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LA NIÑA HUÉRFANA - LENGUA Y LITERATURA - VALENTINA LUZA - 8ºB

Valentina Luza Hemmerling

Created on July 14, 2023

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Transcript

La niña Huérfana

Estudiante: Valentina Luza Curso: Lengua y literatura Profesora: Rocio Marinovich Grado: 8º grado "B" 2023

ENUNCIADO DE INDAGACIÓN

¨El estilo creativo refleja la desigualdad hacia la busqueda de la equidad y el desarrollo¨

Concepto Relacioando

Concepto Clave

Contexto Global

CONCEPTOS

Concepto relacionado
Concepto global
Concepto clave
Equidad y desarrollo (DESIGUALDAD)
Estilo
Creatividad

Utilicé mi propio estilo aplicando una variedad de imágenes para entender mejor el texto, gama de colores de acuerdo a la presentación y usando el método de in media res empezando desde el nudo para generar un cierto suspenso en el cuento.

En mi cuento se evidencia la creatividad mediante todas las imágenes que ilustran el texto, el contenido de este mismo y los distintos conectores o figuras literarias que aplicamos para que sea más entendible.

Se puede identificar la desigualdad en mi cuento porque es el tema principal, en mi caso hablaré sobre desigualdad racial, especialmente por color y procedencia.

CONTEXTO GLOBAL

"Equidad y desarrollo"

DESIGUALDAD

Yo elegí desarrollar el tema de desigualdad racial ya que es una problemática que se ve en la actualidad y muchas veces las personas y en este caso los niños no tienen con quien hablar sobre este tema sintiéndose inseguros y no valorados simplemente por ser distintos, en color, costumbres, idioma pero en realidad todas estas características nos hacen únicos. Se debería dar importancia a los valores, como el respeto, la empatía, entre otros.

La niña Huérfana

Hasta que llegó el día que adoptaron a esta niña tan noble, Emma, que había nacido en Burundi, África que terminó en un estado totalmente deteriorado. Al estar en el orfanato ella ya se había recuperado, pero no era del todo feliz pues había tenido una infancia muy triste y dura. Felizmente fue adoptada por una pareja de esposos con mucho dinero, no podían tener hijos entonces buscaron en distintos lugares para obtener a la hija que tanto querían y morían por tener. Ellos estaban muy felices porque sabían que le iban a dar todo el amor y cariño suficiente.
Al recogerla del orfanato en camino a su nuevo hogar con su nueva familia, Emma estaba muy callada y un mar de lágrimas comenzaron a resbalar por su pequeño rostro. Sus padres lo notaron y se miraron ya que no sabían cómo llevar la situación – ¿Estás bien cariño? dijo la madre, sabes que puedes contar con nosotros para todo lo que necesites y poco a poco tendrás más confianza, no te preocupes. – Solo extraño a mi abuela – dijo Emma con una voz entrecortada y rostro de preocupación y tristeza.
La madre solo le tomó la mano y le dio un beso. Decidieron no preguntar más y hablaron entre ellos camino a casa ya que no sabían cómo ayudarla, más aún sabiendo todo lo que había sufrido siendo Emma tan pequeña. Al adoptarla, a los padres le contaron todo lo que pasó desde que ella tenía meses de nacida, cuando tenía 5 meses sus padres murieron producto de una balacera en el pueblo en donde vivían. Emma se quedó sola junto a su abuela de avanzada edad, quien todos los días trabajaba para poder mantener a su nieta. Por su precaria situación económica Emma no iba a la escuela y habían días en los cuales ni comía y ella misma tenía que salir a la calle a vender caramelos, pero lamentablemente no conseguía nada, lo único que la reconfortaba era el cariño y amor de su abuela.
Y fue así como pasó toda su niñez hasta aproximadamente los siete años cuando de pronto en una noche más calurosa de lo normal antes de dormir su abuela se desvaneció en la pequeña habitación en donde habitaban. Ella estaba desesperada, no sabía qué hacer. Gritando por las calles un grupo de personas trataron de ayudar a su abuela, pero le dijeron que ya había fallecido. Emma sufrió mucho al recibir esa noticia lloró a mares y se quedó sola durante meses, estuvo recorriendo las calles de la ciudad en busca de algo que comer, por ahí la gente le daba trozos de pan, pero aún se moría de hambre, después de un tiempo llegó a estar en un estado muy

deteriorado al borde de la muerte, ya ni salía de la habitación, hasta que un grupo de personas de la ONU la encontraron y la trasladaron a un orfanato poco conocido en Los Ángeles, Estados Unidos. Estuvo ahí durante casi tres años, recuperándose poco a poco, era considerada como una niña especial por lo tranquila y bonita que era, todos la apreciaban. Y de pronto un sábado por la mañana le dieron la noticia que la habían adoptado, ella levantó su cabeza con asombro, pero con una sonrisa, los ojos le brillaban, pero aún tenía el alma triste, pues cosas como las que había pasado no se borran fácilmente.

Al llegar a casa después de que sus padres adoptivos la recogieran e hicieran todo el papeleo para poder adoptarla Emma no podía creer que ahí iba a vivir, en esa casa tan grande, con jardines por todas partes, llena de flores de todos los colores, tenía tres pisos, las lunas resplandecientes y de color blanco mate.

– ¡Bienvenida Emma! – le dijeron sus padres, John y Susan, al abrir la puerta de la gran casa, ellos exclamaron – ¡este será tu nuevo hogar de ahora en adelante y esperamos que te puedas sentir a gusto aquí! – Dejaron sus cosas en la entrada y la guiaron hacia su habitación que estaba en el segundo piso al final del pasillo. Al abrir la puerta había una gran caja con un moño, de pronto la caja empezó a moverse. Emma con cierto temor, pero curiosidad abrió la caja, sus ojos no podían creer lo que veían, era un lindo cachorrito que al verla saltó hacia sus brazos. Emma nunca había tenido una mascota y sin darse cuenta ya estaba jugando con él en su habitación. – Max, Max te llamaré – dijo en voz alta y por primera vez miró con al alegría a sus padres y les dijo ahora por fin tendré con quien jugar.

Luego de unas semanas que se adaptara a su nueva vida sus padres decidieron que Emma debería empezar a estudiar y conociera nuevos amigos, todo parecía ir de maravilla y cuando llegó el día. Emma fue muy emocionada a su primer día de clases, al alejarse lentamente de su casa vio que en la ventana Max la miraba y tuvo una sensación muy extraña, como que su pequeña mascota quería decirle algo, tal vez estaría triste, pues era la primera vez que se separaban. Al llegar a la escuela Emma vio a muchos niños y niñas jugando en la entrada, tenía una mezcla de emoción y nervios.

Al entrar a su aula, ella se sentó al final, sintió que todos la miraban, pero nadie le hablaba, entonces volvió a sentir esa misma sensación de angustia y abandono como cuando murió su abuela. A la hora del recreo decidió salir sola y sentarse en una banca, entonces un grupo de niños y

niñas se le acercó y le preguntaron: – ¿Y tu de donde eres? no pareces ser de aquí – dijo una de las niñas llamada Lia. Con una voz muy baja levantó la cabeza y dijo – nací en Burundi, África – Entonces Lia quien era una niña antipática y popular dijo con un tono despectivo – con razón luces diferente – –¡Qué te pasa Lia! ¿Acaso no te das cuenta que es nueva y la estas haciendo sentir mal? – se acercó James, uno de los chicos más inteligentes y sociables del grado. – Hola mi nombre es James, no le hagas caso ella siempre es así, no te preocupes que poco a poco te irás acostumbrando – le dijo con un tono amigable. – Gracias James, espero podamos ser amigos y jugar en algún recreo – Durante los siguientes días esta misma situación se repetía ella podía sentir el rechazo de los compañeros y a pesar de que James

siempre, se mostró muy solidario y amable con ella la sensación de tristeza y melancolía no la dejaban. Habían días en que incluso le quitaban su comida, la empujaban o hacían ciertas bromas en clase sobre su color de piel, Emma regresaba a su casa triste y decepcionada pues no comprendía porque Lia y algunos compañeros se burlaban de ella, haciéndola sentir diferente cuando lo único que quería era hacer nuevos amigos. Una noche a la hora de la cena estuvo muy callada y no quiso comentar con sus padres lo que le pasaba.

Emma volteó atónita pues no sabía si lo que había escuchado era cierto o producto de su imaginación. Así que comenzó a caminar lentamente siguiendo la voz y grande fue su sorpresa al ver que Max la miraba con ojos de ternura a lo que ella exclamó: – ¡No puede ser! ¿Acaso puedes hablar? – dijo mirándolo fijamente. Max con una voz extraña pero a la vez tranquilizadora le dijo – estoy aquí para ayudarte –

Estando sola en su habitación y mirando fijamente a través de la ventana pensó en voz alta y dijo – Abuela, no sabes cuanto te extraño, quisiera poder abrazarte de nuevo y contarte lo que me pasa – De pronto escuchó una voz extraña que venía debajo de su cama que le decía – No estes triste, yo estoy aquí para escucharte y hacerte sentir mejor –

Emma al principio no lo podía creer pero después de unos minutos comenzó a hablar con él, contándole todo lo que le había sucedido durante ese tiempo, le explicó cómo realmente se sentía, el acoso y diferencias que hacían solo con ella, Max la escuchaba muy pacientemente y de ahí la aconsejaba diciéndole que no olvide de dónde venía y todo lo que le había enseñado su abuela desde pequeña. Esa misma noche, soñó con su abuela por primera vez, fue un sueño tan real como un suceso inesperado en la realidad inmediata, nunca había soñado con ella desde que fue rescatada y le decía una frase que recordó perfectamente, hasta la mañana siguiente: “Mi niña tu eres única y valiente, ve y lucha por conseguir tus sueños, no tengas miedo yo estaré siempre contigo”.

Recordó esa frase por días, revoloteaba por su cabeza, todas las tardes pasaba horas conversando con Max y desde ese momento Emma por alguna razón iba más motivada a la escuela, consiguió adaptarse con las materias y le iba muy bien en ellas, tuvo más amigos de los que ella esperaba, entre ellos James quienes la hacían pasar momentos agradables y olvidar cualquier cosa que la haga sentir menos por parte de otros niños, les compartía distintos recuerdos, tradiciones y hablaba más sobre la cultura del pequeño pueblo donde pasó parte de su vida y aunque no este ahí su corazón se quedará por siempre.

Con el paso del tiempo pudo notar que Lia ya no la molestaba y un buen día le pidió disculpas por cómo la había hecho sentir y Emma la perdonó porque no quería quedarse con ningún odio en su corazón y evitar conflictos con sus compañeros. Poco a poco comenzó a sentir que tenía un lugar en el mundo y que podía ser feliz y dejar atrás lo que había pasado sin olvidar nunca de dónde venía y sentirse orgullosa de quien era. Le contó a sus padres porque ya se sentía más segura de hacerlo y poder confiar en ellos, fue algo difícil pero con ayuda de su entrañable compañero Max pudo entender que al final viven en un mundo en el cual las diferencias los hacen únicos.

Fin