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¿COMO DISTINGUIR UN REFORZADOR?

Victor Manuel Romero Mtz

Created on July 19, 2023

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Transcript

¿Cómo se distingue un reforzador?

REFORZADORES POSITIVOS

REALIZACIÓN DE REFORZAMIENTO

REFORZADORES NEGATIVOS

Definición

Reforzamiento negativo

CANTIDAD Y CALIDAD DEL REFORZADOR

RECEPTOR DEL REFORZAMIENTO

PROGRAMACIÓN

Castigo

Conceptos relevantes

ORIGEN

PROGRAMA DE REFORZAMIENTO INTERMITENTE

Extinción

Control de estímulos

Acontecimientos ambientales

Castigo positivo

Naturaleza

Estímulo aversivo

Castigo negativo.

Proceso de reforzamiento

Técnicas de reducción

Programas de reforzamiento

Procedimientos

Programación

Tiempo fuera de reforzamiento

REFERENCIAS

Domjan (2010 p.167), señala que la característica de la conducta instrumental es la que produce consecuencias y es controlada por ellas, esto pone en evidencia que la relación entre la conducta y sus consecuencias también puede ser probabilística. Por lo tanto, para que la respuesta sea eficiente, es necesario saber cuándo se tiene que hacer algo para obtener un reforzador y cuando es probable que se reciba el reforzador independientemente de las acciones. Domjan (2010 p.168), explica que existen dos tipos de relaciones entre una respuesta y un reforzador: 1.-Una es la relación temporal, que se refiere al tiempo entre la respuesta y el reforzador. Un caso especial de relación temporal es la contigüidad temporal, que se refiere a la entrega del reforzador inmediatamente después de la respuesta. 2.-El segundo tipo de relación entre una respuesta y el reforzador es la relación causal o contingencia entre respuesta y reforzador. Esta se refiere al grado en que la respuesta instrumental es necesaria y suficiente para la presentación del reforzador. También se debe considerar que los factores temporales y causales son independientes uno del otro, es decir, una relación temporal fuerte puede no requerir de una causal fuerte y viceversa.

El principio de extinción establece que: (a) si, en una situación concreta, una persona emite una respuesta previamente reforzada y ahora no va seguida por una consecuencia reforzante, (b) esa persona es menos proclive a repetir la misma conducta cuando se vuelva a encontrar en una situación similar. Dicho de otra forma, si una respuesta se ha incrementado en frecuencia mediante reforzamiento positivo, el cese completo del reforzamiento causará una disminución en la frecuencia de la misma (Martin & Pear, 2008, p. 64).

Monroy, T. (2022), en su aportacion en su pagina web, explica que el refuerzo positivo en psicologia, pueden condensarse en las siguientes categorías: 6.Reforzadores de consumo o refuerzo comestible. Son bienes comestibles, como golosinas, galletas, fruta y refrescos. 7.Reforzadores de Actividad. Podrían ser la oportunidad de ver televisión, colorear un libro de dibujos, leer un libro, ir al cine, comprar, entre otros o incluso mirar por la ventana. 8.Reforzadores Manipulativos. Incluyen el acceso al entretenimiento con un juego favorito, colorear, montar en bicicleta, navegar por Internet. 9.Reforzadores de posesión. Hacen referencia a las oportunidades de disfrutar en exclusiva, al menos temporalmente, de algún otro objeto como sentarse en la silla preferida, ponerse el vestido favorito, tener una habitación individual, asistir a un evento de acceso limitado, etc. 10.Reforzadores Sociales. Acevedo (2022) explica que incluyen palmaditas afectuosas o abrazos, elogios, gestos de aprobación, sonrisas, incluso una simple mirada o cualquier otra indicación de atención social, tambien los que provienen de la sociedad y de forma externa, siendo su finalidad la de afianzar la conducta de un sujeto.

Ruiz (2019), da como conceptos relevantes:3. Refuerzo. Proceso de aprendizaje que tiene que ver con el aumento de la probabilidad de la conducta, por su asociación con un cambio estimulante tras su emisión. 4. Reforzamiento. Es el procedimiento mediante el cual las consecuencias producen el aprendizaje. Aumento de la probabilidad de ocurrencia de la conducta, el procedimiento se lleva a cabo de dos formas: a)Introduciendo un estímulo placentero(reforzamiento positivo) b)retirando un estímulo aversivo(reforzamiento negativo). 5. Reforzador. Es el estímulo concreto. Se utiliza para que se produzca el reforzamiento positivo o negativo.

Existen ciertos factores que influyen en la eficacia del proceso del reforzamiento positivo, y son los siguientes: 11. Selección del comportamiento que se requiere incrementar: Martin y Pear (2008, p. 4), explican que se necesita identificar las conductas que se quieren reforzar primeramente. Se identifica la categoría general de la conducta (por ej. ser más simpático) y luego los aspectos específicos (sonreír). 12. Elección de reforzadores: Elegir el reforzador que sea más adecuado, la clave es aportar un reforzador efectiva para la persona con quien se está trabajando en ese momento (Bados y Garcia, 2008, p. 40). 13. Operaciones motivacionales: Un aspecto indispensable a considerar es que la mayoría de los reforzadores no serán efectivos a menos que la persona haya sido privada de ellos durante cierto tiempo antes de otorgarlos. En general, cuanto mayor haya sido el tiempo de privación, más efectivos serán. 14. De aquí parten dos conceptos importantes: privación describe el periodo, antes de la sesión de entrenamiento, durante el que el individuo no experimentó el reforzado (Bados y Garcia, 2008, p. 15) 15. saciedad hace referencia a la condición en que la persona ha experimentado el reforzador hasta un punto en que ya no es reforzante (Bados y Garcia, 2008, p. 15)

16. Tamaño del reforzador: El tamaño (cantidad o magnitud) de un reforzador es un determinante importante de su eficacia. Es decir, la cantidad óptima que garantice la eficacia de un reforzador dependerá de otros factores, como la dificultad de la conducta y la existencia de alternativas rivales con sus correspondientes recompensas. Por lo que se requiere pensar en la cantidad del reforzador que debería ser lo suficientemente grande como para fortalecer la conducta que se quiere incrementar (Psico Conducta, 2019) 17. Instrucciones. El uso de reglas: Para que un reforzador incremente la conducta de una persona, no es necesario que ella sea capaz de hablar o indicar que comprende los motivos por los que está siendo reforzada. Después de todo, el principio ha demostrado sobradamente su eficacia en animales no verbales. No obstante, por lo general es aconsejable emplear instrucciones. Se entienden como instrucciones a las reglas específicas o guías que indican que determinadas conductas desaparecerán en situaciones concretas y pueden facilitar elcambio conductual de varias maneras (Psico Conducta, 2019) 18. El reforzador ha de ser inmediato: Bados y Garcia (2008 p. 5-6) señalan que, para conseguir una eficacia máxima, un reforzador ha de aplicarse inmediatamente después de la respuesta deseada. 19. Refuerzo contingente y no contingente: Bados y Garcia (2008 p. 2-3), explican que cuando una conducta debe ocurrir antes de que el reforzador sea presentado, se dice que el reforzador es contingente a esa conducta. Si el reforzador se presenta en un momento determinado, a pesar de la conducta precedente, se dice que el reforzador no es contingente.

De acuerdo a lo planteado por Bados y Garcia (2008, p. 6)26 .-Son las reglas que describen cómo fomentar, incrementar y mantener una conducta en función de la aplicación de los reforzadores una vez emitida la conducta. Dichos programas de reforzamiento son: 27.-Reforzamiento intermitente: Bados y Garcia (2008, p. 6), menciona que supone administrar el reforzador de manera contingente a la realización de una conducta, pero no en todas las ocasiones que ésta se lleve a cabo. El reforzamiento intermitente puede llevarse a cabo mediante dos tipos de programas: 28.-Programas de razón: Bados y Garcia (2008, p. 46), describe que , bajo los programas de razón, no es tan importante la cantidad de tiempo que le toma a la persona emitir el número de respuestas necesario. En estos programas se establece lo que deberá emitirse en un determinado número de respuestas antes de que una emisión sea reforzada. 29.-Puede ser fijo (En este tipo de programas, el reforzador se obtiene de forma contingente a la realización de la conducta el número de veces previamente estipulado pero se suministra el reforzador con plazos de cierta cantidad de tiempo) ó variable ( además se requiere que haya un cierto número de respuesta antes de suministrar el reforzador; sin embargo, en este caso, el número de veces de la realización de la conducta puede variar alrededor de un promedio de un reforzamiento a otro). 30.-Programas de intervalo: Bados y Garcia (2008, p. 46), menciona que en los programas de intervalo lo importante no es el número de respuestas, siempre y cuando el organismo emita la única respuesta necesaria para obtener reforzamiento una vez que haya concluido el intervalo, es decir, los programas de intervalo establecen que deberá pasar un determinado tiempo antes de que una respuesta sea reforzada. En este caso el intervalo podrá medirse a partir de cualquier evento; sin embargo, se utiliza como criterio el final del reforzamiento anterior. En los programas de intervalo, el simple paso del tiempo trae consigo una oportunidad para el reforzamiento; siempre y cuando haya transcurrido el intervalo, solo se requerirá una respuesta para producir el reforzamiento. Este tipo de programas pueden ser fijos, cuando el espacio de tiempo está claramente establecido (por ejemplo, cada 10 minutos) o variable cuando se aplica según un intervalo medio (por ejemplo, que la observación transcurra al menos dentro de un periodo de cada 10 minutos).

Castigo Negativo Existen dos tipos fundamentales de castigo basado en la retirada de estímulos positivos: Tiempo-fuera de reforzamiento y Coste de Respuestas. Tiempo fuera de reforzamiento positivo Consiste en negar el acceso temporal a los reforzadores inmediatamente después de que se realice la conducta inadecuada que se desea reducir o eliminar. El hecho de que lo que realmente se retire sea el acceso a los reforzadores, hace que algunos autores consideren que la técnica en realidad debería llamarse tiempofuera de reforzadores generalizados en lugar de tiempo-fuera de reforzamiento positivo (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 172). El tiempo fuera de reforzamiento positivo se utiliza fundamentalmente con niños. Mandar a niños pequeños al “rincón de pensar”, o a niños algo más mayores a su cuarto sin que tengan acceso a ninguna actividad reforzante (e.g. jugar, ver la TV o hablar) son ejemplos clásicos de tiempo-fuera de reforzamiento positivo (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 172). El coste de respuesta se refiere a la perdida de un reforzadore positivo que dispone el individuo. La retirada de puntos o del carnet de conducir por cometer una infracción de los aspectos que hace más efectivo el coste de respuesta es la entrega de reforzadores positivos si se incrementa la conducta adecuada. En el ejemplo anterior, cuando del coste de respuesta como procedimiento para reducir las conductas de infracción (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 172).

Como ya se ha señalado, el castigo, desde el punto de vista del condicionamiento operante, hace referencia a la reducción de la frecuencia futura de una conducta cuando tras su emisión se presenta un estímulo aversivo o se retira un estímulo positivo de manera contingente a la conducta. La mera introducción de un estímulo aversivo o la simple retirada del estímulo positivo no se considera castigo a no ser que lleve aparejado la reducción efectiva es, al igual que ocurría con el premio y el reforzamiento, una cuestión empírica. Es castigo sólo si se reduce la frecuencia de la conducta. El castigo, a pesar de la prevención que suscita, está presente habitualmente en la vida cotidiana (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 169)

Este programa supone administrar el reforzador de manera contingente a la realización de una conducta, pero no en todas las ocasiones que ésta se lleve a cabo. El reforzamiento intermitente puede llevarse a cabo mediante dos tipos de programas (Sanz, 2023) Programas de razón: Bajo los programas de razón, no es tan importante la cantidad de tiempo que le toma a la persona emitir el número de respuestas necesario, aquí se establece lo que deberá emitirse en un determinado número de respuestas antes de que una emisión sea reforzada, se establece lo que deberá emitirse en un determinado número de respuestas antes de que una emisión sea reforzada. Programas de razón fija: En este tipo de programas, el reforzador se obtiene de forma contingente a la realización de la conducta el número de veces previamente estipulado.Un programa de razón fija otorga el premio cada X repeticiones de la conducta (por ejemplo, cada tres veces que te cepilles los dientes, obtienes una pegatina) (Sanz, 2023). Programas de razón variable: Se requiere que haya un cierto número de respuesta antes de suministrar el reforzador; sin embargo, en este caso, el número de veces de la realización de la conducta puede variar alrededor de un promedio de un reforzamiento a otro, en el de razón variable, el reforzador aparece tras varias repeticiones, pero no se especifica cuántas (a veces cada dos, a veces cada cinco…) (Sanz, 2023). Programas de intervalo: Lo importante no es el número de respuestas, siempre y cuando el organismo emita la única respuesta necesaria para obtener reforzamiento una vez que haya concluido el intervalo.nos referimos a reforzamiento de intervalo cuando el criterio para reforzar es el tiempo transcurrido desde el último refuerzo. Pongamos un ejemplo: el menor está estudiando y el padre pasa por su habitación, de vez en cuando, para felicitarlo y darle ánimos. El refuerzo va apareciendo tras un intervalo de tiempo, pero el niño tiene que estar realizando la conducta cuando esto ocurra para poder obtenerlo. (Sanz , 2023). Por otra parte, existen los programas de reforzamiento intermitente que pueden combinarse entre sí. Un ejemplo de ello son los programas de reforzamiento diferencial de tasas altas y bajas.

Se está produciendo un control de estímulos cuando las consecuencias que siguen a la conducta sólo se dan en presencia de unos estímulos antecedentesy no de otros (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 157)

Los castigos también se denominan estímulos aversivos. Una vez que se determina que un suceso actúa como castigo para una conducta concreta de una persona en una situación específica, podemos usar este mismo suceso para reducir la frecuencia de otras conductas de la misma persona en otras situaciones. Asociado a este concepto está el principio del castigo:si en una situación determinada, una persona hace algo que es inmediatamente seguido de un estímulo punitivo, es menos probable que la persona repita la misma acción cuando se encuentre en una situación parecida (Martin & Pear, 2008, p. 190).

Este tipo de aprendizaje se divide a su vez en dos procedimientos: el entrenamiento de escape y el de evitación. El entrenamiento de escape consiste en la desaparición de un estímulo aversivo que se encuentra presente antes de que el sujeto ejecute la conducta. En el reforzamiento negativo de evitación la conducta impide la aparición del estímulo aversivo; por ejemplo, cuando una persona agorafóbica evita utilizar el transporte público para evitar la ansiedad que le supone está siendo reforzada negativamente (Domjan, 2010, pp. 175-176)

Rovira (2023) menciona que el receptor del reforzamiento es la persona que recibe el reforzador, es decir, el estímulo que aumenta la probabilidad de que una conducta se repita. Por ejemplo, si un niño recibe un caramelo por hacer la tarea, él es el receptor del reforzamiento. Hay dos tipos de receptores del reforzamiento según la teoría de Skinner. Según Domjan (2010 p.163), la cantidad y la calidad de un reforzador son variables obvias que determinarán la efectividad del reforzamiento positivo. Si un reforzador es muy pequeño y de mala calidad, no logrará incrementar la respuesta instrumental. Los efectos de la calidad y la cantidad del reforzamiento frecuentemente dependen de factores como la cantidad de respuestas que se requieren por cada reforzador. Numerosos estudios han demostrado que los efectos de una cantidad y tipo particular de reforzador dependen de la cantidad y calidad de los reforzadores que el individuo experimentó previamente, se puede decir que una recompensa grande se considera especialmente buena después del reforzamiento con una recompensa pequeña, y una recompensa pequeña se considera especialmente mala después del reforzamiento con una recompensa grande (Domjan, 2010 p.164)

De acuerdo a lo planteado por Ruiz , Díaz y Villalobos (2012 pp.158) el reforzamiento es el procedimiento por excelencia que se utiliza para incrementar y mantener conductas y señala la importancia de distinguir las creencias entre tres conceptos: refuerzo, reforzamiento y reforzador. Retomando por Montagud (2020) citando a Vila y Fernández (2004),describe que: 1.-El refuerzo es el proceso de aprendizaje, que tiene que ver con el aumento de la probabilidad de la conducta por su asociación con un cambio estimulante tras su emisión, se considera un proceso único, porque en todos los casos aumenta la probabilidad de la conducta. 2.-El reforzamiento es el procedimiento mediante el cual las consecuencias producen el aprendizaje, aumento de probabilidad de ocurrencia de la conducta, el procedimiento se lleva a cabo de dos formas, introduciendo un estímulo placentero (reforzamiento positivo), retirando un estímulo aversivo (reforzamiento negativo) 3.-El reforzador es el estímulo concreto, tangible, simbólico, etc. Que se utiliza para que se produzca el reforzamiento positivo o negativo.

Los principios del condicionamiento operante describen la influencia de los direntes estímulos y acontecimientos ambientales (antecedentes y consecuencias) en la conducta (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 153,154). Se consideran antecedentes aquellas situaciones en las que ocurre una conducta particular. Las consecuencias son el impacto que tiene la conducta sobre las relaciones sociales, u otros resultados personales en relación con el entorno (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 153,154). Contingencia es el término que se utiliza para describir las relaciones probabilísticas entre la conducta, sus antecedentes y su consecuencias (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 153,154).

RuiZ Díaz y Villalobos (2012, p.182) consideran importante hablar de los acontecimientos ambientales (antecedentes y consecuencias) en la conducta. Para dichas autoras los antecedentes son aquellas situaciones en las que ocurre una conducta en particular, por otro lado, las consecuencias son el resultado que tiene la conducta sobre las interacciones sociales y otros fenómenos personales en relación con el entorno. Los principios básicos que caracterizan las relaciones entre las conductas y los sucesos ambientales del modelo de condicionamiento operante son: reforzamiento, castigo, extinción y control de estímulos. Reforzamiento: Presentación de un estímulo positivo o retirada de un estímulo negativo, posterior a una respuesta, que a consecuencia de ello incrementa su frecuencia o probabilidad (RuiZ Díaz y Villalobos 2012, p.154). Castigo: Presentación de un estímulo aversivo o retirada de un estímulo positivo después de haber emitido una respuesta que a consecuencia de ello reduce su frecuencia o probabilidad (RuiZ Díaz y Villalobos 2012, p.154). Extinción: Dejar de reforzar una conducta previamente reforzada, a consecuencia de lo cual disminuye su frecuencia o probabilidad (RuiZ Díaz y Villalobos 2012, p.154). Control de estímulos: Reforzamiento de una conducta en presencia de un estímulo, pero no en presencia de otros. En el primer caso se incrementa la respuesta, en el segundo decrece (RuiZ Díaz y Villalobos 2012, p.154).

Martin y Pear (2008 pp.32), definen el reforzador positivo, a grandes rasgos, como sinónimo de premio o recompensa. Una vez que se ha establecido que un evento funciona como reforzador positivo para una persona concreta en una situación determinada, puede usarse para fortalecer otros comportamientos de esa misma persona en otras situaciones. En conjunción con el concepto de reforzador positivo, el principio de refuerzo positivo estipula que si, en una situación determinada, alguien hace algo que es seguido inmediatamente de un reforzador positivo, es más probable que repita la misma acción la próxima vez que se enfrente a la misma situación.

Tiempo fuera El tiempo fuera implica trasladar a una persona desde una situación reforzante a otra que lo es menos, inmediatamente después de que ha llevado a cabo una conducta específica, por lo que puede interpretarse como una reducción en las oportunidades para obtener refuerzos. Existen dos tipos de procedimiento de tiempo fuera: exclusivo y no exclusivo. Un tiempo fuera exclusivo consiste en apartar a la persona durante un periodo de tiempo breve, por ejemplo, cinco minutos, de la situación en que se está produciendo el refuerzo. A menudo, se dispone de una habitación especial al efecto, que se denomina sala de tiempo fuera, y que carece de cualquier objeto que pudiera servir como reforzador, además de estar frecuentemente acolchada para minimizar comportamientos auto-lesivos (Martin & Pear, 2008, p. 192) Esta técnica es considerada un castigo negativo debido a que la persona es retirada de la situación donde recibe estímulos que puedan estar reforzando la conducta a eliminar, por ultimo, es importante mencionar que el tiempo que una persona debe de pasar en tiempo fuera se decide de acuerdo a su edad, siendo un minuto por cada año de edad.

Plazas (2006) señala que el principal aporte de la obra de Skinner fue su investigación sobre los programas de reforzamiento. Partiendo de que el gran descubrimiento del condicionamiento operante radica en que la conducta de cualquiera organismo está bajo el control de ciertos estímulos debido a sus consecuencias, es aquí donde los programas de reforzamiento establecen las diferentes relaciones temporales en que puede darse dicho control. A través de ellos Skinner pudo dar cuenta de una gran cantidad de fenómenos, en particular del comportamiento humano, que caían dentro de lo que se denominaba conducta voluntaria, y se creían indeterminados. Los hallazgos de los programas de reforzamiento constituyen algunas de las pocas leyes bien establecidas e incontrovertibles de la psicología entendida como ciencia del individuo. De acuerdo con Ruiz Fernández et. al. (2012 p.158), los programas de reforzamiento son las reglas que describen cómo fomentar, incrementar y mantener una conducta en función de la aplicación de los reforzadores una vez emitida la conducta. Dichos programas de reforzamiento son el de reforzamiento continuo y el de reforzamiento intermitente; los cuales generan efectos diferentes sobre la conducta. Reforzamiento continuo implica presentar un reforzador siempre que se realice la conducta objetivo. Este tipo de reforzamiento conviene utilizarlo para aumentar la frecuencia de respuestas débiles o muy inestables o cuando pretendemos instaurar una nueva conducta en el repertorio del individuo. Por ejemplo, si queremos instaurar la conducta de lavarse los dientes, al principio convendrá reforzar cada día que el niño lo haga ( Ruiz Fernández et. al. ,2012, p158). Reforzamiento intermitente supone administrar el reforzador de manera contingente a la realización de una conducta, pero no en todas las ocasiones que ésta se lleve a cabo. Siguiendo con el ejemplo anterior, una vez instaurado el hábito de lavarse los dientes, podemos reforzarlo sólo de vez en cuando. El reforzamiento intermitente puede llevarse a cabo mediante dos tipos de programas: a) programas de razón y b) programas de intervalo ( Ruiz Fernández et. al. ,2012, p158).

Un programa de reforzamiento no es más que un procedimiento reglado a través del cual es posible lograr el aprendizaje e incremento de la probabilidad de realizar una conducta determinada en base a la asociación de la realización de dicha conducta con una consecuencia vivida como positiva (Castillero, 2019). Se ven influidos por algunas variables y factores como lo son: 20. Cantidad y calidad del reforzador: Según Domjan (2010), la cantidad y la calidad de un reforzador son variables obvias que determinarán la efectividad del reforzamiento positivo. Si un reforzador es muy pequeño y de mala calidad, no logrará incrementar la respuesta instrumental. Los efectos de la calidad y la cantidad del reforzamiento frecuentemente dependen de factores como la cantidad de respuestas 21. Magnitud del reforzador: en donde la eficacia de un reforzador no solo depende de su calidad y cantidad sino también de lo que el sujeto recibió antes. Como sugiere Domjan (2010), la eficacia de un reforzador no solo depende de sus propiedades, sino también de cómo se compara ese reforzador con otros que el sujeto experimentó en el pasado reciente. Si el reforzador es más grande (o más intenso) de lo que se espera, apoyará el condicionamiento excitatorio. En contraste, si es más pequeño (o más débil) de lo esperado, el reforzador apoyará el condicionamiento inhibitorio. 22. Relación temporal: se refiere al tiempo entre la respuesta y el reforzador. Un caso especial de relación temporal es la contigüidad temporal, que se refiere a la entrega del reforzador inmediatamente después de la respuesta (Psico Conducta, 2019). 23. Relación causal (o contingencia entre respuesta y reforzador): Esta se refiere al grado en que la respuesta instrumental es necesaria y suficiente para la presentación del reforzador (Psico Conducta, 2019).

Castigo Positivo Se entiende por castigo positivo la reducción de la frecuencia futura de una conducta cuando tras su emisión se presenta un estímulo aversivo. Se puede hablar de dos tipos de estímulos negativos: primarios o incondicionados y secundarios o condicionados. Los estímulos aversivos primarios o incondicionados son aquellos cuyocarácter aversivo suele ser universal, como el dolor físico, los ruidos fuertes, suministrar productos naturales o químicos que provocan reacciones físicas desagradables, etc. Los estímulos aversivos secundarios o condicionados son los estímulos que han adquirido tal carácter por la asociación con otros estímulos aversivos. que provocan vergüenza o malestar, son algunos ejemplos de estímulos aversivos secundarios o condicionados (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 170)

La saciación es un fenómeno por el cual un estímulo reforzador pierde su efecto al ser presentado de forma repetida y continua, provocando que la conducta asociada a ese estímulo disminuya o se extinga. La práctica negativa es una forma de aplicar la saciación a una conducta no deseada, obligando al sujeto a repetir esa conducta hasta que le resulte aversiva y deje de emitirla. Por ejemplo, si un niño muerde sus uñas, se le puede hacer morderlas durante un tiempo prolongado hasta que le duela o se aburra. Estas técnicas pueden ser efectivas para eliminar conductas, pero también tienen sus inconvenientes, como el malestar que pueden generar, la resistencia a la cooperación o el efecto rebote (Ruiz Fernández et al., 2012, p. 52) Saciación. Se da cuando se presenta de forma repetida un estímulo reforzador, en un lapso de tiempo corto, hasta que el estímulo pierda su valor reforzante. Práctica negativa. Se da mediante la repetición reiterada de una conducta en u lapso pequeño hasta que la realización de dicha conducta resulta desagradable (aversiva)

En el reforzamiento negativo la respuesta instrumental conlleva la desaparición de un estímulo aversivo, es decir, un objeto o situación que motiva al sujeto a escapar o a procurar no entrar en contacto con esta. En términos conductuales, en este procedimiento el refuerzo es la desaparición o la no aparición de la estimulación aversiva Como hemos planteado previamente, la palabra “negativo” hace referencia a que la recompensa no consiste en la obtención de un estímulo sino en su ausencia.Este tipo de aprendizaje se divide a su vez en dos procedimientos: el entrenamiento de escape y el de evitación. En el reforzamiento negativo de evitación la conducta impide la aparición del estímulo aversivo; por ejemplo, cuando una persona agorafóbica evita utilizar el transporte público para evitar la ansiedad que le supone está siendo reforzada negativamente. Por contra, el escape consiste en la desaparición de un estímulo aversivo que se encuentra presente antes de que el sujeto ejecute la conducta. Algunos ejemplos de refuerzo negativo de escape son que un despertador se pare al pulsar un botón, que una madre compre a su hijo lo que le pide para que deje de llorar o que consumir un analgésico alivie un dolor. (Torres, 2017).

Ruiz (2019), explica que en esta categoría se agrupan los reforzadores de acuerdo al origen de su valor reforzador, los distintos orígenes son: 1- Primarios o incondicionados. 2- Secundarios o condicionados. 3- Condicionados generalizados.

Los programas de reforzamiento segun Martin y Pear (2008, p. 106), tienen efectos regulares, ordenados y profundos sobre la tasa de respuestas de un organismo y son la fuerza principal del control conductual, y por lo tanto cuando cada reforzador ocurre de acuerdo a un determinado programa, se necesita de una comprensión completa y de un análisis experimental para poder formularlos de manera precisa. La influencia de los programas de reforzamiento se observa en una gran cantidad de cambios aparentemente erráticos en la tasa de respuestas, mismos que originalmente habían sido atribuidos a variables motivacionales o al libre albedrío pero que en realidad eran efecto de los programas. En entornos naturales, muchas actividades no se refuerzan continuamente: no siempre se obtienen buenas notas después de haber estudiado, o hay que trabajar toda una semana para recibir la paga semanal. Los experimentos de los efectos de las distintas estrategias de refuerzo sobre el comportamiento se organizan como parte del ámbito general de los programas de reforzamiento.