Jaque mate en dos jugadas
Juego de deducción inspirado en el cuento de Isaac Aisemberg
Empezar
Prácticas del Lenguaje - Prof. Damián Lavena
INSTRUCCIONES
Este es un relato interactivo donde vas a descubrir la historia de un crimen. Prestá tención a todos los detalles que aparecen en cada escena.
Para pasar de una escena a otra tenés que presionar en los elementos interactivos que aparecen. ¡Cuidado que a veces no están identificados y tenés que descubrirlos!
Es muy importante que leas con atención los textos, porque al final se te pedirá que "resuelvas" algunos interrogantes del caso.
Si no sabés cuáles son los elementos interactivos de la escena, podés presionar el botón de interactividad que te aparece arriba de la pantalla, a la derecha.
Empezar
Mi nombre es Claudio Álvarez y soy un asesino...
Yo lo envenené.
En apenas dos horas quedaría liberado para siempre de ese viejo amarrete: mi "querido" tío Néstor.
Lo hice con alegría. Me ardían las mejillas. Me quemaban los labios. Estaba ansioso...
Pronto ese viejo miserable tendría su merecido. Guillermo y yo por fin seríamos libres...¡y ricos...!¡Asquerosamente ricos!
Pero seguro que se preguntarán: ¿por qué tanto odio hacia mi tío?
Dejenme contarles algo de mi historia... y la de mi hermano Guillermo, claro.
Solamente así podrán entender por qué lo envenené...
Sólo así comprenderán por qué estoy disfrutando tanto este momento...
Nuestros padres murieron cuando nosotros éramos niños.
Tío Néstor fue el único pariente que pudo hacerse cargo de nosotros.
Nos llevó a su casa, y desde ese día nos encontramos perdidos en su palacio.
Lo único que se escuchaba ahí era el sonido metálico de las monedas
Era un lugar seco. Frío. Sin amor.
Tío Néstor era un hombre avaro y miserable.
"Tienen que acostumbrarse al ahorro", nos decía. "A no malgastar".
Nos negaba todo, prometiendo que algún día su riqueza sería nuestra.
Disfrutaba de hacernos sufrir y le encantaba tiranizarnos.
Guillermo era quién más sufría con todo esto. Siempre fue el más débil de los dos. ¡Pobre diablo!
Mi hermano Guillermo...
Aún recuerdo el mal momento que vivió cuando trajo a su novia a casa.
Tío no la aprobó. "Es una ordinaria", le dijo . "Le falta cuna. No tiene suficiente roce".
Se refería, claro, a su condición social. ¡Maldito viejo! Disfrutaba haciéndolo sufrir.
Guillermo tuvo que continuar su noviazgo a escondidas, para no sufrir las reprimendas de nuestro tío, que podían ser terribles.
Por mi parte, también sufrí bastante, aunque en menor medida.
Hace poco, el viejo quiso que estudie bioquímica, carrera que detesto profundamente.
Para no contradecirlo, me anoté en la facultad y empecé a cursar
Y también comencé a jugar al ajedrez con él, para complacerlo.
Seguramente esto último hizo que él desarrollara cierto favoritismo hacia mí.
Para que me diera dinero, debía jugar todos los sábados interminables partidas.
Yo no era mal jugador, pero el viejo disfrutaba haciéndome sufrir.
Notó en mí cierto talento, y me propuso que anotemos las partidas cada uno en su libreta, para llevar un registro de las jugadas.
¡Qué pesado! Aunque detestaba la idea, era necesario complacerlo para que me siga dando dinero.
Desde ese sábado, cada vez que jugábamos, cada uno de nosotros anotaba las jugadas en su respectiva libreta.
Fue en una de esas largas partidas, cierta vez que lo tenía acorralado en el juego, cuando se me ocurrió la idea de matarlo...
Tenía un plan perfecto...
¿Recuerdan que a pedido del viejo había comenzado a estudiar bioquímica? ¡Qué ironía!
Del laboratorio de la Universidad robé el veneno: Aconitina.
Una dosis pequeña pero mortal. Nadie notaría el faltante en el laboratorio.
ACONITINA
Diluible en la bebida. Efecto retardado. Apenas unas pocas horas desde su ingesta.
El resultado: un fallo cardíaco. Tío Néstor sufría del corazón. Nadie se daría cuenta de que fue envenenado. Era imposible notar unos pocos miligramos en su peso y menos si nadie sospechaba de su muerte, y no se ordenaba autopsia.
Después de todo, un paciente cardíaco, anciano, que muere de un ataque al corazón es bastante lógico. ¿O no?
Había hecho la tarea. Sin dudas para algo me sirvió estudiar.
Hoy era el gran día. Sábado. Noche de ajedrez. El mayordomo se fue temprano.
Hace ya varias horas que acabo de dejar a tío Néstor en su estudio.
Fui testigo de como bebía inocentemente ese cognac envenenado. ¡Hasta el fondo! ¡Salud, tío! Tenía veneno como para matar a tres personas...
Estaba de buen humor. Me perdonó la partida y me liberó antes de tiempo. "Para que disfrutes la noche", me dijo. ¡JAJAJA!
En pocas horas él estaría muerto, y yo sería... ¡Rico...!
Salí a caminar mientras esperaba que el veneno hiciera efecto. ¡Jaque!
En la escalera, me crucé a Guillermo. ¡Guillermo! ¡Pobre diablo!
Estaba furioso. Nunca lo había visto así...
¡Qué cara que tenés, hermano! ¿Qué te pasa?
No aguanto más, Claudio. ¡Estoy en un dilema! Mi novia me dio el ultimátum. No soporta más que esconda nuestra relación: "tu tío o yo", me dijo.
Eso es muy simple: ¡elegila a ella!
Sabés que no es tan fácil: si tío Néstor se entera de que sigo con ella me va a desheredar. ¡El viejo es inflexible...!Pero ahora mismo voy a hablar con él...
Me cambió la cara al escuchar eso. El idiota de Guillermo hacía peligrar mi plan perfecto.
Imaginen si entraba justo cuando el veneno hacía efecto. Podía socorrerlo y salvarle la vida. Tenía que calmarlo y evitar que entre al estudio...
No es tan serio. "Ya se va a solucionar"...
No tengo más tiempo. Voy a hablar con ese viejo desgraciado y que sea lo que sea. ¡Ya soy grande para aguantar sus imposiciones...!
Te entiendo perfectamente. Pero ahora no es el momento, Haceme caso. Está de pésimo humor. Acabo de jugar al ajedrez con él y lo destrocé. Te aconsejo que lo hables mañana. ¡Vas a ver que todo se soluciona pronto...!
Pareció creerme. ¡Qué infeliz!
No sabía que la solución a sus problemas estaba en marcha.
Y que yo era su salvador...
Mmm...no sé...quizás tengas razón...
Tenía que hacer tiempo. Salir. Caminar. Esperar...
Salí a caminar. Abandoné la casa a las diez de la noche.
Ya llevo más de dos horas afuera, vagando sin rumbo.
Arrojé el frasco de veneno al río. Ya no hay rastros de él.
Cerca de las 24 entré a un bar.
Son las 12 en punto. Tío ya estará sufriendo un paro cardíaco.
Irónicamente, le pedí al mozo un cognac, para brindar.
Por primera vez pensé en la palabra "asesino". "Yo, asesino".
Sí. Yo, un asesino.
Sentí un malestar en el estómago. Algo en la cabeza me daba vueltas. ¿Culpa?
Decidí que ya era hora de regresar. Eran las 2 y media de la mañana.
Tío Néstor estaría muerto. Solo. En su palacio. Con sus escaleras de mármol. Frente al tablero de ajedrez.
Allí el rey tirado, y la dama, y los peones alrededor. ¡Jaque mate! ¡Maldito viejo!
Volví a casa...
Recién cuando estuve adentro noté el resplandor de las luces en la ventana. La policía...Algo andaba mal...
En la escalera me detuvo en seco un hombre de modales groseros. Sin duda me estaba esperando.
¿Usted es el señor Claudio Álvarez?
Sí, soy yo. ¿Qué ocurre?
Yo soy el Inspector Villegas y debo informarle que su tío está muerto...
Sentí alivio: había cumplido mi cometido. Pero automáticamente pensé: ¿Qué hace la policía aquí?
El inspector parecía sospechar algo, por lo que quise saber más. Simulando consternación, le pregunté:
¡Mi querido tío Néstor! ¿Qué le pasó? ¿Cómo murió?
Lo encontró el mayordomo en su estudio. Tirado sobre el tablero de ajedrez.
¡Pobre viejo! ¿Qué fue? ¿El corazón?
¡No se haga el tonto, hombre! ¡Y ahórrese la actuación! Su tío fue asesinado...y tengo serias razones para sospechar de usted...
Esas últimas palabras fueron como un mazazo en el medio de la frente.
Algo había fallado. Me habían descubierto. Pero, ¿cómo? ¿En qué no pensé? ¿Qué me delató? Me sentía perdido....
El inspector Villegas notó mi zozobra. Con un tono más severo me ordenó:
Acompáñeme a la otra habitación, Sr. Álvarez. Debe contarme con lujo de detalles lo que hizo esta noche...
Le relaté todo, sin perder la calma, simulando tristeza.
A las 22.00 terminé de jugar al ajedrez con mi tío, como todos los sábados.
A las 22.05 me encontré a Guillermo en la escalera y conversé con él.
Cerca de las 22:10 salí a caminar, para despejarme un poco.
A las 24:00 entré a un bar, y tomé un trago.
Me fui del bar cerca de las 2:00 y regresé aquí 2:30.
El inspector Villegas me escuchó en silencio, y anotó cuidadosamente todo lo que dije en su libreta.
Sonriendo con crueldad, subrayó uno de los datos que le acababa de dar.
Me tenía en sus manos. Yo acababa de cometer un error...
Mi coartada estaba en peligro...
¿Te diste cuenta en qué me equivoqué?
24 Hs. Entró a un bar a tomar un trago.
22:05 - Se cruzó con su hermano Guillermo en la escalera y conversó con él.
Presioná el error en la coartada
22:10 - Salió a caminar para "despejarse"
22:00 - Terminó de jugar al ajedrez con su "querido" tío.
2:00 - Salió del bar y caminó hacia su casa.
2:30 - Llegó a su casa y fingió asombrarse por la muerte de su tío.
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 24 horas entró a un bar y tomó un cognac. Hay pruebas de ello y testigos que lo confirman. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 22:05 se cruzó con su hermano y habló con él. En cuanto interroguemos a Guillermo, seguro lo confirmará. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 22:10 salió a caminar. Las cámaras de la calle lo confirman. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 02:00 salió del bar. El mozo que lo atendió recuerda muy bien la hora y las cámaras de la calle confirman su coartada. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Llegó a su casa 2.30. Lo recibí yo mismo. Aunque no me creí para nada su simulacro de dolor. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Excelente! Claudio Álvarez SÍ mintió en esto. Él declara que a las 22:00 terminó de jugar al ajedrez con su tío, pero estoy completamente seguro de que esa noche no jugó ninguna partida. Sin dudas está ocultando algo... Por algo miente ...
¡Por supuesto! ¡Qué idiota soy! Esa noche no había jugado con mi tío. No podía desdecirme, iba a sonar raro. Tenía que insistir en ese dato, aunque no fuera cierto.
¿Así que jugaron al ajedrez?
Sí, Inspector. Jugamos, como todos los sábados.
Muy bien, Sr. Álvarez. Entonces imagino que me puede mostrar la libreta en donde anotó las jugadas, porque en la de su tío no figuraba ninguna...
Me tenía en sus manos. ¡Qué imbécil! ¡La maldita libreta!
Comencé a transpirar. Todo daba vueltas. El inspector ni se inmutaba.
Me habían descubierto. ¡Maldito tío Néstor! ¡Maldito Guillermo! ¡Maldito Villegas!
Me levanté de la silla, completamente consternado. Villegas continuaba en su sitio.
Me senté de nuevo, agarrándome la cabeza. No aguantaba más.
¡Basta ya, Villegas! ¡Si usted ya lo sabe! ¡Deje de fingir¡ ¡Fui yo! Yo maté a ese viejo miserable...
Villegas no se sorprendió. Muy tranquilamente me dijo:
Lo sabía, Sr. Álvarez. Era cuestión de tiempo para que confiese.
Ahora lo esposaré y lo llevaré a la comisaria...
Pero antes, acláreme una duda: ¿qué hizo con el revólver?
Esta vez Villegas pareció no comprender por qué yo no comprendía...
¿El "revólver"? ¿Qué revólver...?
No se haga el tonto ahora, Álvarez. El revólver con el que le agujereo el cráneo a su tío...¡Qué buen disparo, viejo!
Un nuevo mazazo en la frente. Entendí todo de golpe...y me reí...
¡Qué tonto fui! ¡Qué estúpido!
¡Al final fue jaque mate...!
¡...pero en dos jugadas!
FIN
Si llegaste hasta esta pantalla es porque completaste la lectura de la historia. ¡Bien hecho!
Pero seguramente habrás quedado un poco sorprendido al final.
Por eso, para concluir esta tarea, te invito a que completes el formulario que vas a encontrar en el link de abajo.
Ahí vas a tener que demostrar tu poder de observación y de deducción sobre este cuento.Una vez que lo hagas, marcá esta tarea como completada en Classroom.
Nos vemos en el próximo caso, detective...
VOLVER AL INICIO
COMPLETAR EL FORMULARIO
Jaque mate en dos jugadas
Damián Lavena
Created on August 18, 2020
Juego de deducción inspirado en el cuento "Jaque mate en dos jugadas", de Isaac Aisemberg
Start designing with a free template
Discover more than 1500 professional designs like these:
View
Interactive Bingo
View
Interactive Hangman
View
Secret Code
View
Branching Scenario: Academic Ethics and AI Use
View
The Fortune Ball
View
Repeat the Sequence Game
View
Pixel Challenge
Explore all templates
Transcript
Jaque mate en dos jugadas
Juego de deducción inspirado en el cuento de Isaac Aisemberg
Empezar
Prácticas del Lenguaje - Prof. Damián Lavena
INSTRUCCIONES
Este es un relato interactivo donde vas a descubrir la historia de un crimen. Prestá tención a todos los detalles que aparecen en cada escena.
Para pasar de una escena a otra tenés que presionar en los elementos interactivos que aparecen. ¡Cuidado que a veces no están identificados y tenés que descubrirlos!
Es muy importante que leas con atención los textos, porque al final se te pedirá que "resuelvas" algunos interrogantes del caso.
Si no sabés cuáles son los elementos interactivos de la escena, podés presionar el botón de interactividad que te aparece arriba de la pantalla, a la derecha.
Empezar
Mi nombre es Claudio Álvarez y soy un asesino...
Yo lo envenené.
En apenas dos horas quedaría liberado para siempre de ese viejo amarrete: mi "querido" tío Néstor.
Lo hice con alegría. Me ardían las mejillas. Me quemaban los labios. Estaba ansioso...
Pronto ese viejo miserable tendría su merecido. Guillermo y yo por fin seríamos libres...¡y ricos...!¡Asquerosamente ricos!
Pero seguro que se preguntarán: ¿por qué tanto odio hacia mi tío?
Dejenme contarles algo de mi historia... y la de mi hermano Guillermo, claro.
Solamente así podrán entender por qué lo envenené...
Sólo así comprenderán por qué estoy disfrutando tanto este momento...
Nuestros padres murieron cuando nosotros éramos niños.
Tío Néstor fue el único pariente que pudo hacerse cargo de nosotros.
Nos llevó a su casa, y desde ese día nos encontramos perdidos en su palacio.
Lo único que se escuchaba ahí era el sonido metálico de las monedas
Era un lugar seco. Frío. Sin amor.
Tío Néstor era un hombre avaro y miserable.
"Tienen que acostumbrarse al ahorro", nos decía. "A no malgastar".
Nos negaba todo, prometiendo que algún día su riqueza sería nuestra.
Disfrutaba de hacernos sufrir y le encantaba tiranizarnos.
Guillermo era quién más sufría con todo esto. Siempre fue el más débil de los dos. ¡Pobre diablo!
Mi hermano Guillermo...
Aún recuerdo el mal momento que vivió cuando trajo a su novia a casa.
Tío no la aprobó. "Es una ordinaria", le dijo . "Le falta cuna. No tiene suficiente roce".
Se refería, claro, a su condición social. ¡Maldito viejo! Disfrutaba haciéndolo sufrir.
Guillermo tuvo que continuar su noviazgo a escondidas, para no sufrir las reprimendas de nuestro tío, que podían ser terribles.
Por mi parte, también sufrí bastante, aunque en menor medida.
Hace poco, el viejo quiso que estudie bioquímica, carrera que detesto profundamente.
Para no contradecirlo, me anoté en la facultad y empecé a cursar
Y también comencé a jugar al ajedrez con él, para complacerlo.
Seguramente esto último hizo que él desarrollara cierto favoritismo hacia mí.
Para que me diera dinero, debía jugar todos los sábados interminables partidas.
Yo no era mal jugador, pero el viejo disfrutaba haciéndome sufrir.
Notó en mí cierto talento, y me propuso que anotemos las partidas cada uno en su libreta, para llevar un registro de las jugadas.
¡Qué pesado! Aunque detestaba la idea, era necesario complacerlo para que me siga dando dinero.
Desde ese sábado, cada vez que jugábamos, cada uno de nosotros anotaba las jugadas en su respectiva libreta.
Fue en una de esas largas partidas, cierta vez que lo tenía acorralado en el juego, cuando se me ocurrió la idea de matarlo...
Tenía un plan perfecto...
¿Recuerdan que a pedido del viejo había comenzado a estudiar bioquímica? ¡Qué ironía!
Del laboratorio de la Universidad robé el veneno: Aconitina.
Una dosis pequeña pero mortal. Nadie notaría el faltante en el laboratorio.
ACONITINA
Diluible en la bebida. Efecto retardado. Apenas unas pocas horas desde su ingesta.
El resultado: un fallo cardíaco. Tío Néstor sufría del corazón. Nadie se daría cuenta de que fue envenenado. Era imposible notar unos pocos miligramos en su peso y menos si nadie sospechaba de su muerte, y no se ordenaba autopsia.
Después de todo, un paciente cardíaco, anciano, que muere de un ataque al corazón es bastante lógico. ¿O no?
Había hecho la tarea. Sin dudas para algo me sirvió estudiar.
Hoy era el gran día. Sábado. Noche de ajedrez. El mayordomo se fue temprano.
Hace ya varias horas que acabo de dejar a tío Néstor en su estudio.
Fui testigo de como bebía inocentemente ese cognac envenenado. ¡Hasta el fondo! ¡Salud, tío! Tenía veneno como para matar a tres personas...
Estaba de buen humor. Me perdonó la partida y me liberó antes de tiempo. "Para que disfrutes la noche", me dijo. ¡JAJAJA!
En pocas horas él estaría muerto, y yo sería... ¡Rico...!
Salí a caminar mientras esperaba que el veneno hiciera efecto. ¡Jaque!
En la escalera, me crucé a Guillermo. ¡Guillermo! ¡Pobre diablo!
Estaba furioso. Nunca lo había visto así...
¡Qué cara que tenés, hermano! ¿Qué te pasa?
No aguanto más, Claudio. ¡Estoy en un dilema! Mi novia me dio el ultimátum. No soporta más que esconda nuestra relación: "tu tío o yo", me dijo.
Eso es muy simple: ¡elegila a ella!
Sabés que no es tan fácil: si tío Néstor se entera de que sigo con ella me va a desheredar. ¡El viejo es inflexible...!Pero ahora mismo voy a hablar con él...
Me cambió la cara al escuchar eso. El idiota de Guillermo hacía peligrar mi plan perfecto.
Imaginen si entraba justo cuando el veneno hacía efecto. Podía socorrerlo y salvarle la vida. Tenía que calmarlo y evitar que entre al estudio...
No es tan serio. "Ya se va a solucionar"...
No tengo más tiempo. Voy a hablar con ese viejo desgraciado y que sea lo que sea. ¡Ya soy grande para aguantar sus imposiciones...!
Te entiendo perfectamente. Pero ahora no es el momento, Haceme caso. Está de pésimo humor. Acabo de jugar al ajedrez con él y lo destrocé. Te aconsejo que lo hables mañana. ¡Vas a ver que todo se soluciona pronto...!
Pareció creerme. ¡Qué infeliz!
No sabía que la solución a sus problemas estaba en marcha.
Y que yo era su salvador...
Mmm...no sé...quizás tengas razón...
Tenía que hacer tiempo. Salir. Caminar. Esperar...
Salí a caminar. Abandoné la casa a las diez de la noche.
Ya llevo más de dos horas afuera, vagando sin rumbo.
Arrojé el frasco de veneno al río. Ya no hay rastros de él.
Cerca de las 24 entré a un bar.
Son las 12 en punto. Tío ya estará sufriendo un paro cardíaco.
Irónicamente, le pedí al mozo un cognac, para brindar.
Por primera vez pensé en la palabra "asesino". "Yo, asesino".
Sí. Yo, un asesino.
Sentí un malestar en el estómago. Algo en la cabeza me daba vueltas. ¿Culpa?
Decidí que ya era hora de regresar. Eran las 2 y media de la mañana.
Tío Néstor estaría muerto. Solo. En su palacio. Con sus escaleras de mármol. Frente al tablero de ajedrez.
Allí el rey tirado, y la dama, y los peones alrededor. ¡Jaque mate! ¡Maldito viejo!
Volví a casa...
Recién cuando estuve adentro noté el resplandor de las luces en la ventana. La policía...Algo andaba mal...
En la escalera me detuvo en seco un hombre de modales groseros. Sin duda me estaba esperando.
¿Usted es el señor Claudio Álvarez?
Sí, soy yo. ¿Qué ocurre?
Yo soy el Inspector Villegas y debo informarle que su tío está muerto...
Sentí alivio: había cumplido mi cometido. Pero automáticamente pensé: ¿Qué hace la policía aquí?
El inspector parecía sospechar algo, por lo que quise saber más. Simulando consternación, le pregunté:
¡Mi querido tío Néstor! ¿Qué le pasó? ¿Cómo murió?
Lo encontró el mayordomo en su estudio. Tirado sobre el tablero de ajedrez.
¡Pobre viejo! ¿Qué fue? ¿El corazón?
¡No se haga el tonto, hombre! ¡Y ahórrese la actuación! Su tío fue asesinado...y tengo serias razones para sospechar de usted...
Esas últimas palabras fueron como un mazazo en el medio de la frente.
Algo había fallado. Me habían descubierto. Pero, ¿cómo? ¿En qué no pensé? ¿Qué me delató? Me sentía perdido....
El inspector Villegas notó mi zozobra. Con un tono más severo me ordenó:
Acompáñeme a la otra habitación, Sr. Álvarez. Debe contarme con lujo de detalles lo que hizo esta noche...
Le relaté todo, sin perder la calma, simulando tristeza.
A las 22.00 terminé de jugar al ajedrez con mi tío, como todos los sábados.
A las 22.05 me encontré a Guillermo en la escalera y conversé con él.
Cerca de las 22:10 salí a caminar, para despejarme un poco.
A las 24:00 entré a un bar, y tomé un trago.
Me fui del bar cerca de las 2:00 y regresé aquí 2:30.
El inspector Villegas me escuchó en silencio, y anotó cuidadosamente todo lo que dije en su libreta.
Sonriendo con crueldad, subrayó uno de los datos que le acababa de dar.
Me tenía en sus manos. Yo acababa de cometer un error...
Mi coartada estaba en peligro...
¿Te diste cuenta en qué me equivoqué?
24 Hs. Entró a un bar a tomar un trago.
22:05 - Se cruzó con su hermano Guillermo en la escalera y conversó con él.
Presioná el error en la coartada
22:10 - Salió a caminar para "despejarse"
22:00 - Terminó de jugar al ajedrez con su "querido" tío.
2:00 - Salió del bar y caminó hacia su casa.
2:30 - Llegó a su casa y fingió asombrarse por la muerte de su tío.
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 24 horas entró a un bar y tomó un cognac. Hay pruebas de ello y testigos que lo confirman. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 22:05 se cruzó con su hermano y habló con él. En cuanto interroguemos a Guillermo, seguro lo confirmará. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 22:10 salió a caminar. Las cámaras de la calle lo confirman. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Efectivamente a las 02:00 salió del bar. El mozo que lo atendió recuerda muy bien la hora y las cámaras de la calle confirman su coartada. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Incorrecto! Claudio Álvarez NO mintió en esto. Llegó a su casa 2.30. Lo recibí yo mismo. Aunque no me creí para nada su simulacro de dolor. El error está en otro lado... Seguí pensando...
¡Excelente! Claudio Álvarez SÍ mintió en esto. Él declara que a las 22:00 terminó de jugar al ajedrez con su tío, pero estoy completamente seguro de que esa noche no jugó ninguna partida. Sin dudas está ocultando algo... Por algo miente ...
¡Por supuesto! ¡Qué idiota soy! Esa noche no había jugado con mi tío. No podía desdecirme, iba a sonar raro. Tenía que insistir en ese dato, aunque no fuera cierto.
¿Así que jugaron al ajedrez?
Sí, Inspector. Jugamos, como todos los sábados.
Muy bien, Sr. Álvarez. Entonces imagino que me puede mostrar la libreta en donde anotó las jugadas, porque en la de su tío no figuraba ninguna...
Me tenía en sus manos. ¡Qué imbécil! ¡La maldita libreta!
Comencé a transpirar. Todo daba vueltas. El inspector ni se inmutaba.
Me habían descubierto. ¡Maldito tío Néstor! ¡Maldito Guillermo! ¡Maldito Villegas!
Me levanté de la silla, completamente consternado. Villegas continuaba en su sitio.
Me senté de nuevo, agarrándome la cabeza. No aguantaba más.
¡Basta ya, Villegas! ¡Si usted ya lo sabe! ¡Deje de fingir¡ ¡Fui yo! Yo maté a ese viejo miserable...
Villegas no se sorprendió. Muy tranquilamente me dijo:
Lo sabía, Sr. Álvarez. Era cuestión de tiempo para que confiese.
Ahora lo esposaré y lo llevaré a la comisaria...
Pero antes, acláreme una duda: ¿qué hizo con el revólver?
Esta vez Villegas pareció no comprender por qué yo no comprendía...
¿El "revólver"? ¿Qué revólver...?
No se haga el tonto ahora, Álvarez. El revólver con el que le agujereo el cráneo a su tío...¡Qué buen disparo, viejo!
Un nuevo mazazo en la frente. Entendí todo de golpe...y me reí...
¡Qué tonto fui! ¡Qué estúpido!
¡Al final fue jaque mate...!
¡...pero en dos jugadas!
FIN
Si llegaste hasta esta pantalla es porque completaste la lectura de la historia. ¡Bien hecho!
Pero seguramente habrás quedado un poco sorprendido al final.
Por eso, para concluir esta tarea, te invito a que completes el formulario que vas a encontrar en el link de abajo.
Ahí vas a tener que demostrar tu poder de observación y de deducción sobre este cuento.Una vez que lo hagas, marcá esta tarea como completada en Classroom.
Nos vemos en el próximo caso, detective...
VOLVER AL INICIO
COMPLETAR EL FORMULARIO