Relación de ayuda

Relación de ayuda y la comunicación en situaciones de conflicto.

Según Carl Rogers precursor de la Psicología Humanista, la relación de ayuda “Es una relación intensa hecha de aceptación, de respeto y de empatía. Se persigue que la persona ayudada entre en contacto con sus propios sentimientos, pueda expresarlos y ganar confianza en sí mismo. Tiene por objetivo posibilitar a la persona enferma o con problemas la constatación y la comprensión de que hay diferentes maneras de enfrentarse a una misma situación o pro-blema, distinas formas de ver una misma realidad, diversos caminos para llegar al mismo lugar.

Esta relación se da como un encuentro entre el profesional y el paciente; ambos se presentan con unas actitudes a veces muy distintas pero, si no se tienen en cuenta, la relación no es posible. Algunas de las características principales de este tipo de relación son las siguientes: Empatía-La empatía es fundamental en una relación de ayuda. Implica comprender y compartir los sentimientos y experiencias del otro individuo. Escucha activa-La escucha activa implica prestar atención de manera completa y concentrada a la otra persona. Respeto incondicional-Una relación de ayuda implica un respeto incondicional hacia la otra persona, sin juzgarla ni criticarla.

Confidencialidad-La confidencialidad es un principio clave en una relación de ayuda. Autenticidad y sinceridad-Es importante que la persona que brinda ayuda sea auténtica y sincera en su relación. No directividad-La relación de ayuda generalmente se basa en un enfoque no directivo, lo que significa que la persona que brinda ayuda no impone soluciones ni toma decisiones por el otro individuo. Apoyo emocional-Una relación de ayuda implica brindar apoyo emocional al individuo en momentos de dificultad. Establecimiento de metas-En una relación de ayuda, se pueden establecer metas claras y realistas para el proceso de apoyo. En conclusión... Una relación de ayuda es un proceso interpersonal basado en el apoyo y la asistencia proporcionada por una persona a otra para enfrentar desafíos, resolver problemas y promover el crecimiento personal. Es una interacción caracterizada por la empatía, la escucha activa, el respeto incondicional, la confidencialidad, la autenticidad, la no directividad, el apoyo emocional y el establecimiento de metas.