Want to make creations as awesome as this one?

Transcript

EL MENSAJE CRISTIANO

Empezar

introducción

trabajo de oe

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

MAPA CONCEPTUAL

Justificación

índice

En este proyecto se abordan diversos aspectos y conocimientos fundamentales para comprender el Mensaje Cristiano y la figura de Jesús. Para lograrlo, se realizará una lectura detallada de los Evangelios, analizando tanto sus diferencias como sus similitudes. A través de estos textos, se explorará la vida de Jesús y su impacto en la historia. Además, se estudiarán las bienaventuranzas con el propósito de comprender sus enseñanzas y aplicarlas a situaciones cotidianas. Asimismo, se profundizará en la comprensión de la Sagrada Escritura como un todo, explorando los Libros Proféticos para entender las profecías sobre el Mesías y su cumplimiento en la vida de Jesucristo según los Evangelios. Por último, se elaborará un mapa conceptual adaptado para alumnos de Educación Primaria, con el objetivo de sintetizar y conectar los conocimientos sobre el Mensaje Cristiano y responder a la pregunta central: ¿Quién es Jesús? Este recurso servirá como una herramienta útil para facilitar el aprendizaje en el aula.

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es investigar y alcanzar una amplia comprensión del Mensaje Cristiano, con el fin de poder transmitirlo de manera significativa a mis futuros alumnos. La enseñanza sobre cualquier materia, particularmente uno tan importante como este, requiere un sólido conocimiento y un completo entendimiento de sus enseñanzas, principios y significado. En el ámbito educativo, el trabajo del maestro es más que impartir contenidos; también comprende inspirar, orientar y ayudar en el desarrollo integral de los discentes. Por ende, es fundamental que como educador esté adecuadamente preparado para tratar temas de relevancia religiosa y espiritual de forma respetuosa, informada y sensible. Al comprender profundamente el Mensaje Cristiano, podré promover un ambiente de diálogo, reflexión y tolerancia en el aula; además de transmitir sus enseñanzas de manera precisa y clara. Esto no solo fortalecerá mi desempeño como docente, sino que también promoverá el crecimiento personal y espiritual de mis alumnos, equipándolos con las herramientas necesarias para examinar sus propias creencias, valores y sentido de identidad. Por último, este proyecto no tiene solo como propósito un aprendizaje significativo sobre el Mensaje Cristiano, sino también desarrollar la sensibilidad, empatía y habilidades necesarias para abordar este tema con el respeto y la profundidad adecuada en el contexto educativo.

Justificación

Libros proféticos y su cumplimiento en los Evangelios

Los Evangelios

Biografía de Jesús

Bienaventuranzas

TRABAJO DE OE

Cristo es el esperado Mesías que viene para salvarnos de la oscuridad del pecado y la muerte, y darnos nueva vida eterna junto a Él (Concilio Vaticano II, 1965, cap. I, art. 4). Es el mediador y la culminación de la revelación, pues es a través de Él y de las palabras, que Dios se revela a los hombres. La Sagrada Escritura es el testimonio de la revelación que se realizó plenamente en Jesucristo. Esto quiere decir que el Antiguo y el Nuevo Testamento tienen que verse como una sola unidad, pues Cristo da cumplimiento al primero. La formación de los libros del Nuevo Testamento fue notablemente más rápida que la de los libros del Antiguo Testamento, encontrándose en circulación entre las comunidades cristianas para finales del siglo I d.C. En consecuencia, los primeros están ampliamente documentados y la fidelidad con la que se preserva lo sucedido es muy alta. Jesús mandó a sus Apóstoles que predicaran el Evangelio a todas las personas, como Él había hecho previamente con sus palabras, el ejemplo de vida y curando enfermos. Estos llevaron a cabo fielmente esta tarea, transmitiendo oralmente lo que habían recibido de Cristo. Por otro lado, también lo hicieron mediante la escritura. Posteriormente, los Apóstoles designaron a los Obispos como sus sucesores, para asegurar que el Evangelio permaneciera siempre completo y vivo en la Iglesia (Concilio Vaticano II, 1965, cap. II, art. 7).

EVANGELIOS

Los Evangelios fueron escritos en un período histórico marcado por la persecución, con el propósito de defender y fundamentar una fe que estaba siendo atacada. Estos relatos fueron registrados por cuatro evangelistas (Marcos, Mateo, Lucas y Juan), quienes coinciden en muchos eventos, pero difieren en los detalles circunstanciales y en los hechos narrados, de manera que se complementan. Estos narran la vida de Jesús, ofreciendo diferentes perspectivas. Asimismo, contextualizan esta, permitiéndonos comprender el significado de las enseñanzas que en estos se transmite, para su aplicación. Por último, el estudio y la lectura de estos textos inspiran a la introspección individual y al cambio personal. Los Evangelios de Mateo, Lucas y Marcos se conocen como los Evangelios Sinópticos, pues sus diferencias y semejanzas se pueden disponer gráficamente de manera sencilla. Esto es porque muchos de los relatos, la disposición y la elección de las palabras coinciden, sin embargo, cada uno resalta aspectos distintos de la realidad. El Evangelio de Marcos, redactado alrededor del año 70 d.C. por este discípulo de Pedro, destaca como el primer registro escrito de los Evangelios. Se caracteriza por su narración concisa y directa sobre la vida y acciones de Jesús, centrándose especialmente en su ministerio público y su crucifixión. Su estilo se distingue por la ausencia de explicaciones, optando por la utilización de paradojas para transmitir su mensaje. Marcos pudo haber recurrido a diversas fuentes, tanto orales como escritas, con el propósito primordial de comunicar las enseñanzas de Jesús a una audiencia no judía. Además, la prosa de Marcos es ágil y espontánea, resaltando los contrastes en las actitudes de los personajes y evocando una variedad de sentimientos en los lectores, desde antipatía hasta simpatía. En su visión, la revelación del verdadero rostro de Dios no reside en la resurrección, sino en la cruz, donde se manifiesta la divinidad del Hijo de Dios.

El Evangelio de Mateo se atribuye a un autor que se identifica como Mateo, uno de los doce discípulos de Jesús, y se cree que fue escrito alrededor del año 80 d.C. Aunque no se conoce mucho sobre el proceso exacto de escritura, se sugiere que Mateo pudo haber utilizado el Evangelio de Marcos y otras fuentes para elaborar su relato. Dirigido principalmente a una audiencia judía, Mateo busca establecer la conexión entre Jesús y las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento. Este evangelio es más solemne en tono, presentando a Jesús como superior a Moisés, y aborda temas doctrinales y eclesiológicos al destacar que Jesús está formando un nuevo Israel. Además, su estilo es también más formal y ceremonioso. El Evangelio de Lucas, escrito alrededor del año 80 d.C., es atribuido a Lucas, quien fue compañero de Pablo y también escribió el libro de los Hechos de los Apóstoles. Dirigido a una audiencia gentil, su enfoque radica en la compasión y humanidad de Jesús. Aunque se basa en el Evangelio de Marcos, Lucas incorpora su propio material y ofrece una narrativa más detallada y precisa de los acontecimientos. Además, también escritas y orales y, posiblemente entrevistó a testigos presenciales de los eventos que relata. Su formación como médico le confiere una mayor sensibilidad hacia el sufrimiento humano. Aunque no profundiza en muchos detalles, presenta a Jesús durante su pasión como el verdadero "Siervo de Yavé", tal como se prefigura en el libro de Isaías.

Por otro lado, el Evangelio de Juan, escrito aproximadamente en el año 90 d.C. por el discípulo más joven de Jesús, difiere en enfoque y tono de los evangelios sinópticos. Su contenido se centra en la divinidad de Jesús, presentado a través de un lenguaje poético y simbólico. Juan dirige su evangelio a la Iglesia en general ofreciendo una visión más profunda y una perspectiva temporal más distante, al ser el último en ser escrito. A diferencia de los evangelios sinópticos, que muestran una cristología ascendente, destacando cómo Jesús, siendo humano, es gradualmente reconocido como el Hijo de Dios, el Evangelio de Juan presenta una cristología descendente, vista desde lo alto. Desde el mismo prólogo, Juan nos presenta a Jesús como el Hijo de Dios encarnado, quien asume la condición humana para revelar su gloria a la humanidad a través de sus obras y palabras. Esta glorificación alcanza su punto culminante en su muerte y resurrección, eventos que muestran plenamente su divinidad y ofrecen la oportunidad de participar en esa glorificación a aquellos que creen en él. ...

Como se puede leer en Lucas 2, 4-7, Jesús nace en un pesebre en la ciudad de Belén, en Judea. Un tiempo más tarde, María, José y Jesús huyeron a Egipto, porque Herodes quería matar al niño (Mateo 2, 13). Una vez fallecido Herodes, fueron a Nazaret, donde Jesús crece (Mateo 2, 20-23). Años más tarde, Jesús fue a Galilea y Juan lo bautizó en el Jordán. Cuando este salió del agua, vio descender como una paloma al Espíritu de Dios y se posaba sobre él. Entonces, desde los cielos, se escuchó una voz que dijo: “Tú eres mi Hijo amado, en quien me complazco”. (Marcos 1, 9 - 11; Mateo 3, 13 - 17; Lucas 3, 21 - 22; Juan 1, 32- 34). Luego, el Espíritu lo llevó al desierto, donde permaneció cuarenta días sin comer, siendo tentado por el diablo hasta en 3 ocasiones (Mateo 4, 1 - 11; Marcos 1, 12 - 13; Lucas 4, 1 - 13). Cuando Juan fue arrestado, Jesús decide dirigirse a Galilea para predicar el Evangelio de Dios (Marcos 1, 14). Su renombre se difundió por toda la región. Enseñaba en las sinagogas y todos lo elogiaban (Lucas 4, 14 -15). En la orilla del lago de Genesaret, la gente se reunía para escuchar la palabra de Dios. Jesús, viendo dos barcas y a los pescadores lavando las redes después de una noche infructuosa, subió a la barca de Simón y enseñó desde allí. Después, instó a Simón a lanzar las redes nuevamente, a pesar de la falta de éxito anterior. Sorprendentemente, la pesca fue abundante, abrumando a Simón y sus compañeros. Ante el milagro, Simón se postró ante Jesús, quien lo tranquilizó y lo llamó a seguirlo, diciendo que sería pescador de hombres. Simón, junto con Santiago y Juan, dejaron todo y siguieron a Jesús (Lucas 5, 1 - 11).

BIOGRAFÍA DE JESÚS

Posteriormente van a Cafarnaún, donde Jesús enseñó en la sinagoga con una autoridad que asombró a la gente. Durante la enseñanza, un hombre poseído por un espíritu inmundo lo reconoció como el Santo de Dios, pero Jesús lo reprendió y lo liberó. Este acto sorprendió a todos y su fama se extendió rápidamente por toda la región. Después, Jesús fue a casa de Simón y Andrés, donde sanó a la suegra de Simón y a muchos otros enfermos y poseídos que se habían congregado allí. Al día siguiente, Jesús se retiró a orar en un lugar apartado, pero fue encontrado por sus seguidores, quienes le informaron que todos lo estaban buscando. Jesús decidió partir hacia otras aldeas para continuar predicando y liberando a los oprimidos en toda Galilea (Marcos 1, 21 - 39). Otro día un hombre lleno de lepra se acercó a Jesús, suplicándole que lo limpiara. Jesús, con compasión, extendió la mano y lo sanó. Luego, le indicó que fuera al sacerdote según la ley de Moisés para testimoniar su purificación. A pesar de que Jesús le pidió que guardara silencio, su fama se extendió y muchas personas acudieron a él en busca de curación. Jesús, sin embargo, se retiraba a lugares solitarios para orar. En otra ocasión, mientras enseñaba, unos hombres llevaron a un paralítico a Jesús. Al ver su fe, Jesús perdonó los pecados del hombre, lo que provocó la incredulidad de algunos presentes. Para demostrar su autoridad, Jesús también sanó al paralítico, quien se fue glorificando a Dios. Este milagro dejó a todos asombrados y temerosos. Después, Jesús llamó a un publicano llamado Leví para seguirlo, y este lo hizo, dejando todo atrás (Lucas 5, 12 - 28). Jesús volvió a la sinagoga, donde había un hombre con la mano paralizada. Los presentes lo observaban, esperando ver si lo sanaba en sábado para acusarlo. Jesús desafió su hipocresía preguntando si era correcto hacer el bien o el mal en sábado, y si era correcto salvar una vida o dejar que alguien muriera. Ante su silencio, Jesús, sintiendo indignación y tristeza por la dureza de sus corazones, sanó al hombre ordenándole que extendiera la mano, y esta fue restaurada (Marcos 3, 1 - 5). ...

Los profetas del Antiguo Testamento fueron personajes destacados en la historia del pueblo judío, cuya misión era ser mensajeros de Dios. De esta manera, denunciaban y juzgaban comportamientos, advirtiendo al pueblo de las consecuencias de sus acciones, con la finalidad de llamar hacia la conversión y anunciar un futuro mejor. Algunos de los profetas más conocidos incluyen a Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías. En cada uno de los libros de los profetas se puede ver la huella literaria y teológica de la personalidad de cada uno de ellos, pero todos tenían en común la tarea de comunicar la palabra de Dios y dirigir al pueblo hacia una vida de justicia y obediencia a los mandamientos divinos. Estos transmitieron varias profecías que fueron cumplidas más adelante, como se puede comprobar en los libros del Nuevo Testamento. Las profecías del Antiguo Testamento sobre Jesucristo se cumplen en los Evangelios, demostrando la continuidad y coherencia entre las Escrituras Sagradas. A continuación vamos a ver algunas de estas profecías (Antiguo Testamento) y su correspondiente cumplimiento en el Nuevo Testamento.

LIBROS PROFÉTICOS Y SU CUMPLIMIENTO EN LOS EVANGELIOS

Miqueas profetizó que el Mesías nacería en Belén en el Miqueas 5, 1, que luego se cumple en Mateo 2, 1, con el nacimiento de Jesús en Belén. Otro profeta, Oseas, anunció que este huiría a Egipto y después regresaría a Nazaret en Oseas 11, 1. Esto se ve cumplido en Mateo 2, 14. El profeta Isaías también habló de que el Mesías residiría por un tiempo en Capernaum, Galilea (Isaías 9, 1 - 2), hecho que se refleja cumplido en Mateo 4, 13 - 17. Este, también profetizó que Jesús sanaría a muchos enfermos (Isaías 53, 4), que luego se cumple en Mateo 4, 12 - 16. Además, Salmo 41, 10, cuenta que el Mesías será traicionado por uno de los suyos, acontecimiento cumplido en Marcos 14, 10. Por otro lado, Zacarías dijo que el Mesías sería vendido por 30 piezas de plata en Zacarías 11, 12, que más adelante se cumple en Mateo 26, 15. Isaías también profetizó que durante el juicio, el Mesías se mantendría en silencio en Isaías 53, 7. Esto se ve cumplido en Mateo 26, 62 - 63. Así mismo, este también habló de que sufriría por los demás, hecho que se cumple, posteriormente en Mateo 8, 16 - 17. …

Las bienaventuranzas conforman la introducción del “Sermón de la Montaña”, teniendo una gran importancia en el Evangelio. En su primer acto mesiánico significativo, Jesús invita a aquellos a quienes Dios llama a participar en el Reino. En este evento, no es Jesús quien se dirige a Dios, sino que es Dios quien, a través de la voz de Jesús, llama a su pueblo. En la conversación común, "bienaventuranza" connota una felicidad completa, aunque en el contexto bíblico abarca un significado más amplio que incluye la seguridad de esa felicidad. La búsqueda de la felicidad es una aspiración humana constante. Las Bienaventuranzas del Evangelio nos guían hacia la verdadera felicidad, ayudándonos a encontrarla en medio de las fluctuantes alegrías y los placeres efímeros de la vida. Las Bienaventuranzas no solo prometen felicidad, sino que aseguran las bendiciones de Dios. El elogio contenido en ellas implica un mandato, aunque este se presenta de manera suave debido a la gracia que Dios muestra a aquellos que lo obedecen (Chevrot, 1998). Chevrolet (1998), nos explica que las ocho Bienaventuranzas en el texto de San Mateo se dividen en dos conjuntos, cada uno con su propósito específico: la liberación y la grandeza del ser humano. Las primeras tres, aunque suenan exigentes, nos instan a comprender su significado profundo para alcanzar una verdadera independencia a través de sucesivos actos de desprendimiento. El segundo conjunto se centra completamente en la acción. Una vez liberado de la codicia, el orgullo y la búsqueda del placer, el discípulo de Jesús está listo para desplegar toda su energía. A pesar de las críticas de pasividad que puedan dirigirse hacia él, sería más apropiado temer la temeridad antes que la inactividad.

BIENAVENTURANZAS

Primera Bienaventuranza: “Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Marcos 5, 3). Como nos indica Chevrolet (1998), la pobreza elogiada por Jesús es la pobreza auténtica, que va más allá de la falta de bienes materiales y se relaciona con el estado de ánimo del individuo. Los discípulos de Jesús deben estar desprovistos de intereses personales para poder servir al bien común con facilidad. La verdadera pobreza implica confiar en Dios y mirar hacia Él en medio de la incertidumbre del futuro. Esta independencia real con respecto a los bienes terrenales permite al individuo descubrir su verdadera riqueza personal y permanecer disponible para cumplir las tareas que Dios le encomienda en relación con los demás. Aquellos que renuncian a la riqueza material son los únicos capaces de transformar su ser interior y enriquecer a la comunidad humana, ya que están libres de prejuicios, actúan desinteresadamente y aman sin odio ni envidia.Un ejemplo de esto, puede ser una persona que decide vivir de una manera sencilla, dando parte de sus recursos y tiempo a ayudar a gente que lo necesita. De esta manera, renuncia a tener una vida más acomodada, aunque experimenta una satisfacción y plenitud profunda, al ayudar a los demás.

¿QUIÉN ES JESÚS?

MOVIMIENTO

MINISTERIO

ACCIONES

PALABRAS

ORIGEN

PROFECÍAS

MAPA CONCEPTuAL

Este trabajo ha sido esencial para enriquecer mi comprensión del Mensaje Cristiano y la figura de Jesucristo. A través de la exploración de los contenidos presentados en los talleres y los temas proporcionados por UNIR, he podido adentrarme en el recorrido vital de Jesucristo, desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección, brindándome una visión más completa de su legado y su propósito. Además, este estudio me ha permitido comprender la dualidad de Jesús como ser divino y humano. Al asumir ambas naturalezas, se convierte en el mediador entre la humanidad y Dios, mostrándonos cómo Dios se hace cercano a nosotros y nos reconcilia con él. Esta comprensión profunda del papel de Jesucristo como redentor de la humanidad ha sido esencial para fortalecer mi fe y mi compromiso cristiano. En resumen, este trabajo me ha permitido comprender mejor el mensaje cristiano y la figura de Jesucristo, al explorar su vida y entender su doble naturaleza, inspirándome a transmitir su ejemplo a mis futuros alumnos y a seguirlo en mi vida diaria.

CONCLUSIÓN

Chevrot, G. (1998). Las bienaventuranzas. Ediciones Rialp, SA. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=diySDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT2&dq=Chevrot,+G.+(1998).+Las+bienaventuranzas.+Ediciones+Rialp,+SA.&ots=pSZ7zHE-hc&sig=7Ur0RuCG6byGIkeCrnFCGDq3Z7Q#v=onepage&q&f=false Concilio Vaticano II. (1965). Dei Verbum: Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación. Vatican. https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española (s. f.). Conferencia Episcopal Española. https://www.conferenciaepiscopal.es/biblia/

Bibliografía