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El arte del Acompañamiento

Eugenio Ramos

Created on May 2, 2024

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Transcript

Diocesis de Segorbe - Castellón Carta Pastoral Curso 2024-2025

El acompañamiento espiritual pastoral

ESCUCHAR, CUIDAR y ACOMPAÑAR a las personas

Empecemos

2. Algunas claves para acompañar

1. ¿Qué entendemos por acompañamiento espiritual?

3. Las formas de acompañamiento en la Iglesia

Presentación

indice

5. Estructuras y procesos que facilitan el acompañamiento

6. Conclusión

7. Bibliografía

4. Necesidad de una buena formación

PRESENTACIÓN

A todo el Pueblo de Dios de Segorbe-Castellón: seglares, religiosos y religiosas, diáconos permanentes y sacerdotes.

Amados todos en el Señor Jesús.

El pasado curso, la acción pastoral de nuestra Iglesia diocesana estuvo centrada en el Primer Anuncio. Recordemos que su contenido es anunciar de forma explícita a Jesucristo, que ha muerto y ha resucitado, para que todo el que crea en Él tenga vida en plenitud, la vida eterna

Su objetivo es facilitar el encuentro o reencuentro de cada persona con el amor de Dios en Cristo vivo, que la ama, libera, salva y colma su deseo innato de vida, verdad, libertad, plenitud y felicidad: un encuentro que mueva a cada persona a creer de corazón en Cristo vivo, a adherirse a Él, a entrar en una relación personal con Él y a orientar toda su vida según el Evangelio en el seno de la comunidad de los creyentes, la Iglesia.

En los objetivos específicos de este curso pastoral se nos anima a “promover y generar una cultura de la acogida y del acompañamiento, una cultura vocacional potenciando espacios de acogida y experiencias de acompañamiento personal y comunitario en nuestras comunidades”.

Encuentro personal con el Señor

Presentación

El papa Francisco pide que iniciemos a sacerdotes, religiosos y laicos en el ‘arte del acompañamiento’ para que todos aprendamos siempre a quitarnos las sandalias ante la tierra sagrada del otro (cf. Ex 3,5).Hemos de dar a nuestro caminar el ritmo sanador de projimidad, con una mirada respetuosa y llena de compasión pero que al mismo tiempo sane, libere y aliente a madurar en la vida cristiana (cf. EG n.169). Y en otro lugar nos dice: “Más que nunca necesitamos de hombres y mujeres que, desde su experiencia de acompañamiento, conozcan los procesos donde campea la prudencia, la capacidad de comprensión, el arte de esperar, la docilidad al Espíritu, para cuidar entre todos a las ovejas que se nos confían de los lobos que intentan disgregar el rebaño.” (EG n.171).

Os ofrezco unas breves notas sobre el acompaañamiento, que nos ayuden a aproximarnos a esta realidad rica y compleja, con el fin de entender y profundizar el objetivo de este año..

1. ¿Qué entendemos por acompañamiento espiritual?

Acompañar es estar o ir en compañía de otra u otras personas; no de una forma pasiva, sino consciente y cercana, activa y comprometida. Esta definición nos habla de la relación entre personas (dos o más) que están o van en movimiento, acompañándose unas a otras. Porque acompañar es ir a alguna parte con alguien, con un rumbo, elevando su nivel de conciencia y aumentando su nivel de responsabilidad.

Cuando hablamos de acompañamiento desde la fe, también partimos de una idea muy similar, pero añadimos un elemento básico. En el acompañamiento cristiano no somos dos sino 3 los que intervienen:

  • el acompañante
  • el acompañado y
  • Dios

+ info

1. ¿Qué entendemos por acompañamiento espiritual?

En un primer acercamiento podríamos decir que acompañar "Consiste en ayudar a las personas en su proceso de crecimiento en la fe y en orden a clarificar y discernir la voluntad de Dios, y llegar a un compromiso y opción vocacional mediante la Palabra de Dios, los sacramentos y la oración. Habrá que cuidar el compromiso apostólico, la escucha, el diálogo, el testimonio y otras muchas claves, respetando el desarrollo de cada persona que camina hacia la configuración con Cristo"

1.1. El acompañamiento de jesús en el evangelio

Para entender mejor y, sobre todo, poner en práctica la tarea de acompañar, siempre tenemos como referente a Jesús en el evangelio, porque nuestro acompañamiento debe ser “como Cristo y con Cristo”. Él es el gran acompañante.

Vamos a detallar algunos pasajes del evangelio en los que observamos el comportamiento de Jesús, y sus opciones y el modo cómo Él acompañaba a las personas. Os invito a releer y meditar los textos y orar con ellos; la lectio divina nos permitirá llevarlos a nuestra vida.

1.1. El acompañamiento de jesús en el evangelio

En la parábola del sembrador (Mt 13, 3-9), Jesús esparce la semlla por todos los lados.

Jesús no espera en casa ni en la sinagoga. Sale a los caminos a encontrarse con la gente.

Y así sigue haciendo con nosotros. Al igual que hizo con la mujer samaritana.

Jesús se hace el encontradizo, entabla un diálogo con ella, la escucha atentamente y mantiene una relación de reciprocidad con ella. (Jn 4, 7-15)

Parte cae en el borde del camino, parte entre piedras o entre hierbas y parte en tierra buena.

En muchas ocasiones no espera a que acudan a Él, es Él quien se adelanta, es quien sale al encuentro de los que están en las orillas del camino.

+ info

+ info

1.1. El acompañamiento de jesús en el evangelio

Jesús muestra el camino de salvación, y lo hace dando el protagonismo a la persona en la acción de salvarse.

Mensaje

reflexiona

1.2. El acompañamiento FORMA PARTE DEL PROYECTO EVANGELIZADOR DE LA IGLESIA

Junto a la Palabra de Dios otra referencia para acercarnos al acompañamiento es el magisterio de la Iglesia. Os recuerdo algunas de las aportaciones más recientes.

San Juan Pablo II definía el discernimiento evangélico con estas palabras: "es la interpretación que nace a la luz y bajo la fuerza del Evangelio, del Evangelio vivo y personal que es Jesucristo, y con el don del Espíritu Santo. De este modo el discernimiento evangélico toma de la situación histórica y de sus vicisitudes y circunstancias no un simple “dato”, que hay que registrar con precisión y frente al cual se puede permanecer indiferentes o pasivos, sino un “deber”, un reto a la libertad responsable, tanto de la persona individual como de la comunidad"

Hablando de la actividad caritativa de la Iglesia, el papa Benedicto XVI describe, de una manera profunda y hermosa, la atención cordial que necesitan vivir los agentes de pastoral con los pobres.

1.2. El acompañamiento FORMA PARTE DEL PROYECTO EVANGELIZADOR DE LA IGLESIA

En la Exhortación Evangelii Gaudium, el Papa Francisco nos pide a la Iglesia, a todas sus comunidades que procuremos “los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no sirve una “simple administración”

En la Exhortación Postsinodal Chsitus Viivit, el Papa habla del acompañamento y su finalidad: acompañar para discernir.

Mensaje

Por último, en la Exhortación pastoral de la Conferencia Episcopal Española Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes, se nos llama a una profunda conversión personal y comunitaria: “Practicar la cultura de la acogida mutua tiene un valor transformador en las personas, las instituciones y las estructuras” (n. 30). La cultura del encuentro “comienza a tejerse en los encuentros cotidianos de nuestra familia, en nuestra vecindad, en nuestras comunidades parroquiales” (n, 24).

Evangelii gaudium

"Primetear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar"

“La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva.

Como consecuencia, la Iglesia sabe «involucrarse». Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Seréis felices si hacéis esto» (Jn 13,17).

Luego, la comunidad evangelizadora se dispone a «acompañar». Acompaña a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización tiene mucho de paciencia, y evita maltratar límites.

Fiel al don del Señor, también sabe «fructificar». La comunidad evangelizadora siempre está atenta a los frutos, porque el Señor la quiere fecunda. Cuida el trigo y no pierde la paz por la cizaña.

Por último, la comunidad evangelizadora gozosa siempre sabe «festejar». Celebra y festeja cada pequeña victoria, cada paso adelante en la evangelización. .

2. Algunas claves para acompañar

A continuación, os expongo algunas claves que nos pueden ayudar, educar e iluminar en el acompañamiento personal y comunitario. Las primeras podemos decir que son de metodología, de cómo hacer o no hacer. Las segundas son actitudes y cualidades que debe cuidar el acompañante. En ambos casos, se pretende concretar todo lo que hemos visto desde el Evangelio y el Magisterio de la Iglesia

2.1. Claves metodológicas

2.2. Cualidades y actitudes específicas para el acompañamiento

2.1. Claves metodológicas: (1/2)

Reconoce, potencia y ayudar a descubrir las capacidades de la persona acompañada.

Respeta la toma de decisiones de la persona acompañada, aunque no te gusten.

Estate o ve al lado de la persona para compartir un camino común.

Da tiempo al camino que hay que recorrer.

Admite que el acompañamiento tiene avances y retrocesos.

Deja que las personas tomen sus propias decisiones. Dales protagonismo y participación en la creación de este proyecto común.

Pon a la persona como protagonista y centro de su camino.

Se guía en su camino.

2.1. Claves metodológicas. (2/2)

Deriva hacia la ayuda adecuada. En los procesos de acompañamiento se disciernen situaciones que requieren la colaboración de algún acompañamiento especializado.

Acoge. Con este verbo se quiere indicar que no elegimos nosotros a los acompañados. Son ellos los que nos eligen.

Celebrad la fe y la vida juntos. Festejad y reíd juntos.

Que quieren ser acompañados. ofreciendo un acompañamiento respetuoso. Y sabeindo retirarse cuando es necesario

Cada persona/comunidad requiere por su situación una “intensidad” distinta de acompañamiento, teniendo en cuenta:

Que se requiere compromiso y implicación por ambas partes

Ora personalmente y con las personas a quienes acompañas.

Contempla. Se trata de sentirse instrumento de Dios

Que es necesario un clima de confianza, incluso de vínculo

2.2. cualidades y actitudes específicas para el acompañamiento

  • Autoconocimiento
  • Cercanía y amor
  • Actitud de auténtica escucha
  • Talante personal
  • Reconocimiento de nuestros limites
  • Corresponsabilidad
  • Habilidades prácticas
  • Acompañante acompañado
  • Preventivo, sanador y misericordioso

3. Las formas de acompañamiento en la Iglesia

3.1. Acompañar a la humanidad

3.2. Acompañamiento pastoral / comunitario

3.3. Acompañamiento personal y espiritual

3. las formas de acompañamiento en la iglesia

3.1

Acompañar a la humanidad

En Evangelii Gaudium, el Papa Francisco nos dice que toda comunidad evangelizadora tiene el encargo de acompañar a la humanidad en todos sus procesos.

Tradición Iglesia

Acompañamiento pastoral

Nos dice el Papa Francisco:

3. las formas de acompañamiento EN LA IGLESIA

3.2

Acompañamiento pastoral / comunitario

El acompañamiento comunitario como medio de renovación pastoral

Con un modelo de comunidad para la Iglesia del Tercer Milenio

3. las formas de acompañamiento EN LA IGLESIA

El acompañamiento comunitario como medio de renovación pastoral

A la hora de entender el acompañamiento tanto de los jóvenes como de la totalidad del Pueblo de Dios nos puede servir de luz el punto de vista, expresado en el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, de 2018.

Amoris Laetitia

Si nos acercamos a la Exhortación Amoris Laetitia vemos que el acompañamiento pastoral es una de las propuestas que el Santo Padre hace para poder atender pastoralmente a los matrimonios y las familia. Utiliza la palabra acompañamiento con un sentido amplio

Sínodo de los Jóvenes 2018

3. las formas de acompañamiento EN LA IGLESIA

con un módelo de comunidad para la iglesia del tercer milenio

Nuestra Iglesia necesita cominidades que:

Una comunidad que acompaña es aquella que:

  • Nadie se siente extraño,
  • En la que sus miembros se conocen y se cuidan,
  • En la que comparten su vida,
  • En la que nos preocupamos y ocupamos unos de otros,
  • Tanto los que llevan tiempo, como los recién llegados.
  • Pongan a Jesucristo en el centro,
  • Se reúnan en torno a la Eucaristía compartida, en la que todos y todas se sientan miembros igualmente importantes y necesarios: sacerdotes, vida consagrada y laicos de cualquier edad.

3. las formas de acompañamiento EN LA IGLESIA

3.3

Acompañamiento PERSONAL Y espirtual

Por acompañamiento espiritual se entiende una relación continuada entre dos personas en la que una de ellas, mediante frecuentes conversaciones, ayuda a la otra a buscar y realizar la voluntad de Dios según su vocación particular, buscada mediante el discernimiento espiritual, con el empleo de distintos recursos verbales y de otros instrumentos pastorales. El acompañamiento debe estar orientado hacia la madurez de la persona, hacia la experiencia cristiana de Dios

¿Quien esta llamado?

Un sentido personal

3. las FORMAS de acompañamiento EN LA IGLESIA

A continuación. detallamos un decálogo que nos sugiere la lectura de los articulos 169-173 del EG, y que pueden ser de utilidad para esta reflexión

Acompañar desde una mirada cercana.

Acompañamiento integral

Acercarse a la persona desde el respeto y la reverencia

Acercar a la persona más y más a Dios

Acompañantes acompañados

3. las tres formas de acompañamiento

Acompañantes que conozcan los procesos

Acompañantes con sentido comunitario

Acompañantes con "capacidad del corazón"

El acompañante debe saber proponer, corregir y ayudar

10

Un acompañamiento que suscite apóstoles para la misión

4. Necesidad de una buena formación

La formación para el acompañamiento debe atender los aspectos vocacionales y motivacionales del acompañante, los fundamentos y la espiritualidad del acompañamiento, así como los aspectos prácticos sobre la manera de proceder en el acompañamiento. Dos criterios nos orientan:

  • la formación tiene que llegar a lo profundo de la persona y
  • solo será buen acompañante quien tenga la experiencia de haber sido acompañado

+ info

De esta manera queda claro que la metodología, que siempre pregunta qué hacer y cómo hacer, debe situarse en un mapa más amplio: profundizar en la espiritualidad, dar densidad a los procesos pastorales y ver las huellas que deja la acción pastoral en el propio educador.

5. estructuras y procesos que facilitan el acompañamiento

Si estamos en proceso de renovación pastoral a nivel personal y comunitario, nos hemos de plantear también en qué medida nuestras acciones y estructuras están favoreciendo esta renovación que pasa por poner el Primer Anuncio en el centro de nuestra actividad pastoral, acompañar a las personas en su proceso de crecimiento en el discipulado, favorecer la presencia pública de la Iglesia y su misión en el mundo. Dicho así, en conjunto parece una tarea inabarcable. Pero leído en clave de proceso, en el que no importa correr mucho sino saber qué camino estamos recorriendo paso a paso, confiando en la acción del Espíritu que es quien marca los tiempos, la tarea se vuelve ligera.

Hemos de potenciar una cultura vocacional del acompañamiento propiciando el acercamiento de las personas a la fe y poniendo en marcha planes de formación para el acompañamiento y experiencias de acompañamiento a acompañantes.

5. estructuras y procesos que facilitan el acompañamiento

Potenciar una cultura del acompañamiento en todas las etapas de la vida

Familia

Personas en situación de vulnerabilidad

Etapas de la vida

Jovenes

Quienes no creen

6. Conclusión

Queridos diocesanos: Dispongámonos al nuevo curso pastoral centrado en el acompañamiento pastoral y espiritual. Como os digo más arriba, no olvidemos que también en el acompañamiento espiritual, el protagonista es el Espíritu Santo.

El módelo de acompañamiento es Jesús

Acometamos la tarea

Pido a la Santísima Virgen María

Con mi afecto y la bendición del Señor

7 bibliografía

  • SAGRADA BIBLIA, CEE, BAC, Madrid, 2010.
  • Magisterio del Papa Sajn Juan Pablo II:
    • Exhortación Apostólica Pastores Dabo Vobis
  • Magisterio Papa Benedicto XVI:
    • Encíclica Deus Caritas Est
  • Magisterio del Papa Francisco:
    • Encíclica Gaudete et Exultate
    • Exhortación Amoris Laetitia
    • Exhortación Evangelii Gaudium
    • Exhortación Postsinodal Chistus Vivit
    • “Discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales”, consultado el 6 de noviembre de 2019, http://w2.vatican.va.
    • Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes: Documento Final del Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional (DF). Octubre de 2018
  • CEE:
    • "La Iniciación Cristina, Reflexiones y Orientaciones". Madrid 1998
    • Exhortación Pastoral "Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes". Madrid 2024
    • Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida: "Hacia un renovado Pentecostés. Guía de trabajo para el poscongreso de laicos". EDICEP.2020. Madrid

7 bibliografía

  • ACCIÓN CATÓLICA GENERAL, “Llamados a acompañar”.
  • ÁVILA A., Acompañamiento espiritual, Madrid, PPC, 1998, pp. 189-190.
  • Cártitas Diocesana de Getafe, "Criterios para el acompañamiento" (2017)
  • Cáritas Española, "Módelo de Acción Social" (Documentos institucionales)
  • Consejo Diocesano de Pastoral, 24 de febrero de 2024: El Acompañamiento. Definición, claves fundamentales y concreción de propuestas de cara al próximo curso pastoral. Aportaciones.
  • GARCÍA DOMÍNGUEZ, Luis Mº: "El libro del discípulo". Sal Terrae.
  • GARCÍA SAN EMETERIO, S.A., “El acompañamiento. Un ministerio de ayuda”, ed. Paulinas, 2001.
  • KOLDO GUTIERREZ SDB “Experiencia formativa en el acompañamiento espiritual de jóvenes”.
  • Reflexión Diocesana en el proceso sinodal: “Sesión 3: El Acompañamiento”. Curso 2021-22. Vicaría de Pastoral.
  • ROSSANO SALA El acompañamiento. La evolución del concepto durante el sínodo sobre los jóvenes.
  • SÁNCHEZ CASTRO, L.S.: “El acompañamiento en el magisterio del Papa Francisco” (2013-2019).
Acercar a la persona más y más a Dios.

Acompañar espiritualmente es:

  • Guiar a los demás en su peregrinación con Cristo hacia al Padre.
  • Haciéndoles cada vez más conscientes de la presencia de hermanos y hermanas que junto a ellos caminan en la misma dirección, y la cercanía de Aquel que será su sostén a lo largo de su peregrinar: Jesús, su camino, su verdad y su vida.

Es el Espíritu Santo, quien mueve y cambia el corazón, quien sana e ilumina la mente, quien santifica. El modelo es Jesucristo; el modelador, el Espíritu Santo, por medio de la gracia. Quien acompaña es un ‘instrumento’ de Dios, que es quien da el crecimiento (cfr. 1 Co 3,7-9).

Afirma en el número 244: “En el Sínodo muchos han hecho notar la carencia de personas expertas y dedicadas al acompañamiento. Creer en el valor teológico y pastoral de la escucha implica una reflexión para renovar las formas con las que se ejerce habitualmente el ministerio presbiteral y revisar sus prioridades. Además, el Sínodo reconoce la necesidad de preparar consagrados y laicos, hombres y mujeres, queestén cualificados para el acompañamiento a jóvenes".

En este sentido la Iglesia es vista como “casa del acompañamiento y ambiente de discernimiento”. El objetivo del acompañamiento es el discernimiento, y este se presenta como una necesidad imperiosa en este momento de la historia.

Necesidad de una buena formación

En el Sínodo sobre los jóvenes se habló de la necesidad de una buena formación en el acompañamiento:

“Para poder desempeñar el propio servicio, el acompañante sentirá la necesidad de cultivar su propia vida espiritual, alimentando la relación que lo vincula a Aquel que le ha confiado la misión. Al mismo tiempo necesitará sentir el apoyo de la comunidad eclesial de la que forma parte. Será importante que reciba una formación específica para este particular ministerio y que a su vez él también se beneficie de acompañamiento y de supervisión”

"Con capacidad del corazón"

Lo más importante no es tener muchos conocimientos, sino la capacidad de emocionarte con el otro, dejando de ser meros espectadores de su vida y siendo capaces de transmitirles, desde el corazón, el anhelo y la sed de Dios. Esto nos facilitará una proximidad, que no “colegueo”, que posibilitará la transparencia de Dios, es decir, en palabras del Papa: “despertará el deseo del ideal cristiano, las ansias de responder al amor de Dios y el anhelo de desarrollar lo mejor que Dios ha sembrado en la propia vida”.

Mirada cercana

Aquella que pasa de ser una mirada conmovida a ser una mirada comprometida con el otro. Se trata de estar junto a la persona partiendo del contexto en el que vive, para que ella alcance su propia plenitud gracias al encuentro con quien acompaña, quien le proporcionará un acompañamiento que contiene tres tiempos:

  • Reconocer (Ver)
  • Interpretar (Juzgar)
  • Elegir (Actuar)
Y que en todo momento le conducirá al encuentro personal con Cristo.

"Estado permante de misión"

Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un “estado permanente de misión”(EG 25). Esta es nuestra misión y no otra: evangelizar. Y para caminar hacia él, nos propone cinco verbos: “Primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar”. Iglesia en salida es “la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan” Sobre el acompañamiento nos dice: "Luego la comunidad evangelizadora se dispone a acompañar. Acompaña a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización tiene mucho de paciencia, y evita maltratar límte". (EG 24).

Grupos o equipos de vida

Una forma concreta de posibilitar esta vivencia de fe en comunidad son los grupos o equipos de vida, que también pueden tener otras muchas denominaciones. En la práctica son equipos formados por varias personas que deciden libremente iniciar un proceso de maduración en la fe: “Son pequeñas comunidades que transmiten la fe, la oración y la liturgia de la Iglesia, con un estilo de vida y de compromiso apostólico peculiar que facilita la constante interacción entre fe y vida, según las edades y circunstancias”

Necesitamos pequeñas comunidades en las que nos dejemos a acompañar de otros qie caminan en la misma dirección, y que en determinados momentos del camino nos sirvan de apoyo, impulso o, simplemente, alguien con quien compartir los avatares del peregrinar.

Reflexión Sínodo Jóvenes 2018

El acompañamiento se convierte así en una forma de ser Iglesia, de ser comunidad eclesial y de ser parroquia. Es la comunidad eclesial la que se ha de sentir llamada a acompañar a niños, jóvenes, novios, matrimonios y familia, adultos y mayores en el crecimiento y maduración de la fe y de la vida cristiana.

Rosanno Sala, Salesiano

Se trata de ser y sentirse responsables los unos de los otros, de un estilo de camino compartido. Porque es, precisamente, caminando juntos cuando sanamos, nos convertimos, crecemos y maduramos en la fe, la esperanza y la caridad, cuando se genera una comunidad cristiana de discípulos misioneros, presencia de Dios en medio del mundo.

Cultura del acompañamiento

Ello exige, al mismo tiempo

  • Crear espacios
  • Crear tiempos
para transformar paulatinamente la tarea de acompañar en un auténtico proceso que abarque todas las etapas de la vida.

Esta manera de acompañar, en el ver y escuchar con otros lo concreto de los acontecimientos, es lo que va permitiendo adentrarse en el corazón de los hombres y mujeres para sentir la huella que deja la vida, intuir lo que está aconteciendo y percibir que Dios mismo habla al corazón y llama. En estos grupos seacompañan unos a otros, crecen juntos y se interpelan fraternalmente. En muchas ocasiones contarán con la figura de un acompañante, una persona de la comunidad, formada para ello y que ayuda al grupo a encontrarse con Jesucristo y vivir la comunión con Él en su Iglesia.

El sólo ve tierra buena

Da igual como estemos, da igual la mochila que arrastremos, Él va a estar a nuestro lado, y así reconoce la dignidad de hijos de Dios a todas las personas, a todos los está dirigida la Palabra de Dios, todos están invitados al Reino de Dios.

Esta es la primera lección para nuestro acompañamiento:RECONOCER LA DIGNIDAD DE TODA PERSONA

Escucha y el diálogo

El diálogo forma parte del método de Jesús; lo mismo que aceptar incondionalmente a la persona que tiene delante, sin juzgarla: "Ni él ni sus padres pecaron" (Jn 9, 3).

... saber proponer, corregir y ayudar

El acompañamiento es un camino que animamos a recorrer a alguien, pero que es él quien debe ir avanzando paso a paso, haciendo frente al cansancio, al desánimo y a los obstáculos que pretendan impedirle avanzar (el “mal espíritu” que llamaba S. Ignacio de Loyola). Pero sobre todo, también, haciéndolo consciente de todo el camino recorrido y de todo lo positivo que en su andadura ha ido descubriendo y viviendo.

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Acompañantes que conozcan los procesos.

Esto es:

  • Capaces de salir de sí mismos y ponerse en el lugar del otro.
  • Prudentes, para ayudar a la persona a saber discernir y elegir el plan de Dios en su vida.
  • Sabiendo comprender y aprender a escuchar sin moralizar, sin juzgar, aguardando el momento en el que puedan proponer cambios constructivos para la persona acompañada.
  • Con paciencia, calma y templanza. La experiencia de haber sido acompañados en momentos duros les hará tener una sensibilidad especial para acoger incondicionalmente al acompañado, venga como venga, valorando todo lo positivo.
  • Con sigilo absoluto, pues comprenderán que el interior de las personas es un lugar sagrado.
  • Para la evangelización, para el encuentro con el Señor.

Sacerdotes, consagrados y laicos debidamente formados, están llamados a realizar esta tarea, desde el respeto y la reverencia hacia el otro, y cuyo fin no es otro que llevar más y más a Dios, en quien podemos alcanzar la verdadera libertad y la vida eterna. El acompañante deberá ponerse a un lado para dejar que el Espiritu Santo actúe.

Acompañantes con sentido comunitario

Esto ayudará en dos direcciones

Una en vivir una pastoral más de conjunto, donde:

  • nos necesitemos unos a otros,
  • comprendamos que no somos los únicos protagonistas y
  • el otro, quizá por su vocación o carisma, puede ofrecer un mejor servicio que yo

Y otra, en saber despertar en la persona la necesidad de la comunidad en su vida cristiana, como el lugar donde encontrar el calor que le anime a formarse, a crecer en vida interior (oración y celebración) y a responder desde la luz del Evangelio a las situaciones que en cada momento le toque vivir

Acercarse a la persona

Esto supone que el acompañante al iniciarse en el arte de acompañar comienza a experimentar la alegría de ver cómo otros van dando pasos en el camino del Señor, y se acerca a ellos desde la proximidad y el respeto. Es la plena realización de la vocación de aquellos que consideramos este servicio como una gracia, como algo que nace del corazón de aquel que es capaz de contemplar, como el Samaritano, la necesidad del hermano y no pasar de largo, ya seamos sacerdotes, religiosos o laicos.

Exhortación Evangelii Gaudium afirma:

“Sin disminuir el valor ideal evangélico, hay que acompañar con misericordia y paciencia las posibles etapas de crecimiento de las personas que se van construyendo día a día” (EG n. 44)

Son de destacar, los números 169 a 173 de Evangelii Gaudium en los que el Papa Francisco reflexiona sobre el acompañamiento en un sentido personal, siguiendo el enfoque de la teología espiritual. Más adelante nos centraremos en ellos con mayor detalle.

El Papa Francisco dedica cinco números en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium al acompañamiento personal, siguiendo el enfoque de la teología espiritual, bajo el título: «El acompañamiento personal de los procesos de crecimiento» (EG 169-173). Resulta significativo que estén situados dentro del capítulo del Anuncio del Evangelio

Benedicto XVI

DCE n.31a

"dichos agentes, además de la preparación profesional, necesitan también y sobre todo una “formación del corazón”: se les ha de guiar hacia ese encuentro con Dios en Cristo, que suscite en ellos el amor y abra su espíritu al otro, de modo que, para ellos, el amor al prójimo ya no sea un mandamiento por así decir impuesto desde fuera, sino una consecuencia que se desprende de su fe, la cual actúa por la caridad (cf. Gál 5,6)”

Con la mirada puesta en el Señor Resucitado, vivo y presente entre nosotros, y abiertos a la acción del Espíritu Santo nos disponemos a comenzar con esperanza un nuevo curso pastoral. Es el segundo en la aplicación de nuestro Plan Diocesano de Pastoral, y estará centrado en el acompañamiento pastoral y espiritual.

Nuestra Iglesia diocesana, en sus miembros y en sus comunidades, está llamada a ser una comunidad que acoge, escucha, cuida y acompaña a las personas. Por lo tanto, hemos de favorecer el acompañamiento de la personas para que, en sus anhelos y necesidades, puedan alcanzar una vida más plena y evangélica vinculándose más fuertemente a Cristo y a su Iglesia.

Los laicos, junto a los presbiteros y diaconos, debéis descubrir también la llamada a acompañar a otros laicos. Ello responde a vuestra identidad bautismal para el acompañamiento evangelizador.

Según la Exhortación Apostólica del papa Francisco Evangelii Gaudium existen, al menos, tres formas de acompañamiento, que se complementan y contribuyen al mismo fin de la Iglesia:

  • El acompañamiento que realizamos cada uno de nosotros, y la Iglesia en su conjunto, a todos y cada uno de nuestros hermanos y hermanas, a la humanidad entera, en orden a instaurar aquí y ahora el Reino de Dios y su justicia, optando prioritariamente por las personas más pobres.
  • El que desarrollamos como comunidad cristiana al interior de la Iglesia, mediante nuestros grupos y estructuras pastorales, por el que acompañamos y somos acompañamos, personalmente y como comunidad.
  • El acompañamiento personal y espiritual a cada uno de los hermanos.

En comunidad

Jesús eligió a un grupo de discípulos, los acompañó y les explicó los detalles del Reino con mucha paciencia y durante todo el tiempo que estuvo con ellos. Los acompañó en su proceso de crecimiento en la fe.Ellos vivieron la fe en la comunidad de discípulos.

Jesucristo nos invita a todos a seguir sus pasos en la Iglesia, en la comunidad

Encuentro personal con el Señor

“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2,4). El camino es Jesucristo, verdad y vida para el mundo. Cada ser humano necesita dejarse encontrar por Cristo vivo, amarle y seguirle más ymás, para irse configurando con Él hasta poder decir con Pablo: “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”.(Gál 2, 20; cf. EG, n. 160). En este camino hacia la santidad es muy conveniente, e incluso necesario, el acompañamiento espiritual y pastoral, al que vamos a dedicar el próximo curso pastoral.

El encuentro personal con el Señor pide, a su vez, un camino de crecimiento y maduración en la fe y en la vida cristiana personal unidos a la comunidad eclesial. Esto implica tomarse muy en serio a cada persona en la realidad concreta de su vida y el proyecto que Dios tiene sobre ella. Dios nos crea por puro amor, para que viviendo el mandamiento nuevo del amor, lleguemos a la perfección del amor. Este es el designio, el proyecto, la voluntad, la llamada o la vocación de Dios para todos

Para el Papa Francisco, el acompañamiento pastoral:

  • No tiene límites precisos
  • Toca acciones muy variadas del ser humano;
    • acciones que se realizan en el campo de las obras de misericordia,
    • en el trabajo y la lucha por los derechos y la dignidad de las personas,
    • en el crecimiento y la maduración de la persona hacia los proyectos educativos y
    • en el cuidado de la comunidad cristiana o el acompañamiento espiritual

Para el Papa, el acompañamiento pastoral abarca toda la existencia, todos los pueblos, todos los ambientes de convivencia y a la todas las persona en todos los ámbitos de la vida (cf. EG 179, 181)

Esta es posiblemente la razón por la que el Santo Padre se refiere en su magisterio normalmente al acompañamiento sin los adjetivos pastoral y espiritual.

Nos debemos preguntar por el módelo de Iglesia que estamos ofreciendo...

... y en qué medida se sienten acogidos, integrados y acompañados por la comunidad de creyentes.

Si en la tradición de la Iglesia el acompañamiento ha estado vinculado con la dirección espiritual, mayormente llevada a cabo por sacerdotes, el Papa nos hace caer en la cuenta de que, junto a este acompañamiento espiritual, hemos de cuidar el acompañamiento que damos y recibimos como comunidad.

Parroquia, comunidad de comunidades

Partiendo de este modelo de Iglesia comunidad de creyentes, es donde cobra sentido el acompañamiento espiritual, de persona a persona. En la actualidad esta tarea no se encomienda exclusivamente a los sacerdotes, sino que laicos, religiosos y religiosas, debidamente formados, entran también a realizar este acompañamiento

La parroquia pasa a ser una comunidad de comunidades.

  • No debe limitarse a ser una forma de organizarnos, ni un territorio, ni siquiera un templo donde realizar los sacramentos.
  • Debe asumir un papel clave en la renovación pastoral, en la que nos encontremos los grupos de los movimientos y asociaciones que la forman, y también los laicos habituales de parroquia reunidos en base a equipos de vida.
  • Como comunidad deberá recorrer el camino que le toca en un tiempo y espacio concreto, con unas personas concretas, abierta a todas las personas que formen parte o no de la comunidad parroquial

Queremos destacar el papel del sacerdote

El acompañamiento de Jesús no es intimista ni individulista.

Una vez han descubierto el tesoro de la Buena Nueva, invita a la transformación y a la participación social.