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Mohamed Abid

Created on June 14, 2024

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La Edad Media

Contexto histórico

Siglos

Corrientes Literarias

Obras y autores

Características Literarias

Cuatro tipos de lírica están en el origen de nuestra poesía. Cada una se desarrolla en una región distinta de la Península. Sin embargo, la escuela poética más importante de la Edad Media está en Provenza, al sur de Francia, lo que dará origen a la lírica provenzal, que crea una forma de hacer poesía que se extenderá por toda Europa.

Obras más destacadas: las Coplas de Jorge Manrique, La Celestina de Fernando de Rojas, El Conder de Lucanor de don Juan Manuel...

La Edad Media representa el origen de las nacinalidades europeas pero, por encima de ellos, ofrece una unidad cultural, gracias a dos vehículos de transmisión e intercambio de conocimientos y de contenido artístico: la religión cristiana y su visión teocéntrica del mundo, y la lengua latina, que pervive como lengua de cultura.

El concepto de Edad Media fue acuñado de manera despectiva en el Renacimiento, para referirse a esos siglos intermedios que por su olvido de los clasicos eran barbaros y oscuros, en clara oposición a su época, continuadora de la brillantez estética y cultural de la Edad Antigua.

Acontecimientos más significativos son: invención de la imprenta, peste negra, la Toma de Granada y la Batalla de las Navas de Tolosa.

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El Renacimiento

Contexto histórico

Características literarias

Siglos

Corrientes literarias

Obras y autores

Uno de los elementos más definitorios de la literatura del Renacimiento es que se cultiva, tomando como modelo al poeta italiano Franceso Petrarca, una manera nueva de expresarse a través de una poesía lírica que muestra una sensibilidad extrema y donde se habla, ante todo, del amor y sentimientos del poeta.

Se conoce como Siglo de Oro al período histórico que abarca los siglos XVI y XVII, y que coincide con la etapa de máximo esplendor artístico y cultural de nuestro país.

En esta época se produce un cambio radical en la forma de entender al mundo y el conocimiento además de que se acrecientan y consolidan los cambios sociales que ya se iniciaron al final de la Edad Media.

Literalmente, renacimiento significa 'volver a nacer' y se aplica a una etapa histórica y cultural marcada por el afán de recuperar la grandeza cultural del pasado grecolatino, tiempo en que la actual Italia era el centro del poder imperial.

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EL Barroco

Contexto histórico

Características literarias

Siglos

Corrientes literarias

Obras y autores

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El Neoclasicismo

Contexto histórico

Características literarias

Siglos

Corrientes literarias

Obras y Autores

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El Romanticismo

Contexto histórico

Características literarias

Siglos

Corrientes literarias

Obras y autores

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El Realismo

Contexto histórico

Características literarias

Siglos

Corrientes literarias

Obras y Autores

Como hemos visto, la literatura del siglo XVIII no es solo neoclásica, sino que, de forma general, hasta el primer tercio predomina la corriente posbarroca, a mitad de siglo se imponen la estética neoclásica y el pensamiento ilustrado, que irán dejando paso, al final de siglo, al incipiente sentimiento romántico. Dado que el Barroco fue estudiado en la unidad anterior y que el Romanticismo lo desarrollaremos más adelante, nos vamos a centrar en los rasgos de la literatura neoclásica, la que representa con más fidelidad los principios de la Ilustración: - Buen gusto: es la facultad de aceptar lo bello y rechazar lo feo, además de separar lo verosímil de lo inverosímil. Esta noción se difunde, sobre todo, a través de la *Poética de Luzán, que indicaba que la imitación de los modelos clásicos (tanto grecolatinos como españoles) y la imposición de reglas era la mejor manera de alcanzarlo. - Predominio de la razón*: se ponen a disposición del arte los postulados de la Ilustración, y se diversifica la creación literaria con elementos filosóficos, científicos o históricos. La aparición de academias, preceptivas, diccionarios y gramáticas es también un intento de racionalizar el saber en general y la lengua y la literatura en particular. - Carácter moralizador: es un rasgo propio de los pensadores ilustrados, que pretenden educar al pueblo en los nuevos valores éticos, estéticos y científicos, por lo que estos contenidos se insertan no solo en las obras académicas y pedagógicas, sino también en las obras literarias. El ejemplo más significativo son las fábulas, donde se ve claramente la finalidad de "enseñar deleitando". - Utilidad: del carácter pragmático de los ilustrados nace esta característica, que supedita la belleza formal a la finalidad de las obras literarias, que no es otra que lograr la felicidad y mejorar el estado de la sociedad de su época.

El Renacimeinto, que abarca eñ siglo XVI y coincide con el reinado de los "Austrias mayores", Carlos I de España y V de Alemania, y su hijo, Felipe II. Es una etapa de optimismo ante el descubrimiento de un nuevo mundo, donde el poder del imperio español es incuestionable: sirva de ejemplo el prestigio que acarreó la victoria ante los turcos en la batalla de Lepanto (1571); pero que, al final, empieza a mostrar los primeros síntomas de desengaño y de crisis, como demuestra la primera y humillante derrota ante los ingleses de la llamada "Armada invencible" (1588). Los acontecimientos más importante fueron: la primera vuelta al mundo y el Concilio de Trento.

En España, el realismo no se hará palpable hasta el último tercio del siglo, debido al considerable retraso industrial y económico de nuestro país, que no se moverá hacia posturas más liberales hasta la revolución de “La Gloriosa”. En nuestro realismo influyen no solo los autores contemporáneos europeos, sino también la narrativa del Siglo de Oro en general y las narraciones picarescas y Cervantes en particular, además de la prosa costumbrista del romanticismo, germen de la nueva novela.

La Edad Media histórica comienza en el siglo V, con la caída del Imperio romano de Occidente (476), y termina en el siglo XV, con la caida del Imperio romano de Oriente a manos de los turcos (1453) o con el descubrimiento de América (1492). Este periodo tan amplio de diez siglos se divide en Alta Edad Media (siglos V al XII) y Baja Edad Media (siglos XIII al XV). Sin embargo la Edad Media literaria no ocupa todo este tiempo, pues apenas existen textos literarios en romance en la Alta Edad Media; del mismo modo, el siglo XV se puede considerar como una etapa de transicion entre la Edad Media y el Renacimiento.

En lo referente al arte y a la literatura, el Barroco no supone el desprecio de las formas renacentistas, sino una continuación de lo iniciado en el siglo XVI. El artista barroco admira el arte del Renacimiento, pero es evidente que su realidad y su visión del mundo son completamente diferentes a las de sus antecesores, de modo que se expresa de forma igualmente distinta. La generación barroca amplía los campos de interés artístico; actúa por acumulación, pues todo (lo sublime y lo escabroso, la luz y la oscuridad, los reyes y los bufones, los dioses y los mendigos) es susceptible de ser objeto artístico, lejos de la selección y las limitaciones que el Renacimiento y sus preceptivas proponían para el arte, en el que solo lo perfecto como bello e ideal merecía tal consideración. Esta acumulación provoca que, frecuentemente, encontremos elementos contrarios en una misma obra artística, lo que hace del contraste, o incluso la contradicción, una de las características más relevantes del arte, la literatura o la vida del Barroco. Además del cambio de mentalidad y de la visión de mundo, otra razón para el surgimiento del Barroco es el agotamiento: la repetición de los mismos recursos, imágenes y tópicos durante un siglo hacen que estos pierdan fuerza expresiva y conduzcan al artista a buscar nuevas formas de expresión.

El Romanticismo fue un movimiento cultural e ideológico que condicionará todas las facetas de la vida. Surgido en Alemania e Inglaterra, a finales del siglo XVIII, propiciado por la Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776) y la Revolución francesa (1789), pronto se propagó a otros países de Europa y América, proclamando la libertad del artista y del individuo frente a la autoridad de la razón, los preceptos neoclásicos y las normas morales y sociales establecidas. Fue, pues, un movimiento revolucionario, que se extendió hasta mediados del siglo XIX. La primera vez que se usó el término lo hizo el francés James Boswell, que empleó la palabra romantique para referirse a lo inefable, aquello que no se puede describir con palabras por provocar un sentimiento sublime, sentido en el que fue utilizado por otros autores como Rousseau. Luego pasó a utilizarse para nombrar aquellos comportamientos situados al margen de la razón y de las normas, y que, además, representaban lo genuino, lo verdadero y lo natural. Entre los iniciadores de este movimiento encontramos a los ingleses Wordsworth, Keats y Walter Scott, así como autores alemanes, de los que destacan Goethe y los hermanos Grimm. En la segunda mitad del siglo XIX, la consolidación de la burguesía y las revoluciones de 1848, trajeron como consecuencia la ruptura social entre el proletariado, nueva clase social que engloba a los trabajadores más desfavorecidos de la sociedad industrial, y la propia burguesía, que se hace más observadora. La lucha de clases, con la publicación del Manifiesto comunista de Marx, y la lucha por la supervivencia, que se desprende de El origen de las especies de Darwin, son ejemplos claros de la ruptura con el Romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, y de la aparición de una nueva corriente estética, el realismo.

El siglo XVII se caracteriza por ser una época de crisis en todo el continente europeo, con guerras de religión como la Guerra de los 30 Años, de cerrazón social, sobre todo a raíz de la división entre católicos y protestantes, de tendencia hacia el absolutismo en política y de empobrecimiento general, lo que conllevó duras medidas para controlar las incipientes tensiones sociales. A esta crisis general se une en España otro particular: el fracaso de la burguesía y la vuelta al poder de una nobleza acostumbrada a vivir de las rentas y no del trabajo, y a regirse por los estatutos del honor y de la limpieza de sangre, elementos que además serán reflejados con bastante fidelidad en nuestra literatura.

Renacimiento

El término rinacista fue usado por primera vez en el siglo XVI por el historiador del arte italiano Giorgio Vasari, para referirse al continuo renacer que experimentaban las artes desde el siglo anterior. Pero habrá que esperar al siglo XIX para que la palabra Renacimiento se emplee para nombrar un amplio movimiento ideológico y artístico que nació en Italia en el siglo XIV y se propagó al resto de Europa durante los siglos XV y XVI gracias, sobre todo, a la imprenta. En España abarca solo el siglo XVI. Coincide, por tanto, con el inicio de la Edad Moderna.

La etimología de la palabra barroco está bastante discutida; sea como fuere, lo que está claro es que el término se aplicó en sus orígenes y durante mucho tiempo con carácter despectivo. Fueron los teóricos del siglo XVIII los que acuñaron este término, por considerar al siglo inmediatamente anterior al suyo como una época oscura y excesivamente recargada, que no se regía por los dictados de la razón y el buen gusto. Con el paso del tiempo, el término ha ido perdiendo esas connotaciones negativas, para caracterizar exclusivamente las producciones artísticas del siglo XVII. Posibles orígenes del término barroco: - Puede derivar del portugués *barroco*, que significa "perla irregular, defectuosa". - Otros afirman que procede de *baroco*, un término de la escolástica que designaba una fórmula lógica. - Según algunas teorías, su designación está en el genovés *barroco*, que significa "pesadez". - También podría derivar de la voz latina *verruca* ("verruga"), o del italiano *baroco* (perla irregular) o del francés *baroque* cuyos significados eran "extravagante".

El realismo se caracteriza, como hemos dicho, por el deseo de reflejar la realidad de la manera más fiel posible. Para ello, se vale de los siguientes elementos: - Influencia de la ciencia, tan en auge en el siglo XIX. Sobre todo, hay vinculación con el positivismo y el experimentalismo, lo que lleva al escritor a querer que su obra sea un documento objetivo que refleje una realidad observada de forma minuciosa. - El género que mejor ayuda a esa representación tan detallada y precisa de la vida*, con sus costumbres y comportamientos, es el narrativo; por lo tanto, se produce un renacer de la novela, que profundiza en los ambientes y la psicología de los personajes, descritos con gran detalle. - El escritor realista no se evade en el tiempo ni huye a lugares exóticos como en el Romanticismo. Se centra en la sociedad española de su tiempo y, generalmente, pone su atención en la burguesía, con sus nuevos valores morales y económicos, a la que considera el motor de la nación. - Frente a los postulados románticos, que se centran en el individuo y su mundo interior, al escritor realista le interesa la colectividad y su vivir cotidiano, como el testimonio de una época.

Como hemos comentado, el Romanticismo es un movimiento revolucionario y antinormativo en todos los órdenes, también en la literatura. El liberalismo político y la libertad de los jóvenes creadores provocan la ruptura con el racionalismo del siglo XVIII y la irrupción de un arte caracterizado por los siguientes rasgos: - Nacionalismo: frente al cosmopolitismo del siglo anterior, el Romanticismo hunde sus raíces en la tradición, en la patria, y busca los orígenes de las naciones en la Edad Media. - Evasión: el deseo de libertad del romántico acaba muchas veces estrellándose ante una realidad insatisfactoria, por lo que este se evade tanto en el espacio como en el tiempo. - Exaltación del yo: frente a la Ilustración, que defendía el dominio de la razón, el Romanticismo ensalza la expresión subjetiva del individuo y su deseo, casi siempre infructuoso, de alcanzar lo sublime, a través de sentimientos como la melancolía, el desengaño o el hastío. - Rebeldía: debido a su insatisfacción con la realidad, el romántico también se enfrenta a las normas impuestas por la sociedad. - Libertad: los autores románticos defienden la libertad del individuo en todos los ámbitos, también en el literario; así, en poesía, componen sus versos al margen de las normas de la métrica clásica y en las obras teatrales solo respetan la unidad de acción. Se impone la originalidad y descubren las posibilidades artísticas de lo grotesco, lo feo y lo deforme, algo impensable en el periodo anterior. - Angustia existencial: el choque entre la realidad y el deseo produce un malestar, una frustración tan extendida que llegó a llamarse "el mal del siglo", y que llevó a muchos románticos al suicidio. - Contradicciones: el romántico es un ser en esencia paradójico; por el rechazo a la razón, hay una vuelta a la religiosidad que, en la otra cara de la moneda, nos lleva al gusto por lo sobrenatural, lo macabro o, incluso, lo satánico. De la misma manera, se desarrollan a la vez un Romanticismo liberal y revolucionario, y otro más conservador, que busca recuperar la tradición y lo patriótico.

Tipos de líricas

La lírica catalana, poesía de carácter culto por la influencia de la provenzal, perceptible hasta en sus géneros más característicos: la cançó (poema de amor cortés a una dama idealizada). La lírica gallego-portuguesa, que es la escuela poética más importante en toda la Península durante la Edad Media (una buena muestra de ello es que el rey castellano Alfonso X escribe sus Cantigas de Santa María en gallego). Esta escuela se desarrollará entre los siglos XII y XIV y tiene dos vertientes, una culta y otra popular. Lírica castellana, son poemas populares recogidos muchos de ellos por autores cultos sobre todo en el siglo XV. Lírica hispano-árabe, presenta dos vertientes, culta y popular. la culta tiene forma poética la moaxaja.

Características Lírica Provenzal

Son poemas refinados y cultos cantados por trovadores. El tema más importante es el amor cortés ("servicio de amor") La amada está tan idealizada que se considera hecha de naturaleza divina. La relación es tormentosa, pues la dama, casada, suele rechazar al poeta. Este desprecio produce en el amante el "sufrimiento gozoso", la "alegría de quien sufre" y hasta la "muerte por amor" La situación social de la dama y el adulterio que supone, el trovador debe guardar silencio y ser discreto en esta relación. Otros personajes que aparecen en este tipo de poesía son el marido celoso ("gilós"), los aduladores del marido, que vigilan a la dama, la dueña y las camareras y escuderos que se prestan a ayudar a los amantes para que esa relación fructifique En el proceso de esta relación, el enamorado sufre por etapas: fenhedor ("suspirante": el amante no se atreve a declararse), entendedor ("oyente": el amante es correspondido por la dama con una prenda) y drudo ("amante": el trovador y la dama culminan su relación con un encuentro íntimo)

La poesía de Lope de Vega

La poesía de Luis de Góngora

Lope de Vega no es solo el creador de nuestro Teatro Nacional, sino que es también un gran poeta. Su máxima virtud en este género es que convierte en poesía todo cuanto le sucede, de ahí el tono vitalista y apasionado que desprenden la mayoría de sus poemas. El resto de su obra, y no solo la dramática, escrita en verso, esta plagada de magníficos poemas. Otro rasgo particular de la poesía de este escritor es que podríamos trazar una "biografía literaria", en la que él mismo se transforma en Zaide, Belardo o Tomé de Burguillos y convierte a su amada de cada momento en Camila Lucinda, Filis, Amarilis, Marcia Leonarda, Zaida o Dorotea. En la poesía de Lope de Vega caben todas las corrientes de su época (tradicional, en metros castellanos e italianista), así como todos los temas, desde el amor divino, fruto de su profunda fe, hasta el amor a las muchas mujeres con las que estuvo, desde Elena Osorio a Marta de Nevares; desde el tono serio de los poema patrióticos al desenfado de los burlescos y paródicos. en cuanto a su estilo, Lope es el más renacentista de los poetas barrocos, pues su lenguaje es claro, directo y apasionado. Solo al final de su vida notamos cierta influencia del estilo gongorino.

Al contrario de lo que sucedñi con Lope, siempre hay distancia entre la vida de Gongóra y su obra poética. Gongóra rompe muy temprano con la herencia petrarquista para crear una lengua propia para la poesía, lo que dará lugar al culteranismo. Por eso, se han distinguido tradicionalmente dos etapas en su producción poética, desde el "príncipe de la luz", de sus primero poemas en versos de arte menor o dentro de la tradición petrarquista, al "príncipe de las tinieblas" de sus grandes poemas culteranos. Tal distinción, aunque pueda ser práctica en un libro de texto, no responde del todo a la realidad, pues muchos de los recursos de la segunda etapa están ya presentes en la primera, aunque en menor proporción. Por ellos, habría que hablar de una intensificación progresiva más que de dos etapas opuestas

Otro tema que deriva de esta depreciación es el de la vida como sueño, que da título a una de las principales obras de Calderón de la Barca, o el de la vida como teatro, que aparece en El gran teatro del mundo, también de este autor.- El disfraz y los juegos de engaño, tan recurrentes en la comedia barroca (Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina, o La dama duende, de Calderón de la Barca) son otra de las manifestaciones literarias de esta depreciación de la realidad.- El gusto por los juegos de ingenio propios del conceptismo es otra forma de alejarse del reflejo fiel de la realidad.- Por último, la oscuridad del culteranismo, con sus hipérbatos, alusiones mitológicas, cultismos e italianismos y metáforas arriesgadas, se distancian de la mediocridad de la lengua usual, reflejo de una realidad que gusta muy poco.Por último, esta crisis de la realidad deja al hombre del siglo XVII desamparado, solo y en continua lucha consigo mismo, lo que desemboca en el estoicismo, una corriente de pensamiento cercana al catolicismo (el estoicismo católico se denomina senecismo).

Producto de la crisis de la que antes hablábamos es la actitud más sobresaliente en el hombre barroco: el desengaño. Dos son las razones que lo hacen aparecer precisamente ahora: la primera son las adversas condiciones políticas de la época (que terminan con la pérdida de gran parte del imperio europeo de España) y la segunda es la voluntad de las clases dominantes (que tratan por todos los medios de impedir la movilidad social). El desengaño es la causa, a su vez, de otro de los rasgos más característicos de la mentalidad barroca, la depreciación de la realidad, de la que derivan motivos como: - La dialéctica ser/parecer: la realidad que se muestra ante nuestros ojos no es tal realidad o tal vez no sea lo que parece ser, como se aprecia en el Quijote de Cervantes, en episodios como la carreta de los cómicos, la confusión de molinos con gigantes o de ovejas con ejércitos. - Muy relacionado con lo anterior está el tema de la locura, que hallamos en la obra maestra cervantina y también en El licenciado vidriera.

Paralelamente, surge una incipiente novela social, que busca crear una conciencia colectiva mostrando calamidades y las condiciones inhumanas del proletariado. Se cultiva también una narrativa fantástica con elementos sobrenaturales y protagonizada por personajes solitarios y misteriosos, muy del gusto de la época.

La narrativa va a ser un vehículo de transmisión del Romanticismo: su rechazo de la realidad circundante, su deseo de evasión y el aprecio hacia lo tradicional y auténtico conllevan el nacimiento o desarrollo de subgéneros como la novela histórica, las leyendas o los cuadros de costumbres. De entre todas ellas, destaca la novela histórica, en sintonía con el gusto por la exaltación de los valores tradicionales, la historia y el pasado medieval. Se distinguen dos tendencias, una liberal y otra tradicionalista, aunque en ambas el final del héroe es trágico, bien porque sucumbe a su pasado, bien porque le resulta imposible la integración en el mundo.

Fray Luis de León La obra de fray Luis de León abarca tanto la prosa no ficcional como el verso, así como una amplia labor traductora de textos bíblicos (hecho por el que fue acusado y condenado); sin embargo, destaca por su poesía, que fue publicada de forma póstuma, por Quevedo, en 1631. Comprende un total de veintitrés poemas en los que predominan las estrofas que usan el endecasílabo y el heptasílabo. De entre todas sus composiciones, destacan las odas, que siguen el modelo clásico de Horacio, en las que se vale de la lira, para expresar su tema más recurrente: el ansia de paz en una vida retirada en la que poder acercarse a Dios. Sus poemas más valorados son Oda a la vida retirada, donde aparecen los tópicos del beatus ille (feliz aquel que vive en paz) y del aurea mediocritas (la dorada medianía, vida ideal, sin lujos, pero libre de ambiciones), Noche serena, que presenta el deseo de la gloria a través de la contemplación de una noche, y Oda a Francisco Salinas, en la que la música de este amigo suyo eleva su alma y lo transporta, por un instante incluso, a la unión con Dios. Su estilo se caracteriza por la claridad y la armonía, fruto de un cuidado proceso de selección y depuración, con que concilia el espíritu cristiano con la versificación italianista. Entre las figuras retóricas que utiliza con más frecuencia están algunas de repetición, como paralelismos, anáforas o geminaciones, o las que contribuyen a dotar a su poesía de gran musicalidad, como alteraciones o encabalgamientos.

Desde el punto de vista formal, junto a los versos tradicionales (octosílabos), se incorporan de la literatura italiana estrofas nuevas que usan el endecasílabo solo o en alternancia con el heptasílabo (soneto, octava real, lira, silva-estancia). En ese proceso de adaptación de formas italianas al castellano fue determinante la labor de tres poetas: Garcilaso de la Vega (en la lírica profana) y fray Luis de León y san Juan de la Cruz (en la poesía religiosa). Garcilaso de la Vega Es el padre de nuestra poesía moderna. Representa el ideal de caballero renacentista, ya que fue hombre de armas y letras. Aunque se casó con Elena de Zúñiga, parece que estuvo enamorado de Isabel Freire, una dama portuguesa de la corte de la reina, que será la figura principal de su mejor poesía amorosa. Se trata de un amor no correspondido, pues Isabel se casó con otro hombre y murió muy joven. Aunque su obra es muy breve: una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y treinta y ocho sonetos, la producción literaria de Garcilaso puede dividirse en tres etapas: a. A la primera etapa corresponden las canciones primera y segunda. Se observa una asimilación del cancionero tradicional y del prerrenacimiento. b. En una segunda etapa, Garcilaso asimila el clasicismo gracias a sus contactos con Italia. La obra que marca el cambio, con influencias de Petrarca, es la Canción III, en la que domina un tono resignado y armonioso. c. La tercera etapa, claramente petrarquista, está marcada por la muerte de Isabel Freire. Es el momento más fecundo y equilibrado y en el que el arte de Garcilaso llega a su plenitud. A este período corresponden la Canción V, algunos sonetos y las tres églogas.

La lírica

La narrativa

Las diferentes tendencias poéticas que surgieron durante el siglo XVIII en España, destacando cómo la influencia barroca persistió hasta el reinado de Carlos III y cómo la poesía comenzó a inclinarse hacia pretensiones morales y filosóficas, propias de la Ilustración 1. *Poesía barroquizante*: Esta tendencia se extiende durante las primeras décadas del siglo XVIII, imitando de forma estereotipada a los grandes autores barrocos como Quevedo y Góngora. Un representante de esta tendencia es José León y Mansilla, autor de "La Soledad tercera". 2. *Poesía rococó*: Caracterizada por ser una poesía de salón, frívola y sensual. Un subgénero importante dentro de esta tendencia es la poesía anacreóntica, que consiste en versos cortos y de tono amable que exaltan los placeres epicúreos como la mesa, el vino, la amistad y el amor. Juan Meléndez Valdés es su máximo representante. 3. *Poesía neoclásica*: Se caracteriza por seguir las reglas del arte clásico, la regularidad métrica y los temas del Renacimiento como la mitología, el amor y la naturaleza, tratados con mayor profundidad. Un autor destacado es Vicente García de la Huerta, conocido por su obra "Endimión". 4. *Poesía ilustrada*: A partir de 1770, esta tendencia usa la poesía para transmitir ideas racionales y utilitarias propias de la Ilustración, dejando de lado la emoción y la ornamentación. Los temas tratados incluyen filosofía, didáctica, política, religión y patriotismo. Autores típicos son Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte, conocidos por sus fábulas, y Cándido María Trigueros con "El poeta filósofo". 5. *Poesía prerromántica*: A finales del siglo XVIII, surge un grupo de poetas que se encaminan hacia el Romanticismo, caracterizado por un tono melancólico, grandilocuente y desgarrado, con abundante uso de figuras retóricas. Representantes de esta corriente son Juan Meléndez Valdés, Nicasio Álvarez Cienfuegos y José Cadalso, quienes evolucionan desde las corrientes anteriores.

Se identifican dos corrientes principales en la prosa ficcional: la narrativa barroquizante y la renovadora. - Decadencia de los géneros narrativos: Se destaca la decadencia de los géneros narrativos en favor del ensayo. Obras narrativas con elementos didácticos, como "Fray Gerundio de Campazas" del padre Isla, no siguen el esquema tradicional. - Costumbrismo: Vital en el siglo XVIII, es una narración breve que retrata escenas cotidianas con tono amable, a menudo difundidas a través del periodismo. - Afán de viaje y observación: Los ilustrados españoles muestran interés en viajar y observar la realidad directamente, destacando la importancia del periodismo y los libros de viajes. Narrativa barroquizante - Características generales: En el siglo XVIII, la narrativa sigue los modelos renacentistas y barrocos, que mostraron signos de agotamiento a finales del siglo XVII. No es hasta finales del siglo XVIII cuando surgen nuevos procedimientos narrativos que culminan en la novela realista. - Géneros repetidos: Durante la primera mitad del siglo XVIII, se repiten los géneros más populares del siglo anterior, como novelas bizantinas, cortesanas o quijotescas, y se traducen o adaptan obras extranjeras como "Telémaco" de Fénelon o "Gil Blas de Santillana" de Lesage. - Autores destacados: - María Egual: Única novelista española del siglo XVIII, conocida por "El esclavo de su dama", una narración breve de género bizantino. - Diego de Torres Villarroel: Autor célebre por obras como "Visiones y visitas de Torres con don Francisco de Quevedo por la Corte" (1728), que imita la literatura satírica y alegórica de Quevedo, y "Vida" (1752), una novela autobiográfica que recuerda la picaresca.

El Cantar de Mío Cid

A partir del casamiento de sus hijas, los infantes de Carrión empiezan a dar muestras de cobardía y ruindad: no son dignos de pertenecer a la misma familia que el protagonista. Hay un hecho fundamental en el poema que va a despojar, de nuevo, al Cid de su honra, pero ahora no como caballero, sino como padre.La obra originariamente no está dividida en partes; sin embargo, todos los estudios y ediciones actuales la dividen en tres Cantares. Muchos de los personjaes que aparecen en la obra existieron realmente. Esto demuestra el carácter de crónica que caracteriza a los cantares de gesta, especialemente la española.

El Poema o Cantar de Mío Cid es la primera gran obra de nestra literatura, pero no es la primera obra que trata del Cid, como ya sabrás, Rodrigo Diaz de Vivar es un personaje histórico que vivió en el siglo XI. El Cantar de Mío Cid no narra toda su vida, sino algunos episodios de los años finales y otros inventados. El tema central del poema es la recuperación de la honra del Cid. Sin embargo en el primer cantar, la causa de la deshonra del Cid es el destierro: el rey lo expulsa de su reino, lo despoja de todas sus pertenencias y lo obliga a separarse de su mujer y sus hijas

Literatura medieval

Los rasgos generales que definen la literatura medieval son la oralidad, dado que la inmensa mayoria de la poblacion es analfabeta: la religiosidad, producto del teocentrismo y del hecho de que muchos autores sean clérigos, lo que confiere a muchas de estas obras un marcado didactismo y la anonimia, pues es más importante la obra que quien la ha creado. Por ello, se manifiestan ciertas influencias de distintos orígenes, como la francesa, que es la más importante de todas y se observa tanto en la poesía épica donde también se aprecia la ascendencia germánica, la poesía lírica culta como en la poesía lírica italiana que empieza a cobrar importancia en el siglo XV como un preludio a la nueva etapa, el Renacimiento.

María Rosa de Gálvez

Leandro Fernández de Moratín

El teatro de Moratín hijo es el representante genuino del teatro neoclásico. En sus comedias refleja los problemas de la clase media burguesa con buen gusto y mesura, huyendo tanto de elementos maravillosos como de lo desagradable. La comedia moratiniana nace de una combinación de las comedias neoclásicas de costumbres y sentimental, en la que se plasma, con toques de sensibilidad, una crítica a ciertos comportamientos sociales como la hipocresía, la vanidad o los prejuicios de clase. Sus cinco obras teatrales pueden ser clasificadas por su temática en dos grupos: acuerdos matrimoniales (El viejo y la niña, El barón, La mojigata, El sí de las niñas) y la crítica de los usos teatrales (La comedia nueva o El café).

Dentro del teatro del siglo XVIII debemos destacar la figura de una mujer, la malagueña María Rosa de Gálvez, escritora de gran valía, atacada injustamente por su feminismo, su carácter libre e independiente y por su relación extramatrimonial con Godoy, valido de Carlos VI. Su obra literaria es fundamentalmente dramática, y cultiva todos los géneros relacionados con el teatro neoclásico, en el que ya empiezan a verse elementos que preludian el drama romántico. Sus obras fueron representadas en los grandes teatros y por los actores más famosos; entre ellas destacan la comedia Familia a la moda o la tragedia Ali-Bek.

Como hemos señalado al principio de la unidad, el realismo es un movimiento que surge en Europa como consecuencia de los cambios sociales y económicos que se producen a raíz de la revolución industrial y también de los cambios políticos que originan las revoluciones burguesas y el nacimiento de una nueva clase social, el proletariado, que más tarde empezará a reclamar sus derechos. Igualmente, el desarrollo de la filosofía positivista, de Comte, que afirma que el único conocimiento válido es el científico, y que este se alcanza con la observación y verificación a través de la experiencia, propicia un avance científico considerable y sirve de impulso a corrientes artísticas como el naturalismo.

Fruto de la Contrarreforma y del aislamiento político practicado en el reinado de Felipe II, se originan en la segunda mitad del siglo XVI dos corrientes espirituales: la ascética defiende un camino de perfeccionamiento íntimo a través de la oración y el sacrificio en dos fases o momentos: la vía purgativa, por medio de la cual el alma se libera, se purga de los placeres mundanos; yla vía iluminativa: una vez liberada de ese lastre, el alma, tras purificarse, asciende y se acerca a Dios, hasta llegar a contemplar o intuir su luz. Al final de este camino está la mística, que ya no es un proceso, sino un estado de perfección espiritual, una experiencia en la que Dios se une a esa alma en la vía unitiva.

Con la Revolución del 68, conocida como “La Gloriosa”, se abre un período marcado por el afán democrático y modernizador, caracterizado por el auge de las ciencias experimentales, la filosofía positivista, el progreso y la modernidad. A la Revolución industrial se debe el desarrollo de las ciudades y la burguesía, aunque paralelamente empeoran las condiciones de vida del proletariado y de las clases bajas en general. Este es el ambiente que sirve de abono a la *novela realista* del último tercio del siglo XIX, el género más adecuado para mostrar, mediante la observación minuciosa, la coyuntura histórica y para llevar a cabo una crítica que mueva las conciencias hacia el compromiso social.

Ya hemos visto que la lírica, durante la época realista, es fundamentalmente de carácter posromántico (romanticismo intimista). La reducción del patetismo y el tono grandilocuente del romanticismo y la vuelta a una mayor sencillez desembocan a veces en una lírica prosaica, que se centra en los detalles más corrientes de la vida cotidiana. Esto lleva a veces a rebajar los afectos y los sentimientos al nivel de lo vulgar o de lo insignificante. El principal representante de este tipo de poesía fue Ramón de Campoamor, con obras como Humoradas y creaciones originales como las “doloras”, poemas sencillos de carácter filosófico que recuerdan el tono de los Proverbios y cantares

El Romanticismo llegó a España de forma tardía (década de 1830) y se introduce a través de la prensa y de la mano de autores exiliados que regresan a nuestro país, como Espronceda. Estuvo vigente poco tiempo, pues en la segunda mitad del siglo XIX ya se cultiva una literatura diferente, la del realismo. En este período, un aspecto muy relevante es la presencia de la mujer en la literatura, no solo como escritora, sino como lectora. El público lector había crecido, pero, generalmente, tenía pocos recursos económicos. Esto llevó a buscar nuevas fórmulas editoriales, como el folletín y la novela por entregas, que, aunque consiguieron acercar la literatura a las clases bajas, hicieron que menguara el nivel de calidad literaria

Desde finales del siglo XVII se advertía en España un cambio de mentalidad entre los intelectuales. La llegada de la nueva dinastía trajo nuevas costumbres y una estética fundamentada en la razón y el buen gusto. Sin embargo, en España el espíritu barroco estaba muy arraigado, por lo que encontramos manifestaciones que repiten las fórmulas de los grandes escritores del siglo XVII, aunque con una evidente pérdida de calidad literaria. Este posbarroquismo, censurado por algunas voces discordantes como la de fray Benito Jerónimo Feijoo en su Teatro crítico, perdura hasta casi la mitad del siglo. Como obras destacadas en este período tenemos Vida, novela de corte autobiográfico de Torres Villarroel. El siglo XVIII se denomina en Europa el Siglo de las Luces, pues los pensadores de esta época quieren desterrar de una vez por todas la ignorancia, la superstición y las tinieblas en las que aún muchos están sumidos, iluminándolos con la luz de la diosa Razón. Para ello se apoyan, sobre todo, en el pensamiento del filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804), quien concedía a la razón, y no a la experiencia, una importancia vital para acceder al conocimiento. El ejemplo más característico de este afán por aprender y sistematizar el conocimiento es, sin duda, la Enciclopedia, de Diderot y D'Alembert. Este nuevo pensamiento racionalista y crítico propició, por un lado, extraordinarios avances en el campo de las ciencias y la tecnología, que anunciarían la revolución industrial del siglo XIX, y, por otro, una nueva mentalidad más reformista y liberal que llevará al despotismo ilustrado en primer lugar y, en último término, a la Revolución francesa (1789).

En España, la epoca medieval esta determinada por un hecho que va a marcar nuestra historia y nuestra cultura: la invasión musulmana del año 711, que llegará a ocupar casi toda la Península, y la respuesta de los reinos cristianos del norte, que inician el proceso de Reconquista de los territoriso ocupados por los musulmanes. Este proceso terminara en 1492, con la toma de Granada por los Reyes Catolicos (Isabel y Fernando).

Gustavo Adolfo Bécquer

Rosalía de Castro

El primer libro que publicó Rosalía de Castro fue La flor, en el que sigue los dictados del Romanticismo de Espronceda, aunque ya comienzan a manifestarse motivos característicos de su obra posterior como el dolor o la dulzura. Los siguientes libros lo escribirá en gallego, en los que, además de reivindicar el gallego como lengua poética y de cultura y de asomar elementos de su folclore, aparecen reflejados temas de la realidad social con un sentido críyico y de denuncia.

A pesar de que su obre es breve, se considera el iniciador de la poesía española contemporánea, pues en ella ya se aprecian rasgos de movimientos posteriores, como el simbolismo y el modernismo. Bécquer empezó a escribir muy joven, aunque nunca vio su obra publicada. Fueron sus amigos quienes, un año después de su muerte, reunieron todos sus escritos en dos volúmenes que titularon Rimas y Leyendas, con su poesía y algunos relatos en prosa. Los relatos de Bécquer destacan por su intimismo y su sencillez. En ellos predomina la estrofa breve, con preferencia por la silva romance o silva arromanzada, el verso corto, que otorga gran ritmo y recuerda a la canción popular, así como el empleo de repeticiones y aliteraciones, recursos con los que tambiñen busca la musicalidad. Sus setenta y seis rimas se agrupan en torno a cuatro temas.

Durante el reinado de Felipe V se crean instituciones que empezarán a difundir el espíritu ilustrado (las Academias), con libros como el Diccionario de autoridades (1726), de Covarrubias, los Orígenes de la lengua española (1737), de Mayans, o la Poética (1737), de Luzán. En el terreno artístico, se imitan las obras francesas, con un estilo desenfadado, sensual y atento al detalle, el rococó, que tiene su manifestación literaria más evidente en las Odas anacreónticas de Meléndez Valdés. A partir de 1760 el capricho rococó va siendo sustituido por el rigor de la razón. Este racionalismo neoclásico no bebe ya de Francia, sino de Italia, para lo cual fue determinante el descubrimiento de las ruinas de Pompeya y Herculano. De esta vuelta a lo clásico surge el neoclasicismo, que se convierte en el ideal estético de estos años, en convivencia con el espíritu ilustrado, lo que dará lugar a obras didácticas como las fábulas de Iriarte y Samaniego o a escritos ensayísticos de autores como Jovellanos.A finales de siglo, sobre todo tras la Revolución francesa (1789), empezarán a notarse nuevos cambios en el ideal de belleza estética: lo que antes se supeditaba a la razón, ahora se hace a la sensibilidad. Las pinturas de Goya son anuncio de una nueva motivación artística, que se denominará prerromanticismo, y que en literatura tiene ejemplos evidentes como las Noches lúgubres, de José Cadalso.

DOÑA PERFECTA Contraposición de dos visiones de la vida: la encarnada por el joven ingeniero Pepe Rey, que representa el progreso y la libertad, frente a su tía, Perfecta, y sus aliados clericales y reaccionarios, símbolos de inmovilismo e intolerancia Utilización de diversas formas narrativas como el diálogo, la inserción de cartas, un monólogo, un sueño, que aportan enfoques realistas, íntimos, fantásticos y permiten el perspectivismo Combina el narrador omnisciente con el narrador objetivo, testigo de los hechos, con los que presenta, alternándolos, el plano de la opinión y la apariencia, y el del conocimiento más o menos preciso de los hechos 2. Novelas contemporáneas (de los años 80): son obras más complejas, que ofrecen una visión decadente de España a través de Madrid y de la construcción de personajes más profundos. FORTUNATA Y JACINTA Surge Madrid como espacio del complejo universo novelesco Se produce una evolución hacia un análisis más profundo de los personajes El diálogo se decanta cada vez más hacia la reproducción del habla natural, cotidiana Los personajes y los acontecimientos se convierten en trasuntos simbólicos de la España de la Restauración, a través de la carga simbólica presente en los nombres de los personajes y del entrecruzamiento de la vida privada de estos con la vida pública de la nación Reaparecen personajes de obras anteriores, lo que da mayor consistencia al mundo novelesco Se describe una sociedad vencida por la inmoralidad, la mediocridad, el materialismo, la hipocresía, el engaño y la falta de ideales

Benito Pérez Galdós

Fue el autor más prolífico y popular de los novelistas de este período y su obra representa un hito no solo de la narrativa realista del XIX, sino de la literatura española en general. Es difícil establecer una clasificación de las obras galdosianas, tanto por la variedad que presentan como por el gran número de ellas, un total de 77 novelas. Pueden clasificarse en dos grupos: Novelas históricas del pasado cercano Aquí encontramos su gran producción narrativa titulada Episodios nacionales, cuarenta y seis relatos ambientados en la historia española del siglo XIX, desde la batalla de Trafalgar a la Restauración borbónica. Los protagonistas son Gabriel Araceli y Salvador Monsalud, personajes de nombres simbólicos, rasgo muy presente en la narrativa galdosiana, que actúan como testigos de esos hechos en primera y tercera persona. Novelas actuales, que retratan la época de Galdós, y se dividen en tres etapas: 1. Novelas de tesis (de los años 70): obras poco complejas que sirven para defender las ideas progresistas del autor. Construye personajes que representan la modernidad y la libertad frente a otros que encarnan el inmovilismo y la intolerancia. Son “los buenos” frente a “los malos”. De esta etapa destacan Doña Perfecta (1876) o Marianela (1878).

En el Renacimiento, no solo la literatura, sino el arte, en general, tiene un marcado carácter idealizado. Este embellecimiento también se refleja en otros temas de esta etapa como el amor, que normalmente es fuente de dolor, por ser un amor imposible, y la mitología, que será objeto de inspiración para los autores renacentistas. La visión estática del universo, preponderante durante la Edad Media, será sustituida por una visión dinámica donde se valoran la experimentación y el método científico como fuentes de conocimiento, por encima de la fe religiosa que había dominado el Medievo. Esta nueva visión lleva al desarrollo de un movimiento cultural, el humanismo, que pretende una formación íntegra del individuo en todos los aspectos. se desarrolla una visión optimista de la existencia, que supuso la superación del pesimismo medieval. Por tanto, si en el medievo la vida terrenal no era más que el camino amargo y difícil hacia la otra vida, la celestial, que era la eterna, en el Renacimiento se instauraba la doctrina filosófica del epicureísmo, que busca la felicidad a través del disfrute de los placeres, y que se manifiesta en tópicos como el del carpe diem, que podría traducirse como "vive el momento". Por este motivo, el artista del Renacimiento dará rienda suelta a las emociones y los sentimientos como el amor, el deseo, la ambición y otros valores centrados en el disfrute de la vida terrenal. Sin embargo, la corriente filosófica más importante en esta etapa será el neoplatonismo, El humanismo supone un cambio en la concepción del mundo, pues los humanistas también se ocuparon de la religión, estudiando las Sagradas Escrituras, de donde nacieron intentos de reforma como el erasimismo, iniciado por Erasmo de Rotterdam, que proponía una vuelta al cristianismo primitivo y una religiosidad interior, al margen de los excesos de las ceremonias.Más tarde, surge el luteranismo, representado por Martín Lutero, que acabará con la división de los cristianos en católicos.