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“Sobre la verdad y la mentira en sentido extramoral”

PRIMER IDEA

SEGUNDA IDEA

COMENTARIO REFLEXIVO

COMENTARIO REFLEXIVO

ideas centrales

ideas secundarias

PRIMER IDEA

SEGUNDA IDEA

TERCER IDEA

Diríamos que el intelecto, como medio para la conservación del individuo, despliega sus principales fuerzas en la disimulación; pues ésta es el medio por el que se conservan los individuos más débiles, menos robustos, a quienes les está prohibido llevar a cabo la lucha por la existencia.

Con la idea del hombre creador, Nietzsche retoma el olvido, la auto mentira y dice lo siguiente “sólo porque el hombre se olvida a sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con alguna tranquilidad, seguridad y consecuencia; si pudiera salir un solo instante de los muros carceleros de esa creencia, desaparecería al punto su conciencia de sí”.

1. Nada hay en la naturaleza tan despreciable e insignificante que, con un mínimo soplo de aquel poder del conocimiento, no se hinche inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuadra quiere tener sus admiradores, el más orgulloso de los hombres, el filósofo, quiere que desde todas partes, los ojos del universo tengan telescópicamente puesta su mirada sobre sus acciones y pensamientos. 2. En la medida en que el individuo quiera conservarse frente a otros individuos, en un estado natural de las cosas, tendrá que utilizar el intelecto, casi siempre, tan sólo para la ficción. Pero, puesto que el hombre, tanto por necesidad como por aburrimiento, desea existir en sociedad y gregariamente, precisa de un tratado de paz, y conforme a éste, procura que, al menos, desaparezca de su mundo el más grande bellum omnium contra omnes. 3. En cualquier caso, por tanto, el origen del lenguaje no sigue un proceso lógico, y todo el material sobre el que, y a partir del cual, trabaja y construye, el hombre de la verdad, el investigador, el filósofo, si no procede de las nubes , tampoco procede, en ningún caso, de la esencia de las cosas.

1. El intelecto, como un medio para la conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas primordiales en la ficción, pues ésta es el medio por el cual se conservan los individuos débiles y poco robustos, como aquellos a los que les ha sido negado, servirse, en la lucha por la existencia, de cuernos o de la afilada dentadura de los animales carniceros. 2. Sólo mediante el olvido de ese mundo primitivo de metáforas, sólo mediante el endurecimiento y la petrificación de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imágenes que surgen de la capacidad originaria de la fantasía humana, sólo mediante la invencible creencia en que este sol, esta ventana, esta mesa son una verdad en sí, en una palabra, gracias solamente al hecho de que el hombre se olvida de sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con cierta calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque sólo fuese un instante, fuera de los muros de la cárcel de esa creencia, se acabaría en seguida su autoconsciencia.

Podemos decir que lo que provoca en nosotros el conocimiento no es más que ficción, es el creer que somos el centro del universo. Nietzsche llega a la conclusión de que el hombre más necio es el filósofo, pues quiere hacer homenaje de su conocimiento y tener admiradores, el filósofo se engaña pues ese orgullo ligado al conocimiento, no hace más que poner una venda sobre los ojos y los sentidos del hombre, cuando el intelecto no es más que una herramienta de nuestra desagradable existencia.

Diríamos que el hombre utiliza la mentira por aburrimiento, por la necesidad que tiene de estar en sociedad, y puesto que desea vivir en paz utiliza la mentira como una especie de tratado. La mentira haciendo celebración de la hipocresía sirve para eliminar lo que Nietzsche denomina bellum omnium contra omnes (la guerra es de todos contra todos). El mentiroso emplea las designaciones válidas, las palabras, para hacer que lo irreal parezca realidad; “dice, por ejemplo, “soy rico”, mientras que, para su condición, “pobre” sería precisamente la designación correcta.

Sabemos que el hombre conoce en realidad lo que aporta él mismo a estos factores de tiempo y espacio, lo lógico, lo natural. La verdad se encuentra en constante construcción y el hombre es quien tiene los planos de esta verdad, dentro de su esfera, dentro de su captación.