Consejos para estudiar

rECOMENDACIONES A LA HORA DE ESTUDIAR

¿cÓMO ESTUDIO?

¿Cuánto estudio?

¿Dónde estudio?

¿De dónde estudio?

¿Con quién estudio?

EN LENGUA Y LITERATURA

TIEMPO

LUGAR

MODALIDAD

FUENTES

¿Qué cosas me distraen más?

¿Y si hay algo que no entendí?

PRACTICAR, PRACTICAR, PRACTICAR...

¿Y SEGUIR PRACTICANDO?

• Rehacer en hoja aparte ejercicios que ya hayan sido resueltos y corregidos en clase.
• Resolver ejercicios de práctica no obligatoria y modelos de exámenes.
• Aprendemos explicando. Para ello, conviene releer segmentos los explicativos del cuadernillo, apartar la mirada e intentar explicar oralmente lo que acabamos de revisar. Si te trabás, volvé a empezar, primero sin mirar la hoja y luego "espiando" para refrescar una vez más la memoria.

• Memorizar los conceptos clave. Esto no quiere decir que convenga estudiar de memoria algo que no acabamos de entender para reproducirlo en un examen y luego olvidarlo. Pero lo cierto es que no podemos aprender un tema si no retenemos cierta información esencial como, por ejemplo, los nombres de las clases de palabras o los títulos de los textos literarios que compartimos en clase.

TIEMPO

¿CUÁNDO Y CUÁNTO ESTUDIO?

• No dejar el estudio para el día o la noche antes de una evaluación. Considerar cuán importante es una prueba, la cantidad de temas a revisar y la facilidad o dificultad que estos representan.
• Por más que nos sintamos agobiades y cansades, debemos perseverar. Cuando algo nos cuesta o no nos gusta del todo parece que el tiempo pasa más lento, así que es probable que al cabo de un rato tengamos la sensación de que hemos estado ya demasiado tiempo sentades frente a la carpeta. Por eso es importante prestar atención a cuánto tiempo realmente llevamos estudiando y cuánto tiempo necesitaremos. En la mayoría de los casos, diez o quince minutos seguramente no haya sido suficiente.
• Evitar maratones de estudio y conocer nuestros límites: cuando empezamos a equivocarnos en algo que pocos minutos antes podíamos dominar sin problemas, posiblemente sea necesario tomar un descanso y retomar una vez hayamos despejado un poco la mente.
• Establecer metas claras y, sobre todo, que realmente sean cumplibles.
• Hacer un cronograma con los tiempos para estudiar y los temas que caben en cada sesión.

LUGAR

• Conviene buscar un lugar tranquilo e iluminado que nos permita concentranos. Puede ser algún rincón del lugar en el que vivimos o en la escuela, o en espacios públicos.
• Hay que preparar el espacio en el que vamos a estudiar y dejar a mano todo lo que necesitaremos. Si nos vamos a estar parando cada dos minutos para buscar algo que está en otro lugar, perderemos tiempo y concentración.
• No debemos maltratar nuestro cuerpo mientras estudiamos. Si adoptamos una pose incómoda o no nos movemos en muchas horas, no importa la edad que tengamos, luego nos dolerá el cuello, la espalda, o la cabeza.

MODALIDAD DE ESTUDIO

¿INDIVIDUAL O EN GRUPO?

• Depende de la materia, del tema, de cómo nos llevamos con nuestres compañeres, y de un enorme de etcétera. No hay recetas para esto, pero sí sabemos que cada modalidad puede tener sus ventajas. Una vez que ya hemos repasado un tema por nuestra cuenta, puede que nos resulte de utilidad juntarnos a estudiar con un grupo pequeño de compañeres. En esas sesiones de estudio, cada une puede turnarse para explicarle al otre un tema, como si se tratase de una especie de ensayo para el momento de la evaluación. Además, cuando hay ejercicios que tienen una única respuesta correcta (por ejemplo, los de ortografía o los de análisis sintáctico), podemos comparar el modo en que resolvimos un ejercicio con lo que hizo el resto y chequear si estamos o no de acuerdo. No menos importante: cuando estamos con otres sentimos menos presión y resulta un poco más sencillo sobrellevar la situación. Ahora bien: si sabemos que tenemos poco tiempo para estudiar o que nos distraemos con facilidad, posiblemente nos convenga estudiar de forma individual.

MATERIALES DE CONSULTA

¿DE DÓNDE ESTUDIO?

• Es indispensable usar fuentes confiables. En primer lugar, lo más conveniente es enfocarse en los materiales señalados por les docentes.
• Otros textos pueden resultarte de ayuda y no está mal que los consultes, pero no pueden reemplazar el material de clase. Recordá, además, que en muchos casos lo que aprendés en un lugar puede no coincidir con lo que enseñan en otro, por lo que corremos cierto riesgo de confundirnos si todavía no dominamos el tema.
• Recomendamos también tener cuidado al resumir un tema. Cuando intentamos acortar un texto corremos el riesgo de acabar quitando información importante y dejar fuera temas que deberíamos estudiar.

DISTRACCIONES

¿CÓMO LAS EVITO?

• Celular: nos cuesta mucho soltar el teléfono, pero estudiar mientras conversamos con otras personas o revisamos las redes sociales es poco recomendable. Por eso, cuando estudiamos, podemos silenciar el teléfono, dejarlo lejos o ponerlo en “modo avión”. Así podremos concentrarnos en lo que estamos haciendo.
• Sueño: es importante tener la mente descansada para estudiar. De lo contrario, la experiencia se torna fastidiosa y lo que intentamos aprender no acaba fijándose del todo en nuestra memoria. Por otra parte, si estudiar en sí es algo que nos da sueño, intentemos evitar estudiar en la cama.
• Hambre: hay que saber diferenciar cuándo tenemos hambre de las ganas de comer que produce en algunas personas la ansiedad. Por eso, cuando no sentamos a estudiar, podemos tener a mano algo para beber y comer, pero conviene que sean raciones medidas y no un paquete entero de galletitas.
• Ruidos: en general, conviene buscar un lugar lo más silencioso y menos transitado que sea posible para evitar las distracciones. Podemos, además, reducir el ruido colocándonos auriculares sin música o con temas que no tengan letra y que no nos distraigan.

nO ENTENDÍ ALGO

¿Y AHORA QUÉ HAGO?

Cuando nos sentamos a estudiar descubrimos que temas que creíamos haber dominado de pronto se escapan de nuestras manos o, por el contrario, que algo que parecía inentendible de pronto nos resulta un poco más claro. Como sea, estudiando surgen siempre dudas. Conviene que las anotemos en algún lugar para no olvidarlas y, luego, intentar evacuarlas. Podemos hacerlo releyendo el cuadernillo, consultando con compañeres, y desde luego preguntándole a le docente a cargo del curso. También es posible que la materia ofrezca un horario de consulta a cargo de otre docente fuera del horario escolar y podamos aprovechar ese espacio para afianzar lo que sabemos y preguntar por lo que no.