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Transcript

100 AÑOS DE SOLEDAD

Gabriel García Márquez

Jimena Becerril Revilla 1ºIB

¿Dónde transcurre la historia de la familia Buendía?

MACONDO

FUNDADORES

CÓMO ES

INSPIRACIÓN

LOCALIZACIÓN

José Arcadio Buendía junto a un grupo de hombres, mujeres y niños quienes se lanzaron a la aventura de encontrar la salida al mar

Colombia, al oeste de Riohacha. Construido a orillas de un río

"tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y abastacerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor"

Se dice que el pueblo de Macondo está inspirado en Arataca, pueblo en el que nació su autor

Úrsula Iguarán Es la centenaria matriarca de la familia Buendía, mujer del fundador de Macondo, José Arcadio Buendía. En la obra es descrita como "Activa, menuda, severa, aquella mujer de nervios inquebrantables, a quien en ningún momento de su vida se la oyó cantar, parecía estar en todas partes desde el amanecer hasta muy entrada la noche, siempre perseguida por el suave susurro de sus pollerines de olán. Gracias a ella, los pisos de tierra golpeada, los muros de barro sin encalar, los rústicos muebles de madera construidos por ellos mismos estaban siempre limpios, y los viejos arcones donde se guardaba la ropa exhalaban un tibio olor de albahaca." Desde un principio de la novela, Úrsula, no está de acuerdo con las actividades que realizan los hombres tales como alquimia, inventos y guerras. Además, afronta el papel de madre y de padre debido a las irresponsabilidades de su marido, a quien acaban atando a un árbol por su locura. No solo lleva la casa y el pueblo tras la sombra de su esposo, José Arcadio, sino que además cuando este enloquece toma las riendas de toda la familia. Al igual que cuando su hijo Arcadio le arrestan en el cuartel Ella le llama asesino, bastardo y le amenaza a muerte. Su hijo se escapa y "a partir de entonces fue ella quien mandó en el pueblo. Se sintió tan sola y buscó la inútil compañía de su marido olvidado debajo del castaño. Es una mujer trabajadora, gana dinero preparando caramelos con formas de animales para luego venderlos en el pueblo. Además, cuida de sus descendientes (hijos, nietos, biznietos y tataranietos), procurando que no pase de generación en generación las locuras de su marido y la profecía detrás de la familia, si los Buendía cometen incesto, su descendencia nacerá con cola de puerco, lo que mueve a Úrsula a una preocupación por las relaciones sexuales de la familia. Ya centenaria, Úrsula se dedica a la educación de su tataranieto. Pierde la vista, sin embargo, lucha por la familia desde las tinieblas, nadie percibe su ceguera y cuando la anuncia, nadie la cree. "Nadie supo a ciencia cierta cuando empezó a perder la vista. Todavía en sus últimos años, cuando ya no podía levantarse de la cama, parecía simplemente que estaba vencida por la decrepitud, pero nadie descubrió que estuviera ciega”. Su astucia le lleva a analizar en silencio todo lo que pasa en la casa para que nadie perciba su enfermedad. Úrsula examina las tareas diarias de cada uno y su posición, para no chocar con ellos, en cierta ocasión, Fernanda no encuentra su anillo matrimonial. Úrsula lo encontró "Úrsula recordó que lo único distinto que había hecho aquel día era asolear las esteras de los niños porque Meme había descubierto una chinche la noche anterior. Como los niños asistieron a la limpieza, Úrsula pensó que Fernanda había puesto el anillo en el único lugar en que ellos no podían alcanzarlo: la repisa." Una de las características que más llaman la atención de esta familia es cómo muchos de los personajes pueden predecir su muerte. Entre ellos, Úrsula. Después de llover durante cuatro años, once meses y dos días, la mujer dijo que fallecería, y asi fue, dejando un vacío en la familia Buendía. Úrsula es un claro ejemplo de cómo las mujeres en muchas familias eran quieres realmente luchaban por todos, desde las sombras de su marido al principio de la obra, hasta la locura de éste, cuando ella sigue adelante en todo momento, hasta su fallecimiento.

Rebeca Montiel Es la hija adoptiva de Úrsula y José Arcadio, le trajeron unos comerciantes junto con una carta que pedía que cuidaran de la niña, acompañada de una bolsa con los huesos de sus padres. Al llegar, lleva la peste del insomnio a Macondo. Quienes se contagian de esta peste olvidan todo, por lo que los habitantes del pueblo rotulan todo para no olvidarse de las cosas cuando avanzara la enfermedad, para poder erradicarla deciden hacer una cuarentena y no consiguen su objetivo hasta que llega Melquiades con un brebaje para activar la memoria de nuevo. Rebeca es una chica peculiar. Al principio de la obra, no se relaciona con nadie, pensando todo que era muda o no entendía la lengua. Se pasaba los días sentada en una mecedora, chupándose el dedo, arrancándose el cabello, comiendo tierra y cal de las paredes, hasta que descubre la familia estos actos y le ayudan a comportarse de manera correcta. Rebeca en su adolescencia era una joven bella, de “cutis diáfano, unos ojos grandes y reposados y unas manos mágicas que parecían elaborar con hilos invisibles la trama del bordado.” al morir asesinado su marido, José Arcadio, vive en soledad, amargura y remordimiento. Se encierra en su casa, en compañía de su sirvienta y es encontrada por Aureliano Triste años más tarde, cuando todos se habían olvidado de ella y no sabían si vivía aún “en el centro de la sala, vestida con ropas del siglo anterior, con unas pocas hebras amarillas en el cráneo pelado, y con unos ojos grandes, aún hermosos, en los cuales se habían apagado las últimas estrellas de la esperanza, y el pellejo agrietado por la aridez de la soledad” y no se vuelve a saber nada de ella hasta su muerte. Antes de su matrimonio con José Arcadio, estaba prometida con Prieto Crespi, amado también por su hermana Amaranta, lo que los lleva a una gran disputa y amenazas “no te hagas ilusiones, aunque me lleven al fin del mundo encontraré la manera de impedir que te cases, así tenga que matarte.” Al final, no se casan rompiendo con la tradición de que el hombre elige a la esposa, es ella quien decide casarse con su hermanastro, cautivada por su pasión.

Pilar Ternera Pilar ternera es uno de los personajes secundarios más importantes de la novela ya que su presencia es relevante en la historia. Vivió más de 140 años y es una de las primeras personas que habitan Macondo al llegar junto con sus padres en el grupo de fundadores del pueblo. Pilar se muestra como una mujer con poderes místicos, lo que le convierte en una figura enigmática. Esta mujer lee el tarot y predice el futuro, un don que le convierte en una guía espiritual para los habitantes de Macondo. También es hermosa y seductora, una figura materna para muchos personajes a quienes brinda con apoyo emocional en momentos de dificultad. Representa una mezcla de lo místico con lo terrenal al encarnar la razón y la magia. Su presencia recuerda los elementos mágicos y fantásticos que acurren en la historia. Además, es un puente entre las generaciones de los Buendía ya que establece relaciones amorosas con varios miembros de la familia, siendo madre de Aureliano Buendía y abuela de Aurelia Babilonia, es un elemento clave para la perpetuación del ciclo trágico y la historia repetitiva que caracteriza a los Buendía. Pilar tiene una relación sexual con los dos gemelos José Arcadio y Aureliano, a quienes les da hijos, pero su descendencia no llega a saber quien es la madre, ya que renuncia a ellos. La vida de este personaje fue dura. A los 14 años fue violada por u hombre quien “siguió amándola hasta los veintidós, pero que nunca se decidió a hacer pública la situación porque era un hombre casado”. Además, es rechazada socialmente por prostituta, abre un burdel y al morir es enterrada en la sala de baile de su negocio, “con una lápida sin fecha ni nombre” En resumen, Pilar Ternera es un personaje complejo en la novela. Su sabiduría, misticismo y carácter materno la convierten en una figura importante en la historia de los Buendía y en el desarrollo de la novela. Es una representación de lo sobrenatural y lo terrenal, simbolizando el amor y la pasión.

Remedios Moscote Remedios Moscote es un personaje misterioso en la novela. Encarna la belleza y la fragilidad contrastando con la tragedia y soledad de la historia. El personaje representa una paradoja entre la vida y la muerte. Es descrita como “una niña de belleza inigualable”. Su inocencia y naturaleza la convierten en objeto de deseo y obsesión para Aureliano Buendía. A pesar de la diferencia de edad, recordando que la niña tenía nueve años y él ya es un hombre hecho y derecho, la novele trata su relación como un amor verdadero. Sin embargo, cuando Aureliano va a pedirle la mano al padre, quien le ofrece a sus hijas mayores debida a la edad de Remedios, la niña todavía está dormida y la pregunta somnolienta si se quiere casar. No solo por su madura edad no está preparada para el matrimonio, sino que el desarrollo de su cuerpo no le deja vivir ya que, al ser una madre muy joven, todavía no había tenido su primera menstruación cuando se le propuso matrimonio, dar a luz acaba con su vida. A pesar de ser el amor de la vida de Aureliano, Úrsula hace una descripción de cada hijo al final de su vida. De él comenta su incapacidad de amar, lo que no concuerda con la obsesión del hombre hacia la niña. Durante la obra se mantiene fuera de la vida adulta, todavía jugando con muñecas, las cuales adornarán su habitación después de su muerte. Remedios es tan solo una niña, viviendo una vida adulta. En resumen, Remedios no es más que una representación de las mujeres en la sociedad heteropatriarcal de la época, mujeres frágiles, sin poder de decisión sobre sus vidas. Además de ser una de las muchas injusticias sociales tocadas en la novela como los problemas con los trabajadores de la plantación bananera o las tierras robadas de los lugareños.

Amaranta Buendía Es uno de los personajes más complejos de la obra. Su personalidad y acciones tienen un impacto significativo en la vida de los Buendía y en los temas de la soledad y destino. Es una mujer fuerte, inteligente y de voluntad férrea, con habilidad en confección de encajes. Sin embargo, su carácter obstinado y su búsqueda incesante de control y poder la llevan a tomar decisiones que contribuyen al desenlace trágico de la historia familiar. Amaranta es un símbolo de la soledad y la frustración. A pesar de de inteligencia, se encuentra en una existencia amarga y sin amor. Su negativa a entregarse al amor y se deseo de controlarlo todo le lleva a una espiral de infelicidad. Su soledad se ve reflejada en el rechazo a las propuestas de matrimonio, como el exnovio de su hermana Rebeca a quien quería y llevó a tantas disputas, Prieto Crespi, por quien sentía un amor desde el primero momento, pero le rechaza sin saber por qué. Roto, Prieto Crespi se va a vivir a su almacén de instrumentos en Macondo y para pagar el sufrimiento del italiano, se quema la mano en un fogón y hasta su muerte llevaba vendado el brazo. Ve en sus sobrinos los hijos que nunca tuvo, por ello su preocupación por ellos, tanto que le lleva a casi mantener relaciones sexuales con uno de ellos, Aureliano José. Quien, además, le propone matrimonio, que ella rechaza. También el coronel Gerineldo Márquez fue su pretendiente, pero también le rechaza. Se dedicó después a cubrir la manta que cubriría a Rebeca cuando muriera, pero después de que la muerte le visitara, como a Úrsula, le dijo que moriría dos días después de terminarla. Por ello, tardó en tejer un año más la manta. Repartió sus bienes entre los pobres y les dijo a los habitantes de Macondo que aprovecharan a escribir cartas a sus seres queridos y dárselos para que ella las pudiera repartir después. Úrsula Iguarán lloró desconsolada su partida. Pero en el momento final, cuando la iban a enterrar, confirmó lo que todo Macondo sospechaba: que Amaranta no había perdido la virginidad. “Amaranta se va de este mundo como vino”, dijo la anciana en el entierro. Después se tiró a la cama y no se volvió a levantar hasta el día del entierro de los gemelos.

Santa Sofía de la Piedad Desempeña el papel de la esposa sumisa de José Arcadio Buendía y abnegada madre de Remedios, la bella y los gemelos Aureliano Segundo y José Arcadio Segundo. Fue comprada a sus padres para evitar que se consumara un acto de incesto entre Pilar Ternera y José Arcadio Ternera, su hijo. “Era virgen y tenía el nombre inverosímil de Santa Sofía de la Piedad. Pilar Ternera habría pagado cincuenta pesos, la mitad de sus ahorros de toda la vida, para que hiciera lo que estaba haciendo”. Tenía la rara virtud de “no existir por completo sino en el momento oportuno”, así que “nunca se le había oído un lamento a aquella mujer sigilosa, impenetrable, que sembró en la familia los gérmenes angélicos de Remedios, la bella, y la misteriosa solemnidad de José Arcadio Segundo”. Vive anónimamente durante gran parte de la novela, trabajando en la casa y cuidando de toda la familia, era quien se ocupó de Úrsula antes de su muerte. Después del fallecimiento de Úrsula, Santa Sofía de la Piedad “No era solamente que estuviera vieja y agotada, sino que la casa se precipitó de la noche a la mañana en una crisis de senilidad”. No porque ella quisiera, sino porque las circunstancias la dispusieron de esa manera. Es uno de los pocos habitantes del pueblo que escapan a la devastación del torbellino apocalíptico que lo destruye. Cuando su marido Arcadio es fusilado por los conservadores por sus despotismos de dictador, se queda para ponerse a disposición de la familia Buendía, sin recompensa alguna. Se dedica a la crianza de sus hijos y de sus nietos, sin saber que era la Bisabuela de Aureliano Babilonia, hijo del amor prohibido entre su nieta Meme y Mauricio Babilonia. Tal era su entrega que su nuera, Fernanda pensaba que era una “sirvienta eternizada, y aunque varias veces oyó decir que era la madre de su esposo, aquello le resultaba tan increíble que más tardaba en saberlo que en olvidarlo”. Gracias a ella, la casa se sostuvo durante un tiempo. Cuando mueren sus dos hijos varones, a uno lo degolló para asegurarse de que no le enterraban vivo, ella se va de Macondo, sin rumbo conocido. “Me rindo- le dijo a Aureliano- Esta es mucha casa para mis pobres huesos Aureliano le preguntó para donde iba, y ella hizo un gesto de vaguedad, como si no tuviera la menor idea de su destino” Definitivamente, esta mujer representa la abnegación de una mujer en la sociedad patriarcal donde el poder del hombre se impone sobre la condición de la mujer.

Remedios, la bella Se describe como “la criatura más bella que se había visto en Macondo”. El autor emplea la palabra hermosura para describir la belleza física, sin embargo, el adjetivo bello para referirse a la belleza del alma y es que, Remedios es tan hermosa por dentro como por fuera. Remedios caminaba desnuda por la casa, sin importarle quien la viera, un símbolo de su pureza. Los hombres quienes la veían se quedaban completamente fascinados por la belleza del cuerpo desnudo de Remedios, dispuestos a hacer lo que fuera por la hermosa mujer. Al personaje le rodea un halo de misterio, de pureza, bondad e inocencia. “Era completamente simple. Parecía como si una lucidez penetrante le permitiera ver la realidad de las cosas más allá de cualquier formalismo. Ese era al menos el punto de vista del coronel Aureliano Buendía, para quien Remedios, la bella, no era en modo alguno retrasada mental, como se creía, sino todo lo contrario. (…) Úrsula, por su parte, le agradecía a Dios que hubiera premiado a la familia con una criatura de pureza excepcional” Una de las características más destacables de Remedios es su olor. “Hombres expertos en trastornos de amor, probados en el mundo entero, afirmaban no haber padecido jamás una ansiedad semejante a la que producía el olor natural de Remedios, la bella.”. Su olor permite conocer los lugares en los que ha estado y en los que está, pudiendo reconocerla hasta los forasteros y acompañando a sus amores a las tumbas. “Estaba tan compenetrado con el cuerpo, que las grietas del cráneo no manaban sangre sino un aceite ambarino impregnado de aquel perfume secreto, y entonces comprendieron que el olor de Remedios, la bella, seguía torturando a los hombres más allá de la muerte, hasta el polvo de sus huesos”. El en momento en que fallece, el ascenso de Remedios al cielo es descrito como un ángel subiendo a los cielos, no como el alma de cualquier humano, demostrando lo que se dice desde el momento en que aparece “no es de este mundo”. “Viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria.”

Petra Cotes Es una mulata, amante primero de José Arcadio Segundo y luego de Aureliano Segundo. Continúan viéndose, incluso después del matrimonio de Aureliano Segundo, quien finalmente se va a vivir con ella. Esto amarga a su esposa, Fernanda del Carpio, por el resto de su vida. Cuando Aureliano y Petra hacen el amor, sus animales mejoran su fecundidad y se reproducen a una tasa asombrosa, pero sus animales se mueren durante el diluvio que dura casi cinco años. Petra hace dinero con la venta de boletas para rifas, y provee canastas de alimentos para Fernanda, Santa Sofía de la Piedad (Petra Cotes era la única que se compadecía de ella "Estaba pendiente de que tuviera un buen par de zapatos para salir, de que nunca le faltar un traje, aun en los tiempos en que hacían milagros con el dinero de las rifas”) y demás familia después de la muerte de Aureliano Segundo. Aureliano Segundo y ella consideraban a Fernanda "la hija que nunca tuvieron". Petra Cotes es uno de los muchos personajes femeninos que se contentan con cuidar a hombres que no lo valen, sin esperar casi nada a cambio. Petra no se aleja del lado de Aureliano Segundo ni siquiera cuando este la abandona y se casa con otra mujer.

Renata Remedios (Meme) Creció entre su estricta madre Fernanda y la amargura de Amaranta. La envían a un colegio de monjas, como a su madre, donde aprende a tocar el clavicordio. Mientras se dedica a este instrumento con una “disciplina inflexible”, también disfruta de las fiestas y las exhibiciones siguiendo los excesos de su padre. Cuando va a visitar a su familia, su padre, Aureliano Segundo, vive en casa por los meses de la visita, en lugar de vivir con su amante Petra Cotes, para que su hija no sienta la soledad de la familia. De acuerdo con Fernanda Meme “es tan bárbara como su padre” y es que, durante una de sus visitas, invitó a cuatro monjas y sesenta y ocho compañeras de clase a ir a Macondo. Encuentra su felicidad en las fiestas, salidas con sus amigas donde aprendían a fumar y hablaban de hombres. Conoce a Mauricio Babilonia, un aprendiz de mecánico, y empieza a enamorarse de él. Piensa que es un chico un poco rudo, pero tierno. Sin embargo, cuando Fernanda descubre que han tenido relaciones sexuales, solicita al alcalde una guardia nocturna en la casa, la cual le dispara a Mauricio durante una de sus visitas nocturnas asesinándolo, y envía a Meme al convento, quien no vuelve a hablar al morir su amor, no como trauma, sino como acto de rebelión. Allí descubre que está en cinta y envían a su hijo Aureliano Babilonia, al cuidado de la abuela del niño, Fernanda. Fallece sola en un sanatorio de Cracovia donde le envió su madre, pensado siempre en Mauricio.

Amaranta Úrsula Tiene las mismas características de Úrsula (la matriarca), quien muere cuando ella es sólo una niña. Pasa su niñez en un convento en Europa y regresa a casa de su familia junto con su esposo Gastón, un hombre quien la ama de verdad hasta tal punto de estar dispuesto a dejar toda su cómoda vida en Europa para llevarla de vuelta a Macondo, como ella deseaba. Trayendo una gran jaula con medio centenar de canarios, con los que esperaba repoblar de aves Macondo, ya que no había en el pueblo. Sin embargo, los pájaros al soltarlos se van volando. Vuelve con una vitalidad increíble, pero insuficientes para rescatar la casona Buendía de su indiligencia. Cuando su marido vuelve a Bruselas para asuntos del trabajo, ella comienza un romance serio con su sobrino, Aureliano Babilonia. Los dos están plenamente enamorados el uno del otro, por lo que Gastón no vuelve a Macondo. Nunca se entera de que el niño enviado a la casa de los Buendía es su sobrino, hijo de Meme, con quien tuvo un niño, no como los demás, sino fruto del amor. A pesar de ello, Meme fallece desangrada por el parto del niño, quien nace con cola de puerco por la relación de incesto, lo más temido por Úrsula. A su hijo, se lo comen las hormigas tras un despiste del padre ya que este estaba conmovido por la muerte de su amor.

Fernanda del Carpio Fernanda es la mujer de Aureliano Segundo. Con aires de grandeza y realeza. Es una mujer muy religiosa y controladora. Nació lejos de Macondo en una familia noble pero pobre. Estudió en un convento donde se preparaba para ser reina. Al finalizar sus estudios, vivió con su padre ya que mu madre había fallecido. Hasta que Aureliano Segundo le fue a buscar para casarse con ella luego de que su caravana irrumpiera en los carnavales de Macondo, donde la reina era Remedios, la bella, y la caravana llegó anunciando a Fernanda del Carpio como la mujer más bella en todo el mundo. Se casan a pesar de que el sigue viviendo con su amante. Dos semanas después de la boda, Fernanda todavía es virgen, porque considera importante las fechas de abstinencia y Aureliano Segundo vuelve al lecho de Petra Cotes. Descubriendo esto Fernanda vuelve a su ciudad natal, donde su marido la sigue para regresar a Macondo. Aun así, su esposo sigue siendo infiel, usando como excusa la reproducción del ganado, que se incrementa con la relación de Petra Cotes. Los tres deciden ignorar este aspecto y vivir con él. Su llegada a Macondo marca un antes y un después. Fernanda decide instalar nuevas costumbres en la casa, como lo son por ejemplo el sentarse todos juntos en la mesa a la misma hora, con cubiertos de plata y manteles y rezan el rosario antes de la comida. También cierra las puertas de la casa, siempre abiertas, con el pretexto de que el sol la calentaba y descuelga el ramo de sábila y pan remplazándolo por un nicho del Corazón de Jesús. Es uno de los personajes más malvados de la novela. Ordena matar al novio de su hija Meme con Mauricio Babilonia, diciendo que es un ladrón de gallinas y el chico pasa a la historia de Macondo como tal. Mostrando su lado desalmado, destierra a su hija a un convento del interior del país, donde Meme decide no volver a decir una sola palabra y termina su vida en completa soledad, en un tenebroso hospital de Cracovia. Sin embargo, Meme está en cinta. Fernanda acoge al niño, pero le mantiene escondido durante años. En cierta parte, Fernanda no tiene la culpa de ser como es. Fue tratada desde pequeña como una reina y educada para tal. Al descubrir que todas las promesas eran mentira, no fue fácil mantenerse cuerda. Además, con el tiempo pierde más la cabeza y termina manteniendo correspondencia con unos doctores invisibles que la operan a distancia, lo que podría ser considerado esquizofrenia al estar estos en su cabeza. En sus últimos días vive sola en la casa con Aureliano Babilonia, su nieto a quien nunca quiso ni reconoció. Muere cuatro meses antes de que su hijo José Arcadio volviera de Roma tras hacerse pasar por un futuro Papa.

La historia de los Buendía nace y muere en un siglo. Estaba desde el principio sometida a terminar de manera trágica y cumpliendo los temores de la familia, el incesto. Además, se cumple la profecía de Melquiades, el gitano comerciante, quien escribe en unos pergaminos la historia de la familia. "El primero está atado a un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas"

Así terminó mi libro después de leerlo y seguir la pista de los persojanes femeninos