DENTRO (CHAVI)
Desde nuestras casas y nuestras ventanas los árboles siguen balanceándose con el viento, el sol sigue saliendo como cada mañana y la noche vuelve a cubrirnos con su manto de estrellas. Los pájaros siguen alzando su vuelo. El mar sigue cubriéndonos con sus olas y embriagándonos con su sonido. Nuestros ojos siguen abriéndose al despertar y cerrándose cuando llega el sueño. Pero hay algo diferente. Las calles están un poco más vacías y a nuestras espaldas cargamos a diario una mochila de miedo, incertidumbre, desconfianza y pena. Los valientes que salen cada día a trabajar por nosotros tienen que armarse de valor y vigilar para no ser atrapados por el enemigo invisible. Ese que nos está quitando todas nuestras comodidades y aun así está sacando lo mejor de nosotros. Definitivamente esto marca un antes y un después. E indudablemente saldremos victoriosos de esta situación. Como bien dijo Renan “Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles” . Esto nos enseña una vez más lo descuidados y lo costumbristas que somos. Lo rápido que nos acomodamos a algo y dejamos de valorarlo cuando damos por hecho que siempre va a estar ahí. De todo se aprende, y aunque este virus nos esté quitando lo que más nos importa, también nos está enseñando a valorar de nuevo. A querer bonito y bien a la gente que aunque esté lejos sigue estando dentro de nuestros corazones. Nos enseña a comprender que lo material no sirve de nada si no tenemos compañía con quien compartirlo. Nos enseña a apreciar las personas que estaban ahí día a día : familia, amigos, compañeros…. Nos enseña a estimar los abrazos, los besos y las risas. En definitiva, a valorar cada minuto de cada día que hemos vivido con buena compañía. Nos enseña a centrarnos en el presente porque el pasado no va a volver y porque no sabemos qué nos deparará el futuro. Nos enseña a querernos y a querer. Y es que al final da igual lo que esté pasando fuera, porque lo importante es lo que esto nos está cambiando y haciendo crecer por dentro.
Dentro
ies.abasella
Created on June 23, 2020
Start designing with a free template
Discover more than 1500 professional designs like these:
View
Teaching Challenge: Transform Your Classroom
View
Frayer Model
View
Math Calculations
View
Interactive QR Code Generator
View
Piñata Challenge
View
Interactive Scoreboard
View
Interactive Bingo
Explore all templates
Transcript
DENTRO (CHAVI)
Desde nuestras casas y nuestras ventanas los árboles siguen balanceándose con el viento, el sol sigue saliendo como cada mañana y la noche vuelve a cubrirnos con su manto de estrellas. Los pájaros siguen alzando su vuelo. El mar sigue cubriéndonos con sus olas y embriagándonos con su sonido. Nuestros ojos siguen abriéndose al despertar y cerrándose cuando llega el sueño. Pero hay algo diferente. Las calles están un poco más vacías y a nuestras espaldas cargamos a diario una mochila de miedo, incertidumbre, desconfianza y pena. Los valientes que salen cada día a trabajar por nosotros tienen que armarse de valor y vigilar para no ser atrapados por el enemigo invisible. Ese que nos está quitando todas nuestras comodidades y aun así está sacando lo mejor de nosotros. Definitivamente esto marca un antes y un después. E indudablemente saldremos victoriosos de esta situación. Como bien dijo Renan “Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles” . Esto nos enseña una vez más lo descuidados y lo costumbristas que somos. Lo rápido que nos acomodamos a algo y dejamos de valorarlo cuando damos por hecho que siempre va a estar ahí. De todo se aprende, y aunque este virus nos esté quitando lo que más nos importa, también nos está enseñando a valorar de nuevo. A querer bonito y bien a la gente que aunque esté lejos sigue estando dentro de nuestros corazones. Nos enseña a comprender que lo material no sirve de nada si no tenemos compañía con quien compartirlo. Nos enseña a apreciar las personas que estaban ahí día a día : familia, amigos, compañeros…. Nos enseña a estimar los abrazos, los besos y las risas. En definitiva, a valorar cada minuto de cada día que hemos vivido con buena compañía. Nos enseña a centrarnos en el presente porque el pasado no va a volver y porque no sabemos qué nos deparará el futuro. Nos enseña a querernos y a querer. Y es que al final da igual lo que esté pasando fuera, porque lo importante es lo que esto nos está cambiando y haciendo crecer por dentro.