Margaret Keane

Margaret Keane

Estilo artístico

Película: "Big eyes"

Margaret Keane (1927-2022) fue una pintora estadounidense conocida por crear obras cuyos protagonistas suelen ser niños con grandes ojos de mirada melancólica. Es famosa por su estilo kitsch y por protagonizar uno de los mayores escándolos en la Historia del Arte reciente al denunciar a su marido reivindicando la autoría de sus obras.

Biografía

Obras

La lucha por su autoría

Margaret Keane, la pintora de los ojos grandes.

Keane nació en 1927 con el nombre Margaret Doris Hawkins en Nashville, Tennessee. De pequeña era conocida en la iglesia local por sus bocetos de ángeles con grandes ojos. Tras su primer matrimonio dio a luz en 1950 a su hija Jane. En 1955 se casó con Walter Keane y continuó perfeccionando su técnica y en 1959 pintó su primer cuadro profesional. Su marido, Walter Keane, se aprovechó de que Margaret firmaba solo con el apellido "Keane" para robar la autoría de sus obras. Finalmente, en 1965 se divorció de Walter y ambos reclamaron los derechos sobre los cuadros. En 1986 demandó a Walter Keane y al periódico USA Today por un artículo en el cual afirmaban que las obras pictóricas eran creación exclusiva de Walter Keane. Afortunadamente, Margaret ganó el juicio y se condenó a Walter Keane a una retribución de 4 millones de dólares por daños emocionales y menoscabo a su reputación. En 2014 se estrenó "Big Eyes", una película biográfica sobre Margaret dirigida por Tim Burton. Margaret Keane es adorada por fanáticos y coleccionistas de todo el mundo. Ha sido una de las artistas más prolíficas e influyentes de la historia, y es un icono estadounidense y una maestra moderna. Su dedicación y amor por la pintura era tal que continúo pintando prácticamente hasta el final de sus días.

El estilo de "los ojos grandes" de Margaret Keane.

Es una retratista que pinta principalmente al óleo mujeres, niños y animales domésticos. Desde pequeña era conocida en la iglesia de su localidad por pintar bocetos de ángeles con grandes ojos y desde ese momento todos los personajes de sus obras se caracterizaron por ello. Margaret inició un estilo ‘kitsch’ despreciado en su momento. Sus cuadros y dibujos se hicieron muy populares entre el gran público durante la década de los años 60 en los Estados Unidos. Su estilo creó una corriente plástica llamada “big eyed”, que en su momento fue despreciada por la crítica especializada, pero que hoy en día se ha convertido en un objeto de culto underground. Realizó retratos para La Casa Blanca encargados por el propio presidente Kennedy y Jerry Lewis, el artista tan de moda en la época, le encargó un retrato familiar en el que todos salían vestidos de arlequines. Incluso el propio Andy Warhol alabó el trabajo de Keane, con el argumento de que si era tan exitoso no podía ser tan malo como aseguraban los críticos. Su estilo ha inspirado a numerosos artistas, incluyendo al creador de los dibujos Las Supernenas, Craig McCracken o la portada del disco Reality de David Bowie diseñada por Rex Ray. Con el tiempo, el arte llamado big eye o big eyed pasó a ser una joya underground. Cuando le preguntaron a Margaret Keane sobre la tristeza que emanaban los ojos de sus cuadros explicó que, aunque se había dado cuenta tarde, reflejaban la opresión que ella sentía en su propia vida.

Retrato de la familia de Jerry Lewis, 1962.

Algunos cuadros de su serie Big Eyes.

Margaret Keane, la pintora que reivindicó su lugar en el mundo del arte.

En 1955 se casó con Walter Keane, al que había conocido en un festival de arte. Ella, que acababa de divorciarse y tenía una hija, vio en él una figura protectora con la que empezar una nueva vida. Debido a la popularidad que alcanzaron los dibujos de Margaret, su marido liquidó el negocio inmobiliario que poseía, dedicándose a vender los dibujos y grabados de su mujer, de forma masiva y en el mercado de los grandes almacenes. Los cuadros iban firmados por “Keane” lo que confundió al público que pensó que el artista era él. Durante ese tiempo Walter se autoproclama el pintor de los cuadros, pero su mujer lo desconocía, ya que pasaba grandes periodos encerrada en su estudio pintando los cuadros. Margaret ha descrito en muchas ocasiones el momento en que se enteró que su marido estaba haciéndose pasar por el autor de los retratos que ella pintaba. Una noche en un club donde Walter exhibía y vendía las pinturas una persona que estaba admirando las obras le preguntó a Margaret si ella también pintaba. Ahí, fue consciente del engaño al que la tenía sometida su marido. Se enfrentó a él cuando llegaron a casa, pero preocupada por lo que podía pasarla a ella y su hija permitió seguir participando en esa mentira. La timidez y el miedo hicieron que durante 12 años el público creyera que los cuadros los pintaba Walter. Harta de observar como se llevaba el mérito, decidió perfeccionar su estilo y firmar sus obras como “MDH Keane”. En 1965 la pareja se divorció, reclamando ambos los derechos sobre los cuadros, casi con un valor millonario en este momento. Margaret se mudó con su hija a Hawai y en 1970 decidió que no iba a mentir más cuando le preguntaran sobre su autoría y le contó toda la verdad a un periodista . Mientras, Walter difamó a Margaret acusándola de mentirosa compulsiva. A mediados de los 80, en una entrevista con el diario USA Today, W. Keane aseguró que su esposa se había atribuido la autoría de las pinturas porque pensaba que él había fallecido, pero que eran de creación exclusiva suya.

Fotografía de Margaret y Walker Keane.

La autoría de las obras fue, finalmente, a juicio y Margaret demandó a su exmarido por difamación. Ya en el juicio, se pidió a ambos que pintaran un cuadro con su estilo característico, para salir de dudas y confirmar la autoría de los mismos. Margaret pintó un niño de enormes ojos tristes en 53 minutos. Walter Keane no pintó nada aludiendo a un supuesto dolor de hombro.El jurado falló a favor de Margaret y le permitió firmar sus obras como Keane. También condenó a Walter a una retribución de 4 millones de dólares por daños emocionales y menoscabo a su reputación. Walter que tenía graves problemas con la bebida, nunca llegó a pagar, pues gastó toda la fortuna que había conseguido con los cuadros de su exmujer.