Psicopatologías Cognitivas y Sensoperceptivas

Psicopatologías Cognitivas y Sensoperceptivas

Alteraciones de la conciencia

Alteraciones de la orientación

Alteraciones de la atención

Alteraciones del lenguaje

Distorsiones perceptuales

Engaños perceptivos

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Alteraciones de la memoria

Paramnesias

Hipermnesias

Amnesias

Delirios

Obsesiones

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores externos o contextuales

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

Factores internos orgánicos

UVEG Juan Alfonso Luna Martínez. 22028431

Las alteraciones de la conciencia afectan el estado de vigilia y pueden variar desde confusión leve hasta pérdida total de la conciencia. Incluyen trastornos globales (que afectan toda la conciencia) y trastornos de la conciencia superior (que afectan principalmente la autoconciencia y pueden incluir distorsiones perceptivas).

Las alteraciones de la conciencia afectan el estado de vigilia y pueden variar desde confusión leve hasta pérdida total de la conciencia. Incluyen trastornos globales (que afectan toda la conciencia) y trastornos de la conciencia superior (que afectan principalmente la autoconciencia y pueden incluir distorsiones perceptivas).

Pueden incluir traumatismos craneoencefálicos, intoxicaciones, enfermedades metabólicas o infecciones.

Alteraciones cerebrales, como tumores, hemorragias o inflamaciones.

Estas dificultan ubicarse en tiempo, espacio o identidad. Pueden ser leves o graves y afectar la comprensión del entorno.

Cambios ambientales, desplazamientos geográficos o situaciones estresantes.

Daños cerebrales, como lesiones o enfermedades neurodegenerativas.

Pueden ser cuantitativas (exceso o déficit de atención) o cualitativas. Ejemplos incluyen aprosexia (falta total de atención) y hipoprosexia (atención reducida).

Estrés, distracciones o sobrecarga cognitiva.

Disfunciones cerebrales, como lesiones en áreas responsables de la atención.

Afectan la comprensión, expresión o repetición del lenguaje. Ejemplos incluyen trastornos del lenguaje y afasias.

Cambios socioculturales, bilingüismo o aislamiento social.

Daños en áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje.

Las distorsiones perceptuales son alteraciones en la percepción sensorial, donde los estímulos se interpretan de manera errónea o exagerada.

Consumo de sustancias psicoactivas, privación sensorial o estados emocionales intensos.

Disfunciones en áreas cerebrales responsables de la percepción.

Los engaños perceptivos son percepciones falsas que no tienen base en la realidad. Pueden incluir alucinaciones visuales, auditivas u olfativas.

Estrés, ansiedad o trastornos psicóticos.

Desregulación de neurotransmisores o daños cerebrales.

Estas afectan la retención, recuperación o formación de recuerdos.

Estrategias de aprendizaje, entorno o distracciones.

Daños en el hipocampo o en las conexiones neuronales.

Las paramnesias son errores de memoria, como la confabulación (inventar recuerdos) o la déjà vu (sensación de haber vivido algo antes).

Contexto social o emocional.

Disfunciones en áreas cerebrales relacionadas con la memoria.

Las hipermnesias son recuerdos excesivamente vívidos o detallados.

Eventos emocionales intensos.

Hiperactividad neuronal o alteraciones en la consolidación de la memoria.

Las amnesias son pérdidas de memoria parciales o totales.

Traumatismos, estrés postraumático o abuso de sustancias.

Daños cerebrales, como en el lóbulo temporal.

Los delirios son creencias falsas, infundadas y rígidas.

Estrés, enfermedades mentales o aislamiento social.

Disfunciones en áreas cerebrales relacionadas con el pensamiento.

Las obsesiones son pensamientos recurrentes e intrusivos que generan ansiedad.

Estrés, trastornos de ansiedad o situaciones desencadenantes.

Disfunciones en circuitos cerebrales implicados en la regulación emocional.