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Historia interactiva

Eric Matamoros Rodriguez

Created on February 6, 2024

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Transcript

La misteriosa fortuna

Kenay Angel Beteta Díaz, Eric Matamoros Rodríguez y Gerard Silva Marsa

Planteamiento

Había una vez un hombre fuerte y amable llamado Octavio. Venía de una familia peculiar y misteriosa, y tenía un hermanastro con un carácter egocéntrico llamado Fabiano. Su rivalidad era muy evidente, el deseo de muerte era recíproco. Pero había una persona en particular que los unía, y ese era su padre, Mariano. Tenía un carácter imponente y además, tenía una gran riqueza. Pero no le quedaba mucho tiempo, hacía tiempo que le habían detectado un cáncer terminal. Al cabo de un mes y medio, Mariano muere enfermo en casa, pero decide esconder su gran fortuna en la Bahía de los Muertos.

Continuacion del planteamiento

Laberinto de las Mil Noches
Cueva de los Esqueletos Griegos

Cueva de los Esqueletos Griegos (Nudo 1)

Volver atras
Seguir adelante

Laberinto de las Mil Noches (Nudo 2)

Volver atras
Seguir adelante

Final bueno (Final 1)

Final neutro (Final 2)

Final malo (Final 3)

Finalmente, decidieron adentrarse en la Cueva de los Esqueletos Griegos. Tenía un ambiente muy aterrador y paso a paso se fueron encontrando esqueletos de un antiguo regimiento griego que milenios atrás había pisado ese territorio. Cuando llegaron a la mitad, empezaron a ser atacados por trampas defensivas y muy bien ingeniadas, en la cual Aurelio resultó herido, pero sin mucha gravedad. Todo iba bien y ya empezaban a ver la luz al final del camino, pero en un despiste de Eusebio, este cayó por una trampilla escondida, y murió. Octavio y Aurelio no se lo podían creer, no pudieron hacer nada por él y pensaban que la culpa era de ellos. Al final, consiguieron salir, pero con la difícil decisión de intentar asumir la muerte de su amigo, y que el esfuerzo no fuese en vano. Ahora solos le quedaron dos opciones a nuestros protagonistas, seguir hacia delante o volver hacia atrás y que todo el esfuerzo que hicieron no haya servido para nada

Ambos hermanos sabían que tenían que ganárselo, y buscan aliados para la búsqueda. Octavio decidió ir con dos amigos de los que confía mucho, Eusebio, intrépido y organizado; y Aurelio, inteligente y perspicaz. En cambio, su hermanastro Fabiano, no lo tenía tan fácil. Su carácter había hecho que los pocos amigos que tenía se enemistaran, así que reclutó a dos terroristas iraníes. Mohammad el pistolero y Abderrazzak el Menor. Después de buscar a sus aliados, Octavio inició su viaje hacia la Bahía de los Muertos. Gracias a esto, había empezado con una ventaja de tiempo respecto a su hermanastro, ya que tenía que inventarse una nueva documentación para los dos terroristas. Al llegar con un velero, Octavio y sus amigos tenían dos opciones, dos caminos, dos destinos. Tenían que decidir entre ir por la Cueva de los Esqueletos Griegos o por el Laberinto de las Mil Noches.

Al cabo de unos cuantos minutos, Octavio y los demás decidieron escoger el Laberinto de las Mil Noches porque pensaban que era menos peligroso. Cuando entraron al laberinto, al principio no notaron nada raro y continuaron avanzando juntos, pero a medida que iban avanzando en el laberinto, se iba oscureciendo más y más hasta que en un punto se quedaron totalmente a oscuras, intentaron encender sus linternas, pero aunque las consiguieron encender, no se veía absolutamente nada y no alumbraban absolutamente nada, presos del pánico se empezaron a desperdigar y separar hasta que cada uno estaba solo y por mucho que gritaran no lograban oírse los unos a los otros. En ese momento, las únicas dos opciones que se les ocurrieron fueron intentar salir del laberinto siguiendo sus pasos o intentar llegar al final.

Finalmente, decidieron adentrarse en la Cueva de los Esqueletos Griegos. Tenía un ambiente muy aterrador y paso a paso se fueron encontrando esqueletos de un antiguo regimiento griego que milenios atrás había pisado ese territorio. Cuando llegaron a la mitad, empezaron a ser atacados por trampas defensivas y muy bien ingeniadas, en la cual Aurelio resultó herido, pero sin mucha gravedad. Todo iba bien y ya empezaban a ver la luz al final del camino, pero en un despiste de Eusebio, este cayó por una trampilla escondida, y murió. Octavio y Aurelio no se lo podían creer, no pudieron hacer nada por él y pensaban que la culpa era de ellos. Al final, consiguieron salir, pero con la difícil decisión de intentar asumir la muerte de su amigo, y que el esfuerzo no fuese en vano. Ahora solos le quedaron dos opciones a nuestros protagonistas, seguir hacia delante o volver hacia atrás y que todo el esfuerzo que hicieron no haya servido para nada

Después de pensar un buen rato, Octavio preso de la desesperación, decidió salir de la cueva porque según él era la opción más segura, al salir de la cueva Octavio hablaba de porque decidió salir, les contó que cuando decidió volver, fue porque había empezado a oler como ha podrido y había muchas moscas e insectos por el aire y el suelo y supuso que había un cadáver, pero... Cuando Octavio fue a mirar hacia atrás no había nadie, estaba solo, nadie lo había acompañado ¿Era todo producto de su loca cabeza? ¿Era todo real? El no pensó mucho y bajo la lluvia se dirigió hacia su casa, se duchó y se fue a dormir, ahí fue el momento donde termino todo

Tristes por su perdida, Octavio y Aurelio continuaron hacia la siguiente habitación, donde se encontraba la riqueza de su padre, al entrar vieron muchas joyas y tesoros de valor incalculable, entonces los dos amigos pusieron en las cuatro bolsas que llevaban todo lo que pudieron, ¿qué paso con el resto? Os preguntaréis, la respuesta es que lo destruyeron todo, lo quemaron para que nadie se quedase con las riquezas que su padre custodiaba.

Tristes por su perdida, Octavio y Aurelio continuaron hacia la siguiente habitación, donde se encontraba la riqueza de su padre, al entrar vieron muchas joyas y tesoros de valor incalculable, entonces los dos amigos pusieron en las cuatro bolsas que llevaban todo lo que pudieron, ¿qué paso con el resto? Os preguntaréis, la respuesta es que lo destruyeron todo, lo quemaron para que nadie se quedase con las riquezas que su padre custodiaba.

Después de pensar un buen rato, Octavio preso de la desesperación, decidió salir de la cueva porque según él era la opción más segura, al salir de la cueva Octavio hablaba de porque decidió salir, les contó que cuando decidió volver, fue porque había empezado a oler como ha podrido y había muchas moscas e insectos por el aire y el suelo y supuso que había un cadáver, pero... Cuando Octavio fue a mirar hacia atrás no había nadie, estaba solo, nadie lo había acompañado ¿Era todo producto de su loca cabeza? ¿Era todo real? El no pensó mucho y bajo la lluvia se dirigió hacia su casa, se duchó y se fue a dormir, ahí fue el momento donde termino todo

Los tres amigos deciden entrar a la habitación del tesoro, pero algo no parece ir bien, de repente, una granada aparece en los pies de los tres protagonistas, ellos corrieron todo lo que pudieron, pero la explosión les alcanzo igualmente, Aurelio y Eusebio murieron por la explosión, pero Octavio quedo en el suelo muy herido, entonces al abrir los ojos, Octavio vio a su hermanastro apuntándolo directamente en la cabeza y dijo: "Después de todo lo que hemos pasado hermanito, intentas arrebatarme lo que es mío, como siempre" se calló unos segundos, lo apuntó a la cabeza y... Lo mato, ahí fue donde acabó la historia de estos tres amigos.

Los tres amigos deciden entrar a la habitación del tesoro, pero algo no parece ir bien, de repente, una granada aparece en los pies de los tres protagonistas, ellos corrieron todo lo que pudieron, pero la explosión les alcanzo igualmente, Aurelio y Eusebio murieron por la explosión, pero Octavio quedo en el suelo muy herido, entonces al abrir los ojos, Octavio vio a su hermanastro apuntándolo directamente en la cabeza y dijo: "Después de todo lo que hemos pasado hermanito, intentas arrebatarme lo que es mío, como siempre" se calló unos segundos, lo apuntó a la cabeza y... Lo mato, ahí fue donde acabó la historia de estos tres amigos.