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tema 4

NOELIA ARAGON DE LA CRUZ

Created on December 18, 2023

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LA ADQUISICIÓN DE LAS REGLAS DE ORGANIZACIÓN DE LAS PALABRAS: EL DESARROLLO MORFOSINTÁCTICO.

Las holofrases y la transición hacia las combinaciones de dos elementos( 12-18 meses).

El habla telegráfica (18-24 meses)

En el desarrollo del lenguaje infantil, los niños comienzan a pronunciar sus primeras palabras alrededor de su primer cumpleaños. Hasta aproximadamente el año y medio, sus expresiones consisten en una sola palabra, lo que se denomina gramaticalmente como holofrases. Aunque algunos teóricos, como Chomsky, sostienen que estas holofrases reflejan estructuras profundas de oraciones en la mente del niño, superficialmente carecen de organización gramatical. Durante este período, los adultos interpretan las holofrases, ya que el contexto es crucial para comprender el significado. Por ejemplo, decir "papá" frente a los zapatos puede significar "estos son los zapatos de papá", mientras que decir lo mismo al salir por la puerta puede significar "papá se ha ido". La verdadera gramaticalización comienza cuando los niños combinan dos elementos, generalmente después de los 18 meses. Para considerar que hay organización gramatical, deben cumplirse ciertos requisitos, como el uso de más de una inflexión morfológica sobre un lexema y la capacidad de aplicar el mismo morfema gramatical a diferentes lexemas. Entre las holofrases y las oraciones de dos elementos, hay una etapa de transición que involucra recursos presintácticos. Estos incluyen repetir una palabra para crear una estructura similar a la sintáctica sin relación conceptual, producir secuencias de palabras relacionadas pero sin orden lógico, y la imitación de frases hechas que han escuchado. Estos recursos facilitan la transición hacia las primeras oraciones de dos elementos al proporcionar al niño una vía para analizar y acceder a las relaciones gramaticales.
Entre el año y medio y los dos años de edad, los niños comienzan a pronunciar oraciones que, según la mayoría de los teóricos, tienen un carácter gramatical. Estas oraciones, conocidas como habla telegráfica, consisten en dos elementos léxicos que se producen encadenadamente y mantienen una relación de significado. La apariencia de estas emisiones se asemeja a los telegramas, ya que omiten elementos morfológicos y sintácticos, como preposiciones, artículos, verbos auxiliares y sufijos. La gramática telegráfica fue estudiada por Braine, quien la clasificó en palabras abiertas (sustantivos, verbos, adjetivos) y palabras pivote (preposiciones, pronombres, verbos auxiliares). La estructura se forma mediante combinaciones de palabras pivote + abierta, abierta + pivote, abierta + abierta, y a veces palabras abiertas solas. Sin embargo, se observa la ausencia de combinaciones pivote + pivote y palabras pivote aisladas. Este enfoque inicial fue criticado por imprecisiones en los registros y por no abordar las relaciones semánticas o de contenido en esta etapa. Estudios posteriores identificaron relaciones semánticas en el habla telegráfica, como identificación, localización, repetición, no existencia, negación, posesión, atribución, agente-acción, acción-objeto, agente-objeto, acción-localización, acción-receptor, acción-instrumento y solicitud de información. La interpretación de estas emisiones aún depende en gran medida del contexto de producción.

Las expresiones de cuatro o más elementos (2,5-5 años).

Las expresiones de tres elementos (2-2,5 años).

A partir de los 2 años y medio, los niños avanzan en dos direcciones en su desarrollo gramatical. Entre los 2 años y medio y los 3 años y medio, progresan morfológicamente al incorporar todas las formas personales y varios tiempos verbales en oraciones simples. También comienzan a utilizar oraciones compuestas, primero coordinadas y luego subordinadas, integrando estructuras desarrolladas en etapas anteriores. Al inicio de esta etapa, alrededor de los 3 años, se observan errores comunes que disminuyen gradualmente hasta los 5 años. Estos incluyen redundancia, el uso plurifuncional de palabras de función, omisión de artículos en plural, sobreutilización de formas determinadas singulares en lugar de indefinidas, y sustitución de formas plurales por formas singulares en referencias al sujeto. Entre los 5 años y la adolescencia, se producen avances en el desarrollo morfosintáctico, especialmente en la comprensión de estructuras complejas y el dominio de estilos discursivos diversos. Estos logros están vinculados al desarrollo de capacidades mentalistas, como la representación de estados mentales, esenciales para comprender intenciones, ironías, chistes y adaptar el discurso según el interlocutor. Además, facilitan la reflexión sobre el propio lenguaje y el desarrollo de habilidades metalingüísticas.

Hacia los dos años, los niños superan el habla telegráfica y muestran avances morfológicos y sintácticos. Se incorporan morfemas gramaticales y elementos de función, como el verbo auxiliar "ser" y los artículos. Se observa el uso del "protoartículo," una forma vocal que funciona como artículo independientemente del género y número del sustantivo. Los niños comienzan a combinar construcciones de etapas anteriores, como agente + acción y acción + objeto, dando lugar a oraciones con estructuras más complejas, como agente + acción + objeto. Emergen las primeras oraciones simples de tres elementos, siendo las limitaciones morfológicas las más destacadas, como el uso limitado de formas verbales y la ausencia de concordancia de género y número entre nombre y artículo. En esta fase, los niños parecen comprender los principios de organización gramatical del lenguaje y se involucran en la búsqueda de regularidades formales, evidenciado por errores de sobre-regularización, donde aplican reglas gramaticales de manera generalizada a formas tanto regulares como irregulares.