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Mapa mental segunda revolucion industrial

MISAEL OSMAR MOSQUEDA OROZCO

Created on September 27, 2023

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Transcript

Historia

SegundA REVOLUCION INDUSTRIAL

Integrantes: Misael Osmar Mosqueda Orozco. Alejandro Lerma Alvarez. Antonio de Jesus Angel Sanchez. Bryan Alain Gonzalez Castillo. Cesar Casañas Figueroa. Evan David Villareal Garcia.

Globalizacion.

Avances cientificos.

Paz armada.

HISTORIA

Segunda revolucion industrial.

Periodizacion.

Imperialismo.

Ventajas y desventajas.

Nacionalismo.

Monopolios.

Antesedentes.

Historia

Segunda revolucion industrial

Potencias mundiales.

Energias.

Tecnologias.

Globalizacion.

Durante la Segunda Revolución Industrial, que abarcó aproximadamente desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, la globalización experimentó un aumento significativo. Algunos aspectos clave de la globalización durante este período incluyeron el aumento del comercio internacional gracias al desarrollo de ferrocarriles, barcos de vapor y el telégrafo, lo que facilitó la expansión de los mercados globales. Además, las potencias coloniales europeas ampliaron sus imperios, lo que llevó a una mayor integración económica entre colonias y metrópolis. Las inversiones extranjeras directas se incrementaron, impulsando el desarrollo económico en varias regiones. La invención del teléfono y el telégrafo permitió una comunicación más rápida y eficiente entre naciones. También hubo una migración significativa de trabajadores en busca de oportunidades laborales, lo que condujo a una mayor diversidad cultural en áreas urbanas. Finalmente, se establecieron mercados financieros globales, como la Bolsa de Valores de Nueva York, que desempeñaron un papel importante en la asignación de capital a nivel internacional. En resumen, la Segunda Revolución Industrial fue un catalizador importante para la globalización, mejorando la conectividad, el comercio y la inversión a nivel mundial y sentando las bases para una mayor interconexión económica y cultural en el siglo XX.

Antecedentes.

Durante la Segunda Revolución Industrial, innovaciones clave como la metalurgia avanzada, el desarrollo del ferrocarril, avances en química y farmacia, así como la expansión de la industria textil y el desarrollo de la tecnología de la información, impulsaron un rápido crecimiento industrial y tecnológico.Hay muchos factores que contribuyeron a la Segunda Revolución Industrial, pero algunos de ellos, tal vez los más resaltantes, son: El aumento de la demanda de bienes y servicios. A medida que más personas se trasladaban a las ciudades, necesitaban más bienes y servicios que nunca.

Potencias.

Durante la Segunda Revolución Industrial, varias potencias industriales emergieron como líderes globales debido a su innovación tecnológica y desarrollo industrial. Entre estas potencias se encontraban:Reino Unido: Continuó siendo un líder industrial en la industria textil, la construcción naval y la minería del carbón. La Revolución Ferroviaria británica también impulsó su red ferroviaria. Estados Unidos: Experimentó un rápido crecimiento industrial y económico, destacándose en la producción de acero, petróleo y maquinaria. La invención del motor de combustión interna y la producción en masa fueron impulsores clave. Alemania: Se convirtió en un centro industrial poderoso, liderando en química y tecnología. Desarrolló una base manufacturera sólida. Francia: Experimentó un crecimiento económico significativo con fortalezas en la industria aeroespacial, química y electrónica. París se convirtió en un centro cultural y científico. Japón: Inició su industrialización y modernización, centrándose en la manufactura, acero y productos químicos, importando conocimientos occidentales. Rusia: Experimentó un crecimiento industrial tardío, centrado en acero y productos agrícolas, pero su sistema político autocrático limitó su desarrollo a largo plazo. Bélgica: Pionera en la industrialización continental europea, lideró en textiles, metalurgia e ingeniería, sirviendo de modelo para otras naciones europeas. Estas potencias industriales desempeñaron un papel crucial en la transformación de la economía y la sociedad a nivel mundial, sentando las bases para la era moderna con avances tecnológicos y económicos significativos.

Periodizacion.

La Segunda Revolución Industrial, que abarcó aproximadamente desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, se dividió en varias fases distintivas que marcaron su desarrollo. En la primera fase, se produjeron avances significativos en la industria textil, metalurgia y minería, con la invención de la máquina de vapor y la expansión de la red ferroviaria como hitos clave. En la segunda fase, la industrialización se expandió a nuevas industrias como la química y la electrónica, impulsada por la electricidad y la iluminación eléctrica. La tercera fase se caracterizó por la producción en masa y la automatización, liderada por Henry Ford. Finalmente, en la cuarta fase, se avanzó en la tecnología de la comunicación con la invención del teléfono y el telégrafo, y la industria del petróleo y la química continuaron su crecimiento. Es importante destacar que estos avances no ocurrieron de manera uniforme en todos los lugares y sectores industriales, y las fechas exactas de cada fase pueden variar según la interpretación de los historiadores.

Energias.

Durante la Segunda Revolución Industrial, la tecnología desempeñó un papel fundamental en la transformación de la sociedad y la industria. La invención y aplicación de la electricidad permitieron la iluminación eléctrica en hogares y fábricas, mejorando la productividad y la calidad de vida. Además, el desarrollo del motor de combustión interna revolucionó el transporte y la movilidad. En cuanto a las fuentes de energía, se produjo una diversificación significativa.El carbón siguió siendo crucial para la generación de energía y el funcionamiento de locomotoras de vapor y fábricas. La electricidad se volvió esencial gracias al desarrollo de centrales eléctricas. El petróleo y sus derivados, como la gasolina, transformaron el transporte con la invención del automóvil. También se utilizaron energías renovables como la hidroeléctrica, eólica y solar en menor medida, marcando una transición hacia fuentes más sostenibles. El gas natural se utilizó en aplicaciones residenciales e industriales, y en conjunto, estas fuentes de energía desempeñaron un papel crucial en la evolución de la sociedad y la industria durante este período.

Monopolios.

Durante la Segunda Revolución Industrial, que abarcó desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, se produjeron notables monopolios en varias industrias clave. Uno de los ejemplos más destacados fue el monopolio del petróleo, encabezado por la Standard Oil Company fundada por John D. Rockefeller en 1870. Esta empresa adquirió y consolidó numerosas compañías petroleras, controlando así virtualmente todos los aspectos de la industria del petróleo, desde la producción hasta la distribución, y estableciendo un monopolio en el sector.Otro sector afectado fue la industria del acero, donde Andrew Carnegie desempeñó un papel destacado. En 1901, Carnegie fusionó su compañía con otras para crear la United States Steel Corporation, el primer conglomerado de acero en los Estados Unidos, ejemplificando el poder de los monopolios en la industria siderúrgica. Asimismo, en el ámbito de los ferrocarriles, varias compañías monopolizaron las rutas de transporte ferroviario en diferentes regiones de los Estados Unidos. Un ejemplo notable fue la fusión de la Union Pacific y la Central Pacific para formar el Primer Ferrocarril Transcontinental, otorgándoles un control significativo sobre el transporte de mercancías y pasajeros en el oeste del país. En el campo de las telecomunicaciones, Western Union dominó la industria a través de sus servicios de telégrafo, mientras que AT&T (American Telephone and Telegraph) controlaba el sector de la telefonía. Ambas empresas tenían una posición casi monopolística en sus respectivos campos. Estos monopolios suscitaron preocupaciones sobre su poder y prácticas anticompetitivas, lo que llevó al gobierno de los Estados Unidos a implementar medidas antimonopolio, como la Ley Sherman Antitrust en 1890. Estas leyes tenían como objetivo regular y desmantelar empresas que ejercían un control excesivo sobre sus respectivas industrias y la economía en general, marcando así un esfuerzo por mitigar el impacto de estos monopolios en la economía de la época.

Nacionalismo.

Durante la Segunda Revolución Industrial, el nacionalismo surgió como una ideología que enfatizaba la unidad y la identidad de naciones compartiendo historia, cultura o territorio. Esto tuvo una fuerte influencia en la competencia industrial, el imperialismo, la formación de identidades nacionales, movimientos independentistas, y rivalidades internacionales que culminaron en la Primera Guerra Mundial.

Tecnologias.

LLa tecnología fue esencial en la Segunda Revolución Industrial, impulsando la industrialización y transformando la sociedad. Aspectos clave de esta tecnología incluyeron la electricidad, que permitió la iluminación eléctrica y mejoró la productividad; el motor de combustión interna, revolucionando el transporte; la maquinaria y mecanización que aumentaron la productividad; las comunicaciones mejoradas con el teléfono y el telégrafo; la expansión de los ferrocarriles que impulsó la economía global; avances en química y metalurgia; la producción en masa de automóviles; y el inicio de la aviación moderna. Estos avances sentaron las bases de la sociedad industrializada actual.

Periodizacion.

La Segunda Revolución Industrial, que se desarrolló aproximadamente desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, fue un período de transformación que trajo consigo ventajas y desventajas significativas. Entre las ventajas más destacadas se encuentran los notables avances tecnológicos que marcaron la época. Durante este período, se produjeron importantes innovaciones en áreas como la comunicación, la energía y la producción industrial. La invención del teléfono, la luz eléctrica, el motor de combustión interna y la producción en masa fueron algunos de los logros tecnológicos que impulsaron el progreso y mejoraron la calidad de vida de las personas. Además, se promovió la urbanización y el desarrollo de infraestructura, incluyendo sistemas de transporte como ferrocarriles y carreteras, facilitando así el comercio y la movilidad. Por otro lado, esta era también presentó desafíos significativos. Uno de los problemas más evidentes fue la creciente desigualdad económica. A pesar del sólido crecimiento económico, la brecha entre las clases trabajadoras y los empresarios industriales se ensanchó, generando una desigualdad económica considerable. Las condiciones laborales precarias fueron otro aspecto negativo de la Segunda Revolución Industrial. Los trabajadores a menudo se enfrentaron a condiciones laborales peligrosas, largas jornadas de trabajo y una falta de regulación laboral adecuada. Esto llevó a conflictos laborales y huelgas en busca de mejores condiciones. Además, la industrialización rápida tuvo consecuencias negativas para el medio ambiente. La contaminación del aire y el agua se convirtieron en problemas importantes, al igual que la degradación ambiental en general. Estos efectos perjudiciales tuvieron un impacto a largo plazo en la salud y el entorno. Otra desventaja significativa fue la dependencia de recursos no renovables, como el carbón y el petróleo. Esto planteó problemas de agotamiento de recursos y contribuyó al aumento de la huella de carbono, con efectos ambientales adversos. Finalmente, el rápido crecimiento industrial también conllevó tensiones geopolíticas, competencia por recursos y, en última instancia, conflictos como la Primera Guerra Mundial.

Avances cientificos.

Durante el siglo XIX, se produjo una serie de notables avances tecnológicos que transformaron la sociedad y la industria. Desde la invención de la pila eléctrica por Alessandro Volta en 1800 hasta el descubrimiento del radio por el matrimonio Curie en 1897, hubo innovaciones en iluminación, transporte, comunicación y metalurgia. Entre estas destacan la introducción de farolas de gas en 1814, el viaje transatlántico del barco de vapor "Savannah" en 1819, la invención de la fotografía en 1827 y la máquina de escribir en 1828. En 1830, se inauguró la primera línea de ferrocarril en Liverpool y Manchester, y en 1835, Samuel Morse desarrolló con éxito el telégrafo eléctrico. Charles Goodyear logró la vulcanización del caucho en 1839, y en 1850 se instaló el primer cable submarino en el Paso de Calais. La construcción del Canal de Suez comenzó en 1853, y en 1854, Elisha Otis inventó el ascensor hidráulico. En 1856, Henry Bessemer creó el convertidor para obtener acero industrial. Ferdinand Carré diseñó un aparato de refrigeración en 1860, y Alfred Nobel inventó la dinamita en 1867. Alexander Graham Bell y Elisha Gray introdujeron el teléfono eléctrico en 1876, seguido por la invención de la bombilla eléctrica por Thomas Edison en 1878. La década de 1880 vio la invención de la bicicleta y la construcción de vehículos automóviles propulsados por gasolina por parte de Gottlieb Daimler y Carl Benz en 1885. En 1895, Peugeot hizo circular un automóvil con neumáticos, y los hermanos Lumière inventaron un aparato cinematográfico, mientras que el descubrimiento del radio por el matrimonio Curie en 1897 cerró un siglo de innovación técnica. Estos avances estuvieron estrechamente ligados al crecimiento y diversificación de la oferta de energía, con la electricidad y el petróleo desempeñando un papel esencial en el éxito de estas innovaciones y sentando las bases para la era moderna.

Paz armada.

El período de 1871 a 1914 en Europa ha sido llamado "la Paz Armada" porque, aunque hubo guerras, no involucraron a todas las principales potencias europeas. En lugar de eso, se usaron conflictos para colonizar Asia, África y Oceanía, y hubo enfrentamientos entre países colonizadores como Francia e Inglaterra. Sin embargo, la amenaza de una gran guerra era evidente debido a la lucha por el reparto del mundo y las ambiciones expansionistas, especialmente en Alemania. Este período se caracterizó por la creciente producción de armas y tecnología militar, lo que llevó a la competencia entre las naciones. Se desarrollaron acorazados, ametralladoras, dinamita, fusiles de retrocarga, torrecillas de acero, submarinos y más. Grandes empresas como Krupp, Carnegie Steel y Nobel se convirtieron en gigantes de la industria armamentística. La fabricación de armas experimentó una industrialización significativa, lo que permitió a otras naciones competir con Inglaterra. Sin embargo, la política y la oposición a aumentar el gasto militar y los impuestos a menudo obstaculizaron el crecimiento de la producción bélica. Por ejemplo, Inglaterra vio declinar su flota a pesar de ser la más poderosa debido a la falta de inversión en tecnología naval. A pesar de los obstáculos políticos, el desarrollo técnico continuó imparable con inventos como cañones de gran calibre de tiro rápido, barcos más veloces, destructores, submarinos y aviones lanzatorpedos. En resumen, "la Paz Armada" fue un período en el que se produjo una preparación masiva para la guerra a pesar de la falta de un conflicto a gran escala, impulsada por la competencia y el desarrollo tecnológico en el campo militar. La producción de armas no se detuvo y, una vez que estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, los límites a la producción de armas desaparecieron por completo.

Imperialismo.

Entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, emerge una nueva forma de organización del sistema capitalista, conocida como Imperialismo, que se caracteriza por la expansión económica de las potencias capitalistas como: Inglaterra, Estados Unidos y Francia hacia el resto del mundo. Imponiendo su hegemonía económica, política y cultural mediante la apropiación de los recursos naturales, la explotación de los trabajadores y la inversión extranjera directa a los países menos desarrollados. El imperialismo es causa y efecto del rápido desarrollo de las innovaciones tecnológicas (segunda revolución industrial), principalmente en la industria química, la invención del motor de combustión interna, los nuevos métodos de fundición de acero; y las nuevas fuentes de energía como la electricidad, el petróleo y el gas, entre otras. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, las potencias capitalistas como Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Francia, Alemania y Rusia, buscan el control de las materias primas y de los mercados en todo el mundo. Los recursos naturales de países pobres como México van a ser explotados por grandes compañías monopolistas, que cuentan con el apoyo de los gobiernos locales, y serán convertidos en grandes mercados de consumo de productos industrializados. Para 1914, los países europeos obtuvieron el control total sobre el continente africano (con excepción de Etiopía) y fracturaron, junto con los Estados Unidos y Japón los antiguos imperios y sociedades en el Lejano Oriente para formar estados coloniales. La mayoría de las naciones americanas como México, entraron en nuevos esquemas de dependencia, debido a la falta de recursos, dependían del capital extranjero en forma de deuda externa e inversiones de capital de la Gran Bretaña, Francia Estados Unidos.