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Simón Alberto Escobedo García

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ética

personal

social

profesional

1. Respeto por nuestra persona. Debo aceptarme como soy y así poder aceptar a los demás. Debo practicar ejercicio y comer bien, ello me dará seguridad día a día y mi salud estara bien evitando estrés u otras enfermedades. No debemos ser imitación de nadie, sé tú mismo y se autentico. Confía en ti. Hay que mejorar aquellos aspectos de tu vida que no tienen un funcionamiento adecuado, pero siempre respetando mi identidad personal. Hay que tener el valor de expresar sentimientos y opiones. Se trata de construir, no destruir.

2. Respeto a los demás. Hay que tratar a los demás como te gustaría ser tratado o tratada. No nay que discriminar ni humillar ni menospreciar a nadie por ningún motivo. No reaccionar mal o violentamente a los errores de otros, mejor hay que ayudar a buscar soluciones. Reconocer el logro de los demás. No hablar mal de los demás, no criticar, ni juzgar sin conocer antes. Hay que relacionarnos con los demás en un plano de igualdad. Hay que amar a la familia, amigos y demás.

3. Hay que afrontar consecuencias de nuestros actos, errores y fracasos. Todos los seres humanos nos podemos equivocar; podemos cometer errores que hagan daño a otras personas, por lo que hay que saber o aprender a pedir disculpas cuando sea necesario. Hay que saber levantarnos cuando algo salga mal y buscar lograr realizarlo con éxito. No debe existir frustración.

1. Las personas debemos ser considerados como sujetos con dignidad, es decir como titulares de derechos y se nos debe reconocer como miembros de la sociedad. La dignidad es el valor supremo en la persona, es indestructible, generando la capacidad de autodeterminación (libertad). Implica un modo de entender al ser humano, y al mismo tiempo, de esta comprensión se deriva una forma de tratarlo, una manera de verse a sí mismo y de ver a otros, y una forma de relacionarse con los demás. Es el valor de todo ser humano por el hecho de ser tal.

2. Los seres humanos debemos ser autonomos. La autonomía es una facultad de los seres humanos y la entendemos como la liberación de un individuo de los poderes tradicionales para atraverse a pensar, gozar y crear por si mismo, libremente, sin tomar en cuenta otras restricciones que las que derivan del respeto entre los individuos. Actuar con autonomía significa actuar con libertad. Nadie nace autónomo, sino que se hace autónomo a lo largo de su vida. Un aspecto fundamental de la autonomía de los individuos es su red de relaciones; nadie puede ser autónomo en solitario, sino que se trata de crear un tejido de relaciones entre las personas que tengan como base el respeto.

3. Todas las personas son titulares de derechos humanos. Los derechos humanos son un conjunto de facultades, prerrogativas y libertades que el estado está obñigado a respetar, garantizar y satisfacer al ser humano, considerado individual y colectivamente, basándose en los principios de dignidad, inviolabilidad y automía.

1. Comparte el trono de la sabiduría y la razón con tus alumnos. No te consideres su dueño, mejor considérate su humilde servidor. Preocupate por las necesidades y motivos de los estudiantes, son lo que importan. Tú trabajarás para hacerlos coincidir con tus intereses pedagógicos.

2. No trasmitas conocimiento. Convoca a que el conocimiento sea descubierto por tus estudiantes. Hablo poco, enseña más. No uses el tiempo y el espacio de tus alumnos para demostrar cuanto sabes.

3. Selecciona rigurosamente el contenido. Usa la tecnología para facilitar tu vida, no para complicarla. Si logras hacer más agradable y productivo el proceso de aprendizaje úsula, sino deséchala.

4. Evalúa como enseñas. En la evaluación haz de usar y permitir todos los recursos que utilizas para enseñar. Se justo al evaluar, considera capacidades, participaciones, objetividad y sobre todo conserva el sentido humanista de tu profesión que es la pedagogía.

Simón Alberto Escobedo García

DECÁGOLO ÉTICO PROFESIONAL