paradores - Cantabria - Fuente Dé

Limpias

Fuente Dé

Santillana Gil Blas

El paraíso natural también existe en Cantabria. En la comarca de Liébana, en el Parque Nacional de los Picos de Europa, se encuentra el parador de Fuente Dé, un hotel de montaña situado en la base del teleférico que sube al mirador de Áliva. La oferta de planes es variada. Para los que gustan de andar, destacar la ruta por Horcados Rojos, una pared vertical de 300 metros que cae sobre el camino de subida al refugio Cabaña Verónica. Para los que prefieren pasear, los bonitos pueblos de Mogrovejo y Potes quedan a 15 y 25 minutos en coche respectivamente. Para todos, la cocina tradicional cántabra que sirven en el restaurante del parador.

Fuente Dé

La situación es idílica: a los pies del parador se encuentra el pantano de Sau; a 20 minutos en coche se halla Vic, con su precioso casco antiguo; y a 82 kilómetros por autovía, Barcelona. La piscina de temporada de este hotel con aires de masía catalana es casi una prolongación del hermoso lago, en el que practicar deportes de aventura. En el restaurante se sirven platos de la comarca de Osona como la butifarra con alubias del Ganxet o guisos de mar y montaña como el pollo de payés con cigalas.

Barcelona

Vic-Sau

En la margen derecha de la ría de Limpias, a nueve kilómetros de la costa, se ubica este palacio del siglo XX convertido en parador. El hotel, de cuatro estrellas, cuenta con piscina de temporada, pistas de tenis y pádel y sala infantil de juegos. Desde Limpias se pueden visitar las cercanas Laredo y Santoña y sus playas. Sin salir de la villa, el casco antiguo cuenta con la llamativa ermita de Santa Isabel, siempre cubierta de hiedra, y el viejo colegio de San Vicente de Paúl. Y, sin moverse del parador, lo mejor de la cocina cántabra: anchoas, quesucos, alubias, almejas en salsa verde...

Limpias

El parador se ubica en un castillo del siglo IX que desde lo alto vigila Cardona, un pueblo de interior de 4.652 habitantes. La panorámica que ofrece esta fortificación medieval es extraordinaria desde todos sus ángulos. Fruto de los parajes naturales que rodean a esta villa, este hotel de cuatro estrellas constituye un buen punto de partida para rutas a pie o en bici por los senderos de la Vía Salaria, el Camino de los Monjes o el de la Frontera. El parador, un reclamo para los aficionados al cicloturismo, cuenta con zona de taller y de custodia de bicicletas. Para reponer fuerzas, el chef sugiere escudella amb galets, paletilla de cabrito o timbal de mató (requesón).

Barcelona

Cardona

Este parador se ubica en la casona de los Barreda-Bracho, en la plaza de Ramón Pelayo de Santillana del Mar, villa declarada Monumento Nacional con orígenes en el siglo VIII. Los grandes atractivos del centro histórico, peatonalizado, son la Casa del Águila y la Casa de la Plaza, la estatua al hombre de Altamira y el edificio que alberga el Ayuntamiento. A 15 kilómetros, ya en la costa, queda el bonito pueblo de Comillas. Contiguo al parador de Santillana Gil Blas se halla el de Santillana del Mar, que va a estar cerrado por obras hasta el 1 de octubre de 2025.

Santillana Gil Blas

Ubicado en lo alto de un cerro a la entrada de Vielha, este alojamiento de cuatro estrellas es un excelente arranque para conocer la naturaleza de la Vall d’Aran y las cercanas pistas de esquí. El parador, que ofrece panorámicas del Pirineo catalán, cuenta con servicio de masajes, spa y una piscina interior y otra exterior. El restaurante, que mira al manto verde o al blanco que se extiende por las montañas según la época del año, ofrece esturión DO Vall d’Aran, carpaccio de manitas o la tradicional olla aranesa (cocido con butifarra, pilota de carne y alubias).

Lleida

Vielha