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Test Luis Cernuda

Natalia Puentes Barragán

Created on March 14, 2024

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Transcript

Test poemas luis cernuda análisis

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Como quien espera el alba (1941-1944)

Tierra nativa

Es la luz misma, la que abrió mis ojos Toda ligera y tibia como un sueño, Sosegada en colores delicados Sobre las formas puras de las cosas. El encanto de aquella tierra llana, Extendida como una mano abierta, Adonde el limonero encima de la fuente Suspendía su fruto entre el ramaje. El muro viejo en cuya barda abría A la tarde su flor la enredadera, Y al cual la golondrina en el verano Tornaba siempre hacia su antiguo nido. El susurro del agua alimentando, Con su música insomne el silencio, Los sueños que la vida aún no corrompe, El futuro que espera como página blanca. Todo vuelve otra vez vivo a la mente, Irreparable ya con el andar del tiempo, Y su recuerdo ahora me traspasa El pecho tal puñal fino y seguro. Raíz del tronco verde, ¿quién la arranca? Aquel amor primero, ¿quién lo vence? Tu sueño y tu recuerdo, ¿quién lo olvida, Tierra nativa, más mía cuanto más lejana?

El indolente

Con hombres como tú el comercio sería Cosa leve y tan pura que, sin sudor ni sangre De ninguno comprada, dejaría a la tierra Intactos sus veneros. Pero a tu pobreza El comercio podría allanarle un camino. Durante las tardes meridionales del verano, A través de una clara ciudad, solas las calles, Llevarías en cestillo guirnaldas de jazmines, Y magnolias, por un nido fragante de hojas verdes Oculto su blancor, como alas de paloma. Tras de las rejas bajas, si una mujer quisiera Para su gracia oscura tal vez la fresca gala De una flor, y prenderla en su pelo o en su pecho, Donde ha de parecer nieve sobre la tierra, Una moneda a cambio dejaría en tus manos. Así, al ponerse la tarde, tú podrías De un vino transparente beber el calor rubio, Mordiendo la delicia de un pan y de una fruta, Y luego silencioso, tendido junto al río, Ver latir en la honda noche las estrellas

Amando en el tiempo

El tiempo, insinuándose en tu cuerpo, Como nube de polvo en fuente pura, Aquella gracia antigua desordena Y clava en mí una pena silenciosa. Otros antes que yo vieron un día, Y otros luego verán, cómo decae La amada forma esbelta, recordando De cuánta gloria es cifra un cuerpo hermoso. Pero la vida solos la aprendemos, Y placer y dolor se ofrecen siempre Tal mundo virgen para cada hombre; Así mi pena inculta es nueva ahora. Nueva como lo fuese al primer hombre, Que cayó con su amor del paraíso, Cuando viera, su cielo ya vencido Por sombras, decaer el cuerpo amado

Vivir sin estar viviendo" (1944-1949)

La sombra

Al despertar de un sueño, buscas Tu juventud, como si fuera el cuerpo Del camarada que durmiese A tu lado y que al alba no encuentras. Ausencia conocida, nueva siempre, Con la cual no te hallas. Y aunque acaso Hoy tú seas más de lo que era El mozo ido, todavía Sin voz le llamas, cuántas veces; Olvidado que de su mocedad se alimentaba Aquella pena aguda, la conciencia De tu vivir de ayer. Ahora, Ida también, es sólo Un vago malestar, una inconsciencia Acallando el pasado, dejando indiferente Al otro que tú eres, sin pena, sin alivio.