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EL INVENTO MÁS BARATO:

GALLETAS CON TROCITOS DE CHOCOLATE

RUTH GRAVES WAKEFIELD

Nació en Massachusetts en junio de 1903 falleció ahi tras una larga enfermedad en enero de 1977. Fue una chef estadounidense, dietista, educadora, propietaria de una empresa y autora. ​ En 1930, ella y su esposo Kenneth Donald Wakefield compraron un albergue turístico en Whitman, entre Boston y New Bedford. Cuando los Wakefield abrieron su negocio, llamaron al establecimiento Toll House Inn. Ruth cocinó y sirvió toda la comida y pronto ganó fama local y personas de toda la región visitaron la Toll House.​

fue un error?

Se dice que la galleta fue un accidente y que Wakefield esperaba que los trozos se derritieran para hacer galletas de chocolate pero declaró que ella inventó deliberadamente la galleta. Dijo: "Habíamos estado sirviendo una galleta de nuez de caramelo con helado. A todo el mundo parecía encantarle, pero estaba tratando de darles algo diferente. Así se me ocurrió la galleta Toll House"

Las galletas pasaron a llamarse Toll House Crunch Cookies, resonaron en todo el estado de Massachusetts y Wakefield tuvo que reeditar su libro de recetas Toll House Tried and True Recipes . Fueron reseñadas y mencionadas en todos lados, y dispararon las ventas y el trabajo de Wakefield. Y dado que las galletas llevaban de forma invariable chocolate Nestlé incrustado, las ventas de las tabletas también crecieron, lo que llamó la atención de la empresaria.Llegó con la Segunda Guerra Mundial y las galletas también llegaron al campo de batalla. Las madres de los soldados las compraban en The Toll House Inn y se las enviaban a sus hijos. Los muchachos que no eran de Massachusetts comenzaron a pedirlas también, siendo exito nacional.

EXITO TOTAL

Nestlé se pusieron manos a la obra y decidieron comprar las galletas de Wakefield. Quien decidió entregar los derechos de producción por un sólo dolar a cambio de 2 cosas: tanto que su receta original y su nombre apareciera en las cajas de producción de cookies de Nestlé, como que tuviera asegurado de por vida todo el chocolate Nestlé que deseara. Gratis. Dicho y hecho, vendió su éxito por un sólo dólar.

Se explica que, posiblemente, Wakefield, dadas sus dotes culinarias y su conocimiento académico de la gastronomía, trabajó como experta para la compañía durante años.