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1.9. Fun. FA. Falica
SANDRA ELIZABETH PÉR
Created on April 5, 2021
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Transcript
ETAPA FÁLICA, COMPLEJO DE EDIPO, COMPLEJO DE ELECTRA FIJACIONES, ETAPA DE LATENCIA, ETAPA GENITAL
SEMANA 9 POR: ELIZABETH PEREZ
FASE FÁLICA
De los tres a los cinco años (o un poco más tarde), el área erógena primordial del cuerpo es la zona genital. Freud llamó a esta etapa del desarrollo la fase fálica, lo que reflejaba su convicción de que el falo (pene) es el órgano más importante del desarrollo tanto de los hombres como de las mujeres.
El conflicto de Edipo De acuerdo con Freud, el niño quiere matar a su padre y reemplazarlo como la pareja sexual de su madre. El universal conflicto de Edipo en el hombre se deriva de la obra de Sófocles, Edipo Rey, en la cual sin desearlo Edipo asesina a su padre y toma a su propia madre como esposa.
Desarrollo del hombre
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El chico teme que, si su padre supiera lo que desea, le castigaría de la manera más apropiada a este crimen: la castración. La ansiedad de castración, el temor de que su pene sea cortado, es la ansiedad motivadora del niño en esta fase:
Desarrollo del hombre
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En el desarrollo normal, la ansiedad de castración es reprimida. La ansiedad inconsciente de castración puede ser desplazada, experimentada como el temor a una tonsilectomía (G. S. Blum, 1953, p. 87)
También se ha sugerido que muchos de los problemas sexuales que los pacientes llevan a las clínicas médicas que tratan la disfunción sexual son derivados de la ansiedad de castración. En otras culturas, la ansiedad de castración se expresa en forma diferente;
Por ejemplo, en el sureste de Asia, el fenómeno del koro es la ansiedad repentina de que el pene (o, en las mujeres, la vulva y los pezones) se regrese al interior del cuerpo (DSM-IV; Kirmayer, 1992).
O como el temor a una enfermedad. Freud creyó que la sifilifobia, temor de ser infectado con la sífilis, se deriva de la ansiedad de castración (S. Freud, 1933/1966a, p. 552).
Hoy en día él podría relacionar el temor exagerado al SIDA como evidencia de una sustitución similar.
En una resolución sana del conflicto de Edipo, el niño abandona su fantasía de reemplazar al papá y en su lugar decide volverse como su padre. Mediante esta identificación, el niño logra dos desarrollos importantes: 1) la internalización de la conciencia, llamada superyó, y 2) un modelamiento apropiado de acuerdo con su sexo masculino. La conciencia es alimentada por la ansiedad de castración: entre más fuerte sea el temor, más fuerte el superyó. O como Freud (1923/1962b, p. 38) tan memorablemente decía, “el superyó ... es el heredero del complejo de Edipo”.
Desarrollo de la mujer:
El conflicto de Electra Las niñas se desarrollan de manera diferente. Al ver que carecen de un pene, las niñas creen que han sido castradas. De acuerdo con Freud, las niñas interpretan su clítoris como inferior al pene y desean este último (envidia del pene). Como en los niños, las niñas en la fase fálica fantasean con la unión sexual con el padre.
Desarrollo de la mujer:
La diferencia de los niños, las niñas deben cambiar su apego erótico de la madre (el primer objeto de amor preedípico para ambos sexos) por el de su padre. Este cambio de objeto es facilitado por el enojo de la niña hacia su madre por no ser lo suficientemente poderosa para protegerla de la castración. Freud (1933/1966a, p. 590) lista tres posibles resultados del complejo de castración de la niña: inhibición sexual o neurosis, complejo de masculinidad, o feminidad normal.
Desarrollo de la mujer:
Por complejo de masculinidad, Freud quiso decir que la mujer se esfuerza por logros inapropiados para las mujeres, tales como avances en la carrera para excluir los compromisos femeninos tradicionales de la familia. El desarrollo femenino normal, de acuerdo con Freud, resulta en aceptar el papel de esposa y madre y en el desarrollo de rasgos “normales” femeninos como la pasividad y el masoquismo.
El tema es más complejo que simplemente la prevalencia del incesto.
La relación entre el incesto y los resultados de una salud mental adversa debe también ser analizada. Aquellos que han sufrido abuso sexual cuando niños tienen un riesgo enorme de sufrir una variedad de trastornos, incluyendo trastorno de estrés postraumático, ansiedad, depresión, suicidio, trastorno fronterizo de la personalidad, trastorno de personalidad múltiple, disociación, abuso de drogas y alcohol, victimización sexual, dificultad en las relaciones y baja autoestima
A pesar de la evidencia de la patología entre muchas víctimas, algunos no desarrollan los síntomas. Hasta ahora, la investigación indica que existe un mayor daño cuando el abuso es más invasivo,
y cuando el abusador emplea la fuerza física o es coercitivo, y cuando los padres no creen en los informes de los niños acerca del abuso (Spaccarelli, 1994).
Freud aseveró que la personalidad se forma principalmente durante estas tres primeras fases psicosexuales, cuando se establecen los mecanismos básicos del yo para lidiar con los impulsos libidinales. Si ocurre la fijación, la neurosis específica dependerá de la fase en la que se dañó el desarrollo.
Mientras más temprana la fijación, más serio el trastorno resultante. Freud sugirió que la esquizofrenia, la paranoia, la neurosis obsesiva y la histeria eran resultado de una severa fijación en las primeras tres fases, respectivamente (Sulloway, 1979).
LA FASE GENITAL
LA FASE DE LATENCIA
La niñez media es un periodo de relativa calma de los impulsos sexuales, así que el modelo de Freud sobre la tensión libidinal dice poco acerca de esta fase. (Es, sin embargo, un periodo importante del desarrollo de acuerdo con otras teorías.)
La fase genital empieza en la pubertad. En contraste con los objetos sexuales autoeróticos y de la fantasía del niño fálico, el adulto genital desarrolla la capacidad de experimentar satisfacción sexual con un objeto del sexo opuesto.
Tal persona no tiene conflictos significativos preedípicos; disfruta una sexualidad satisfactoria; y le interesa la satisfacción de la pareja de amor, evitando el narcisismo egoísta. La energía psíquica sublimada está disponible para el trabajo, lo que produce gozo. Freud consideraba a la neurosis en esencia como una disfunción sexual.
Gracias