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El virreinato

en el siglo XVII

Prof.: Ángela Mariela Ochoa Rivera

La administración virreinal

En el siglo XVII, el virrey del Perú teóricamente gobernaba casi toda América del Sur, pero en la práctica sólo ejercía control efectivo sobre la Audiencia de Lima y algunas audiencias subordinadas. Las demás audiencias estaban bajo el mando de un presidente gobernador, que tenía una gran autonomía en la dirección de su jurisdicción y una relación meramente protocolar con el virrey. Esta situación generó constantes crisis en la administración colonial.

La Real Audiencia

Era la segunda instancia más importante del poder en América, supervisaba el cumplimiento de las leyes reales. También cumplían labor importantísima los oficiales de real hacienda, encargados del cobro de impuestos.

La organización defensiva del Virreinato

Desde el siglo XVI, las autoridades virreinales se vieron en la necesidad de crear un sistema de defensa militar para proteger el imperio de amenazas externas, como corsarios y piratas, y de grupos indígenas en las fronteras. El sistema de defensa incluyó la creación de un ejército, una marina y fortificaciones en las grandes ciudades, pero estas fuerzas militares fueron poco útiles debido a la reducida cantidad de efectivos y su baja preparación. Las autoridades confiaron más en los obstáculos naturales, como el estrecho de Magallanes o las selvas de Panamá, como defensas insalvables contra los enemigos.

Los espacios fronterizos

En el caso del Perú, la autoridad del virrey se ejercía de forma directa sobre el territorio de la Real Audiencia de Lima, cuyas fronteras eran poco precisas:

la única frontera relativamente definida era la de la Audiencia de La Plata. El resto de la frontera comprendía la Amazonía, el espacio más extenso, pero también el menos conocido de los dominios.

Oriente

La frontera natural entre las audiencias de Lima y Santiago era el desierto de Atacama. Por ello, las autoridades coloniales utilizaron este extenso espacio como una línea muy difusa, sin preocuparse de establecer un punto base desde dónde proyectar una línea demarcatoria.

Sur

El punto base era el puerto de Paita. Desde allí debía seguir una línea bastante discontinua que atravesaba las provincias de Chachapoyas, Moyobamba y Los Motilones (probablemente Maynas), sin especificar dónde concluía.

Norte

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Las misiones católicas en la amazonía

En la evangelización de los pueblos amazónicos, dos órdenes religiosas, los jesuitas y los franciscanos, desempeñaron un papel fundamental. Los jesuitas se establecieron en la región de Maynas, donde fundaron el pueblo de San Francisco de Borja y luego se extendieron a las cuencas de los ríos Ucayali y Marañón. Los franciscanos se establecieron en diferentes regiones, tanto en la selva central como en la región norte, y fundaron el monasterio de Santa Rosa de Ocopa en Junín. Además de objetivos religiosos, los misioneros también tenían un objetivo político importante para la Corona, que era contener el avance de los portugueses que amenazaban la integridad territorial de los dominios españoles.

La situación económica

El comercio exterior en el Virreinato estaba sujeto a dos principios básicos: el monopolio comercial y el sistema de flotas. El primero imponía a los americanos la obligación de comerciar únicamente con España; el segundo regulaba el procedimiento para realizar el tráfico comercial. La Corona buscaba de esa manera robustecer la economía de la metrópoli

La crisis del monopolio comercial

Sin embargo, los siguientes factores socavaron el sistema monopólico en el siglo XVII:

La infiltración de casas comerciales extranjeras (principalmente inglesas, holandesas y francesas) en el comercio legal a Sevilla.

El fortalecimiento de los comerciantes locales, agrupados en el Tribunal del Consulado.

El aumento de las cargas fiscales, con la imposición de nuevos impuestos. Esto produjo que muchos comerciantes optaran por el fraude, lo que afectó el nivel de recaudación.

La diversificación de la economía

La caída de la producción minera de Potosí, experimentada desde 1620, impulsó la búsqueda de nuevos centros mineros. Entre los más importantes tenemos a Castrovirreyna, Pasco y Oruro, los cuales mantuvieron una alta producción de plata durante todo el siglo XVII.

Además, este proceso produjo el auge de las economías regionalesen el Virreinato, las que se especia-lizaron en las siguientes actividades:

El comercio intercolonial.Los circuitos comerciales terrestres y marítimos se fortalecieron por la mejora de las vías de comunicación y el auge de la industria naviera en los astilleros de Guayaquil.

La agricultura comercial.Se desarrolló, principalmente, en los valles costeros. En la costa norte y central se producía azúcar, mientras que en la costa sur, vid y olivo.

La industria textil. Surgió para satisfacer la demanda del sector criollo. Quito y Cusco fueron los principales centros de producción textil.

Lima, el corazón del Virreinato

Durante la primera mitad del siglo XVII, Lima experimentó un gran auge económico debido a su cercanía con el puerto de Callao, que era el centro neurálgico del comercio transatlántico y la exportación minera.

La élite criolla en el virreinato

Los hijos de españoles nacidos en las colonias americanas y todos sus descendientes formaban una élite social. Los criollos fueron encomenderos, hacendados y ganaderos, tuvieron obrajes y fincas urbanas. Su patrimonio fue transmitido de generación en generación gracias al mayorazgo, derecho concedido al primogénito que lo hacía heredero de todos los bienes de una familia. Así se mantenían unidas y consolidadas todas las posesiones

La conformación de la identidad criolla

Los descendientes de los conquistadores en América querían asegurar la perpetuidad de las encomiendas para mantener su estatus social. Sin embargo, la Corona española consideró que esto pondría en peligro su autoridad y decidió limitar la duración de las encomiendas a dos generaciones, tras las cuales debían regresar al Estado. Esta medida perjudicó las expectativas sociales de los criollos y configuró su identidad social, caracterizada por su oposición al poder de la Corona.

Conflictos de índole económica

Los criollos rápidamente tomaron conciencia de su situación singularmente desventajosa en el mundo colonial, pues las funciones de gobierno dentro del Virreinato eran encomendadas a los peninsulares que llegaban de la metrópoli. Por ello, reclamaban a la Corona una mayor participación en las funciones de gobierno, pues según su opinión conocían mejor el espacio colonial y sus necesidades que cualquier funcionario venido de España

Conflictos de índole política

En la época colonial, los primeros colonizadores, en su mayoría andaluces y extremeños, influyeron en las costumbres y el estilo de vida de la sociedad. En el siglo XVIII, se sumaron inmigrantes españoles de otras regiones, principalmente del norte de España. Este nuevo grupo no se adaptó fácilmente a la sociedad colonial y adoptó una actitud arrogante y despectiva hacia los nativos. Como respuesta, los criollos crearon términos despectivos como "chapetones" o "godos" para diferenciarse de los españoles recién llegados.

Conflictos de índole cultural

Obtención de un título nobiliario

Alianzas matrimoniales

Consolidación de la fortuna familiar

Estrategias de la élite criolla

Objetivo que fue facilitado por la Corona española, que –agobiada por la falta de ingresos– encontró una forma rentable de conseguir fondos a través de la venta de títulos nobiliarios.

Con otros clanes aristocráticos.

Mediante la creación de mayorazgos (derecho del hijo mayor a heredar todos los bienes de su familia), los cuales aseguraban la preservación del patrimonio por varias generaciones.

La Corona y la élite criolla

La Corona española no estaba contenta con el éxito económico y social de los criollos en América, y desconfiaba de su grado de lealtad. Como resultado, se implementaron medidas para restringir el acceso de los criollos a los cargos públicos. Los criollos, quienes creían que el ascenso social no era suficiente sin el derecho a gobernar su territorio, comenzaron una lucha por acceder a las altas esferas del poder colonial en igualdad de condiciones que los españoles peninsulares.

El poder político de los criollos

A partir de la medida de venta de cargos públicos impuesta por la Corona en 1633 para financiar sus deudas, los criollos adinerados compraron cargos públicos y ocuparon posiciones para las cuales no estaban adecuadamente preparados. Esto llevó a la corrupción y al deterioro de la autoridad real y la calidad del servicio público. Además, la Corona marginó inicialmente a los criollos del cargo de oidor, pero en 1687 permitió que accedieran masivamente a estas posiciones en las audiencias.

La élite criolla y la nobleza indígena

los nobles indígenas se dedicaban principalmente a la agricultura, el comercio y la producción de manufacturas. A pesar de no ser el grupo más adinerado de la élite virreinal, disfrutaban de prestigio y privilegios, como exención del pago de tributos y títulos nobiliarios. Las familias criollas adineradas establecieron alianzas matrimoniales con la nobleza indígena para ennoblecerse y algunos, como los Esquivel, Maldonado y Betancur, se incorporaron a la aristocracia andina de esta manera.

La situación de los mestizos

Debido a que muchos de ellos eran hijos “ilegítimos”, los mestizos fueron discriminados. Ello produjo un sentiminento de desarraigo entre ellos, pues no siempre se identificaban con ninguno de los grupos de los que procedían. No obstante, el número de mestizos fue creciendo día a día. Muchos de ellos lograron “españolizarse” –si el dinero o el color de piel se lo permitían–, pero la mayoría de esta población fue rechazada.

El mundo de los esclavos

Los esclavos africanos eran un producto altamente cotizado, secuestrados por comerciantes portugueses y transportados en malas condiciones a América para trabajar principalmente en haciendas azucareras y algodoneras. En Lima, la mayoría se dedicaba al servicio doméstico. A pesar de su difícil situación, los esclavos lograron algunas mejoras gracias a las denuncias de maltrato, como la prohibición de mutilaciones y la regulación de la cantidad de azotes permitidos.

La sociedad indígena