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herejías cristológicas

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Transcript

Jesús: Verdadero Dios y Hombre

Herejías cristológicas

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1. Herejías Cristológicas

ÍNDICE

7. Concilios cristológicos

2. Ebionismo

3. Docetismo-gnósticismo

8. Pelagisnismo

4. Arrianismo

5. Nestorianismo

6. Monofisimo

Herejías Cristológicas

La etimología de la palabra herejía puede derivar del verbo tomar o del verbo elegir. Tomar una parte del misterio y negar otra. La herejía es una opción personal, una elección hecha fuera del ámbito de la comunidad creyente. Una opción obstinada en afirmar las propias concepciones erradas frente a las proclamadas como verdaderas por el Magisterio de la Iglesia como intérprete de la Palabra de Dios oral o escrita (cf DV 10).

Al inaugurar la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Puebla, Juan Pablo II señalaba a los participantes: “De una sólida cristología tiene que venir la luz sobre tantos temas y cuestiones doctrinales y pastorales que se proponen examinar”

Jesucristo, tal como la Iglesia lo confiesa y lo proclama, sigue siendo signo de contradicción (cf. Lc 2, 34). En efecto, decía Pablo VI: “Todavía hoy, y quizás hoy más que nunca, Jesucristo, tal como la Iglesia lo confiesa, lo exalta, lo propone y lo ama, sigue siendo ‘objeto de contradicción: signum cui contradicetur’, como dijo a María, en el acto de la presentación de Jesús en el templo, el anciano Simeón (Lc 2, 21-40). Toda una literatura erudita y a veces artística, desde el siglo pasado hasta hoy, se ha esforzado en viviseccionar el Evangelio para introducir la duda sobre Jesús, incluso sobre su existencia”

El Catecismo de la Iglesia Católica nos presenta en los nn. 456-478 las primeras herejías cristológicas y la aclaración de las verdades de la fe por medio del magisterio de la Iglesia.

Las primeras herejías de la época patrística (ss. I-III) negaron menos la divinidad de Jesucristo que su humanidad verdadera. Son las doctrinas docetas del cuerpo aparente de Jesús, que ya denunciaban la primera y segunda carta de san Juan y san Ignacio de Antioquía.

En los orígenes de la cristología está, sin duda la experiencia pascual: la confesión de fe en el Resucitado. Pero esta experiencia está ligada en los discípulos a la memoria o los recuerdos del Jesús terreno. Y éste apareció a los ojos de sus contemporáneos como un ser humano en su aspecto, en su lenguaje, en su psicología, en sus reacciones, pasiones, necesidades... Pero ya en su vida terrena aparecen gestos que parecen colocarlo por encima de los mortales: habla con libertad soberana frente a la sagrada ley y las sagradas instituciones, pretende tener una autoridad superior a cualquier otro ser humano del pasado o del presente, asocia la venida del Reino de Dios con su presencia y su actuación, su relación filial absolutamente singular con «su Padre». Se puede presumir en él una cierta condición divina.

La pregunta fundamental de la cristología es la pregunta por la identidad de la persona de Jesús, confesado como el Cristo. La pregunta fundamental de la soteriología será, a su vez, si en Cristo se nos ha ofrecido y ha tenido lugar la salvación y en qué sentido, si él es el fundamento de nuestra salvación.

Jesús en el ambiente de su tiempo

Tanto en la cultura judía como en la cultura helenista, era frecuente atribuir cierta condición divina a entidades mediadoras (ángeles, nombres, rostros de Yahvéh, Ley, Espíritu, Palabra, Sabiduría...), héroes legendarios, reyes orientales, emperadores romanos, filósofos famosos... A todos ellos se aplicó en alguna forma la categoría de «divinos/as» o «hijos/as de Dios».

Primeras herejías

Los primeros ensayos cristológicos de los primeros siglos cristianos se enfrentan con el rígido monoteísmo judío y terminan deslizándose hacia el adopcionismo y el subordinacionismo, o bien se enfrentan a la concepción helénica de un Dios apático e inmutable, y se deslizan hacia el docetismo y el gnosticismo.

Ebionismo

A los judeocristianos les resultaba fácil reconocer la dignidad mesiánica de Jesús, pero su apego al monoteísmo les hacía difícil reconocer su filiación divina. - concebían a Jesús como un profeta, un hombre especialmente agraciado por Dios. Jesús es el hijo adoptado por Dios; - es el enviado especial del Padre. -su misión es abolir los sacrificios rituales y poner fin al sacerdocio judío. -es el elegido de Dios. Y, en este sentido, se le reconoce una especial trascendencia sobre los demás seres humanos.

Estos cristianos, los ebionitas, rechazaban los relatos evangélicos de la infancia y negaban al mismo tiempo la concepción virginal de Jesús, su filiación divina y su preexistencia. La escena del bautismo, con la bajada del Espíritu Santo, era para ellos la señal de «la unión de un ser celestial con el hombre Jesús, unión cuyo resultado es Cristo». Según autores antiguos, «el Jesús de los ebionitas mereció el nombre de Cristo sobre todo por su cumplimiento de la ley». Como puede verse, esta interpretación del mesianismo de Jesús era la que podían razonablemente dar los medios judíos o judaizantes, incapaces en cualquier caso de admitir el escándalo de la predicación cristiana.

"Cerinto, probablemente un egipcio judío, sostuvo, asumiendo elementos gnósticos, que el mundo no había sido creado por el Dios omnipotente, quien transcendía todo lo existente, sino por un demiurgo inferior a Él que sería el Cristo.

modalismo

El adopcionismo facilita el camino hacia un subordinacionismo que intenta salvar a un tiempo el monoteísmo judío y la trascendencia de Jesús. Jesús se encuentra a medio camino entre Dios y los hombres. Ni es plenamente Dios, sino un ser subordinado a Dios, una especie de Dios de segunda clase. Tampoco es simplemente hombre, pues destaca sobre todos los seres humanos por su adopción filial.

Para salvar el monoteísmo, la unidad divina, la monarquía absoluta en Dios... no encuentran otra salida que negar la diferencia real entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Padre, Hijo y Espíritu Santo son sólo nombres que designan aspectos o modos bajo los cuales se nos presenta en la historia la única realidad divina. Por consiguiente, hay que aceptar que fue el mismo Dios Padre el que se encarnó, padeció y sufrió la muerte. Luego el Padre «padeció» bajo la máscara del hijo. Por eso Tertuliano llama también a esta doctrina patripasianismo.

Modalismo

El Apolinarismo

Apolinar de Laodicea (310-390), hijo de Apolinar de Alejandría, fue obispo de su ciudad natal y defendió contra los arrianos la divinidad de Jesucristo, pero, apoyándose en la tricotomía platónica, negó que la naturaleza humana de Jesucristo poseyese espíritu propio, provisto de razón deliberante y de voluntad libre. Decía: a) que dos voluntades no pueden coexistir en una sola persona; b) que si Cristo hubiese poseído un espíritu humano, al tener un conocimiento limitado y disfrutar de plena libertad, hubiese podido negarse a padecer la muerte en cruz, con lo cual el plan de la redención no se hubiese llevado a cabo.

El Apolinarismo...

Apolinar, obispo de Laodicea en torno al 350, no cuestionaba la realidad del cuerpo de Cristo. Pero le negaba la presencia de un alma humana, inteligente y libre, capaz de querer y amar. El Verbo de Dios, decía, desempeñaba estas funciones en el cuerpo de Jesús. La dificultad de Apolinar era la siguiente: ¿Por qué esta idea aparentemente sorprendente? Porque el poder de autodeterminación del hombre se encuentra en el alma. Por tanto, si Jesús hubiera dispuesto de tal poder, ¿cómo habría podido evitar el pecado? Era imposible la coexistencia en el mismo ser de esta alma humana, frágil y tan fácilmente accesible a las tentaciones, y del Verbo divino santo y santificante, Además ¿puede admitirse que Cristo haya estado sujeto a pasiones humanas, como la tentación, la tristeza o la cólera?

La Cristología de apolinar tiene dos preocupaciones:

1. La afirmación de la verdadera unidad de Cristo.2.La salvaguarda de su absoluta santidad ontológica y moral

El lógos divino asume una naturaleza humana, privada de su alma racional. Cristo está compuesto por el Lógos divino y un cuerpo humano:

  • Cristo emplea su humanidad, que sólo consiste en su cuerpo, como instrumento inerte y forma un solo principio de querer y de acción.
  • De esta manera garantiza la unidad y la santidad.

Por qué eliminar el alma racional?

La voluntad divina está perfecta y constantementeorientada hacia el bien, pero la voluntad humana es incapaz de secundar esa orientación.

podría introducir un principio de oposición al Verbo y dar lugar a las pasiones, al pecado y a la muerte

El alma racional es el principio humano de autodecisión.

El Nestorianismo

Nestorio (380-451) fue discípulo de Teodoro de Mopsuesto, y llegó a ser patriarca de Constantinopla en 428; afiliado a la escuela teológica antioquena, se negó a reconocer a la Virgen María como theotókos o «madre de Dios», arguyendo que una creatura no pudo dar a luz al Creador. Sostenía que cada una de las dos naturalezas de Jesucristo tenía su propia hypóstasis o subsistencia, y su propio prósopon o personalidad. Esta unión no era, según él, sustancial, ni personal, ni hipostática, sino moral, afectiva, de pertenencia, de inhabitación, etc. Nestorio fue condenado y depuesto el año 431 por el Concilio de Éfeso, el cual definió que María era theotókos = engendradora de Dios, «porque dio a luz según la carne al Verbo de Dios hecho carne»

Monofisismo

Significa “ una sola naturaleza ”. Esta doctrina fue enseñada principalmente por Eutiques, (378 - 454) de Constantinopla. Enseñó respecto a Jesús no había existido en dos naturalezas después de su encarnación, toda su naturaleza fue divina, aún su cuerpo. La naturaleza humana fue absorbida por la divina; en consecuencia, en su estado encarnado, Jesús fue homoóusion con el Padre y no con el hombre. Esta herejía fue ampliamente difundida y tuvo mucha aceptación en Siria, Armenia y entre los coptos de Egipto. El sínodo de Constantinopla en 448, condenó el monofisismo y Eutiques fue depuesto de sufunción pastoral y excomulgado por Flaviano quien presidió dicho sínodo. Posteriormente, y después de mucha discusión teológica e influencias políticas, el concilio de Calcedonia (451) confirmó las decisiones del sínodo de Constantinopla.

Calcedonia (451)

Celebrado en la ciudad de Calcedonia (Asia Menor) fue inaugurado el 8 de octubre del año 451 y clausurado el 1 de noviembre del mismo año. Convocado por el emperador Marciano (450-457) durante el pontificado de León I Magno (440-461), que fue su principal promotor. Los participantes fueron todos padres orientales, a excepción de los tres enviados del Papa y de dos clérigos africanos. El número de asistentes fue aproximadamente de unos 600 obispos, el concilio ecuménico con más asistencia hasta el Vaticano II. Temática: La condena del monofisismo defen- dido por Eutiques y la proclamación de la fe de Calcedonia donde se afirma defi- nitivamente la doble naturaleza de Cristo, verdaderamente hombre, verdade- ramente Dios.

Antecedentes

El celo antinestoriano del abad Eutiques de Constantinopla lo llevó a elaborar una nueva doctrina según la cual la divinidad de Cristo absorbió a su humanidad, creando de las dos naturalezas una sola (mono-fisis), restringiendo de tal forma la realidad humana de Cristo que ponía en peligro el sentido de la Redención. Esta nueva herejía alarmó tanto a los obispos de Oriente como al obispo de Roma León I Magno. En un sínodo celebrado en Constantinopla en 448, el patriarca Flaviano condenó las ideas monofisitas de Eutiques. A pesar de todo, Eutiques encontró apoyo en el obispo Dióscoro de Alejandría y finalmente ante la presión ejercida tanto por los seguidores de Eutiques como por el obispo alejandrino, el emperador Teodosio II accedió a convocar un nuevo concilio en Éfeso en el año 449, donde se restituyó en la comunión eclesial a Eutiques.

Símbolo de calcedonia

«Siguiendo, pues, a los Santos Padres, todos a una voz enseñamos a confesar un solo y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el mismo perfecto en divinidad, así como en humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, con alma racional y cuerpo; consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad, y consustancial con nosotros en cuanto a la humanidad, “hecho en todo semejante a nosotros, pero sin pecado” (Heb. 4:15); engendrado del Padre antes de todos los siglos en cuanto a la deidad; y en estos últimos días, por nosotros y por nuestra salvación, nacido de la Virgen María, Madre de Dios, en cuanto a la humanidad;

Símbolo de calcedonia

Que uno y el mismo Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, ha de ser reconocido en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación; sin que en manera alguna sea suprimida la diferencia de las naturalezas a causa de la unión, sino quedando más bien a salvo la propiedad de cada naturaleza, y concurriendo ambas en una sola persona y subsistencia, no partido ni dividido en dos personas, sino uno y el mismo Hijo, el Unigénito, Dios el Verbo, el Señor Jesucristo; como desde el principio han declarado los profetas acerca de él, y el mismo Señor Jesucristo nos ha enseñado, y el Credo (symbolon) de los Padres nos lo ha transmitido.»

Concilios cristológicos

Nicea (325)

Éfeso (431)

Afirmación de la verdadera divinidad de Cristo. Controversia arriana

Afirmación de la unidad de Cristo Controversia nestoriana –Cristología logos/anthropos -Afirmación de María madre de Dios (Theotokos)

Calcedonia (451)

Afirmación de la unidad en las dos naturalezas en Cristo

Constantinopla II (553)

Reinterpretación de Calcedonia

CONSTANTINOPLA III (680-681)

Nicea II (787)

Afirmación de la voluntad humana de Cristo

Controversia de las imágenes: crisis iconoclasta – dimensión teológica, espiritual y litúrgica

Si pudiéramos relacionar elegir un problema cristológico cuál lo elegiría?Según tu parecer cual de los problemas presentados es el más actual?

¡Muchas gracias!