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Resiliencia
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Created on June 22, 2021
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Transcript
Los beneficiarios de la Secretaría de Educación Pública pueden copiar, distribuir, exhibir y representar el presente material, siempre y cuando reconozcan y citen la obra.
La resiliencia es una cualidad que se puede aprender y perfeccionar (Uriarte Arciniega, 2005). La American Psichological Association (APA) señala las siguientes formas en que podemos construir la resiliencia, vamos a conocerlas y al irlas revisando te propondremos estrategias y técnicas para cada una para que las pongas en práctica:
Lleva a cabo acciones decisivas.
Cuida de tu persona.
Mantén la esperanza.
Cultiva una visión positiva de ti misma/o.
Busca oportunidades para descubrirte a ti misma/o.
Acepta que el cambio es parte de tu vida.
Muévete hacia tus metas.
Evita ver las crisis como obstáculos insuperables.
Establecer buenas relaciones con familiares, amistades y otras personas importantes en tu vida.
Da clic en cada botón para ampliar la información.
RESILIENCIA
Busca apoyo de profesionales cuando lo necesites, ya sean psicoterapeutas, especialistas en trabajo social o médicos/as, que puedan ayudarte a resolver problemas que se te presenten y que sea difícil enfrentar solo/a.
Asiste a grupos de apoyo o terapia si lo requieres, hablar con personas que están viviendo una situación similar a la tuya, que te escuchen y te brinden apoyo puede ser gratificante.
Involúcrate en actividades comunitarias, participa en algún grupo de personas voluntarias, o de personas que tienen un hobby en común, si mantienes una creencia religiosa, puedes unirte a un grupo de tu iglesia, estas son formas de conocer personas y generar nuevas redes de apoyo.
Cuida y atiende tus relaciones personales actuales, dedica un tiempo a cultivar tus relaciones de amistad, familiares y comunitarias más importantes.
Establecer buenas relaciones con familiares, amistades y otras personas importantes en tu vida.
Contar con una red de apoyo y tener personas que te quieren y te escuchan, fortalece tu resiliencia. A algunas personas les funciona también el participar en grupos de la comunidad, organizaciones basadas en la fe u otros grupos locales que les brindan apoyo social y les ayudan a tener esperanza. Ayudar a otras personas también puede ser de beneficio para ti, siempre y cuando sea de manera asertiva, estableciendo límites y sin descuidarte por cuidar.
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Ejemplo:
Algunas cosas no saldrán como yo esperaba, ya que no soy perfecta y no tengo la obligación de hacer todo bien, aprenderé de esta situación para en una próxima saber qué no hacer.
“Todo me pasa a mí, siempre me pasan cosas malas…”“Esto es terrible, nunca podré reponerme de este problema…” “Así es la vida, pareciera que sólo venimos a sufrir…” “No cabe duda, cuanto más le das a la gente, más se aprovechan de ti, nunca encontraré a alguien que me quiera de verdad…” “No hay nada qué hacer, así es el destino, se empeña en ponerme el pie…” “Siempre me ha ido mal en la vida, no me sorprende este revés…” “Todo el tiempo me preocupo por todo, jamás podré estar tranquila/o…” “Nadie puede hacer las cosas bien, de todo me tengo que encargar…”
Vamos a hacer un ejercicio muy breve, la siguiente es una lista de términos absolutistas que tienen una connotación negativa, estas ideas pueden permear nuestra visión de las cosas, haciéndonos creer que hay “fatalidades” ante las que “nada podemos hacer”. La idea es que escribas junto a la creencia, una alternativa de pensamiento más realista y optimista.
“Nunca me salen bien las cosas, todo lo hago mal siempre....”
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Evita ver las crisis como obstáculos insuperables.
No puedes evitar que ocurran eventos que te producen tensión, pero sí puedes cambiar la forma en que los interpretas y cómo reaccionas ante estos. Trata de mirar más allá del presente y piensa que en el futuro las cosas mejorarán. Las personas que se dan por vencidas con facilidad consideran que las causas de los sucesos negativos que les sobrevienen son permanentes, que las desgracias perdurarán y afectarán su vida para siempre. Las personas que se resisten a la indefensión consideran que las causas de los sucesos negativos son transitorios (Seligman, 2003).
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Si piensas las cosas negativas en términos de siempre o nunca, tenderás a ver las situaciones adversas desde una postura permanente y pesimista, en cambio si piensas en este tipo de situaciones como algo que ocurre “a veces” o “últimamente”, sabiendo que se deben a circunstancias efímeras, estarás contemplándolas desde una visión optimista, lo que te ayudará a afrontarlas de forma realista. Practica este ejercicio cada vez que esos pensamientos intrusivos te invadan, intenta sustituirlos por ideas más realistas y positivas, verás cómo poco a poco esto se vuelve un hábito que traerá grandes beneficios a tu vida.
Evita ver las crisis como obstáculos insuperables.
Definida en el tiempo
Atractiva
Realista
Medible
Específica
Recuerda que las metas deben contemplar las siguientes características:
Desarrolla metas realistas, haz regularmente algo que te permita moverte hacia lo que deseas, aunque parezca algo pequeño, recuerda que todos los logros son importantes y representan pasos para llegar a lo que quieres. Pregúntate diariamente qué cosas puedes lograr hoy y sigue caminando en la dirección deseada.
Por ejemplo:
dentro de 2 meses.
para aprobar mi examen de certificación
durante 1 hora cada dos días
Voy a practicar mis lecciones de inglés
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Recuerda al plantear tus metas, ser realista y flexible, permítete cometer errores, en el caso de que no logres la meta u objetivo deseado, no te castigues, sé amable contigo misma/o y aprovecha la situación como una oportunidad para reevaluar tus acciones, céntrate en lo que funcionó y utiliza lo que no funcionó para saber qué modificaciones puedes hacer al replantearte lo que quieres lograr. Permítete otras oportunidades, las que sean necesarias, y toma cada una de ellas como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Esto nos lleva al punto 4 “Acepta que el cambio es parte de tu vida”.
Piensa en una meta que quieras realizar, puede ser a corto, mediano o largo plazo. Tal vez quieras pagarte las clases de pintura que has anhelado por un tiempo, mejorar tu flexibilidad realizando yoga, aumentar tu concentración haciendo meditación, etc.
Muévete hacia tus metas.
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Acepta que el cambio es parte de tu vida
En ocasiones, ante situaciones negativas o de crisis, no nos es posible alcanzar ciertas metas u objetivos que nos habíamos propuesto. Aceptar que hay circunstancias que no está en ti cambiar te puede ayudar a enfocarte en lo que sí puedes modificar.
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Ante las crisis o la adversidad, actúa de la mejor manera que puedas, llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones deseando que desaparezcan por arte de magia. Por ejemplo, si sientes que tu relación amorosa está estancada o no está funcionando, es mejor hacer un alto, tomar decisiones al respecto como hablar con tu pareja de forma asertiva sobre lo que está sucediendo, o terminar la relación si ya no quieres continuar en esa situación, a quedarte esperando a que todo cambie y se mejore, permaneciendo en una relación que no te está dando lo que tú necesitas.
Lleva a cabo acciones decisivas.
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Piensa en las crisis que has enfrentado, ¿qué aprendiste?, ¿cómo te fortaleciste?, ¿qué beneficios percibes que obtuviste de esa situación? Quizá aprendiste que esa persona que no era tan cercana a ti puede apoyarte de manera incondicional, o que eres más paciente de lo que creías, identifica ese crecimiento que tuviste a partir de la crisis y céntrate en la persona que eres ahora gracias, en parte, a esa experiencia.
Muchas veces, al enfrentar las crisis o la adversidad, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que han crecido a nivel personal, ya sea en el manejo de las relaciones personales, en el aumento de las fortalezas ante la vulnerabilidad, mejora de la autoestima o una mayor apreciación de la vida.
Busca oportunidades para descubrirte a ti misma/o.
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Templanza
Trascendencia
Justicia
Humanidad y amor
Valor
Sabiduría y conocimiento
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Desarrollar la confianza en tu capacidad para la resolución de problemas y confiar en tus instintos ayuda a construir la resiliencia. Una forma de aumentar la confianza en ti es la identificación y reconocimiento de tus fortalezas personales. Martin Seligman (2003), se refiere a las fortalezas personales como aquellas cualidades humanas que favorecen a las personas para vivir una vida más plena y positiva, brindándoles los recursos psicológicos que requieren para que esto suceda. Estas fortalezas son características psicológicas que las personas expresan en determinadas circunstancias y que provocan emociones positivas auténticas que favorecen el bienestar físico, emocional y social; hace referencia a 24 fortalezas personales las cuales agrupa en 6 categorías:
Cultiva una visión positiva de ti misma/o.
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Antes de acostarte, escribe tres cosas buenas que pasaron en el día, no tienen que ser cosas grandes o espectaculares, puede ser haber visto un paisaje lindo, o recibir un mensaje de alguien a quien amas, durante 7 días consecutivos. Si empiezas a escribir lo que salió bien antes de acostarte, duermes mejor, ya que te concentras en lo que salió bien, y, a la larga, concentrarte en lo positivo será una práctica habitual.
Mantén la esperanza.
Tener una visión optimista te permite esperar que ocurran cosas buenas en tu vida. Intenta visualizar lo que quieres en vez de preocuparte por lo que temes. Intenta el siguiente ejercicio:
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Favorecer la resiliencia es buscar el bienestar psicológico y promocionar la educación de calidad, la autoestima personal y las habilidades comunicativas, y pensar que en todas las etapas de la vida se puede cambiar y mejorar, contando con la decisión de los implicados y el apoyo sincero de los de su entorno.
Cuida de tu persona.
Presta atención a tus necesidades y deseos. Interésate en actividades que disfrutes y te resulten relajantes, intenta ejercitarte de forma regular, procura tu descanso y tu tiempo libre. Cuidar de ti te ayuda a mantener tu cuerpo y mente listos para afrontar cualquier situación que requiera resiliencia. Otras formas de fortalecer la resiliencia son la meditación, las prácticas espirituales, escribir sobre tus pensamientos y sentimientos más profundos relacionados con la crisis o eventos estresantes en tu vida.