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Immanuel Kant
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Transcript
immanuel kant
EMPEZAR
Índice
01. Biografía
05. éTICA
02. introducción
06. ANTROPOLOGÍA
03. conocimiento
07. POLÍTICA
04. Metafísica
08. mapa conceptual
iMMANUEL KANT (1724-1804)
Fue un pensador cosmopolita y abierto pero apenas salió de su ciudad natal, Königsberg, una localidad alemana situada en Prusia oriental. Provenía de una familia humilde y extensa, pero Kant tenía una grandísima capacidad intelectual y esto le permitió desarrollar una brillante carrera académica. Sin embargo, tras la muerte de su padre se vio obligado a trabajar como profesor particular para mantener a su familia. Con el tiempo, Kant siguió con sus investigaciones y publicó sus primeras obras (período pre-crítico). En 1755 obtuvo un puesto en la Universidad de Königsberg. En 1770 fue nombrado profesor de Lógica y Metafísica. Fue en esta época cuando las obras de Hume le "despertaron de su sueño dogmático" del racionalismo y durante una década intentó encontrar su propio sistema filosófico y se replanteó su visión de las cosas. Finalmente, en 1781 publica La Crítica de la razón pura, En los años posteriores, Kant publicó obras que se consideran las más influyentes de la historia de la filosofía (período crítico). En su vida privada, Kant era una persona metódica y regular. Permaneció soltero toda su vida, pero disfrutaba mucho de la vida social y valoraba la amistad, la cordialidad y las conversaciones. Kant continuó escribiendo pero estas obras son ya menos aclamadas. Tratan temas como la religión, la paz, la Ilustración, etc. (período post-crítico).
Mapa
Königsberg fue la capita de Prusia Oriental hasta 1945, cuando los soldados soviéticos tomaron la ciudad y la renombraron con el nombre de: Kaliningrado. Actualmente, ciudad perteneciente a Rusia.
INTRODUCCIÓN
Kant es el más destacado representante de la ilustración alemana. Admiraba las ciencias naturales y sus avances y se preguntaba por qué la Filosofía estaba tan estancada. Se propuso analizar las posibilidades y los límites de la razón humana. Para Kant, la razón es la más alta y noble capacidad de los seres humanos, es lo que nos distingue de los animales y nos capacita para conocer el mundo que nos rodea y para elegir cómo comportarnos. Pero la razón no puede abarcarlo todo porque está sujeta a límites que es preciso analizar, es lo que Kant intenta hacer en sus dos obras principales, en las que va a someter la razón a crítica para indicar cuáles son sus posibilidades y sus límites. Distinguió dos vertientes de la razón humana:- El uso teórico o especulativo de la razón: hace referencia al modo en el que empleamos la racionalidad para conocer. Consiste en la epistemología (problema del conocimiento) y la metafísica. Estos estudios aparecen en su obra: Crítica de la razón pura. - ¿Qué puedo conocer? - El uso práctico de la razón: hace referencia al modo en el que empleamos la razón para decidir cómo actuar. Consiste en la ética y la política. Estos estudios aparecen en su obra: Crítica de la razón práctica. -¿Qué debo hacer? - Otra pregunta que se plantea es: ¿Qué me cabe esperar? , pero las tres preguntas se resumen en: ¿Qué es el hombre? - Antropología.
¿Qué puedo conocer?
Kant se sorprende por el contraste que hay entre el progreso de la ciencia y el estancamiento de la Filosofía, así que se pregunta qué es lo que hace que una ciencia se considere como tal. Esto es lo que se plantea en La Crítica de la razón pura. Kant parte de la base de que las ciencias están compuestas por juicios (enunciados con los que hacemos afirmaciones acerca de la realidad) y continúa aclarando cuáles son los distintos tipos de juicios que existen, para saber cuáles son los juicios característicos de las disciplinas científicas. Según la relación entre el sujeto y el predicado, Kant distingue: -Juicios analíticos: afirmación en la que el predicado está contendido en el sujeto, por ejemplo: "un triángulo tiene tres lados"; son necesariamente verdaderos y su negación es una contradicción. -Juicios sintéticos: el predicado aporta información nueva que no estaba presente en el sujeto, por ejemplo: "La cicuta es una planta venenosa"; en este caso el predicado amplía la información sobre el sujeto. Según la relación de los juicios con la experiencia, Kant distingue: -Juicios a priori: afirmaciones necesarias que siempre resultan verdaderas, son independientes de la experiencia, por ejemplo: "el todo es mayor que sus partes"; no es necesario acudir a la experiencia para comprobar la veracidad de esta afirmación. -Juicios a posteriori: son afirmaciones de las que solo podemos saber si son verdaderas o falsas recurriendo a la experiencia, por ejemplo: "los pingüinos ponen huevos"; para saber si es verdad, tenemos que comprobarlo empíricamente. Inicialmente, puede parecer que los juicios analíticos son a priori y los juicios sintéticos a posteriori, esto es lo que le ocurrió a Hume. Consideró a los juicios analíticos a priori sus "proposiciones de relaciones de ideas" y a los juicios sintéticos a posteriori sus "cuestiones de hecho". Pero Kant defiende la existencia de los juicios sintéticos a priori, afirmaciones que aportan información nueva pero que son independientes de la experiencia, por ejemplo: "todo lo que sucede tiene una causa". En este caso el predicado no está en el sujeto y por eso es sintético, pero por lógica este enunciado es verdadero y no hace falta recurrir a la experiencia para comprobarlo. Según Kant, estos son los juicios sobre los que se construye la ciencia,
Giro copernicano
Por una parte, está la materia que es el contenido del conocimiento. Por otro lado, está la forma que es la organización que sirve para dar sentido a lo que conocemos.Según Kant, el contenido del conocimiento proviene de la experiencia pero nuestra mente es la que aporta la estructura que sirve para interpretar lo que conocemos. La clave para entender correctamente el conocimiento humano no está en la realidad exterior, sino que se encuentra en el modo que tenemos de captar, organizar e interpretar lo que percibimos. Este planteamiento es lo que Kant denominó: "Giro copernicano", que nos obliga a prestar atención a la mantera en la que el sujeto estructura y da forma a lo que conoce. Para conocer, los seres humanos hacemos uso de tres facultades: la sensibilidad ("Estética trascendental"), el entendimiento ("Analítica trascendental") y la razón ("Dialéctica trascendental").
Sabemos que las ciencias son posibles si podemos establecer juicios sintéticos a priori. Pero, ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori? Para responder debemos distinguir dos aspectos del conocimiento humano: la materia y la forma.
Categorías
Intuiciones de la sensibilidad
Entendimiento
Las categorías son conceptos a priori que proceden de la actividad mental del sujeto y sirven para dotar de significado a las percepciones. La sensibilidad te informa de los atributos de una sustancia pero para que tengan sentido la mente debe agruparlas y dotarlas de significado. Esta agrupación de percepciones dotadas de significado a través de las categorías (12) es el concepto. Según Kant, la sustancia es una categoría puesta por el sujeto y no una realidad objetiva. Es una de las maneras que tiene nuestro entendimiento de dar significado a las percepciones captadas por los sentidos. Lo mismo ocurre con la idea de conexión causal. Si consideramos que B está causado por A es porque nuestro entendimiento interpreta los fenómenos aplicándoles la idea de causalidad.
Es una facultad de la racionalidad que se encarga de interpretar los datos de la sensibilidad para formar conceptos y elaborar juicios. A diferencia de la sensibilidad que es pasiva porque únicamente recibe los datos sensoriales, el entendimiento es activo ya que da significado a los datos de la sensibilidad. El entendimiento trabaja con los datos de la sensibilidad (materia) y los enmarca en el espacio y tiempo. Para que estas intuiciones sensibles tengan sentido, se agrupan y etiquetan mediante conceptos. La mente organiza los datos de la sensibilidad gracias a las categorías.
Percibimos el mundo que nos rodea por nuestra sensibilidad. Por una parte, tenemos las intuiciones empíricas, que son los datos que recogemos a través de nuestros sentidos (la materia que constituye el contenido de nuestras percepciones, que procede de la experiencia: colores, olores). Por otra parte, tenemos las intuiciones puras, que es la estructura que nos permite dar sentido a lo que percibimos. Esta estructura, la forma, la aporta el sujeto, no viene del exterior. Estas intuiciones puras son el espacio y el tiempo y hacen posible la percepción.
Las matemáticas como ciencia
La física como ciencia
La existencia de las categorías del entendimiento permite a Kant explicar por qué la física es una ciencia. Como las categorías son conceptos a priori aportados por el sujeto (no hacen referencia a una realidad empírica), las afirmaciones generales que hagamos acerca de ellas serán necesariamente verdaderas y universales. Esto nos posibilta elaborar juicios sintéticos a priori sobre las categorías. La física es una ciencia estricta, ya que se pueden formular juicios sintéticos a priori relacionados con las categorías de sustancia y de causalidad.
La posibilidad de elaborar juicios sintéticos a priori sobre el espacio y el tiempo permite que conosideremos las matemáticas como una ciencia. La existencia de intuiciones puras de la sensibilidad permite a Kant explicar por qué las matemáticas son una ciencia. Kant creía que las matemáticas se fundan en afirmaciones generales que podemos elaborar acerca del espacio y del tiempo. Los juicios sintéticos a priori acerca del espacio permiten que la geometría sea una ciencia. Además, Kant también pensaba que los juicios sintéticos a priori acerca del tiempo hacen posible la aritmética como ciencia.
La síntesis de la razón
La razón es la tercera facultad que interviene en el proceso del conocimiento (sensibilidad + entendimiento + razón = conocimiento). Según Kant, el ser humano tiende de manera natural a buscar explicaciones cada vez más completas y globales acerca de la realidad. Por eso hay en nosotros una inevitable inclinación a tratar de sintetizar nuestros conocimientos, intentando englobar todo lo que sabemos mediante tres grandes ideas reguladoras: el mundo, el alma y Dios. Primera idea reguladora de la razón: el mundo. Con la idea de mundo intentamos englobar en un solo concepto todo lo que conocemos acerca de los fenómenos físicos y naturales. Segunda idea reguladora de la razón: el alma. Con la idea de alma aspiramos a unificar todos los fenómenos psíquicos que experimentamos en nuestro interior. Tercera idea reguladora de la razón: Dios. La idea de Dios es la más completa, con ella intentamos agrupar la totalidad de la realidad, remitiendo todo cuanto existe a un supremmo creador. PROBLEMA: no tenemos ninguna intuición empírica ni del mundo, ni del alma, ni de Dios. Estas ideas no se corresponden de ningún dato procedente de la experiencia. Ahora bien, según Kant, para conocer es preciso disponer de una materia (contenido dado por la experiencia) y de una forma puesta por el sujeto. Lo que sucede es que únicamente tenemos la forma (organización que sirve para dar sentido a lo que conocemos = ideas reguladoras de la razón) y carecemos de materia empírica con la que dotar a esas ideas de contenido. Conclusión: las ideas del mundo, de Dios y del alma no pueden llegar a conocerse porque de ellas no tenemos ningún fenómeno.
La imposibilidad de la metafísica como ciencia
Una de las cuestiones principales que Kant quería resolver en la Crítica de la razón pura era si la metafísica podía convertirse en una ciencia. El problema es que los objetos de estudio de la metafísica son precisamente: el mundo, el alma y Dios. Y de estas ideas no tenemos ningún fenómeno, no tenemos contenido empírico (estas ideas no se corresponden con ningún dato procedente de la experiencia) por lo tanto, es necesario admitir que la metafísica no puede nunca llegar a ser una ciencia. Sin embargo, según Kant, todas las personas tenemos una propensión natural a unificar nuestros conocimientos en tres grandes ideas: mundo, alma y Dios. Lo cual resulta paradójico porque no tenemos ningún dato de estos fenómenos, pero para Kant es algo que siempre ha ocurrido y que seguirá ocurriendo. Finalmente, será en la Crítica de la razón práctica y en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres donde Kant afirmará que sí podemos acceder a la idea de Dios y del alma humana pero no a través de la razón pura sino a través de la razón práctica.
Fenómeno y Nóumeno
Como hemos visto, para Kant, solo podemos conocer gracias a la combinación de un contenido captado por los sentidos (materia) y una estructura espacio-temporal y categorial impuesta por el sujeto (forma). Según Kant, esto quiere decir que los seres humanos no somos capaces de percibir la realidad en sí misma porque lo único que podemos captar es la realidad tal y como aparece ante nosotros, filtrada por el marco que imponemos a todo lo que llega ante nuestros sentidos. En este punto, Kant realiza una distinción, por una parte tenemos el fenómeno: lo que se nos muestra, las cosas tal y como las percibimos los seres humanos y por otra parte tenemos el nóumeno: las cosas en sí mismas, independientes de nosotros. Los seres humanos solo somos capaces de conocer el fenómeno, no podemos conocer el nóumeno, aunque sí podemos pensar en su existencia. Esto es lo que ocurre con las ideas de mundo, del alma y de Dios, de las cuales no tenemos fenómenos y nos resulta imposible conocerlas, pero sí podemos pensar en ellas. ANTROPOLOGÍA: La distinción entre fenómeno y nóumeno permite también a Kant abordar el problema de la libertad humana. ¿Somos las personas verdaderamente libres para decidir lo que queramos? ¿O estamos sujetos a las leyes de la física, la química y la biología, que determinan cuáles son nuestras tendencias y deseos? Kant propone contemplar al ser humano desde una doble perspectiva, por una parte existe en nostros una dimensión fenoménica (asociada a neustro cuerpo material y sometida a las leyes de la naturaleza) que aporta un comportamiento previsible y determinista y por otra parte, existe también en nosotros una dimensión nouménica que va más allá de lo que podemos percibir y conocer. Si contemplamos a la persona como nóumeno entonces podemos afirmar que el ser humano es libre y escapa al determinismo. Como nóumenos, las personas tenemos nuestra auténtica libertad.
En busca de una ética universal
De acuerdo con los ideales de la Ilustración, Kant aspiraba a diseñar una ética universal, válida para todos los seres humanos. Sin embargo, según él, ninguna de las teorías morales anteriores cumplía con este requisito. Para Kant, todas las teorías propuestas por filósofos anteriores son éticas materiales: porque tienen un contenido (materia) y orientan la conducta humana a la consecución de un objetivo supremo. Por ejemplo, Aristóteles nos invitaba a practicar la virtud eligiendo con prudencia el punto medio para alcanzar la felicidad, por otra parte, Epicuro nos proponía vivir con moderación para poder disfrutar de los placeres. Pero, ¿qué sucedería si alguien no aspirase a gozar de los placeres tranquilos y sosegados y prefiriese una vida intensa y exaltada? A esta persona la ética que proponía Epicuro ya no le serviría. De modo que el problema de las éticas materiales reside en que sólo resultan válidas para quienes reconozcan la importancia del objetivo que se pretende alcanzar, es decir, son normas hipotéticas. Además, afirma Kant que las éticas materiales también son heterónimas, porque las normas no son establecidas por el propio individuo, sino que provienen de fuera (vienen impuestas por el objetivo que se intenta lograr). Por último, señala Kant que las éticas materiales también son a posteriori, ya que para encontrar las normas de conducta tenemos que basarnos en la experiencia. Kant critica las éticas materiales porque sus normas son hipotéticas, heterónimas y a posteriori. Las limitaciones de las éticas materiales impiden que estas puedan ser universales, así que Kant, para lograr crear una ética universal elabora una propuesta diferente. La ética kantiana no es una ética del bien, no tiene ningún contenido material concreto ni propone ningún objetivo específico que debamos alcanzar. La propuesta ética de Kant es una teoría procedimental porque, en lugar de preocuparse por el contenido de las normas morales, se preocupa por el procedimiento que debemos seguir para establecer unas reglas éticamente adecuadas.
Ética formal
Si queremos superar el problema de las éticas materiales necesitamos una ética que en lugar de hipotética sea necesaria (universal), que en vez de heterónoma sea autónoma (debe ser el individuo el que elabore por sí mismo sus propias normas en lugar de seguir las reglas que proceden del exterior) y que en vez de ser a posteriori sea a priori (lo ideal sería que las reglas de conducta fuesen tan claras que no hiciera falta recurrir a la experiencia para saber cómo uno tiene que comportarse). ¿Cómo podemos construir una ética que sea necesaria, autónoma y a priori? En primer lugar, habría que renunciar a la búsqueda de un objetivo concreto, es decir, no puede tratarse de una ética material, sino que la ética que se propoone debe ser una ética formal, una ética que no nos diga cuáles son las normas que debemos seguir sino que solo nos indica cómo deben ser estas normas.
Imperativo categórico
La razón práctica es la razón orientada a dirigir la voluntad, produce imperativos que responden a la pregunta: ¿Qué debo hacer? En la Crítica de la razón práctica, Kant denomina máximas de conducta a las normas de comportamiento que cada uno debe elegir por sí mismo. Estas deben cumplir un requisito: respetar el imperativo categórico, es decir, respetar una orden o deber supremo que no admite discusión ni objección. "Obra solo según aquella máxima que puedas querer que se convierta, al mismo tiempo, en ley universal". Antes de actuar debemos preguntarnos: ¿Sería deseable un mundo en el que todos los seres humanos eligiesen esa máxima de conducta que yo he decidido aplicar? Si la respuesta es negativa, esa máxima no sería aceptable porque no respetaría el imperativo categórico.Existe una segunda manera de formular el imperativo categórico, en la que se insiste en la importancia de respetar la dignidad de la persona humana. La segunda formulación es la siguiente; "Actúa de manera que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre con un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio". En este caso, el imperativo categórico nos impone que nuestras máximas traten a los demás como fines en sí mismos y no como instrumentos al servicio de nuestros propios intereses. Kant insistía en la importancia de trabajar conjuntamente para que nuestra sociedad pueda ir progresivamente acercándose a lo que Kant denominaba "el reino de los fines", una sociedad ideal en la que todas las personas se respetan mutuamente. y todos se tratan entre sí como fines en sí mismos. La tercera formulación del imperativo categórico es la siguiente: "Actúa como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador de un reino universal de los fines".
Ética del deber
Kant insiste en una ética del deber, es lo que se conoce como ética deontológica. Kant considera que lo verdaderamente importante son los intereses y no tanto las consecuencias de nuestras acciones. Para Kant, la ética debe limitarse a la voluntad. El problema de este tipo de ética tiene lugar cuando el cumplimiento del deber entra en conflicto con nuestras inclinaciones y deseos naturales. En esos casos la acción moralmente correcta es la que se ajusta al deber porque las acciones contrarias al deber son malas. Kant distingue entre las acciones conformes al deber, cuando el comportamiento se ajusta a nuestra obligación (aunque en realidad actuemos persiguiendo intereses egoístas) y las acciones por deber, cuando realizamos acciones simplemente porque es nuestra obligación (aunque actuar de este modo vaya en contra de nuestras aspiraciones y deseos). Estas acciones por deber son para Kant las acciones que tienen un auténtico valor moral.
Aspirar a la felicidad
¿Es razonable albergar esperanza?
Si queremos creer que el cumplimiento del deber puede ser recompensado con la felicidad, si queremos tener esperanza, tenemos que aceptar los postulados de la razón práctica, es decir, tres grandes suposicones que no se pueden comprobar empíricamente, no se pueden demostrar ni conocer con seguridad, (son nóumenos) pero que necesitamos admitir si queremos creer que la esperanza humana tiene sentido. Los tres postulados de la razón práctica son: - Creer que los seres humanos disponemos de libre voluntad, que nos permite elegir cómo actuar y hace posible la acción moral. - Suponer que el alma es inmortal, porque la vida humana es demasiado breve como para permitir que culmine éxitosamente el proceso de perfeccionamiento moral que va haciendo que nuestro comportamiento se vaya ajustando cada vez más al cumplimiento del deber. - Creer que Dios existe y que su bondad infinita es la garantía de que nuestra actuación de acuerdo con el deber puede obtener, en otra vida, la merecida recompensa de la felicidad eterna.
La ética de Kant nos pide que actuemos siempre cumpliendo nuestro deber y respetando la ley moral marcada por el imperativo categórico,. Algo especialmente difícil cuando el deber es contrario a nuestras inclinaciones. En esos casos, Kant nos recuerda que lo éticamente correcto es priorizar nuestra obligación, dejando de lado nuestros deseos persoonales. PROBLEMA: seguir el camino que nos marca la ética deontológica de Kant no parece la manera más adecuada de alcanzar nuestra felicidad. Incluso si una persona tuviera una voluntad santa y su comportamie nto siempre se ajustase al deber, eso no le garantizaría la posibilidad de ser feliz. Y es que la propuesta ética de Kant no sirve para garantizar la felicidad porque su ética no es materialista, no persigue un objetivo. Como mucho, la ética de Kant, puede hacernos merecedores de la felicidad. Es en este punto cuando adquiere sentido la 3ª pregunta de Kant: ¿Qué me cabe esperar?
Antropología: insaciable sociabilidad humana
Kant considera que el ser humano vive dividido entre el sentido del deber moral y la inclinación a la que nos empujan nuestras tendencias naturales (impulsos). Para Rousseau, los seres humanos son buenos por naturaleza pero Kant no comparte su optimismo. De hecho, Kant está más cerca del planteamiento antropológico de Hobbes, porque Kant pensaba que los seres humanos tendemos a dejarnos llevar por nuestros impulsos o tendencias naturales, lo que provoca continuos enfrentamientos entre nosotros. Según Kant, los seres humanos tenemos la necesidad de vivir con los demás; pero también tenemos un deseo irrefrenable de perseguir nuestro propio interés. Es lo que Kant denomina: "insociable sociabilidad humana". Y es que por una parte, somos "insociables" porque (si nos dejamos llevar por nuestras inclinaciones naturales) nuestro comportamiento será casi siempre interesado; pero, por otra parte, somos sociables porque no podemos vivir al margen de la sociedad. Para Kant, al igual que pensaba Hobbes, el hecho de dejarnos llevar por nuestras tendencias naturales genera conflictos entre nosotros que nos lleva a un contínuo estado de tensión, de guerra y sufrimiento. Pero según Kant, este estado de guerra en el que caemos los seres humanos también ha sido beneficioso para nosotros porque ha servido para que la humanidad desarrolle mecanismos que limiten la violencia e impulsen el entendimiento. Para Kant, la clave de la organización política consiste, precisamente, en saber manejar nuestra insociable sociabilidad y que las personas en el futuro puedan superar sus impulsos o tendencias naturales con la racionalidad.
Política: la paz mundial
Kant, como gran defensor de la Ilustración, confiaba en alcanzar el progreso con la ayuda de la razón, la ciencia y la cultura. Kant defendía que para lograr la libertad de la sociedad y el respeto de la dignidad humana era necesario fomentar el uso de la razón, tanto en el plano del conocimiento como en el plano moral. Para Kant, esta es la única forma de avanzar hacia "el reino de los fines", es decir, para conseguir una sociedad futura en la que siempre se respetase la dignidad de todas las personas y en la que los seres humanos se tratasen los unos a los otros como fines en sí mismos. Para que esto ocurra, Kant cree que hay que garantizar la libertad limitando el poder de los gobernantes (en este sentido es contrario a Hobbes) para evitar la opresión y la tiranía. Según Kant, podemos conseguir esto estableciendo la igualdad ante la ley y gracias a la división de poderes (como defendía Locke y Montesquieu). A este tipo de gobierno Kant lo llamaba "gobierno republicano", es el gobierno que Kant defiende. Además, Kant también se preocupaba por la guerra en en el mundo y defiende que para evitarla es necesario crear una confederación mundial de Estados que imponga unas normas básicas que regulen pacíficamente las relaciones entre unos países y otros (ONU - 1945)
Mapa conoceptual
"Vemos las cosas no como son, sino como somos nosotros." "Trata a las personas como un fin, nunca como un medio para un fin". "La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación". "Dormía y soñé que la vida era belleza; desperté y advertí que es deber". "Con el poder viene la responsabilidad".
IMMANUEL KANT
"Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes cuanto más reiterada y persistentemente se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado que está sobre mí y la ley moral que hay en mí"
¡Gracias por entender que el que el esfuerzo extra que requiere este autor se ve compensando con su grandiosidad!