Francisco Ferrer Guardia

Querido Diario De Un Anarquista

Francisco Ferrer Guardia

Domingo

08/09/1901

Hoy marcó un hito significativo en mi vida. El nacimiento de un sueño que ha germinado en mi mente durante años. La Escuela Moderna abre sus puertas en la calle Bailén, número 56, en Barcelona. Este proyecto vital para mi, concebido como un faro de luz en la oscuridad educativa de la época, comienza a cobrar vida.

Jueves

31/05/1906

El oscuro telón de la tragedia se ciñe sobre el día de hoy, dejando en su estela un rastro de caos y desolación. Después de las recientes celebraciones nupciales en la iglesia de San Jerónimo el Real, el carruaje real que transportaba a Alfonso XIII y la princesa Victoria – Eugenia de Battenberg fue blanco de un atentado brutal. Aunque los monarcas salieron ilesos, el impacto devastador se tradujo en la pérdida de veintiséis vidas y cientos de heridos. La furia y la confusión se apoderaron de las calles de Madrid. La pluma tiembla al intentar expresar el peso de esta tragedia.

Miercoles

13/10/1909

En esta penúltima noche, el peso del destino se ciñe sobre mí como una sombra oscura que anticipa el final. Las paredes frías de mi celda no logran contener mis pensamientos que danzan en mi mente. Mañana, según la sentencia injusta de un tribunal militar, seré ejecutado.

Diario de FranciscoFerrrer Guardiapor Francisco Modesto Ruiz Martos

El oscuro telón de la tragedia se ciñe sobre el día de hoy, dejando en su estela un rastro de caos y desolación. Después de las recientes celebraciones nupciales en la iglesia de San Jerónimo el Real, el carruaje real que transportaba a Alfonso XIII y la princesa Victoria – Eugenia de Battenberg fue blanco de un atentado brutal. Aunque los monarcas salieron ilesos, el impacto devastador se tradujo en la pérdida de veintiséis vidas y cientos de heridos. La furia y la confusión se apoderaron de las calles de Madrid. La pluma tiembla al intentar expresar el peso de esta tragedia. Lo inesperado, sin embargo, da un giro aún más sombrío. El autor del intento de regicidio ha sido identificado como Mateo Morral, un antiguo bibliotecario de la Escuela Moderna que alguna vez compartió los pasillos de conocimiento conmigo. Este vínculo, ahora ennegrecido por la tragedia, empaña la reputación de la institución que fundé con ideales emancipadores. El precio de la conexión con Morral es alto. Junto a José Nakens, editor del diario El Motín, y otros compañeros anarquistas, nos encontramos detenidos y condenados por conspiración. La Escuela Moderna y otros centros racionalistas han sido cerrados, víctimas de la sospecha y la represión.

Mi estancia en la prisión Modelo de Madrid se extiende por más de un año, marcada por la incertidumbre y la espera. La absolución finalmente llega, pero la escuela que aspiraba a ser una luz de conocimiento queda cerrada para siempre. Mi imagen queda irremediablemente vinculada a revueltas y atentados, aunque mi visión educativa siempre buscó la libertad y la emancipación. En este capítulo oscuro, la pluma se vuelve testigo de una tragedia que ensombreció mis ideales.

En esta penúltima noche, el peso del destino se ciñe sobre mí como una sombra oscura que anticipa el final. Las paredes frías de mi celda no logran contener mis pensamientos que danzan en mi mente. Mañana, según la sentencia injusta de un tribunal militar, seré ejecutado. La brutalidad de la Semana Trágica y las acusaciones infundadas han sellado mi destino. Atrás quedan los días de la Escuela Moderna, la búsqueda incansable de una educación y los ideales de libertad de pensamiento. Ahora enfrento la ejecución, no como un mártir, sino como un hombre que creyó en la posibilidad de un mundo más justo.

La pluma tiembla ante la imposibilidad de expresar la injusticia de un juicio sin garantías, la arbitrariedad de la condena y la futilidad de intentar comprender el sinsentido de este final. Mi mente se aferra a la esperanza de que el eco de esta injusticia sonará más allá de estas paredes, inspirando un cambio, aunque sea pequeño, en el corazón de aquellos que creen en la libertad y la justicia. Mientras la noche se desvanece, queda grabado en estas líneas mi último suspiro de resistencia. La lucha por la enseñanza racionalista y la libertad de pensamiento no muere conmigo; perdurará en aquellos que continúen la búsqueda de la verdad y la justicia. Yo, y la Escuela Moderna, serviremos no solo a futuras generaciones a implantar un sistema educativo sino que serviremos como símbolos hacia una España con menos alfabetización. Aunque la ejecución se aproxime, mi mensaje persistirá en el eco de las protestas que seguramente resonarán en todas partes, defendiendo la causa de la libertad que abracé hasta el último aliento.

Hoy marcó un hito significativo en mi vida. El nacimiento de un sueño que ha germinado en mi mente durante años. La Escuela Moderna abre sus puertas en la calle Bailén, número 56, en Barcelona. Este proyecto vital para mi, concebido como un faro de luz en la oscuridad educativa de la época, comienza a cobrar vida.

La visión que impulsó la creación de esta escuela es clara: una enseñanza inspirada en el libre pensamiento, desafiando los convencionalismos de la sociedad. Gracias a la educación conseguiremos enseñar una de las necesidades más importantes como es la higiene y la apertura de la escuela a la vida social y laboral son los pilares sobre los cuales se sostendrá esta empresa educativa.

La Escuela Moderna es más que un edificio; es un hogar de pensamiento libre, un lugar donde la mente de los jóvenes se liberará de las cadenas impuestas por métodos rígidos y dogmáticos. Que este proyecto crezca y florezca, y que los ecos de sus enseñanzas se propaguen como semillas de cambio en la educación y la sociedad.