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Lenguas de España.
HELENA INIESTA GARCÍA
Created on February 3, 2024
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Transcript
HELENA INIESTA GARCÍA
Lenguas de España.
2.
3.
4.
1.
Origen histórico de las lenguas de España.
Bilinguüismo y diglosia.
La normalización lingüística
España, un estado plurilingüe.
¡hola!
3.1
3.2
2.1
Bilingüismo individual, bilingüismo social y diglosia.
Lenguas minoritarias y minorizadas, y lengua franca y lengua artificial
Etapas en la aparicion de las lenguas peninsulares
En España conviven varias lenguas; se trata, por tanto, de un Estado plurilingüe. La lengua oficial común de todo el Estado español es el castellano o español. Junto con ella, son oficiales en sus respectivas comunidades el catalán, en Cataluña y en las Illes Balears; el valenciano, que pertenece al ámbito lingüístico del catalán, en la Comunitat Valenciana; el gallego, en Galicia; y el vasco o euskera, en el País Vasco y en algunas zonas de la Comunidad Foral de Navarra. La oficialidad de estas lenguas está recogida en los estatutos de autonomía de las comunidades mencionadas, cuya redacción puedes consultar en el margen. Desde 2006, Cataluña reconoce la cooficialidad en toda la comunidad del aranés, lengua occitana hablada en el Valle de Arán (Lleida). Y los Estatutos de autonomía del Principado de Asturias y de Aragón establecen, respectivamente, la protección del bable o asturiano, y de las hablas aragonesas. España comparte su condición plurilingüe con otros países: Canadá (francés e inglés), Bélgica (neerlandés, francés, alemán), Suiza (alemán, francés, italiano, romanche), Paraguay (español, guaraní)... Muchos Estados oficialmente monolin- gües viven, en realidad, situaciones de multilingüismo. Frente a la consideración de la convivencia entre lenguas como un factor que debilita la cohesión social o que impide la movilidad profesional, la diversidad lingüística debe ser entendida como un patrimonio cultural. Así, la Unesco declaró el 21 de febrero Día Internacional de la Lengua Materna para promover el plurilingüismo y la diversidad cultural. Y la ONU ha exhortado a sus miembros a «promover la preservación y protección de todos los idiomas que emplean los pueblos del mundo». Además de un bien cultural, el empleo de la lengua propia constituye un derecho individual. Toda lengua debe, por lo tanto, protegerse y promocionarse para impedir su desaparición. En España, las comunidades bilingües han desarrollado políticas de normalización lingüística (epígrafe 4) para promover el uso de las lenguas de cada territorio en la escuela, en la Administración y en los medios de comunicación.
Las lenguas de España, con la única excepción del vasco o euskera, proceden del latin; se trata, por tanto, de lenguas románicas o romances. El vasco o euskera deriva de una lengua prerromana no perteneciente a la familia de las lenguas indoeuropeas. Su origen es incierto: presenta algunas semejanzas con lenguas bereberes del norte de África, y también con lenguas caucásicas. La diversidad lingüística de España es el resultado de un proceso histórico en el que se pueden distinguir las siguientes fases.
ETAPAS EN LA APARICIÓN DE LAS LENGUAS PENINSULARES1. Pueblos prerromanos Antes de la llegada de los romanos, en la península ibérica coexistían diversos pueblos (celtas, iberos, celtíberos, vascones, turdetanos, lusitanos...), cada uno con su propia lengua. Observa en el mapa la distribución geográfica de los llamados pueblos prerromanos. 2. Romanización En el año 218 a. C., los romanos desembarcaron en Ampurias (Girona). Se inició entonces la romanización, un proceso de asimilación mediante el cual los pueblos hispanos adoptaron las costumbres, la organización jurídica y administrativa, y la lengua de los colonizadores. Sin embargo, el latín hablado en Hispania no era, seguramente, homogéneo. El sustrato lingüístico de cada territorio pudo dar lugar a una primera diferenciación dialectal, que está en el origen de las futuras lenguas románicas. Se denomina sustrato al fenómeno de interferencia entre lenguas que se produce cuando un pueblo sojuzgado pasa a hablar la lengua de los conquistadores. En estos casos, los usos lingüísticos de la lengua dominada se transfieren a la dominante, igual que la lengua materna de una persona influye en cómo esta habla una lengua aprendida. Así, la huella de las distintas lenguas prerrománicas pudo influir tem- pranamente en la fragmentación del latín peninsular. 3. Fragmentación del latín En el siglo v, las invasiones de los pueblos germánicos del centro y del norte de Europa (en la península ibérica, los visigodos en el siglo vi) produjeron el colapso del Imperio romano. Dos factores contribuyeron a ahondar las diferencias entre las distintas varie- dades del latín hispánico: • La desaparición de las estructuras homogeneizadoras del Imperio. Tras las invasiones germánicas, la decadencia cultural, la desaparición de la Administración del Imperio romano y el aislamiento de las regiones aceleraron la fractura lingüística, permitiendo que en cada territorio se desarrollaran tendencias fónicas, gramaticales o léxicas diferentes. • El superestrato, que en la península estuvo conformado por las huellas de la lengua germánica hablada por los visigodos antes de adoptar el latíny, desde el año 711, del árabe. Se entiende por superestrato la influencia de la lengua de un pueblo invasor en la lengua de un pueblo invadido. 4. Nacimiento de los romances peninsulares En torno al siglo x culminó la diferenciación de los primitivos romances hispánicos: gallego-portugués, asturleonés, castellano, navarroaragonés, catalán y mozárabe (hablado por los cristianos de al-Andalus). Los núcleos principales de la Reconquista explican su distribución en franjas paralelas de norte a sur. 5. Expansión del castellano La pujanza del Reino de Castilla-hasta el siglo xi, un condado vinculado al Reino de León y la preeminencia de su lengua provocó, con el tiempo, la desaparición del mozárabe, y limitó el desarrollo del asturleonés y del navarroaragonés.
El concepto de bilingüismo puede entenderse en dos sentidos: como un fenómeno individual y como una situación social. 3.1. Bilingüismo individual Una persona es bilingüe cuando es capaz de expresarse indistintamente en dos lenguas. Los hablantes bilingües tienen, pues, una competencia semejante en ambas lenguas. Sin embargo, el bilingüismo perfecto, que implica el dominio de las cuatro destrezas lingüísticas (entender, hablar, leer y escribir) en dos lenguas distintas, es infrecuente. Las circunstancias y el momento en el que se adquieren las dos lenguas en la primera infancia; una en la familia y otra en la escuela; la segunda por cambio de residencia... dan lugar a distintos tipos de bilingüismo: • Activo: el hablante comprende y produce mensajes en ambas lenguas. • Pasivo: el hablante entiende las dos lenguas, pero solo produce mensajes en una. 3.2. Bilingüismo social Una comunidad es bilingüe cuando en ella se hablan dos lenguas, de manera que todos los hablantes o una parte de ellos son bilingües. Existen diversas situaciones de bilingüismo social, que dependen de factores históricos politicos o lingüísticos. Así, en algunas comunidades, la mayor parte de los hablantes son bilingües; en otras, convive un grupo monolingüe con otro bilingüe. Cataluña, por ejemplo, se acerca al primer grupo; el País Vasco, en cambio, al segundo. 3.3. Diglosia Se produce una situación de diglosia cuando dos lenguas que coexisten en una comunidad tienen una distribución desigual. Las dos lenguas se emplean con funciones distintas y en ámbitos diferentes: una de ellas, considerada alta (A) o de prestigio, se utiliza en la escuela, los medios de comunicación, la Administración y la comunicación escrita; la otra, considerada baja (B), se emplea oralmente, en conversaciones ordinarias del ámbito familiar o privado.
Lenguas minoritarias y minorizadas • Una lengua minoritaria es una lengua utilizada por un número reducido de hablantes. • Una lengua minorizada es un idioma cuyo uso está restringido por motivos políticos y sociales; es decir, se trata de una lengua que sufre persecu- ción, marginación o prohibición como consecuencia de alguna acción coercitiva. Durante la dictadura franquista (1939-1975), el catalán, el gallego y el euskera fueron excluidos de la escuela, la Administración y los medios de comunicación. Fueron, por lo tanto, lenguas minorizadas. Con la llegada de la democracia, la Constitución de 1978 y los estatutos de autonomía reco- nocieron la oficialidad de estas lenguas en sus respectivos terri- torios. Lengua franca y lengua artificial • Una lengua franca es un idioma que adoptan como lengua de comunicación o entendimiento personas que no comparten la misma lengua materna. En la actualidad, el idioma utilizado con más frecuencia como lengua franca es el inglés, especialmente en el ámbito del turismo, de los negocios o de la ciencia. • Las lenguas artificiales son lenguas diseñadas por seres humanos a partir del estudio de las lenguas naturales. Es el caso del esperanto, creado entre 1870 y 1880 por el polaco L. L. Zamenhof.
La diglosia refleja un conflicto que se resuelve bien con la sustitución de la lengua B por la lengua A (de forma que el hablante renuncia a una de sus señas de identidad), o bien con la normalización de la lengua B, a fin de lograr un bilingüismo efectivo. En España, el reconocimiento de la oficialidad de las lenguas propias en la Constitución de 1978 y en los estatutos de autonomía de las comunidades bilingües determinó el desarrollo de políticas de normalización lingüística orientadas a evitar situaciones como las sufridas en el franquismo, que al excluir el catalán, el gallego y el vasco de los usos públicos y formales, convirtió estos idiomas en lenguas minorizadas. La normalización suele acompañarse de un proceso de normativización, es decir, de unificación y sistematización de la ortografía, la gramática y el léxico de la lengua protegida. Actualmente, las lenguas autonómicas están consolidadas: se usan en instituciones y medios de comunicación, y un objetivo prioritario del sistema educativo es que todo el alumnado utilice ambas lenguas oficiales de modo natural y correcto.
ETAPAS EN LA APARICIÓN DE LAS LENGUAS PENINSULARES 1. Pueblos prerromanos Antes de la llegada de los romanos, en la península ibérica coexistían diversos pueblos (celtas, iberos, celtíberos, vascones, turdetanos, lusitanos...), cada uno con su propia lengua. Observa en el mapa la distribución geográfica de los llamados pueblos prerromanos. 2. Romanización En el año 218 a. C., los romanos desembarcaron en Ampurias (Girona). Se inició entonces la romanización, un proceso de asimilación mediante el cual los pueblos hispanos adoptaron las costumbres, la organización jurídica y administrativa, y la lengua de los colonizadores. Sin embargo, el latín hablado en Hispania no era, seguramente, homogéneo. El sustrato lingüístico de cada territorio pudo dar lugar a una primera diferenciación dialectal, que está en el origen de las futuras lenguas románicas. Se denomina sustrato al fenómeno de interferencia entre lenguas que se produce cuando un pueblo sojuzgado pasa a hablar la lengua de los conquistadores. En estos casos, los usos lingüísticos de la lengua dominada se transfieren a la dominante, igual que la lengua materna de una persona influye en cómo esta habla una lengua aprendida. Así, la huella de las distintas lenguas prerrománicas pudo influir tem- pranamente en la fragmentación del latín peninsular. 3. Fragmentación del latín En el siglo v, las invasiones de los pueblos germánicos del centro y del norte de Europa (en la península ibérica, los visigodos en el siglo vi) produjeron el colapso del Imperio romano. Dos factores contribuyeron a ahondar las diferencias entre las distintas varie- dades del latín hispánico: • La desaparición de las estructuras homogeneizadoras del Imperio. Tras las invasiones germánicas, la decadencia cultural, la desaparición de la Administración del Imperio romano y el aislamiento de las regiones aceleraron la fractura lingüística, permitiendo que en cada territorio se desarrollaran tendencias fónicas, gramaticales o léxicas diferentes. • El superestrato, que en la península estuvo conformado por las huellas de la lengua germánica hablada por los visigodos antes de adoptar el latíny, desde el año 711, del árabe. Se entiende por superestrato la influencia de la lengua de un pueblo invasor en la lengua de un pueblo invadido. 4. Nacimiento de los romances peninsulares En torno al siglo x culminó la diferenciación de los primitivos romances hispánicos: gallego-portugués, asturleonés, castellano, navarroaragonés, catalán y mozárabe (hablado por los cristianos de al-Andalus). Los núcleos principales de la Reconquista explican su distribución en franjas paralelas de norte a sur. 5. Expansión del castellano La pujanza del Reino de Castilla-hasta el siglo xi, un condado vinculado al Reino de León y la preeminencia de su lengua provocó, con el tiempo, la desaparición del mozárabe, y limitó el desarrollo del asturleonés y del navarroaragonés.