La Esperanza

La ESPERANZA

Cecilia Gracia Fernández 6º primaria

Premio IES Mariano Barquero Categoría D

¿Quién hace bullying es feliz?

La sensación había vuelto, era como si me hubiera tragado una piedra. Ya la había identificado como nerviosismo, pero no el nerviosismo que sientes cuando tienes un examen o cuando ves al chico que te gusta, este era diferente. Cada mañana al cruzar la calle todos mis sentidos se ponían alerta. ¿Estarán ahí, habrán subido ya a clase? Realmente daba igual porque sabía que a una de las dos cosas tenía que enfrentarme por enésima vez.

Hay tres compañeros de clase cuyo hobbie es jorobar a la gente. Son los típicos que están pendientes de todo lo que les rodea y solo ven lo malo, o más bien lo que a ellos les parece lo malo. Se encargan de subrayar en cada momento cosas negativas de todas las personas que ven, alumnos, profesores, conserje, si alguien viene a dar una charla, realmente da igual.

Ya estoy llegando, doblo la esquina, la puerta está llena de alumnos y alumnas charlando amigablemente, comentando el último vídeo que han visto en las redes o cómo llevan el examen. Veo a lo lejos a Carlos y Paula, son mis colegas con los que siempre estoy, pero hoy prefiero pasar desapercibida, que no me vean, para cumplir mi propósito es lo mejor. Recorro el pasillo, subo dos tramos de escalera, y entro en el aula. De pronto todos me miran, se apartan un poco, cuchichean entre ellos.

Mi madre dice que los matones de la clase, lo que realmente sienten son muchos complejos y no se admiten como son, que lo que tienen es envidia de cosas que otros tienen y ellos no y por eso te lo recalcan en negativo para que no te aceptes. Y puede que sea verdad pero no me consuela. Hoy he decidido que voy a plantar cara, que ni una más. Este propósito ya lo he tenido en varias ocasiones pero no he sido capaz de afrontarlo.

Ya he dado el primer paso, voy a alejarme de Carlos y Paula para los que yo debo ser especial, o eso quiero pensar, porque conmigo subrayan en fosforito y doble subrayado todos los defectos que tengo y los que no tengo también Por eso, creo que me comporto así, bueno no, prefiero no poner excusas, yo sé lo que está bien y lo que está mal y eso debería ser suficiente.

La piedra de mi estómago es cada vez más pesada, quiero que desaparezca y creo que sé cómo conseguirlo, aunque no va a ser fácil. Me acerco a un grupillo que está junto a la ventana y les saludo: - Hola chicos ¿Qué tal todo? Sus caras de asombro son evidentes, nunca les saludo amistosamente, solo les digo borderías, pero hoy no,ya no. Hoy he decidido que ya no quiero seguir siendo del grupo de los tres matones a los que les encanta jorobar, hoy he decidido que lo puedo conseguir.

Voy a ser una más, una chica de 12 años con sus defectos y virtudes, aceptándome yo la primera y dejando en paz a los demás. LA ESPERANZA de conseguirlo es lo que me alienta.

Colección pequeños - grandes escritores D. Tildón

CEIP Pintor Pedro Cano