Yodo y derivados
Agentes oxidantes
TINTURA DE YODO
El yodo elemental es uno de los bactericidas de mayor potencia cuando actúa sobre la piel íntegra, ya que se inactiva fácilmente en contacto con la sangre y el suero.
El poder germicida de los agentes oxidantes se debe a su capacidad de ceder oxígeno, conduciendo a la inactivación de ciertas proteínas enzimáticas. Los principales agentes oxidantes son el agua oxigenada y el permanganato potásico.
IODOFOROS
Antisépticos y desinfectantes
Cloro
Ácido bórico
Cloroxilenol
Puede encontrarse bajo las formas de cloro gaseoso, hipocloritos o cloraminas.
Actúa como bacteriostático y fungistático y como bactericida a concentraciones superiores. Está desaconsejado, especialmente en niños por los efectos tóxicos derivados de su posible absorción sistémica. Su concentración no puede superar el 5%.
Los desinfectantes son sustancias que se emplean para destruir los microorganismos o inhibir su desarrollo, y que ejercen su acción sobre una superficie inerte u objeto inanimado. Los antisépticos son sustancias que se aplican sobre tejidos con vida, con el objeto de matar o impedir el desarrollo de los microorganismos. Otra diferencia entre antisépticos y desinfectantes es que los primeros son menos potentes.
Hexaclorofeno
Biguanidas
Cresol
Alcoholes
Los tensioactivos catiónicos
Detergentes
Los alcoholes poseen propiedades germicidas que vienen determinadas por su capacidad de desnaturalizar las proteínas plasmáticas y la disminución de la tensión interfacial. La potencia antiséptica de los alcoholes es variable. Los alcoholes alifáticos etanol e isopropanol son bactericidas de potencia intermedia.
cloruro de benzalconio
Fenoles y derivados
cloruro de bencetonio
Triclosán
Es una mezcla de los tres isómeros, orto, meta y paracresoles y por su carácter irritante se emplea en desinfección exterior y solución jabonosa.
Su uso está limitado por que resulta potencialmente tóxico para el sistema nervioso. Es bacteriostático activo frente a grampositivas, menos activo en gramnegativas y no actúa frente a las esporas.
Los tensioactivos se clasifican en tres grupos: aniónicos, catiónicos y no iónicos. Centrándonos en la actividad antiséptica, los más interesantes son los correspondientes al grupo de los catiónicos.
Ácidos orgánicos
Se encuentra el ácido benzoico que se utiliza en forma tópica como antibacteriano y antifúngico para heridas, quemaduras térmicas, químicas y eléctricas, úlceras varicosas en asociación con otros ácidos orgánicos. También tenemos el ácido acético, que diluido al 33% en agua destilada se emplea a distintas concentraciones como bactericida o basteriostático.
Se usa como bactericida o bacteriostático en distintas diluciones según su aplicación, además es activo en hongos y virus.
El fenol fue uno de los primeros antisépticos descritos, pero actualmente es poco utilizado por su gran toxicidad y su poder irritante, por ello se limita su empleo como desinfectante de uso limitado.
Se utiliza para la desinfección de pequeñas heridas en solución acuosa al 0,1% o para preparar la piel en solución etanólica al 0,2%, o a concentraciones inferirores (0,02%) en infecciones oculares, nasales y óticas.
Tintura de yodo
Aunque tiene un amplio espectro microbiano y actúa con rapidez, tiene el inconveniente de que puede irritar la piel y que la sangre o el pus reducen bastante su eficacia. Por su poder irritante no se aplica sobre mucosas. Iodóforos El principal problema de las soluciones de yodo es su efecto irritante sobre la piel y su poder sensibilizante. Este inconveniente se ve en parte reducido por los iodóforos que son complejos orgánicos de yodo que lo liberan gradualmente a los tejidos. De esta forma, disminuye la toxicidad propia del yodo libre y pueden aplicarse en membranas mucosas. Iones yoduro Se usan en forma de soluciones acuosas o alcohólicas a distintas concentraciones de yodo y yoduro potásico (que aumenta la solubilidad del yodo y la estabilidad de la solución).
Son principalmente compuestos de amonio cuaternario que tienen una acción potente y rápida.
Se trata de un producto ampliamente utilizado. En la práctica se usa en forma de sales, acetato, clorhidrato y especialmente el gluconato. Su uso está recomendado para el lavado quirúrgico y la preparación de la piel y, asimismo, para la desinfección de heridas y quemaduras. También se encuentra en preparados contra la tos, enjuagues bucales, irrigaciones oculares, lavado de manos prequirúrgico.
Alcohol etílico Se emplea en desinfección de la piel antes de las inyecciones cutáneas, en extracciones sanguíneas y en la desinfección de jeringas y termómetros clínicos (siempre que se deje el tiempo suficiente de contacto). Isopropanol El alcohol isopropílico tiene un poder desinfectante superior al del etanol, además es menos volátil y menos corrosivo sobre los objetos metálicos. Por el contrario, resulta más irritante que el anterior. Al igual que el etanol, se emplea para la limpieza y desinfección preoperatoria. Aldehídos (formol) El formaldehído es un potente desinfectante, con gran poder de penetración y de acción irritante para la piel y mucosas. Es tóxico, tanto en forma gaseosa (produce irritación de la mucosa ocular y respiratoria) como por ingestión, produciendo alteraciones digestivas y del sistema nervioso. Halógenos y compuestos halogenados
Los halógenos, especialmente el cloro y el yodo, son dos bactericidas muy potentes que se utilizan como bactericidas y antisépticos. El cloro se utiliza principalmente para la desinfección del agua y el yodo como desinfectante de la piel.
Es activo frente a bacterias gramnegativas y positivas y utilizado como antiséptico en jabones y desodorantes.
Es activo contra la mayoría de los microorganismos y su potencia se reduce en presencia de sangre o materia orgánica. Se encuentra disponible en preparados tanto como desinfectante o como antiséptico cutáneo.
Agua oxigenada Es muy utilizada para limpiar heridas, ya que a su acción antiséptica se añade la ventaja de ser coagulante en casos de pequeñas hemorragias. También se emplea diluida en afecciones bucales o de garganta. Permanganato potásico
También se utiliza para desinfectar heridas pero es poco empleado por ser inactivado con facilidad y poseer una acción más lenta que el anterior.
Hipoclorito sódico La solución de hipoclorito sódico es muy potente como desinfectante para uso externo (ataca a virus y bacterias). Se emplea en desinfección de paredes, pisos, sanitarios, recipientes de alimentos, útiles de aseo, etc. Cloraminas Son derivados orgánicos del cloro, de actividad algo inferior al hipoclorito sódico, pero con menos poder irritante sobre la piel, ya que liberan el cloro de forma gradual. Esta liberación puede ser en forma de cloro (cuando el medio es ácido) y en forma de ácido hipocloroso (en medio neutro). La cloramina T se emplea en el lavado de heridas y como antiséptico quirúrgico o irrigaciones vaginales. Compuestos metálicos La acción antibacteriana del mercurio y otros metales pesados se basa en su capacidad para reaccionar con los grupos sulfhidrilos de las proteínas para formar sulfuros, anulando de esta forma la actividad enzimática de éstas. Los más empleados como antisépticos son los derivados del mercurio y de la plata. Mercuriales Los compuestos orgánicos de mercurio (mercurocromo, tiomersal) tienen interés para uso tópico por ser menos tóxicos y menos irritantes (aunque también son menos potentes), por ello se emplean mucho como antisépticos de la piel y heridas por su acción bacteriostática y antifúngica. Derivados de plata El nitrato de plata es un germicida muy potente y de acción rápida que actúa precipitando las proteínas de los tejidos y libera lentamente plata ionizada que posee una acción bacteriostática.