Cantar de Mío Cid

El rey Alfonso: en un principio, destierra al Cid de Castilla, pero a lo largo del relato, se va dando cuenta de que, en realidad, es un buen vasallo, y le perdona.

LA MESNADA Todos forman piña, no se ve desunión entre ellos y se dejan guiar por El Cid, al que todos quieren y honran.Álvar Fáñez , lugarteniente , el más parecido en caracterización al Cid, aunque le gana en diplomacia y en el saber hacer en las negociaciones y la política, lo que le hace ser el elegido para las embajadas. Martín Antolinez destaca por sus “chanchullos” y su capacidad para idear planes- Pedro Bermúdez aparece caracterizado como mudo y como impaciente, fogoso y temerario. De hecho, en batalla entra en primero aunque los capitanes suelen tener preferencia en hacer la primera sangre

El héroe Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, es el personaje central de la obra. Su caracterización no es física en ningún momento; solo se destaca su barba, que es símbolo de honor y prestigio en la época. Lo que se destaca en mayor medida son sus cualidades y virtudes cristianas y caballerescas, como son la fortaleza, la generosidad, la piedad, la fidelidad y su ternura. La mesura (serenidad, contención) es el rasgo que más determina al Cid y es lo que le diferencia de todo el resto del elenco de héroes medievales pues el Cid es un hombre que planea sus movimientos y sus jugadas, que considera sus acciones bélicas con cabeza, que emplea la razón en la aplicación de la justicia y que aplica la prudencia y el sentido común como modo de vida.

• LOS INFANTES DE CARRIÓN encarnan la más pura maldad y vileza. Aunque son dos, actúan siempre como una unidad y sus acciones las guían la codicia, la envidia y el egoísmo de ganar una honra, riqueza y prestigios aprovechándose de la de los demás.Son los “villanos” por excelencia del poema al llegar al extremo de azotar a sus mujeres casi buscando el placer y haciendo de la tortura y el maltrato un juego, puesto que compiten en dar los mejores golpes

EL REY ALFONSO máxima autoridad, responsable tanto del destierro del Cid, como de su vuelta, cuendo se da cuenta de su lealtad y que es una fuerte baza en la Reconquista, como al final, cuando restituye la honra de las hijas del Cid.