JUAN MANUEL DE ROSAS
Alejandra Vieitez
Created on September 5, 2020
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Transcript
Juan Manuel de Rosas es designado gobernador de la provincia de Buenos Aires.
JUAN MANUEL DE ROSAS
1829
1832
1833-1834
1835
1840-1842
Rosas renuncia a ser reelegido como gobernador y abandona su cargo.
Retirado del cargo de gobernador, inicia una campaña al "desierto".
Rosas asume el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires por segunda vez.
Se produce el período del terror, donde los enemigos de Rosas son perseguidos.
Tras derrocar a Dorrego, el jefe unitario Juan Lavalle asumió la gobernación de Buenos Aires. Mientras tanto, el oficial del ejército José María Paz, también unitario, luchaba en Córdoba contra los federales. En en campo bonaerense comenzó la resistencia contra Lavalle. Juan Manuel de Rosas (caudillo federal) movilizó a sus Colorados del Monte, para unirse al ejército del gobernador santafesino, Estanislao López. Juntos enfrentaron a las tropas unitarias de Lavalle y las vencieron. Ambos bandos negociaron la paz y se formó un gobierno provisional a cargo de Juan José Viamonte. Como Viamonte no pudo controlar el caos político que había en Buenos Aires, el 8 de diciembre de 1829, la Sala de Representantes de la provincia designó a Juan Manuel de Rosas como el nuevo gobernador. La Sala de Representantes le otorgó algunas facultades extraordinarias, que le permitían dictar leyes y tomar decisiones sin el acuerdo de los legisladores. Además, se lo nombró con el título de Restaurador de las Leyes, porque se aspiraba a que finalizara con los conflictos y restaurara el orden de la provincia. Durante su gobierno, Rosas se ocupó especialmente de dos asuntos. Por un lado, se dedicó a restablecer el orden de la provincia. Además debió enfrentar una guerra contra la Liga Unitaria. Finalizada la guerra contra la Liga Unitaria, algunos gobernadores reclamaron la reunión de un congreso. Su objetivo era tratar la organización del país, pero Rosas se oponía. Además consideraba que una Constitución podía traerle problemas económicos a su provincia pues habría que repartir los ingresos de la Aduana. A él le convenía que se mantuvieran las autonomías provinciales y el comercio exterior bajo su control. Así las provincias organizaron la Confederación Argentina. De este modo, mantenían su autonomía. Entonces Rosas fue nombrado representante de la Confederación ante otros países.
En 1832, los conflictos de la provincia estaban prácticamente resueltos. Los legisladores propusieron, entonces, la reelección de Rosas, pero creían que ya no era necesario otorgarle facultades extraordinarias. En esas condiciones, Rosas rechazó ser reelegido. En su lugar fue designado Juan Ramón Balcarce.
En crecimiento contínuo de la ganadería generó la necesidad de incorporar nuevas tierras a la producción. Por otro lado, los indígenas seguían atacando las estancias. Por eso, durante estos años, Rosas organizó una expedición militar llamada campaña al "desierto". La estrategia de esta campaña consistía en atacar a los indígenas hostiles y negociar con los llamados "indios amigos". De esta manera consiguió establecer alianzas con numerosas tribus y mantener la paz.
El asesinato de Quiroga generó una nueva crisis política. Ante el peligro de otra guerra civil, los legisladores de Buenos Aires volvieron a elegir como gobernador a Rosas pero, en esta ocasión, le otorgaron la suma del poder político. De este modo, el gobernador tenía atribuciones de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Para asegurar la legitimidad de su gobierno, Rosas organizó un plebiscito o consulta popular, para conocer el nivel de aceptación que tenía en la población. El resultado fue de 9.713 votos a favor y solo 7 en contra. El gobernador había ganado prestigio con la expansión de la frontera y la lucha contra el indio.
En Buenos Aires, Rosas ejerció el poder de forma autoritaria: controló la prensa y usó la violencia contra sus contrincantes. Los opositores - unitarios o federales doctrinarios - fueron perseguidos y, en algunos casos, condenados a muerte. La represión se hacía bajo el lema "¡Viva la Santa Federación, mueran los salvajes unitarios!". Muchos de los opositores debieron exiliarse en Chile o Uruguay. La persecución de los opositores estaba en manos de la Sociedad Popular Restauradora, una organización creada por Encarnación Ezcurra, la esposa de Rosas, que contaba con un cuerpo policial llamado Mazorca, famoso por su crueldad. Entre 1840 y 1844, las persecuciones y ejecuciones de la Mazorca se recrudecieron, por eso, a esta etapa se la conoce como "el terror". El gobernador impuso el uso obligatorio de la divisa punzó: se trataba de una cinta roja que debía llevarse visiblemente sobre el pecho y representaba el federalismo. Quienes no la usaran podrían ser sometidos a duro castigos.