hacerme más feliz que verte sonreír cada mañana, mientras vas vistiendo el mundo de un color que nos encanta, así comienza la canción que hemos escuchado. Teniendo en cuenta lo escuchado…

  • ¿Qué pasaría si no existieran las sonrisas?
  • ¿Cuál es tu mejor regalo?
  • ¿Qué pasaría si sonreímos más?
  • ¿Qué ocurre cuando ayudamos a los demás?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Comenzamos un nuevo día y comenzamos la mañana con ganas y energía. Cerramos los ojos un momento y centramos la atención en el sonido más lejano que escuchamos. Ahora nos olvidamos de ese sonido y nos centramos en otro más cercano a nosotros, ahora otro más cercano y luego en otro más cerquita. Vamos a escuchar nuestra respiración y ponemos nuestra mano en el corazón para intentar escuchar los latidos de nuestro corazón. Hacemos tres respiraciones profundas y poco a poco abrimos los ojos. Me preparo para encontrarme conmigo mismo y con Dios en la oración. ¡Ya estamos preparados! VEO: Párate y mira. ¿Qué ves? PIENSO:

  • ¿Qué observamos en esta imagen?
  • ¿Qué personas te tienden la mano?
ME PREGUNTO:
  • ¿Quién te agarra fuertemente cuando lo necesitas?
  • Cuando se necesita que eches una mano, ¿la das sin reproches?
  • ¿Pides ayuda cuando la necesitas?
Hoy le pedimos al Señor rezando todos juntos el Padre Nuestro. “Padre Nuestro, que estás en el cielo…” Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a prepararnos para hablar con Dios, vamos a hacer silencio, estamos tranquilos para escuchar. Cierra los ojos e imagina que estás andando por un jardín muy bonito, con flores de muchos colores. A lo lejos, escuchas el sonido de los pájaros cantando, sientes el aire suave y fresco en tu cara. Quédate en ese lugar, sintiendo paz y tranquilidad. Ahora lentamente abre tus ojos y escucha…. Ambientación: Esta semana en la que celebramos la Infancia Misionera debemos caer en la cuenta de la importancia de ayudarnos unos a otros, de CUIDARNOS y estar atentos a los demás. Vamos a escuchar esta canción… “Aprender a Cuidar” de Unai Quirós REFLEXIONAMOS: ¿Te ha gustado? Seguro que SÍ. A ver quién se ha fijado bien y me sabe responder a esto:

  • ¿A quién nos dice Jesús que debemos cuidar?
  • ¿A quién tienes cerca que crees que debes cuidar?
Vamos a pedirle al Señor que nos ayude a saber cuidar a los otros, a los que tenemos más cerca y a los que tenemos lejos. Le decimos todos juntos (repetid conmigo). Cierra los ojos y desde el corazón repite lo que la seño/profe dice: Señor Jesús, hoy te pedimos que nos des un corazón grande como el tuyo. Para cuidar con cariño a los demás, como tú quieres que lo hagamos. Amén Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a prepararnos para hablar con Dios, vamos a hacer silencio, estamos tranquilos para escuchar. Cierra los ojos e imagina que estás andando por un jardín muy bonito, con flores de muchos colores. A lo lejos, escuchas el sonido de los pájaros cantando, sientes el aire suave y fresco en tu cara. Quédate en ese lugar, sintiendo paz y tranquilidad. Ahora lentamente abre tus ojos y escucha lo que el Señor nos quiere decir hoy, día de la Infancia Misionera. Ambientación: Como sabéis esta semana se celebra la Infancia Misionera, ser misionero significa compartir el amor de Dios con otras personas, especialmente con aquellos que no conocen a Jesús o que necesitan ayuda. Ahora vamos a ver un corto que se llama “Comparto lo que tengo” que es el lema de la Infancia Misionera de este año. Nos preguntamos:

  • ¿En qué se quieren gastar los hermanos el dinero que tienen ahorrado?
  • ¿Qué hace la hermana con su parte del dinero?
  • ¿Cómo crees que se sienten después de ver que con su dinero han ayudado a los niños que lo necesitaban?
Repetimos tras nuestra/o seño/profe esta ACCIÓN DE GRACIAS: "Señor, te doy gracias porque me has elegido para ayudar a los demás. Gracias por enseñarme a servir, a compartir Tu amor y a llevar tu mensaje de esperanza a los demás”. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre. “DIOS TE SALVE MARÍA…” ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a prepararnos para hablar con Dios, vamos a hacer silencio, estamos tranquilos para escuchar. Cierra los ojos e imagina que estás andando por un jardín muy bonito, con flores de muchos colores. A lo lejos, escuchas el sonido de los pájaros cantando, sientes el aire suave y fresco en tu cara. Quédate en ese lugar, sintiendo paz y tranquilidad. Ahora lentamente abre tus ojos y escucha lo que el Señor nos quiere decir hoy. Ambientación: Ayer descubrimos el Primer Milagro que hizo Jesús. Su mamá María, le había pedido que ayudara a los novios que estaban de fiesta por su casamiento y a los que se les había acabado el vino de la celebración. Ahora vamos a observar la imagen de este momento y CAMBIA LA HISTORIA… Es importante que mires la foto y te imagines allí en la boda, con Jesús, María y sus amigos. Recuerda que los novios se alegran mucho por el milagro de Jesús y los invitados también porque gracias a Él tienen bebida. Ahora vamos a pensar en lo siguiente:

  • ¿Qué hubiera pasado si Jesús no hubiera hecho su milagro?
  • ¿Cómo se sentirían los invitados? ¿Y los novios?
Que diferente hubiese sido la historia si todo eso que habéis dicho hubiese ocurrido, solo habría tristezas y enfados entre la gente que allí celebraba…. Demos gracias a Jesús porque no se cansa de hacer cosas buenas por todos y por recordarnos que Dios es amor y que, viviendo en este amor, podemos vivir siempre en fiesta. ¡Gracias Señor por estar siempre ahí! Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Cerramos los ojos y respiramos profundamente para ponernos en presencia del Señor. Ambientación: Estamos celebrando la semana de la infancia misionera y hablando del primer milagro que hizo Jesús . Los dos, son actos de AMOR A LOS DEMÁS. El Señor nos enseñó con su ejemplo a compartir no sólo materialmente, sino también nuestros talentos, tiempo y amor con aquellos que viven en condiciones de pobreza. Es importante dar no lo que te sobra sino lo que tienes. Hoy vamos a escuchar un cuento sobre el valor de compartir. Hay un pequeño pájaro amarillo que comparte sus ideas para ayudar a los demás. A lo largo de la historia nos enseña que a través de la comunicación y cooperación todo va mejor en el mundo. Pájaro amarillo que no puede volar con sus pequeñas alas, ¡pero es muy habilidoso fabricando inventos! ¿Conseguirá volar y cumplir su sueño de viajar a otros lugares? Para leer el cuento, pinchamos en el siguiente enlace: CUENTO "PÁJARO AMARILLO" HACER ECO: Respondemos a estas preguntas:

  • ¿Te has fijado en que los pájaros eran todos diferentes?
  • Se han ayudado unos a otros, ¿ha sido algo bueno o malo?
  • ¿Qué se te ocurre que puedes hacer tú para ayudar a los que tienes más cerca?
La oración es un aspecto fundamental de la vida de los niños misioneros, nosotros que somos misioneros y ayudamos como Jesús, vamos ahora a orar por la paz, los pobres, los enfermos, y por todos los que necesitan ayuda en el mundo y lo hacemos con la oración que ÉL nos enseñó: “Padre Nuestro…” Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Cierra tus ojos y respira profundamente. Imagina un mundo lleno de luz y amor, donde todos los niños y niñas, sin importar de dónde vengan, son como hermanos y hermanas. Hoy, con un corazón tranquilo y alegre, pedimos a Jesús que nos ayude a ser pequeños misioneros de paz y amor, compartiendo su mensaje con quienes más lo necesitan. Nuestra figura de referencia de entrega, sacrificio y servicio a los demás es San Vicente de Paul, que al llegar a una aldea en Francia, encontró a muchos niños huérfanos y en extrema pobreza. Conmovido, fundó un grupo llamado Las Hijas de la Caridad para rescatar a esos pequeños. Juntos les brindaron comida, refugio y educación, dándoles así una oportunidad para salir adelante. Vicente veía en cada niño el rostro de Cristo y trabajaba incansablemente para darles dignidad y esperanza. Gracias a su compasión, esos niños no solo sobrevivieron, sino que también encontraron un propósito y una vida mejor. Pedimos por todos aquellos misioneros. DECIMOS TODOS JUNTOS: Señor, te pedimos por todos los misioneros que, con amor y valentía, llevan tu mensaje a cada rincón del mundo. Dales fortaleza en momentos de dificultad, protección en su camino y un corazón lleno de compasión para servir a quienes más lo necesitan. Que su ejemplo inspire a otros y que tu luz los acompañe siempre, guiándolos a cumplir tu voluntad. Amén. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“Haced lo que Él os diga”. (Jn 2, 5) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Ambientación: Buenos días, ya llegó el viernes y como cada mañana nos ponemos en disposición de oración. Hacemos silencio exterior e interior, cerramos los ojos, realizamos una respiración profunda y dejamos salir el aire muy lentamente. Abrimos los ojos y prestamos atención a la siguiente oración, la rezamos todos juntos y con el corazón le pedimos al Señor por todos los misioneros que, aunque no estén lejos de sus casas, brindan su tiempo y sus energías por los más necesitados. Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona. Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo. (Madre Teresa de Calcuta M.C) Podemos repetir en voz alta aquella frase que resuene de manera especial. REZAMOS JUNTOS DESDE EL CORAZÓN CON LA ORACIÓN del “Padre Nuestro”. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

Martes

28 de enero

Jueves

Miércoles

Lunes

27 de enero

Oraciones de la mañana

2024-2025

enero

Educación Vicenciana

2ª semana

3ª SEMANA

INICIO

5ª SEMANA

4ª SEMANA

INFANTIL

PRIMARIA

INFANTIL

SECUNDARIA

SECUNDARIA

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29 de enero

30 de enero

Viernes

31 de enero

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Todos estamos sentados, en la postura adecuada, en silencio… cogemos aire y nos hinchamos como globos… soltamos ese aire. Cerramos los ojos y escuchamos los sonidos del patio, los del aula y los de la clase de al lado…; abrimos los ojos y nos ponemos en presencia de Dios y escuchamos su palabra: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. ¿Os acordáis de lo que pasaba en Navidad? ¿Quién había nacido en el Portal de Belén? El Niño Jesús. Pues el Niño Jesús se hizo mayor y empezó a ir por todas las ciudades y pueblos hablando a toda la gente de su Padre, que era Dios. Y un día, después de haber viajado mucho, llegó a su pueblo que se llamaba Nazaret y allí fue a rezar a la iglesia, pero no se llamaba iglesia, se llamaba sinagoga. Y Jesús cogió un libro que había escrito hacía mucho tiempo un señor que se llamaba Isaías y empezó a leerlo ¿Y sabéis lo que ponía en ese libro? “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para evangelizar a los pobres; me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor” (Si no se considera oportuno leer este fragmento puede omitirse) Allí estaba escrito lo que Dios quería que hiciera Jesús cuando fuera mayor. Dios quería que Jesús hablara a todo el mundo de Él, pero también quería que ayudara a todas las personas: a los pobres, a los enfermos, a todo el mundo. Y vosotros ¿qué pensáis? ¿Que Jesús obedeció o no? Claro, Jesús obedeció y por eso estaba allí, pero Dios también quiere que nosotros hagamos como Jesús y que ayudemos mucho a los demás. Vamos a pensar entre todos ¿cómo podemos ayudar nosotros a nuestros padres, a la seño, a los compañeros de clase…? (Se puede añadir según convenga). Pero hemos dicho que además de ayudar a todos, Dios quería que Jesús hablara de Él. ¿Y nosotros podemos hablar de Dios? ¿Cómo? (Se puede dejar que los niños se expresen para terminar diciendo): todo eso está muy bien, pero lo más importante, lo más importante de todo es que seamos buenos porque si somos buenos, nos portamos bien y queremos a todos ya estamos hablando de Dios, aunque no nos demos cuenta y lo mejor es que Dios nos escucha. Palabra de Dios Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Ambientación: Vamos a escuchar como cada lunes, el evangelio de ayer. Un evangelio de Lucas donde habla sobre Jesús, quien es un profeta de Dios. Jesús está lleno del Espíritu de Dios y siempre trae buenas noticias, especialmente para las personas que más lo necesitan. ¡Es como un superhéroe que ayuda a todos! ….nos ponemos en presencia de Dios y escuchamos su palabra: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Del Evangelio según San Lucas: (Lc 1, 1-4; 4, 14-21) Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado. (Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acabáis de oír”. Palabra de Dios Para reflexionar: Cuando Jesús enseña, a veces nos invita a hacer un momento de silencio. En ese silencio, podemos dar gracias por todo lo que aprendemos de Él cada día, especialmente cuando rezamos. Todos admiraban a Jesús. ¿Sabes qué? Podemos pensar en algo especial que descubrimos de Él que nos hace querer alabarlo. ¡Es una buena oportunidad para darle las gracias! También, Jesús nos anima a llevar buenas noticias a quienes están pasando por momentos difíciles. Podemos ser como Jesús si ayudamos a los demás. Piensa en alguien que necesite tu ayuda y reza un momento por esa persona. ¡Tu oración y apoyo pueden marcar una gran diferencia! Es importante tener nuestros ojos en Jesús. Cuando nos liberamos de cosas que nos hacen sentir mal o que nos alejan de Él, estamos siguiendo su camino. Piensa en tres cosas que a veces te hacen sentir triste o que te separan de Jesús. Puedes pedir perdón por esas cosas y pensar en una manera de superarlas. ¡Siempre hay una oportunidad para mejorar! Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Comenzamos la mañana poniéndonos en presencia del Señor. Silencio. Cerramos los ojos; hacemos tres respiraciones profundas, percibimos ese silencio… y con esta tranquilidad abrimos los ojos y juntos decimos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Observa la Imagen durante un minuto, no solo con tus ojos sino también con tu corazón: ¿Qué te dice la imagen? VEO, PIENSO, ME PREGUNTO. VEO: Párate y mira. ¿Qué ves? PIENSO: ¿Qué es? ¿Cómo es? ¿Qué piensas? ¿Qué te parece? ¿Te recuerda a algo? ME PREGUNTO: Hazte preguntas. ¿Por qué? ¿Por qué piensas eso sobre esta imagen, escultura, obra de arte...? (Tras la reflexión) Queda claro que Jesucristo no nos quiere príncipes que miran despectivamente, sino hombres y mujeres de pueblo. Estas indicaciones de la Palabra de Dios son tan claras, directas y contundentes que no necesitan interpretaciones que les quiten fuerza que nos interroga. No quedemos encerrados en la comodidad, la flojera, la tristeza insatisfecha, el vacío egoísta, pensando que nada va a cambiar, más bien recordemos que Jesucristo ha triunfado sobre el pecado y la muerte, vive y está lleno de poder. Es verdad que muchas veces parece que Dios no existiera, vemos injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto. En la misión evangelizadora no faltan las dificultades, la experiencia del fracaso, las pequeñeces humanas, el cansancio. En medio de todo esto no olvidemos que “ la fe es también creerle a Él, creer que es verdad que nos ama, que vive, que es capaz de intervenir misteriosamente, que no nos abandona, que saca bien del mal con su poder y con su infinita creatividad” Nosotros, como evangelizadores de Jesús, debemos seguir manteniendo viva la llama del amor de Dios a todos los demás Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Ambientación: Como cada lunes, al comenzar la semana, traemos a nuestra oración de la mañana el Evangelio de ayer, domingo. El evangelio de hoy nos presenta a Jesús como profeta de Dios, a Jesús movido por el Espíritu de Dios, a Jesús que fue y es Buena Noticia para los pobres y dedicado a liberar a los hombres de todas sus esclavitudes. Intentamos hacer silencio interior, intentamos sacar de nuestra mente aquello que nos puede distraer y una vez preparados… escuchamos… En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Del Evangelio según San Lucas: (Lc 1, 1-4; 4, 14-21) Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado. (Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acabáis de oír”. Palabra de Dios Para reflexionar: Jesús enseñaba: en unos momentos de silencio da gracias a Jesús por lo que te enseña cada día en la oración. Todos lo alababan: piensa qué descubres en la persona de Jesús resucitado que te lleve a alabarlo. Da gracias a Jesús por ello. Llevar la Buena Noticia a los pobres: Nos pareceremos a Jesús si nuestra vida y nuestra solidaridad puede ser experimentadas por los pobres. Piensa en personas que necesitan de ti y reza en silencio unos instantes por ellas. Tener los ojos fijos en ti: Seguimos a Jesús cuando nos liberamos de lo que nos atrapa y nos empequeñece. Piensa en tres cosas que te deshumanizan, que te hacen separarte de Jesús. Pide perdón por ellas y piensa en un compromiso que te ayude a superarlas. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) ¡Buenos días! Empezamos la mañana haciendo silencio y preparando nuestro corazón y nuestro cuerpo para dedicar unos minutos a Jesús. Nos colocamos derechos en la silla, apoyamos los pies en el suelo, ponemos las manos encima de la mesa, cerramos los ojos y respiramos tres veces profundamente. Ya estamos dispuestos para comenzar nuestra oración poniéndonos en manos de Jesús. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vamos a escuchar esta bonita canción de Hakuna mientras leemos su letra con atención. Ahora, oramos con algunas de las palabras de la canción. Todos juntos decimos: Padre pon tu Espíritu sobre mí. Aquí estoy, aquí me tienes. Gracias por la vida. Que la viva siendo todo yo. Que viva todo, con toda el alma. Amén. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Hoy, día de la paz, queremos tener presente la siguiente cita bíblica: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Jn, 14, 27-31a) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Como cada mañana preparamos nuestro cuerpo para comenzar el día junto a ti, Jesús, dando gracias por este nuevo día que tú nos regalas. Siéntate de manera cómoda y respira profundamente sintiendo tu respiración... creando un ambiente donde todos nos sintamos en paz con nosotros mismos. A continuación escucharemos un relato sobre una familia rusa que vivió la guerra de su país teniendo que huir hacia España. Es difícil encontrar las palabras adecuadas para describir con exactitud cómo se rompió tu vida habitual en un solo día. Pero lo intentaré, así que pido disculpas de antemano por la confusión y emotividad de la narración. Vivía con mi familia en una pequeña ciudad cerca de Moscú, visitaba a mi madre y a mi abuela, llevaba a mi hijo a una buena guardería, me reunía con amigos, trabajaba en un empleo genial. Mi marido y yo teníamos una sección de deportes en la ciudad: enseñábamos a niños y adultos capoeira brasileña, un arte marcial muy exótico para Rusia. Llevábamos muchos años desarrollándola y poníamos mucho empeño y esfuerzo en nuestros alumnos. Soñábamos con que un día tendríamos nuestro propio pabellón y luego una escuela deportiva. Que nuestros alumnos podrían competir en diferentes competiciones y estaríamos orgullosos de sus éxitos. Y entonces empezó la guerra... Recuerdo aquel fatídico día con todo detalle. Por la mañana viajaba al trabajo en el tren eléctrico, leyendo las noticias. Nada estaba claro, me sentía con ansiedad. Los titulares informaban de la concentración de tropas en la frontera. Recuerdo que llamé a mi amiga para avisarla, pero me hizo un gesto: «No hagas caso, son sólo maniobras, se quedarán y se irán, no pasará nada terrible». Me quedé sentada, intentando pensar en lo que había leído y darme cuenta de lo grave que era. En el silencio del vagón, una mujer que también leía las noticias se echó a llorar. Y entonces me di cuenta de que nada volvería a ser lo mismo. Los días siguientes fueron un borrón de dolor y lágrimas. Hubo concentraciones y protestas contra la guerra que fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas de seguridad, se produjeron las primeras detenciones ilegales de manifestantes pacíficos, los primeros activistas fueron encarcelados por su pacifismo, simplemente por sus palabras sobre la paz y la ilegalidad de una guerra así. Las noticias de la gente adecuada en aquel momento consistían enteramente en noticias sobre la situación en Ucrania, todos los días, y estas monstruosas imágenes de ciudades destruidas, quemadas y civiles asesinados probablemente permanecerán con nosotros el resto de nuestras vidas. El horror de la guerra nunca se olvidará ni caerá en el olvido. Pero hubo algo aún más terrible: una enorme parte de la sociedad que no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Había mucha gente así, en el trabajo, en el transporte, incluso en nuestras propias familias, y nos volvían locos, diciendo constantemente: «no todo está tan claro», «no ha pasado nada terrible», «en realidad han atacado, nos estamos defendiendo», «si el gobierno lo decidió así, así debe ser, no nos corresponde a nosotros juzgarlo», «no nos concierne», «dejad de hablar de ello, estáis neurotizando a todo el mundo» y así sucesivamente. La indiferencia humana mostrada por gran parte de la sociedad nos conmocionó casi tanto como el estallido de una guerra fratricida. Viendo que no podíamos cambiar nada y detener esta locura, tomamos la dura decisión de marcharnos, para al menos no participar en esto y no apoyar al régimen criminal de Putin. Esto es lo que le ocurrió a mucha gente: familias, carreras, amistades y lazos sociales quedaron destruidos por las diferentes actitudes ante la guerra. Es difícil empezar la vida haciendo borrón y cuenta nueva, pero cualquier dificultad es mejor que mancharse las manos de sangre y el alma de indiferencia ante el mal en curso. Hoy afrontamos el Día de la Paz con un sentimiento de esperanza. Queremos creer que ninguna guerra durará eternamente y que ningún dictador podrá usurpar el poder para siempre. Esperamos que pronto llegue la paz y cesen los sacrificios sin sentido. Queremos creer que un día la sociedad rusa será capaz de aceptar lo que está ocurriendo, darse cuenta de su responsabilidad y ganarse el perdón. Quiero citar a la famosa politóloga rusa Ekaterina Mikhailovna Shulman: «Recuerden que la guerra es una escuela del diablo, un curso acelerado de asilvestramiento. Borra los límites de la normalidad. Corrompe y corrompe a todo el mundo, no sólo a los soldados que participan en la batalla, no sólo a las partes que luchan directamente, sino también a sus víctimas, a los testigos, a la gente corriente que lee las noticias y ve violencia e injusticia todos los días. Corrompe a la sociedad en su conjunto, e incluso después de que haya terminado, sigue habiendo un esfuerzo hercúleo para simplemente volver a la norma de los tiempos de paz». Y por último, quiero advertir a la generación más joven: no permitáis nunca la guerra, evitad por todos los medios ese conflicto. Una mala paz siempre es mejor que una buena disputa. Cualquier diplomacia es siempre mejor que la guerra y la decadencia que necesariamente la sigue. Cuida tu libertad, tu democracia, interésate y participa en la política, no dejes la gestión del país en manos de chapuceros, porque en ausencia de instituciones democráticas que funcionen, cualquier poder se desliza rápidamente hacia la dictadura y puede desencadenar fácilmente una guerra innecesaria en nombre de toda la nación. Y lo más importante, ¡cuida de tu humanidad! No te vuelvas indiferente al dolor de la gente, aunque te parezca que no te ocurre a ti y, por tanto, no te concierne. Estoy seguro de que cualquier mal comienza con esto, con la indiferencia, la inacción y la connivencia de los demás. ¡Cielos en paz para todos! REFLEXIONAMOS - ¿Qué es lo que más os ha llamado la atención sobre el testimonio de esta familia? - Cierra los ojos, siéntete en paz, en calma y piensa en un momento de tu vida en el que te hayas enfadado porque no has conseguido lo que quieres... o simplemente piensa en algún familiar querido que no está… ¿Cómo te has sentido? RECUERDA: “Lo esencial es invisible a los ojos.” Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Hoy es el día escolar de la Paz y la no violencia. En este día, recordamos a muchas personas que trabajan por la paz, como Malala, la chica que hoy vamos a conocer y que lleva luchando muchos años por el derecho de todos los niños y niñas a estudiar y a vivir en paz. Empecemos En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Malala Yousafzai es una chica de Pakistán que lucha para que todas las niñas puedan ir a la escuela. En su país, algunos grupos no querían que las niñas estudiaran, pero Malala creía que todas las personas, sin importar si son niños o niñas, tienen derecho a aprender y a tener un futuro mejor. Un día, cuando Malala iba en el autobús escolar de regreso a casa, unos hombres armados le dispararon en la cabeza, pero Malala, a pesar de las graves heridas, se recuperó y continuó luchando por su causa. Hoy en día, ella es un ejemplo para millones de personas en todo el mundo y sigue trabajando para que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de estudiar. Escuchemos ahora su discurso ante el Parlamento Europeo. Malala Yousafzai - Discurso sobre educación | Parlamento Europeo Después de ver el vídeo comenta con tus compañeros y compañeras ¿Por qué crees que la educación es una herramienta para conseguir la Paz en el mundo? ¿Cómo aprovechamos nosotros la posibilidad de disfrutar del derecho a la educación? Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) William Omar Ladrón Rivera, más conocido por su nombre artístico Don Omar, es un cantante y rapero compositor puerterriqueño. Es considerado como el “rey del reguetón”. En 2021, lanzó “Agradecido”, un tema de hip-hop en el que se expresa, agradecido por lo que tiene y profundiza en su conexión con Dios. Os invitamos a escuchar la letra y a conectar también con Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. AGRADECIDO Hoy me levanté agradecido porque estoy vivo, respiro Tengo manos y escribo. Agradecido porque Dios me bendijo como hijo y me dijo: “Mantén tu rumbo fijo” Agradecido de mi madre, mi padre, mis seres queridos, mi tía, mis tíos, mis primas, mis primos. Agradecido porque tengo amigos y aprendí a ser justo hasta con mis enemigos. Agradecido porque aprendí a ser bueno, hasta con el que tiene el corazón lleno ‘de veneno. Agradecido porque me he caído, levantarme he podido. He llorado y he reído. Agradecido porque tengo sueños y mis sueños sigo. Mi vida tiene sentido. Agradecido porque hay luz en todo lo que digo. Si, agradecido. No me queda más, más que agradecer. Aunque todo cambió, Tú siempre has sido fiel, Tu mano me guió y me cuidó del mal. Fuiste Tú quién navegó mi barca en altamar. No me queda más. Agradecido de la madre de mis hijos. Agradecido por aquellos caminos (más que agradecer) que he caminado, gracias a ellos he entendido y he aprendido a levantarme todos los días agradecido. Agradecido porque reconozco la verdad y aunque me le escondan, vo’a saber dónde está. Agradecido porque las cosas son como son, aunque me las quieran pintar de otro color. Agradecido porque de Dios me hice amigo y si me muero, me muero sabiendo lo que estar vivo. Agradecido porque he aprendido a vestirme de sonido pa’ entrar por tus oídos. Agradecido con mi fogata en el bohío pa’ combatir el frío. Agradecido, conozco el camino al río y me mantengo sin desvío. No me queda más, más que agradecer. Aunque todo cambió, Tú siempre has sido fiel. Tu mano me guió y me cuidó del mal. Fuiste Tú quién navegó mi barca en altamar. No me queda más. Agradecido ‘e los fanáticos míos. Agradecido por todo lo que ha dolido (más que agradecer), agradecido por todo lo que he aprendido. Sí, agradecido. Agradecido porque respiro y me inspiro, por el color de mi corazón y sus latidos. Agradecido porque estoy convencido de que aunque me retire, jamás expiro. No me queda más, más que agradecer. Aunque todo cambió, Tú siempre has sido fiel. Tu mano me guió y me cuidó del mal. Fuiste Tú quién navegó mi barca en altamar. No me queda más, más que agradecer. Y TÚ, ¿QUÉ Y A QUIÉN QUIERES AGRADECER? Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Comenzamos la mañana poniéndonos en presencia del Señor. Silencio. Cerramos los ojos, hacemos tres respiraciones profundas, percibimos ese silencio… y con esta tranquilidad abrimos los ojos y juntos decimos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Observa la imagen un minuto, no solo con tus ojos sino también con tu corazón: ¿Qué te dice la imagen? Mafalda es una niña inteligente y perspicaz que se interroga sobre los problemas de la actualidad. Su sensibilidad le permite ver con los ojos del corazón y percibir la dura realidad que la rodea. Sin vergüenza ni ataduras y con sinceridad expresa lo que ve, lo que siente, lo que sueña y lo que busca. En esta imagen, Mafalda está triste porque se ha dado cuenta de que el mundo está enfermo. Enfermo de avaricia, de envidia, de falta de empatía, de individualismo, de egocentrismo, de monotonía, de mentiras, de manipulaciones, de hambre, de necesidades, de conflictos, de ausencia de ilusiones, de falta de esperanza, de escasez de fe… Mafalda ha aprendido que cuando estás enfermo, según cada situación, te ponen el termómetro, te dan una medicina, te vendan las heridas... Y así, decide curar al mundo, valorar si tiene fiebre, darle una medicina y cubrir sus heridas. ¿Cuál es la enfermedad o herida que consideras más importante del mundo en el que vivimos? A través de esta metáfora ilustrativa, Quino (el autor de Mafalda) busca tocar nuestro corazón a través de los ojos para que caigamos en la cuenta de que hay que poner remedio a las necesidades y dificultades del mundo en la actualidad. Esta imagen mirada y reflexionada con y desde los ojos de la fe, nos interroga. Nos invita a salir de nuestra zona de confort. Cada uno de nosotros, como cristianos, somos instrumentos del Señor para llevar su Palabra a los distintos rincones de la Tierra. Su mensaje es perdón, amor, solidaridad, esperanza, emprendimiento, resiliencia, valentía, entusiasmo, alegría, trabajo, comunidad, paz, justicia, igualdad, caridad…. Medicinas que pueden ayudar a sanar las dolencias y lesiones de este mundo. ¿Qué puedes hacer tú en este momento vital, como cristiano, para sanar el mundo? Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Todos estamos sentados, en la postura adecuada, en silencio…, cogemos aire y nos hinchamos como globos…, soltamos ese aire. Cerramos los ojos y escuchamos los sonidos del patio, los del aula y los de la clase de al lado…; abrimos los ojos y nos ponemos en presencia de Dios y escuchamos la canción: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Trabajamos: Palabra, idea, frase. Dinamizamos/adaptamos/ayudamos para que expresen y dialoguen sobre lo que has visto con... Una palabra... Una idea... Una frase... Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Todos estamos sentados, en la postura adecuada, en silencio… cogemos aire y nos hinchamos como globos…, soltamos ese aire. Cerramos los ojos y escuchamos los sonidos del patio, los del aula y los de la clase de al lado…abrimos los ojos y nos ponemos en presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vemos con atención el siguiente vídeo. Nos fijamos bien para comentar después. Trabajamos: - ¿Sabéis que es un premio Nobel de la Paz? - ¿Por qué se lo dieron a Rigoberta Menchú? - ¿Rigoberta Menchú viste como vosotros? - ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros por los demás? Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. Todos estamos sentados, en la postura adecuada, en silencio… cogemos aire y nos hinchamos como globos…., soltamos ese aire. Cerramos los ojos y escuchamos los sonidos del patio, los del aula y los de la clase de al lado…, abrimos los ojos y nos ponemos en presencia de Dios y dialogamos sobre su palabra: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Trabajamos: DILO TÚ. Después de ver la imagen , les invitamos a que repitan lo que han visto con sus propias palabras, dialogando sobre ello.. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) Todos estamos sentados, en la postura adecuada, en silencio…cogemos aire y nos hinchamos como globos…, soltamos ese aire. Cerramos los ojos y escuchamos los sonidos del patio, los del aula y los de la clase de al lado… abrimos los ojos y nos ponemos en presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Vemos el siguiente vídeo:

  • ¿Qué hemos visto en el vídeo? ¿Cuál es la misión de Jesús?
  • ¿Qué te gustaría ser de mayor? ¿Por qué?
  • ¿Cómo crees que se puede conseguir eso que te gustaría ser de mayor?
  • ¿Podrías ayudar a mucha gente con ese trabajo?
  • ¿...?
Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) ¡Buenos días! Colócate en una postura cómoda. Siente tu respiración. Nos serenamos, hacemos silencio por dentro y por fuera, no permitas que nada, ni nadie te distraiga en este momento tan importante. Y ahora, que nos encontramos tranquilos y serenos, podemos comenzar nuestra oración de la mañana: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. Escuchamos la siguiente historia: El Pequeño Farolero En un pueblo humilde vivía Santi, un niño con un corazón lleno de esperanza. Siempre decía que tenía una misión especial: ayudar a los demás. Un día, encontró a Don Rubén, un anciano triste porque ya no podía trabajar en su taller. Santi lo ayudó a conseguir madera y pronto Don Rubén volvió a tallar figuras que alegraban a todos. Otro día, vio a Luisa, una niña que no podía correr y estaba triste. Santi le enseñó a pintar y ella llenó el pueblo de hermosos cuadros. Cada vez que alguien necesitaba ayuda, Santi estaba allí con palabras de aliento y una mano amiga. Cuando le preguntaron por qué lo hacía, respondió: —Porque el Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado a llevar buenas noticias y esperanza a los demás. Desde entonces, todos lo llamaron "El pequeño farolero", porque iluminaba la vida de quienes lo rodeaban. Reflexión: Ser luz para los demás ¿Sabías que todos podemos ser como Santi, el pequeño farolero? En el cuento, Santi ayudaba a las personas de su pueblo con cosas pequeñas, pero que eran muy importantes: dar ánimo, compartir lo que tenía, o enseñar algo nuevo. Jesús nos enseña que debemos ser como una luz para los demás, ayudando a quienes están tristes, compartiendo con quienes tienen menos, o simplemente siendo amables y alegres. Aunque no seamos grandes o fuertes, nuestras acciones pueden hacer que alguien más se sienta mejor. Piensa en esto: ¿Hay alguien cerca de ti que necesite una sonrisa, un abrazo o una palabra amable? Tal vez algún amigo, vecino o alguien en tu familia. ¡Tú puedes ser esa luz que ilumine su día! Recuerda que cuando hacemos el bien, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús. Él nos llena de su amor para que lo llevemos a los demás. Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres”. (Lc 4,18) (Pedimos silencio, sosiego y, con madurez que cierren los ojos si ello le ayuda). En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN. PROFESOR LEE EN VOZ ALTA: Comenzamos la oración de hoy con un salmo. Hoy con el salmo del domingo, el Salmo 18. Para el pueblo judío eran las oraciones que más directamente conectaban con Dios, por ser las expresiones más inmediatas y puestas por escrito que les relacionaba con el creador. En ellas le expresaban sus miedos, quejas, alegrías, alabanzas… Trata de superar los 2500 años de historia que nos separan desde que fueron escritos y cae en la cuenta de que los problemas de la humanidad son, muy parecidos a los de entonces. Y que, por tanto, los salmos son válidos también para nosotros para dirigirnos hoy a Dios. En este caso pidiendo a Dios un horizonte firme, de estabilidad, que los libre de vivir dando tumbos. (Proyectamos el texto del salmo para que todos, alumnos y profesor, puedan recitarlo juntos y AL UNÍSONO. El profesor marca el ritmo. Se recita sin prisas, con sosiego, con lentitud, para provocar que cale). JUNTOS RECITAMOS: Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida. La ley del Señor es perfecta, reconforta al ser humano; el mandato del Señor es firme, al sencillo lo hace sabio. Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida. Los decretos del Señor son rectos, alegran el corazón; el mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz. Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida. Venerar al Señor comunica santidad, es algo que permanece para siempre; los juicios del Señor son verdad, todos ellos son justos. Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida. Que te sean gratas mis palabras y te deleiten mis pensamientos, Señor, mi fortaleza, mi redentor. PROFESOR LEE EN VOZ ALTA: Algunas palabras del salmo tales como Ley, decretos, mandamiento, juicios hacen parecer que esta oración más bien fuera un tratado legal, o bien una retahíla de términos que tiene que ver con el Derecho. Sin embargo, el único mandato del Señor es amar, amar a todos, amar siempre. Es lo verdaderamente importante. Si os fijáis, las valoraciones que hace el salmo de este mandato, de estos mandatos del Señor, son muy positivas: reconforta al ser humano; el mandato es firme; son rectos; alegran el corazón; es nítido; permanece para siempre; son verdad; son justos... ¿Por qué? En esta época, el pueblo de Dios había estado bajo el capricho de los países extranjeros, los israelitas habían sido invadidos, maltratados, experimentando día a día que los trataban fatal... Mientras, clamaban a Dios para que los protegiera, para que no los olvidara, que estuviera de su lado. Incluso surgió el resentimiento. Sin embargo, la situación política cambió, acabó la extorsión, y el pueblo sintió que Dios mismo había sido quien había intervenido para liberarlos. Y ahora pedían a Dios una serie de criterios, de principios y de pautas para organizarse socialmente, y para que esa situación de terror no se volviera a repetir. Por eso, el pueblo expresa esa frase que hemos repetido en el salmo: Tus Palabras, Señor, son espíritu y vida. Así se sintieron, regenerados, llenos de vida, plenos. Y por eso la última estrofa del salmo, llena de agradecimiento: Que te sean gratas mis palabras / y te deleiten mis pensamientos / Señor, mi fortaleza, mi redentor. Piensa tú, en tu vida de cada día, por cuánto te lo que te rodea debes dar gracias…. Piensa qué criterios te permiten vivir en estabilidad, con seguridad, sin miedo… (Dejamos 10 o 15 segundos de silencio para que interioricen) Terminamos la oración de hoy dirigiéndonos, como siempre, a nuestra Madre del cielo: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!