Want to create interactive content? It’s easy in Genially!

Get started free

La Religion En Roma

Jonay Fernadez Burgueño

Created on January 7, 2024

Start designing with a free template

Discover more than 1500 professional designs like these:

Essential Learning Unit

Akihabara Learning Unit

Genial learning unit

History Learning Unit

Primary Unit Plan

Vibrant Learning Unit

Art learning unit

Transcript

Jonay Fernández Burgueño 4b

La Religion En Roma

Índice

¿Cómo era la Religion En Roma?

Tipos De Sacerdotes

Pág. XX

Pág. XX

Dioses Publicos

Sacrificios

Pág. XX

Pág. XX

Diagrama Dioses Romanos

Dioses Privados

Pág. XX

Pág. XX

La Religion En Roma

¿Cómo era la Religion en Roma?

La religión en la antigua Roma consistía en diversas prácticas religiosas imperiales y provinciales, que eran seguidas tanto por las gentes de Roma como por aquellos pueblos que estaban bajo su dominio.

Los romanos se consideraban a sí mismos muy religiosos y atribuían su éxito como potencia mundial a su piedad colectiva (pietas) a la hora de mantener buenas relaciones con los dioses. Su religión politeista es conocida por haber venerado a muchas deidades.

La religión romana consistía, igual que entre los griegos, más en un conjunto de cultos que en un cuerpo de doctrinas. Había dos clases de cultos: los del hogar, que unían estrechamente a la familia, y los públicos, que estimulaban el patriotismo y el respeto al Estado.

En la época imperial se añadiría el culto al emperador. En términos generales, se trataba de una religión tolerante con todas las religiones extranjeras, pues los romanos acogieron adioses griegos, egipcios, frigios, etc.

También era una religión contractual, pues las plegarias y ofrendas se hacían a manera de pacto con los dioses, es decir, para recibir favores, y si el creyente entendía que la divinidad no cumplía, dejaba de rendirle culto.

Dioses Publicos

Los dioses de Roma eran de origen latino y etrusco, a los cuales se sumaron con el tiempo divinidades griegas, egipcias y frigias, adaptando los nombres y, en algunos casos, también los atributos. Los principales eran Júpiter, Juno y Minerva, y esta fue la Triada Capitolina por mucho tiempo. Durante la República, Marte fue de los más importantes y adorados. Los cultos consistían en libaciones, sacrificio de animales, plegarias, etc.

Cada acto público, el inicio o la terminación de una guerra, el triunfo en una batalla, etc., estaba vinculado a la celebración de una ceremonia religiosa. Los cónsules tenían atribuciones no solo civiles, sino también religiosas, de modo que la religión pública era una cuestión de Estado, tolerando, por otro lado, todo tipo de cultos privados, siempre y cuando no fueran en contra de los preceptos religiosos estatales. Para la mentalidad romana, cualquier acción individual o colectiva en la vida humana implicaba la participación, activa o pasiva, de las divinidades.

LEARNING EXPERIENCE

Curiosidades Sobre Júpiter

Dioses Publicos

Formó parte de las dos tríadas capitolinas (la Colina Capitolina es donde se centraron sus funciones). La primera tríada la formaron Júpiter con Quirino y Marte y la segunda otra vez Júpiter, pero con Minerva y Juno.

El nombre del dios Júpiter significa «padre de la luz».

Según la mitología romana el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, estableció con el dios Júpiter los principios de la religión de Roma y todo lo que tenía que ver con las ofrendas y sacrificios.

Su árbol sagrado era el roble.

El sacerdote supremo de Júpiter era un patricio que recibía el título de «Flamen Dialis» y tenía un sinfín de rituales, obligaciones y privilegios. Su esposa la «Flaminica Dialis» también tenía sus deberes con el dios, como por ejemplo ofrecer un carnero en sacrificio los días de mercado.

El águila, que era el animal sagrado de Júpiter, se convirtió en el principal emblema de las legiones romanas.

Su otro emblema, el rayo, combinado con el águila dio lugar a una de las representaciones más habituales del dios en monedas y emblemas: un águila que sostiene un rayo entre sus garras.

Los «augures publici» eran unos sacerdotes funcionarios que interpretaban oficialmente la voluntad de Júpiter. Eran unos personajes muy importantes ya que la autoridad estatal emanaba del dios Júpiter.

Como dios del cielo, se le ponía como testigo en los juramentos ya que de la sacralidad de éstos dependía tanto la justicia como el buen gobierno. Los cónsules romanos hacían su juramento para el cargo a Júpiter.

10

Los sacrificios o «hostias» que se ofrecían a Júpiter debían ser de animales de color blanco. En general ovejas, bueyes o carneros.

Curiosiades

Dioses Privados

En cada familia se rendía culto a los numina al igual que a los antepasados: el genio familiar, los lares, protectores de los campos, los manes, protectores de la casa, y los penates, protectores de la despensa y los alimentos. El pater familias oficiaba como sacerdote, especialmente durante la cena, en donde se hacían libaciones, es decir, derramamiento de vino, leche o miel sobre el lararium, o santuario familiar, en el cual ardía siempre una llama, a la que llamaban hogar. Entre los romanos no había culto a los muertos.

Había dioses específicos para la vida cotidiana: Nundina, dios o genio protector del nacimiento y desarrollo del hombre. Educa y Pontina dioses del comer. Cunina o Cunaria, diosa que guardaba los niños en la cuna y a la cual ofrecían libaciones de leche las matronas romanas. Ossipago, dios que robustece los huesos. El campesino invocaba al dios del barbecho, de la labor, de los surcos, sementeras, al de segar, trillar. Entre los dioses agrícolas están Rucina, Messia, Tutulina, Terentesis, Apulino, etc... Los ganaderos tenían sus divinidades propias: Bubona, que velaba por los rebaños de bueyes. Epona, que velaba por las yeguadas. Pales, que velaba por los rebaños de carneros. Existían además dioses considerados negativos: Véjove, un dios de naturaleza infernal. Laverna, diosa de los ladrones y carteristas. Dioses del aire pestilente.

Tipos De Sacerdotes

Sacerdocios individuales, cuyos sacerdotes eran individualmente responsables de servir el culto de una deidad determinada, llevando generalmente el título de flamines. El término sacerdos o sacerdotes fue, sin embargo, utilizado para designar oficialmente a los sacerdotes ligados a diversos cultos, si no de origen romano, al menos adoptados por Roma: por lo tanto nos encontramos con sacerdotes Albani, Cabenses, Caeninenses, Lanuvini, Laurentes, Lavinates, Laurentini, Suciniani o Tasculani. Con las mujeres, se utilizaba para designar determinadas sacerdotisas del culto pertenecientes al ritus graecus como los sacerdocios publicae Cereris populi romani Quiritium, Bonae Deae o Magna Mater deorum Idaea. Existen otros sacerdocios de importancia secundaria, como los bidentales, los virginum Vestalium o los sacrae Urbisi. Sodalidades, hermandades dedicadas a un culto en particular, que habían conservado más fielmente el tipo primitivo de asociaciones de gens. Las sodalidades oficiales fueron las de los Luperci, Hermanos Arvales, Saliares y Titti y más tarde, bajo el Imperio, se creó una nueva sodalidad, cuyos miembros llevaban el título de sodales Augustales, para perpetuar el culto de la gens Julia. Colegios, establecidos por el Estado para garantizar la tradición religiosa y guiar a la autoridad pública en el desempeño de sus deberes con las divinidades. Eran sobre todo, cenáculos de teólogos más que verdaderas hermandades religiosas. Los colegios sacerdotales del Estado romano fueron los de los Pontifíces, los Augures, los Feciales, los Decenviros, más tarde los Quindecenviros, y los Epulones.

Sacrificios

Los sacrificios variaron según los tiempos, las circunstancias y la idea que se tenía de cada divinidad en particular. En un principio fueron comunes los sacrificios humanos, pero esta práctica fue pronto abandonada. Por otra parte, se ofrecían frutos en los altares, haciendo libaciones de vino, leche y aceite. Pero el tipo de sacrificio más generalizado fue el de animales. Se derramaba su sangre, se interpretaban los signos de sus entrañas, y se asaba la carne para comerla según las circunstancias. Regularmente solían sacrificar bueyes a Jupíter, toros a Marte, caballos a Neptuno, machos cabríos a Baco, vacas a Ceres y a Juno, ciervas a Diana y cabras a Fauno.

Diagrama Dioses Romanos

Fin

Gracias Por Ver