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La Malinche - Activité 3

Héloïse Vian

Created on May 1, 2020

Héloïse Vian, Lycée Camille Claudel (Vauréal), cours de 1e spé, avril mai 2020

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Transcript

Las dos orillas

Carlos Fuentes

El Naranjo, México, 1999.

COMENZAR

Las dos orillas

Un relato de Carlos Fuentes que juega con historia y mitología. Vamos a leer la mayoría del texto, un poco simplificado, interesándonos por su reescritura fiel de la historia de la caída de la capital azteca de Tenochtitlán, y de la importancia del personaje de la Malinche en este momento crucial de la historia de México. Sin embargo, es necesario precisar que el relato completo imagina en las últimas líneas (que no aparecen en esta lectura interactiva) una versión alternativa de la Historia en la que son los aztecas quienes conquistan España.

Carlos Fuentes

El naranjo

Los "Booms" latinoamericanos

Autor mexicano (1928 - 2012) Forma parte de la corriente literaria llamada "de los Booms latinoamericanos". Sus obras más famosas fueron La región más transparente (1958) y La muerte de Artemio Cruz (1962).

Corriente literaria de los años 1960 y 1970, con gran variedad de estilo, caracterizada por la amplia difusión en el mundo de obras literarias latinoamericanas que conocen un gran éxito editorial. Sus mayores representantes fueron Mario Vargas Llosa (Perú), Gabriel García Márquez (Colombia), Julio Cortázar (Argentina) y Carlos Fuentes (México).

Conjunto (recueil) de textos breves de Carlos Fuentes. 'Las dos orillas' es el primer relato.

C R O N O L O G Í A

de la conquista del imperio azteca

1519 (junio) : la Noche Triste (muerte del emperador Moctezuma)

1519 (octubre) : Matanza de Cholula

1518 (febrero) : expedición de Hernán Cortés

Verano de 1519 : fundación de la ciudad española de Veracruz ; marcha hacia la capital de Tenochtitlán.

1521 : sitio y caída de Tenochtitlán

1492 (octubre) :Cristóbal Colón llega a América del Sur.

1519 (noviembre): entrada a Tenochtitlán

03

ACTIVIDAD

Vais a leer el texto casi completo de Las dos orillas. Os propongo el texto escrito con una grabación de mi voz para dar más vida al relato. El trabajo para esta actividad número 3 del capítulo es la siguiente : después de cada página de lectura, buscar las palabras desconocidas en Wordreference y completar la lista de vocabulario personal en Quizlet. Al final de la actividad, mandarme la lista actualizada para verificación del trabajo. Aparecerán otras actividades más tarde en el relato de Fuentes, después de la aparición del personaje de la Malinche.¡Que disfrutéis!

OUVRIR DICTIONNAIRE

OUVRIR QUIZLET

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de Malinche.

Carlos Fuentes, 'Las dos orillas'El naranjo, México 1999.

Como los planetas en sus órbitas, el mundo de las ideas tiende a la circularidad.Amos Oz, Amor tardío.Cambien de royaumes nous ignorent!Pascal, Pensées.

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10 Yo vi todo esto. La caída de la gran ciudad azteca, en medio del rumor de atabales, el choque del acero contra el pedernal y el fuego de los cañones castellanos. Vi el agua quemada de la laguna sobre la cual se asentó esta Gran Tenochtitlan, dos veces más grande que Córdoba.Cayeron los templos, las insignias, los trofeos. Cayeron los mismísimos dioses. Y al día siguiente de la derrota, con las piedras de los templos indios, comenzamos a edificar las iglesias cristianas. [...] ¿Cuánto durarán las nuevas mansiones de nuestro único Dios, construidas sobre las ruinas de no uno, sino mil dioses? Acaso tanto como el nombre de éstos; Lluvia, Agua, Viento, Fuego, Basura...En realidad, no lo sé. Yo acabo de morir de bubas. Una muerte atroz, dolorosa, sin remedio. Un ramillete de plagas que me regalaron mis propios hermanos indígenas, a cambio de los males que los españoles les trajimos a ellos. Me maravilla ver, de la noche a la mañana, esta ciudad de México poblada de rostros carcarañados, marcados por la viruela, tan devastados como las calzadas de la ciudad conquistada. Se agita, hirviente, el agua de la laguna; los muros han contraído una lepra incurable; los rostros han perdido para siempre su belleza oscura, su perfil perfecto: Europa le ha arañado para siempre el rostro a este Nuevo Mundo que, bien visto, es más viejo que el europeo [...] pues las piedras que aquí hemos encontrado son tan antiguas como las del Egipto […].

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de Malinche.

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Lo he visto todo. Quisiera contarlo todo. Pero mis apariciones en la historia están severamente limitadas a lo que de mí se dijo. Cincuenta y ocho veces soy mencionado por el cronista Bernal Díaz del Castillo en su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España. Lo último que se sabe de mí es que ya estaba muerto cuando Hernán Cortés, nuestro capitán, salió en su desventurada expedición a Honduras en octubre de 1524. Así lo describe el cronista y pronto se olvida de mí.Reaparezco, es cierto, en el desfile final de los fantasmas, cuando Bernal Díaz enumera el destino de los compañeros de la Conquista. El escritor posee una memoria prodigiosa; recuerda todos los nombres, no se le olvida un solo caballo, ni quien lo montaba. […] No falta en su lista un solo compañero de la Conquista. Pero la inmensa mayoría son despachados con un lacónico epitafio: "Murió de su muerte". Unos cuantos, es cierto, se distinguen porque murieron "en poder de indios". Los más interesantes son los que tuvieron un destino singular y, casi siempre, violento. [...] Sobre mí, entonces, ésta es la consignación final:

"Pasó otro soldado que se decía Jerónimo de Aguilar; [...] fue el que hallamos [...] en poder de indios e fue nuestra lengua. Murió tullido de bubas".

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de la Malinche.

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de Malinche.

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9 Tengo muchas impresiones finales de la […] conquista de México, en la que menos de seiscientos esforzados españoles sometimos a un imperio nueve veces mayor que España en territorio, y tres veces mayor en población. Para no hablar de las fabulosas riquezas que aquí hallamos y que, enviadas a Cádiz y Sevilla, hicieron la fortuna no solo de las Españas, sino de la Europa entera […] . Yo, Jerónimo de Aguilar, veo al Mundo Nuevo antes de cerrar para siempre los ojos y lo último que miro es la costa de Veracruz y los navíos que zarpan llenos del tesoro mexicano […]. Me quiero despedir del mundo con esta imagen del poder y la riqueza bien plantada en el fondo de la mirada; cinco navíos bien abastecidos, gran número de soldados y muchos caballos y [...] escopetas y ballestas, y todo género de armas, cargados hasta los mástiles y lastrados hasta las bodegas: ochenta mil pesos en oro y plata, joyas sin fin, y las recámaras enteras de Moctezuma y Guatemuz, los últimos reyes mexicanos. […]

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de la Malinche.

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de Malinche.

Trato, desde mi tumba, de juzgar serenamente; pero una imagen se impone una y otra vez a mis razones. Veo frente a mí a un hombre joven, de unos veintidós años […] . Era llamado Guatemuz o Guatimozín […]. Fue el último emperador de los aztecas, una vez que su tío Moctezuma fue muerto a pedradas por el populacho desencantado. Los españoles matamos algo más que el poder indio: matamos la magia que lo rodeaba. Moctezuma no luchó. Guatemuz se batió como un héroe, sea dicho en su honor.Capturado junto con sus capitanes y llevado ante Cortés un día 13 de agosto […] en el año de 1521, el Guatemuz dijo que él había hecho en defensa de su pueblo y vasallos todo lo que estaba obligado a hacer por pundonor y también (añadió) por pasión, fuerza y convicción. "Y pues vengo por fuerza y preso —le dijo entonces a Cortés— ante tu persona y poder, toma luego este puñal que traes en la cintura y mátame luego con él." […] Yo sé todo esto porque fui el traductor en la entrevista de Cortés con Guatemuz, que no podían comprenderse entre sí. Traduje a mi antojo. […] Puse en boca de nuestro jefe una amenaza: —Serás mi prisionero, hoy mismo te torturaré, quemándote los pies igual que a tus compañeros, hasta que confieses dónde está el resto del tesoro de tu tío Moctezuma […] Traduje, traicioné, inventé. […] Confirmé, aquella noche [...], jugando el papel de lengua entre el conquistador y el vencido, el poder de las palabras cuando las impulsa, como en este caso, la imaginación enemiga, […] y el conocimiento que yo había adquirido del alma de mi capitán, Hernán Cortés, mezcla deslumbrante de razón y quimera, […] de virtud y maldad, pues todo esto fue el hombre de Extremadura y conquistador de México, a quien yo acompañé desde Yucatán hasta la corte de Moctezuma. […] Por todo […] [esto] no duermo en paz. Las posibilidades incumplidas, las alternativas de la libertad, me quitan el sueño. La culpable fue una mujer.

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Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de la Malinche.

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de Malinche.

8Entre todas las novedades producidas por mi capitán don Hernán Cortés para impresionar a los indios —fuego de arcabuces, espadas de fierro […] — ninguna importó tanto como los caballos de la Conquista. Una escopeta lanza un estallido que se desvanece en humo; […] en cambio, el caballo es, está allí, tiene vida propia, se mueve, tiene […] el nervio, el lustre, el músculo, […], los ojos hipnóticos. El jinete que la monta y desmonta, [añade] a la metamorfosis perpetua de la bestia vista ahora y jamás imaginada antes [...] por los indios, ni siquiera por uno solo de sus dioses. —¿Será el caballo el sueño de un dios que nunca nos comunicó su pesadilla secreta? Nunca pudo un indio encontrar la manera de vencer a un jinete castellano armado y éste es el verdadero secreto de la Conquista, no sueño o profecía alguna. Cortés explotó hasta el límite a su [...] caballería, no solo […] en la carrera de combate [...] sino en cabalgatas especialmente preparadas a orillas del mar, donde los corceles parecían agitar las olas [...]. Los enviados del [Gran] Rey [Moctezuma] [...] sucumbieron, espantados, a los poderes del Teúl o Dios español, como lo llamaron a Cortés desde entonces. […] Los emisarios del Gran Moctezuma habían visto [en él], además, […] [lo que habían] previsto […] sus magos […] : el regreso de un Dios rubio y barbado. Nuestras maravillas —los caballos, los cañones— sólo confirmaron las que ellos traían en la mirada: [...] aquí [...] llega[ba] en ese preciso instante don Hernán Cortés blanco como los inviernos en la sierra de Gredos, duro como la tierra de Medellín y Trujillo, y con una barba más vieja que él. […] El caballo [...] inspiraba respeto y asombro. La mortalidad del hombre era salvada por la inmortalidad del caballo. Con razón Cortés nos dijo desde la primera hora: —Enterremos a los muertos de noche y en sigilo. Que nuestros enemigos nos crean inmortales. Caía el jinete; nunca, el corcel. [...] No fuimos, pues, solo hombres quienes entramos a la Gran Tenochtitlan en el 3 de noviembre de 1520, sino centauros: seres mitológicos, con dos cabezas y seis patas, armados de trueno y vestidos de roca. Y además, gracias a las coincidencias del calendario, confundidos con el Dios que regresaba, Quetzalcóatl. […] Moctezuma nos recibió, de pie, […] diciendo: —Bienvenidos. Han llegado a su casa. Ahora descansen.

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En este momento de la narración aparece el personaje de la Malinche. Entonces, aquí se acaba la actividad 3 (leer esta primera parte del relato de Carlos Fuentes, buscar el vocabulario y completar su lista Quizlet personal). A continuación, para la actividad 4, se tendrá que analizar aspectos precisos del texto.

Ilustración : Pablo Auladell, El sueño de Malinche.

Crédit musique des enregistrements : Dvorak, Symphonie du Nouveau Monde, 2e mouvement.

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