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TIC Y SU ENSEÑANZA

PRESENTA

Pero no es un día más...

Otro día más en esta megaciudad.

La Corporación de Noticias me exige terminar cuanto antes la redacción de contenidos para la Red. ¿Cómo concentrarse en este mundo con tanta cantidad de estímulos? Peor aún, ¿cómo seguir soportando este trabajo bajo estas condiciones?

Estamos en el año 2095. Vivimos permanentemente conectados a la red y rodeados de dispositivos. A pesar de eso, hay grandes problemas con el suministro eléctrico porque consumimos más de lo que producimos. Los más perjudicados son los asentamientos olvidados de la periferia.

Hace 30 años que soy el redactor de contenidos para la web (el periodismo desapareció como profesión) y hace 26 años que trabajo para La Corporación.

Mientras trabajo en una una lúgubre oficina siento que el calor húmedo y sofocante pronto se transforma en una helada ventisca. Desde mi pantalla emerge una extraña figura rodeada de un destello luminoso.

Ante mis ojos aparece alguien que se presenta a sí misma bajo el nombre de Luz,

Frente a mí , Luz comienza a narrar su historia sin pausa. La transmito a continuación tal como me fue contada...

Episodio 1 El suceso

Todo comenzó una noche, como cualquier otra. Estaba en mi casa con mis tres mejores compañerxs, Eva, Janus y Mia, relajándonos luego de una extenuante jornada de trabajo en la hirviente megalópolis que se extiende desde La Plata a Córdoba.

Janus se había comprado el último iPlay y nos propone jugar algo en red para probarlo. Eva sugiere antes, ir a comprar algo para comer, porque tiene hambre. A Mía le da lo mismo, así que los tres te miran a vos para que desempates...

¿Qué decís?

Vamos a comprar algo para comer

Vamos a probar el iPlay

MIa saca su iPlay portátil y los demás nos conectamos con nuestros propios dispositivos, VR más antiguos. Ni bien nos conectamos lxs cuatro, repentinamente...

... hay un corte de luz y las pantallas de todos, menos la de Janus, se apagan.

Mientras maldecimos a los nuevos mega-complejos habitacionales que agotan a la ya de por sí deficiente red eléctrica, notamos, horrorizadxs, que algo está muy mal con Janus

Mientras Janus está realizando el pedido y el resto esperamos a un costado, la pantalla cambia de color repentinamente.

Bajamos lxs cuatro hasta el DigiMercado de la esquina. Janus es el encargado de realizar el pedido en una de las pantallas táctiles en lo que es, básicamente, una máquina expendedora gigante conectada a la red.

Pronto nos damos cuenta, horrorizadxs, que algo está muy mal con Janus.

Janus está mirando su pantalla, que le ilumina la cara de una forma tenebrosa y con sombras antinaturales.

Permanece rígido, la boca entreabierta por la que se mece un hilo de saliva, sin reacción alguna a nuestras voces.

Nos quedamos mirándolo, paralizadxs.

A los pocos minutos, Janus se desploma al suelo, completamente inconsciente.

Eva es la más rápida en reaccionar. Es programadora y su pasado juvenil como hacker la dotó de una velocidad mental extraordinaria. Al volver la luz nos advierte: “¡No miren las pantallas! No sabemos que vio Janus que lo dejó inconsciente”. Mientras Mia revisa los signos vitales de Janus, yo me acerco por la ventana y veo a personas en sus departamentos: todas inconscientes, tiradas en el piso y con los ojos abiertos y extraviados. ¿Qué vieron? ¿Qué está sucediendo?

Janus está mirando la pantalla de la máquina expendedora conectada a la red, que le ilumina la cara de una forma tenebrosa y con sombras antinaturales.

Tiene los ojos abiertos pero extraviados, la boca entreabierta por la que se mece un hilo de saliva y tiene los dedos como garras.

El resto nos quedamos mirándolo, paralizadxs.

A los pocos minutos, Janus se desploma al suelo, completamente inconsciente.

Eva es la más rápida en reaccionar. Es programadora y su pasado juvenil como hacker la dotó de una velocidad mental extraordinaria. Al ver que nos acercamos a Janus, nos advierte: “¡No miren las pantallas! No sabemos qué vio Janus que lo dejó inconsciente”.

Mientras Mia revisa los signos vitales de Janus, yo miro la escena pesadillesca que se despliega a nuestro alrededor: todos los transeúntes inconscientes, tirados en el piso y con los ojos abiertos y extraviados.

¿Qué vieron? ¿Qué está sucediendo?

Corrimos a nuestro departamento, aterrorizadxs.

Ahora es Eva la que nos hace dar cuenta de la situación:“Algo vio Janus que al hacerlo lo paralizó. Debemos asumir que es cualquier pantalla conectada a la red, porque pasó con diferentes tipos de dispositivos”.

Lo primero que pensamos es en comunicarnos con nuestros seres queridos. Pero sin decir nada, lxs tres nos damos cuenta al mismo tiempo que no podremos conectarnos a la red sin riesgo de exponernos a… quién sabe qué.

Eva sugiere programar un cortafuegos para ingresar a la red de forma anónima y segura, y evitar lo que sea que se está difundiendo y que destruye la conciencia de las personas cuando lo miran.

Luego de unos minutos (me sorprende su velocidad), Eva tiene programado el código del cortafuegos y estamos listxs para ingresar a la red.

Para eso, sin embargo, es necesario crear una nueva identidad virtual.

RETO 1