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VIAS DE ADMINISTRACION DE MEDICAMENTOS
Aranda Dominguez Cindy Zuleima
Created on December 19, 2023
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Aranda Dominguez Cindy Zuleima
VIAS DE ADMINISTRACION DE MEDICAMENTOS
VIA ORAL
Muchos medicamentos se pueden administrar por vía oral como:
- líquidos
- cápsulas
- tabletas o comprimidos masticables
Además, la ingestión de alimentos o de otros medicamentos puede afectar a la cantidad y la rapidez con que se absorbe el medicamento. Por ello, algunos deberán tomarse en ayunas, mientras que otros han de ingerirse con comida y otros no deben ingerirse junto con ciertos fármacos o con determinados alimentos. Algunos fármacos administrados por vía oral irritan el tracto digestivo. Por ejemplo, la aspirina (ácido acetilsalicílico) y la mayoría de los demás fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden dañar el revestimiento del estómago y del intestino delgado y causar una úlcera o agravar una preexistente. Hay otros fármacos cuya absorción en el tracto digestivo es limitada o irregular, o bien, son destruidos en el estómago por los ácidos y las enzimas digestivas.
VIA PARENTENAL (INYECTABLES)
Administración por vía subcutánea
La aguja se inserta en el tejido graso, justo debajo de la piel, generalmente del abdomen o los muslos. Por ejemplo, se administra por esta vía la heparina, así como determinados fármacos que, de ser suministrados oralmente, serían destruidos en el tracto digestivo, así como otros mediante la implantación de cápsulas bajo la piel, como algunos anticonceptivos, aunque es una vía de administración poco usada. Una vez inyectado el fármaco, este se desplaza hacia los pequeños vasos sanguíneos (capilares) y es arrastrado por el torrente sanguíneo. Como alternativa, un fármaco llega al torrente sanguíneo a través de los vasos linfáticos. Los fármacos de proteínas de gran tamaño, como la insulina, suelen alcanzar el torrente sanguíneo a través de los vasos
linfáticos debido a que se mueven lentamente desde los tejidos hasta el interior de los capilares. La vía subcutánea es la que se utiliza para la administración de muchos fármacos proteicos, ya que si se suministraran por vía oral serían destruidos en el tracto digestivo. Ciertos fármacos (como los progestágenos, utilizados en el control hormonal de la natalidad) pueden administrarse mediante la inserción de cápsulas plásticas bajo la piel (implantación). Aunque esta vía de administración se utiliza muy poco, su principal ventaja es proporcionar un efecto terapéutico a largo plazo (por ejemplo, el etonorgestrel, que se implanta para la anticoncepción, puede durar hasta 3 años).
Administracion por via intramuscular
Se recurre a esta forma de administración cuando el volumen del fármaco es mayor. La aguja es también más larga, ya que los músculos se hallan a mayor profundidad, bajo la piel y los tejidos grasos. Las zonas de punción más frecuentes son un músculo del antebrazo, el muslo o la nalga. La rapidez con que el fármaco es absorbido en el torrente sanguíneo depende, en parte, del suministro de sangre al músculo: cuanto menor sea el aporte de sangre, más tiempo necesitará el fármaco para ser absorbido.
Administracion por via intravenosa
Para la administración por vía intravenosa se inserta una aguja directamente en una vena. Así, la solución que contiene el fármaco puede administrarse en dosis individuales o por infusión continua intravenosa (venoclisis). En la infusión intravenosa (venoclisis), la solución se mueve por gravedad (a partir de una bolsa de plástico colapsable) o bien, lo que es más habitual, mediante una bomba de infusión por un tubo fino flexible (catéter) introducido en una vena, por lo general en el antebrazo. Es el caso de algunos antibióticos. Dado que el fármaco llega inmediatamente al torrente sanguíneo, su efecto es más rápido que si se administrara por cualquier otra vía. Además, es la mejor manera de introducir dosis precisas en todo el organismo de una manera bien controlada y de evitar dolor o daños en los tejidos, en el caso de que haya que administrar soluciones irritantes. Sin embargo, es más difícil de administrar que la inyección subcutánea o intramuscular y, además, el efecto puede durar menos tiempo. aunque también hay formas de administrar la medicación intravenosa en infusión continua.
En consecuencia, el personal sanitario controla minuciosamente a los pacientes que reciben una inyección intravenosa, tanto para asegurarse de la eficacia del fármaco como para saber si causa una reacción adversa. Además, el efecto de un fármaco administrado por esta vía suele durar menos tiempo. Por lo tanto, algunos medicamentos deben administrarse de modo continuo mediante infusión intravenosa (venoclisis) para mantener constante su efecto.
Via intratecal
Se inserta una aguja entre dos vértebras en la parte inferior de la columna vertebral y dentro del espacio que se encuentra alrededor de la médula espinal. El fármaco se inyecta en el conducto raquídeo. Es frecuente emplear una pequeña cantidad de anestésico local para insensibilizar la zona de la inyección. Esta vía se utiliza cuando es necesario que un fármaco produzca un efecto rápido o local en el cerebro, en la médula espinal o en las membranas que los envuelven (meninges), por ejemplo para el tratamiento de infecciones en estas estructuras. En algunos casos, los anestésicos y los analgésicos (como la morfina) también se administran de este modo.
ADMINISTRACION POR VIA OPTICA
Via cutanea
Los fármacos aplicados sobre la piel suelen emplearse por su efecto local, y por ello se utilizan sobre todo para el tratamiento de trastornos cutáneos superficiales, como psoriasis, eccema, infecciones de la piel (virales, bacterianas y micóticas), prurito y piel seca. El fármaco se mezcla con sustancias inactivas. Dependiendo de la consistencia de las sustancias inactivas, la formulación puede ser un ungüento, una crema, una loción, una solución, un polvo o un gel.
Via transdermica
Algunos fármacos se suministran a todo el organismo a partir de un parche sobre la piel. Estos fármacos, que a veces se mezclan con una sustancia química (como el alcohol) que intensifica la penetración a través de la piel, pasan por la piel al torrente sanguíneo sin necesidad de inyección. Con el parche, el fármaco puede suministrarse de forma paulatina y constante durante muchas horas o días, o incluso más tiempo. Como resultado, los niveles en sangre de un fármaco pueden mantenerse relativamente constantes. Los parches son en especial útiles para los fármacos que el organismo elimina con rapidez y que, por tanto, administrados en otras formas se tendrían que tomar con mucha frecuencia. No obstante, los parches pueden irritar la piel de algunas personas, provocando alérgicas locales, son poco cómodos y estéticos en algunas circunstancias (piscina, playa, sudoración durante el deporte) y de que solo pueden usarse en caso de que los fármacos utilizados se absorban bien por la piel y que no requieran una concentración muy elevada en sangre para conseguir su efecto. Además, dado que hace falta un cierto periodo de tiempo para que el principio activo alcance unos niveles estables en la sangre, solo ha de emplearse para tratar procesos subagudos o crónicos. Además, están limitados por la rapidez con que el fármaco puede pasar a través de la piel. Solo se administran por vía transdérmica fármacos que se utilizan en dosis diarias relativamente bajas. Ejemplos de estos fármacos son la nitroglicerina (para el dolor torácico), la escopolamina (para tratar los trastornos debidos al movimiento, es decir, cinetosis), la nicotina (para dejar de fumar), la clonidina (para la hipertensión) y el fentanilo (para el alivio del dolor).
Via vaginal
Algunos medicamentos pueden administrarse a las mujeres por vía vaginal en forma de:
- solución
- comprimido
- crema
- gel
- supositorio o anillo
Via ocular o oftalmica
Los fármacos utilizados para tratar los trastornos oculares (como el glaucoma, la conjuntivitis y las lesiones) pueden mezclarse con sustancias inactivas para generar un líquido, un gel o un ungüento que puedan ser aplicados en el ojo. Las gotas oftámicas son relativamente fáciles de usar, pero pueden salir del ojo muy rápido y por lo tanto no tener una buena absorción. Las formulaciones en gel y en ungüento mantienen el fármaco en contacto con la superficie del ojo durante más tiempo, aunque pueden empañar la visión. También se puede utilizar la implantación de sólidos, que liberan el fármaco de manera continuada y lenta, pero pueden ser difíciles de colocar y mantener en su sitio. Los fármacos oftálmicos se utilizan fundamentalmente por su efecto local. Por ejemplo, las lágrimas artificiales se utilizan para aliviar la sequedad de los ojos. Otros fármacos (por ejemplo, los utilizados para tratar el glaucoma). como acetazolamida y betaxolol, y los que se emplean para dilatar las pupilas, como fenilefrina y tropicamida) producen un efecto local (actuando directamente sobre los ojos) después de haber sido absorbidos por la córnea y la conjuntiva. Algunos de estos fármacos entran luego en el torrente sanguíneo y pueden tener efectos secundarios no deseados sobre otras partes del cuerpo.
Via nasal
En caso de que un medicamento deba ser inhalado y absorbido por la delgada membrana mucosa que reviste los conductos nasales, es necesario transformarlo en diminutas gotitas suspendidas en el aire (atomizado). Una vez absorbido, el fármaco entra en el torrente sanguíneo. Los fármacos administrados por esta vía suelen actuar rápidamente. Algunos irritan los conductos nasales. Los fármacos que pueden ser administrados por vía nasal son la nicotina (para dejar de fumar), la calcitonina (para la osteoporosis), el sumatriptán (para la migraña) y los corticoesteroides (para las alergias).
Via inhalatoria
Los fármacos administrados por inhalación bucal deben ser atomizados en gotitas más pequeñas que los administrados por vía nasal para lograr que los fármacos pasen por la tráquea y entren en los pulmones. La profundidad que alcanzará el fármaco en los pulmones dependerá del tamaño de las gotas. Cuanto menor sea el tamaño de las gotas, mayor será la profundidad a la que llegará el medicamento y, por tanto, la cantidad absorbida por el organismo. Puede ser administrado por la boca mediante inhalación o por la nariz mediante nebulización. Por lo general, esta vía se suele utilizar cuandoes necesaria una acción local y rápida de un medicamento para tratar enfermedades pulmonares, como el asma, al tiempo que se desean evitar efectos secundarios en otras partes del organismo.
Generalmente, se administran pocos fármacos por esta vía y suele tratarse de aquellos que actúan de manera específica en los pulmones. Para la aplicación del medicamento, se usan distintos tipos de dispositivos, como
- aerosoles
- nebulizadores
- inhaladores de polvo seco
Via rectal
Muchos fármacos que se administran por vía oral pueden también utilizarse por vía rectal en forma de supositorio. En esta presentación, el fármaco se mezcla con una sustancia cerosa que se disuelve o licúa tras ser introducida en el recto. La absorción del fármaco es rápida gracias al revestimiento delgado del recto y al abundante riego sanguíneo. Los supositorios se prescriben para las personas que no pueden tomar un fármaco por vía oral porque tienen náuseas o no pueden tragar, o bien debido a restricciones en la alimentación, como sucede antes y después de una intervención quirúrgica. Los fármacos que pueden ser administrados por vía rectal incluyen el paracetamol (acetaminofeno, para la fiebre), el diazepam (para las convulsiones) y los laxantes (para el estreñimiento). Los fármacos que en forma de supositorio sean irritantes probablemente se administrarán en forma inyectable.
Otras formas farmacéuticas que se introducen por el recto son las cápsulas rectales, las pomadas rectales y las soluciones o dispersiones, como los enemas. Estos pueden contener un medicamento o usarse solo para limpiar el área.La vía rectal, por tanto, puede utilizarse tanto para tratar la zona localmente -inflamaciones, úlceras, hemorroides…- como para conseguir un efecto general en el organismo, ya que la mucosa que recubre el recto contiene abundantes vasos sanguíneos, lo que facilita la rápida absorción del principio activo y su distribución por todo el cuerpo. Aun así, dado que la absorción es irregular e incompleta y algunos medicamentos pueden irritar la mucosa rectal, el supositorio solo debe considerarse cuando la alternativa oral no puede emplearse. Pueden administrarse por esta vía, por ejemplo, el paracetamol, el diazepam y los laxantes