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DIARIO

#yomequedoencasa

#0120

DE UNA PANDEMIA

Especial adolescentes

E.I.S.E.Zorroza.

Adolescentes

Vivir en confinamiento

En condiciones normales la adolescencia es un periodo complicado. Es ese momento en el que buscan su propia identidad, y en ocasiones parece justo la contraria de lo que los progenitores quieren. Así, las discusiones pueden ser diarias, y la sensación de las personas adultas puede ser de impotencia y rabia, lo que provoca el incremento de las discusiones.

Emociones

En casa

Todo esto puede aumentar por la actual situación de confinamiento, en la que se cambian las rutinas, los hábitos de vida de toda la familia, se restringe la movilidad.

Todas estas limitaciones pueden generar, en todos los miembros de la familia rabia, frustración, aburrimiento, preocupación, miedo e impotencia.

¿Que podemos hacer?

Desde el EISE de Zorroza queremos ayudaros a que la situación sea lo más llevadera posible, para ello aquí os dejamos unos consejos para evitar que la sangre llegue al río:

1. Cocinando el conflicto

Imaginemos una olla a presión. Cuando la temperatura sube en su interior, también lo hace la presión. Nuestras emociones (rabia, enfado, frustración, incertidumbre, preocupación…), el cambio de las rutinas, discrepancias de opinión, van haciendo que nuestra olla aumente de temperatura y por lo tanto la presión suba. Ahora pensemos en una olla de verdad. ¿Qué hacemos si queremos que la olla no explote?. Efectivamente, ¡soltar presión!. Una olla la ponemos en el chorro del agua fría, o simplemente la retiramos del fuego, ¿no?.

Pues nosotras las personas, podemos hacer cosas similares. Seguro que ya hacemos muchas cosas sin darnos cuenta de que sirven para bajar esa presión y evitar llegar a la discusión. ¿Cuáles son las tuyas? ¿Cuáles te funcionan? Por evitar la pelea (por la paz un ave maría), nos callamos y nos vamos. Esto no es esencialmente malo, sobre todo si nos sirve para bajar la tensión, y retomar un rato más tarde desde la calma la situación. Las personas adultas lo hacemos, y los adolescentes también. Se van a su cuarto dando un portazo (que en dialecto adolescente significa “necesito tiempo para calmarme”). Se enchufan al móvil, la play o el ordenador…

A veces todos necesitamos estar un rato a solas.

2. La escalada de poder

¿Qué sucede cuando no encontramos la forma de bajar la presión de la olla?

Que entramos en una escalada de poder, quedar por encima de la otra persona. Es esa situación de conflicto en la que perdemos el control. Nos pasa a las personas adultas y les pasa a ellos. Mas pronto que tarde, todos tenemos un límite, a partir del cual, podemos decir o hacer cosas de las que luego nos arrepentiremos.

Por eso es de vital importancia el punto 1. Vuélvelo a leer. ¿Piensas diferente sobre la última discusión con tu adolescente? Si tu respuesta ES NO: Vuelve a leer el punto uno. Si tu respuesta es SI: pasa al punto 3.

3.Empatía

Según la RAE significa: Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.

Cuando nos encontramos en esa situación de tensión, ¿qué piensan? ¿qué sienten?, ¿qué les gustaría hacer y no pueden?. Si estuviésemos en su lugar, ¿no nos sentiríamos igual? De hecho, ¿no sentimos muchas veces frustración o enfado? Si las respuestas son: entiendo que se sienta así, yo me he sentido igual, o me siento así, si yo fuera adolescente me gustaría hacer otras cosas, etc sigue leyendo

4.Límites

Puede que llegado a este punto pienses: si, pero tengo que educarle y no puede hacer lo que le dé la gana. Y también tienes razón. Pero ya has hecho mucho, has reducido la presión de la olla, has evitado entrar en escalada de poder y has tratado de entender como tu adolescente piensa y siente. Ahora no lo dejes, vas por el buen camino. Ya queda solo la última etapa, los límites. Pero para que los límites funcionen tienen que ser ajustados, consensuados y flexibles, porque la situación actual es atípica.

¿Qué quiero transmitirle? Y ¿Cómo puedo hacerle llegar mi mensaje?. ¿Ya has encontrado respuesta a estas dos preguntas? Entonces espera a que estéis en calma. Este momento es crucial. Recuerda lo bien que lo estás haciendo, y todos los pasos que ya has dado. Y plantea de nuevo esos límites de forma amable, pero firme.

DIARIO

DE UNA PANDEMIA

Por suerte, esto no es una receta de alta cocina en la que solo hay un modo de hacer las cosas para un buen resultado. Cualquier pequeño logro es mejor que ninguno.

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