Carla y Luca

Carla y Luca

Carla era intrépida y valiente, le encantaban las películas de miedo. Luca era risueño y atrevido, le encantaban las excursiones a lugares encantados. A Carla y a Luca les apasionaban las aventuras y aquella mañana no iba a ser diferente...

- ¡Hora de levantarse! - dijo papá asomando la cabeza por la puerta. Carla y Luca miraron el reloj que estaba en la mesa de noche que separaba sus camas. - ¡Diez minutos más!- gritarón al unísono. A lo lejos se escuchó la risa de su padre, conocía a Carla y Luca, todas las mañanas hacían lo mismo. Les gustaba alargar los últimos minutos en la cama para imaginar cómo sería su día.

Por fin, se miraron y decidieron ponerse en marcha. Odiaban llegar tarde al colegio, además a primera hora tenían matemáticas y era la asignatura favorita de Carla, que se ponía de mal humor si llegaban tarde a matemáticas. Carla quería ser ingeniera mientras que Luca, que bailaba genial, quería abrir un estudio de baile.

Aquella mañana no iba a ser diferente a las demás. Su padre les había dejado el desayuno en la mesa mientras se preparaba para irse a trabajar. Cuando terminaban de desayunar, Luca muy lento y Carla muy rápida, se lavaban los dientes y se ponían las mochilas para salir de casa. Les encantaba ir juntos todas las mañanas. Caminaban de la mano mientras hacían su recorrido, siempre se enfrentaban a nuevas aventuras y les gustaba hacerlo sintiéndose muy unidos.

Para llegar al cole tenían que pasar por un pequeño parque, no era demasiado grande pero tenía unos árboles enormes. Aquel día escucharon un sonido extraño que les llamó la atención. Se miraron y sin mediar palabra se giraron para salirse del camino.

Andaron despacio hacia el lugar de donde provenía el ruido cuando, sin previo aviso, un extraño animal saltó encima de Luca.

Carla miró a su hermano y frunció el ceño (nadie le hacía daño a su hermano), de su mochila sacó su espada y se enfrentó al extraño animal. Éste la miró con una cara poco amigable mientras soltaba a Luca y se acercaba a ella muy despacio. Luca consiguió alcanzar su mochila, que se había caído cuando el animal se abalanzó sobre él e hizo lo mismo que su hermana. Sin previo aviso, el animal se encontró rodeado y amenazado por lo que huyó despavorido.

- Una vez más nos hemos salvado, hermanito - dijo Carla. - Espero que no vuelva, no me gustaría que hiciera daño a nadie de la clase - contestó Luca. - Habrá que avisar otra vez a la sección mágica, se encargarán de este problema - sugirió Carla.Entonces reemprendieron con calma el camino a la escuela. De la mano, como siempre, para sentirse unidos cuando de repente… ¡¡¡RINGGGGG!!! sonó el despertador. Luca se había vuelto a quedar profundamente dormido mientras Carla le narraba las aventuras que quería vivir con él…¡normal que tuviera ese tipo de sueños!

GRACIAS