AGENDA VUELTA AL COLE MÓVIL
MA. GUADALUPE RIVERA S
Created on July 12, 2024
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LA DINAMICA DE GRUPOS DESDE UN ENFOQUE FORMATIVO
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ALUMNA Ma. Guadalupe Rivera San Juan
Dentro del campo de las técnicas, existen además los llamados ejercicios estructurados, que son técnicas de mayor complejidad y duración en las que se utiliza una mayor cantidad de recursos materiales. Se trata de juegos grupales en los que se procura reproducir artificialmente una situación de la vida real, especialmente del ámbito social, con el fin de analizar las actitudes y la actuación de los participantes en dichas situaciones. Algunos de estos ejercicios son, por ejemplo: Desarme, Construcción de una Torre, la Magia del Poder, Bolsa de Valores, etc.6 La finalidad de las técnicas grupales puede ser triple: ayudar a la constitución del grupo como tal, propiciando un mayor conocimiento e integración entre todos los participantes; facilitar el trabajo y la organización grupal, mediante el desarrollo de aquellas habilidades y actitudes necesarias para el trabajo de equipo; y, finalmente, propiciar el surgimiento de actitudes individuales y grupales que hasta entonces venían operando ocultamente, con lo que se propicia el análisis de las mismas por parte del mismo grupo. A estas técnicas se les llama comúnmente técnicas de dinámica de grupo. Es un error llamarlas simplemente “dinámicas de grupo”. Este error brota de una confusión entre estos dos conceptos: técnica y dinámica. Y con esto entramos a la definición de nuestro último concepto: dinámica.
Además de estas técnicas de trabajo grupal, existen otras técnicas que pueden ser utilizadas por el coordinador para propiciar algunos fenómenos grupales necesarios para la integración y crecimiento del grupo, y/o para desarrollar actividades y habilidades de colaboración y trabajo en equipo que faciliten el buen desempeño del trabajo grupal. Así, tenemos técnicas de rompimiento del hielo (la fiesta de presentaciones, el escudo, la línea de la vida.); técnicas de comunicación (amigos y extraños, el dibujo hablado, el teléfono descompuesto, la historia, comunicación en uno y doble sentido, etc.), y técnicas para propiciar el trabajo grupal (los caballos, el fin del mundo, los cuadros, confianza ciega, etc.).
Kurt Lewin (1890-1947), psicólogo alemán emigrado a los Estados Unidos, fue el primero en utilizar la expresión dinámica de grupos. “Lewin empezó usando la palabra para designar ciertos fenómenos que tienen lugar en la vida de un grupo. La palabra griega dynamis indica en este contexto la existencia, choque, asimilación y continua combinación de fuerzas que se desarrollan en un grupo en cuanto ‘punto de convergencia’ de la interacción de varias personas. Dinámica de grupos designa pura y simplemente las fuerzas desplegadas por el grupo, las cuales ejercen una influencia tanto hacia adentro como hacia fuera del mismo”.7 La dinámica de los grupos se refiere a lo que pasa en el interior del grupo a lo largo del interactuar de las personas que forman parte de él. El grupo se reúne alrededor de una tarea común; conforme se trabaja sobre una temática determinada y con una técnica determinada, algo sucede en el interior del grupo. Ese algo, esos fenómenos grupales, son el resultado de una serie de fuerzas o vectores, con magnitud y dirección variables, que entran en juego con la interacción de los participantes, el coordinador incluído
El objetivo del presente artículo es, precisamente, proporcionar al profesor algunos elementos teóricos sobre la dinámica de los grupos de aprendizaje (en la primera acepción del término). Para esto, iré desarrollando aquellos aspectos que, desde un punto de vista operativo,14 considero fundamentales para entender la dinámica de un grupo de aprendizaje. Recurrir a bibliografía más especializada sobre cada uno de los puntos tratados será no sólo útil, sino necesario en algunos casos
Como un primer paso para introducirnos en el campo de la dinámica de los grupos, es conveniente distinguir dos niveles de realidad dentro de la vida del grupo: el nivel de lo manifiesto y el nivel de lo latente. Dicho de un modo sencillo: lo directamente observable dentro del grupo no constituye la totalidad de la realidad del mismo; o, de otro modo, no todo lo que pasa dentro del grupo es directamente observable. El nivel de lo manifiesto está constituido por todo aquello que puede ser percibido directa e inmediatamente con los sentidos corporales. Por ejemplo, quién habla, en qué momento, con qué tono, a quién se dirige, qué dice, con qué claridad, a qué nivel de profundidad; quién lo escucha, quién lo entiende, quién le responde, quién lo retroalimenta, etc.; también, cómo se comporta cada individuo, cómo actúa, qué actitudes corporales toma, cómo se comporta el grupo como tal, cuáles son los roles desempeñados, qué tipo de interacciones se dan entre los miembros, y entre éstos y el coordinador, etc. Es este nivel de lo manifiesto el que se puede observar y medir con ciertos esquemas de observación, vgr.: el de las Categorías de Bales, o el Sociograma.
Lo latente no es directamente observable; está implícito, está contenido en lo manifiesto pero de una manera no explícita. El camino, pues, para llegar a lo latente, será a través de lo manifiesto: a través de lo que veo puedo llegar a descubrir lo que no veo pero sé que está ahí. En un primer momento, lo único que puedo hacer es elaborar una hipótesis sobre el significado de los contenidos latentes. A esta hipótesis la llamamos interpretación.15 Hay que entender la interpretación como una hipótesis de trabajo. En cuanto hipótesis, la interpretación es una afirmación tentativa, provisional, incompleta, en proceso; pero que le sirve al que la elabora como un instrumento de trabajo para la comprensión y el manejo de los fenómenos que está observando. Como toda hipótesis, la interpretación debe ser puesta a prueba, debe ser comprobada, corroborada, antes de poder pasar al status de tesis
El profesor que desee alcanzar una comprensión profunda de los grupos con los que está trabajando, debe, pues, contar con un marco teórico sobre la dinámica de los grupos de aprendizaje. Algunas veces, un poco de sentido común, con una buena dosis de experiencia práctica como docente, llevan a lo que podríamos llamar un primer esbozo de este marco teórico. Y así vemos profesores que, más o menos intuitivamente, más o menos sistemáticamente, van elaborando un diagnóstico de sus grupos, y sus hipótesis de trabajo, conforme a las cuales van modificando de alguna manera su metodología y la van adecuando a la realidad concreta de cada grupo. En estos casos, un estudio más detallado sobre la teoría de la dinámica de los grupos, y un periodo de supervisión de su práctica como coordinador, enriquecerán este marco teórico, y aumentarán su capacitación para el trabajo con grupos de aprendizaje.
Cuatro principales conceptos utilizados en la dinámica de grupos, a saber: Tarea Temática Técnica Dinámica
En primer lugar, al hablar de la tarea, nos estamos refiriendo al objetivo que el grupo se ha propuesto alcanzar, a la meta final, a aquello por lo cual el grupo se encuentra constituido actualmente como tal, a aquello que ha reunido a todos los participantes alrededor de un mismo trabajo grupal.1 En este sentido, la tarea está haciendo referencia al para qué del trabajo grupal. Conviene distinguir esta concepción de la tarea, de aquella otra más común en ambientes educativos, según la cual se entiende por tarea el trabajo concreto que se encarga a los alumnos para ser realizado fuera del aula. Al hablar aquí de tarea, no nos referimos a este trabajo concreto, sino al objetivo que se pretende alcanzar tanto con los trabajos concretos individuales, como con el trabajo grupal realizado en la sesión de clase.
La temática hace referencia al qué del trabajo grupal: qué se está viendo, qué se está estudiando, qué se está analizando; en qué se está trabajando. En este sentido, podríamos hablar de una temática general del curso (vgr.: Teorías de la Personalidad) y de la temática particular de una sesión determinada (vgr.: Freud y el Psicoanálisis, tema particular dentro de la temática general de Teorías de la Personalidad). La temática está siempre en estrecha relación con la tarea grupal; ella constituye el contenido programático de un curso. Sin entrar a los aspectos técnicos de la elaboración de un programa, conviene indicar que la selección, graduación y ordenamiento de la temática, debe ir siempre en función directa (aunque no necesariamente inmediata) de la tarea grupal. Es decir, que tanto en aquellos temas previamente programados, como en aquello que puedan surgir de las inquietudes y necesidades grupales, la preocupación del coordinador deberá ser siempre la siguiente: ¿Qué tanto y en qué sentido está este tema relacionado con la tarea?
El presente artículo está dirigido a todos aquellos profesores que, en el ejercicio de sus labores docentes, desean trabajar o están de hecho trabajando ya con sus grupos de una manera más activa y participativa. En los últimos años ha proliferado tanto los cursos como las publicaciones sobre técnicas de trabajo grupal y sobre ejercicios de dinámica de grupos, poniéndose especial énfasis en los aspectos técnicos y prácticos de los mismos. El conocimiento de las técnicas de dinámica de grupo es ciertamente útil. Sin embargo, más allá del nivel de la técnica está el nivel de la teoría, de donde brota el significado interno y la orientación práctica de la técnica misma. Es cierto que se puede ser técnico en algo sin necesidad de dominar la teoría correspondiente; pero cuando los conocimientos técnicos están avalados por una teoría, las actitudes en el trabajo serán diferentes, así como las acciones emprendidas y los resultados alcanzados. La técnica pasa entonces a ocupar un lugar subordinado.