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BARROCO ITALIANO
Eduardo Garcia Anguiano
Created on March 17, 2023
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BARROCO ITALIANO
Las iglesias y palacios barrocos italianos son famosos por sus efectos teatrales
es un estilo artístico que se desarrolló en Italia durante el siglo XVII
En la arquitectura, el Barroco Italiano se caracteriza por el uso de elementos decorativos como columnas, capiteles y frontones que se exageran y se convierten en auténticos elementos escultóricos. Las fachadas se vuelven más complejas y ornamentadas, y se utilizan elementos como el frontón partido, que se divide en dos partes, o el frontón curvo, que da una sensación de movimiento y dinamismo.
El Barroco Italiano se caracteriza por la utilización de un lenguaje ornamental muy complejo y elaborado, que se manifiesta en el arte, la arquitectura y la literatura. En la pintura, los artistas del Barroco Italiano utilizaban técnicas como el claroscuro, el uso de fuertes contrastes entre la luz y la oscuridad, y el dramatismo en las composiciones.
Entre los pintores más destacados de este estilo se encuentran Caravaggio, Gian Lorenzo Bernini, Guido Reni y Michelangelo Merisi da Caravaggio.
Se trata de un estilo que se extendió por toda Europa y que se considera uno de los movimientos artísticos más importantes de la historia.
El Barroco Salomónico
El Barroco Salomónico es un estilo artístico y arquitectónico que se desarrolló en Europa durante los siglos XVII y XVIII, y que se caracterizó por su ornamentación excesiva, dramatismo y sensualidad. Este estilo se popularizó especialmente en los territorios de la corona española, y recibió su nombre debido a su amplia utilización de motivos decorativos basados en la figura de Salomón y su templo, descritos en la Biblia.
Una de las características más notables del Barroco Salomónico es su uso abundante de la decoración, especialmente en el ámbito de la arquitectura. Los edificios construidos en este estilo presentan fachadas ricas en detalles, con columnas, cornisas, molduras, relieves y esculturas que crean una sensación de exuberancia y opulencia. También se utilizan elementos decorativos como la hojarasca, los angelotes, los querubines y las guirnaldas de flores.
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Otro elemento importante del Barroco Salomónico es su carácter dramático. Los artistas y arquitectos de este estilo buscaban crear obras impactantes y emotivas, que impactaran al espectador de manera inmediata. Para ello, utilizaban recursos como la iluminación y la perspectiva, que enfatizaban los volúmenes y las formas de las construcciones. También se utilizaban efectos visuales como la anamorfosis, que permitía crear imágenes distorsionadas que sólo podían ser apreciadas desde un punto de vista determinado.
En cuanto a la iconografía, el Barroco Salomónico se caracteriza por su fuerte influencia religiosa. Muchas de las obras creadas en este estilo representan escenas bíblicas, santos y vírgenes, y se utilizan elementos como la cruz, la paloma del Espíritu Santo y el cordero como símbolos de la fe cristiana. Sin embargo, también se pueden encontrar obras que representan temas profanos, como la naturaleza o la mitología clásica.
Uno de los máximos exponentes del Barroco Salomónico en España fue el arquitecto y escultor José Benito de Churriguera, quien desarrolló un estilo propio basado en la utilización de elementos curvos y sinuosos. Su obra más conocida es la fachada de la iglesia de la Universidad de Salamanca, que presenta una decoración muy compleja y una gran cantidad de esculturas. Otro ejemplo destacado de este estilo es la fachada del Monasterio de El Escorial, obra del arquitecto Juan de Herrera, que presenta una gran cantidad de elementos decorativos inspirados en la figura de Salomón.
En conclusión, el Barroco Salomónico es un estilo artístico y arquitectónico que se caracteriza por su excesiva ornamentación, dramatismo y sensualidad. Su amplia utilización de motivos decorativos basados en la figura de Salomón y su templo le otorgan una fuerte influencia religiosa, que se mezcla con elementos profanos y mitológicos. A pesar de que su origen se sitúa en el siglo XVII, su influencia se extiende hasta nuestros días, y se puede apreciar en muchas de las construcciones y obras de arte que nos rodean.
El Barroco Estípite
El Barroco Estípite es un estilo arquitectónico y artístico que surgió en Europa durante el siglo XVII y se extendió por todo el mundo en los siglos XVIII y XIX. Este estilo se caracteriza por el uso de estípites, columnas o pilares que se ramifican en volutas o roleos que sirven como soporte de la estructura. Estas columnas se inspiran en las formas vegetales y se asemejan a los troncos de los árboles, lo que les da un aspecto orgánico y natural. Este estilo arquitectónico se desarrolló como respuesta al Barroco clásico, que se caracterizaba por su sobriedad y simetría. El Barroco Estípite, en cambio, se caracteriza por su complejidad y ornamentación excesiva, y busca crear un efecto de movimiento y dinamismo en las construcciones. En las fachadas, el Barroco Estípite se distingue por el uso de grandes estípites que se elevan desde la base hasta la cornisa. Estas columnas suelen tener un fuste liso y estriado que se va ensanchando a medida que se acerca a la parte superior, donde se ramifica en volutas y roleos. Las volutas y roleos se extienden a lo largo de la fachada, creando una sensación de movimiento y dinamismo.
Uno de los principales exponentes del Barroco Estípite fue el arquitecto alemán Johann Balthasar Neumann, quien diseñó varias iglesias y palacios en este estilo. Entre sus obras más destacadas se encuentran la iglesia de San Juan Nepomuceno en Würzburg, la iglesia de la Abadía de Neresheim y el Palacio Residenz en Würzburg. Otras construcciones notables en este estilo incluyen la iglesia de San Lorenzo en Turín, diseñada por Guarino Guarini, y la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación en Todi, Italia, diseñada por Carlo Fontana.
Además, se utilizan elementos decorativos como esculturas, relieves, molduras y frisos, que acentúan la complejidad de la fachada. También se utilizan elementos como balaustradas, balcones y frontones curvos para crear una sensación de profundidad y perspectiva. En el interior de las construcciones, el Barroco Estípite se distingue por el uso de columnas estípites que dividen el espacio en diversas áreas y crean un efecto de movimiento. También se utilizan elementos decorativos como esculturas, frescos y molduras para crear una sensación de opulencia y exuberancia.
En conclusión, el Barroco Estípite es un estilo arquitectónico y artístico que se caracteriza por el uso de estípites, columnas o pilares que se ramifican en volutas o roleos. Este estilo se desarrolló como respuesta al Barroco clásico, y se caracteriza por su complejidad y ornamentación excesiva. A pesar de que su auge se sitúa en los siglos XVII y XVIII, su influencia se extiende hasta nuestros días, y se puede apreciar en muchas de las construcciones y obras de arte que nos rodean.