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capitulo 4
sthefanyma98
Created on November 19, 2019
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Transcript
El 20 de febrero de 2002 el gobierno de Pastrana rompe los diálogos de paz.
El territorio fue empleado para la plantación de cultivos ilícitos, la retención de secuestrados y el entrenamiento militar.
Sin embargo, la zona de distensión no le dio fin al conflicto armado.
En octubre de 1998 el gobierno decide otorgar a las Farc un territorio de 42.139 km2 de los municipios de Mesetas, Uribe, Macarena, Villahermosa y San Vicente del Caguán.
Entre 1998 y 2002 el gobierno de Andrés Pastrana entabló un proceso de paz con las Farc, conocido como los diálogos del Caguán.
Caguán
del
Los diálogos
Del Caguán al Plan Patriota
Mientras el país seguía con atención el proceso de paz, instalado en enero de 1999, entre el gobierno de Andrés Pastrana y las Farc, el grupo guerrillero construía una carretera con la que pretendían comunicar a Bogotá con el sur del país, justamente con la zona de distensión; es decir, con los 42.139 kilómetros cuadrados que les había despejado el gobierno de presencia estatal, como parte de las negociaciones. La vía iría desde el Caguán, por las inmediaciones del río Duda, hasta Usme y Sumapaz, localidades del sur de Bogotá. “Cuando estábamos en el Caguán, pues realmente desde ahí se construyó una serie de vías pensando más en beneficiar la gente. Pero pues obviamente pensado también en términos de lo que era la estrategia nuestra. Nosotros teníamos un corredor que nos permitía movernos prácticamente de Usme hasta el Guaviare a pie. Una unidad pequeña de guerrillas, de Nazareth —Sumapaz— al Guaviare, límites del Guaviare, Caquetá y Meta, se ponían unos 20 días”, relató Carlos Lozada.
El 21 de septiembre del año 2000, el diario El Tiempo registró el operativo militar con el que se descubrió la obra. La misión estaba liderada por las tropas de la XIII Brigada, la Quinta División y la Fuerza de Despliegue Rápido. En el artículo se lee que: “En las operaciones, el Ejército encontró una carretera cuya extensión supera los 100 kilómetros, construida por los subversivos de las Farc con maquinaria robada a los municipios”. El experto en conflicto armado Eduardo Pizarro explica que las Farc exigen la zona de distensión para reentrenar a la tropa, aprender nuevas técnicas militares, reentrenar la oficialidad y la comandancia. “La idea de ellos era salir de la zona de distensión cuando esta fracasara, porque ellos preveían que iba a fracasar”, afirma.
Carta enviada por José Antonio Arbesú a Fidel Castro sobre conversación con Marulanda en el Caguán.
ciudades, a la vez que preparan una fuerte ofensiva militar en el curso de estos meses para continuar golpeando a las fuerzas armadas e ir creando las condiciones para una ofensiva final. Eso explicaba la ausencia de otros miembros del Secretariado en la reunión con nosotros.”
“En el plan Estratégico Militar trabajarán por continuar la guerra y los combates lejos de los municipios despejados e ir acercando los frentes guerrilleros a las grandes ciudades, activando el accionar de la propaganda armada en las
“Yo les recomiendo mucho un libro de Fidel Castro que se llama La Paz en Colombia, en el que Fidel Castro, extrañamente a la tradición de la Revolución Cubana, publica las cartas que intercambia el delegado cubano, José Antonio Arbesú, en el Caguán con Raúl Reyes y con Manuel Marulanda Vélez. Hay una carta muy impresionante donde Raúl Reyes o Marulanda le dice a Fidel Castro que: ‘Nosotros no estamos aquí para lograr un acuerdo de paz, nosotros estamos aquí para prepararnos para la toma de Bogotá, y de aquí salimos fortalecidos, militarmente’. Es decir, las Farc hicieron unas negociaciones completamente ficticias”, indica Pizarro. El fragmento del libro de Fidel Castro, al que Pizarro se refiere, expone literalmente que:
En efecto, tras las acciones violentas que seguían ejecutando las Farc, el 20 de febrero de 2002, el entonces presidente Pastrana anunció el rompimiento de los diálogos de paz, lo que contribuyó a la agudización del conflicto armado. En ese escenario, el 7 de agosto de ese año, asume como presidente de la república Álvaro Uribe Vélez quien, bajo el proyecto político Seguridad Democrática, da vida al Plan Patriota, liderado desde el 1 de junio de 2003 por el General Javier Flórez. El plan militar buscó, en principio, eliminar la presencia de las Farc en Cundinamarca.
De acuerdo con las explicaciones de Pizarro el Plan Patriota tuvo dos fases. La primera tenía por objetivo sacar a la Farc de Cundinamarca. “Fue muy exitoso, muy impactante porque en pocos meses las Farc habían desaparecido de Cundinamarca. Y luego, desaparecida la amenaza sobre Bogotá de los 18 frentes y unidades militares, y debilitado el Frente Antonio Nariño, Lozada (Carlos Antonio Lozada) tuvo que salir de Bogotá”. Con la segunda fase se propuso ocupar los Llanos del Yarí. “Se le metieron a la casa a las Farc, a su retaguardia estratégica”, concluye Pizarro. Los medios de comunicación, entonces, resaltaban los logros de la estrategia militar en la recuperación de zonas urbanas. Así, el 2 de mayo de 2006 la revista Semana publicó un artículo en el que se reconocía que: “Durante la primera fase del Plan en el 2003 se logró controlar las vías de comunicación y las zonas urbanas. En esa etapa, las Fuerzas Armadas obtuvieron su mayor victoria en décadas al desarticular el frente de las Farc en Cundinamarca y capturar o matar a los principales jefes de los frentes cerca de Bogotá incluido Marco Aurelio Buendía”. Sin embargo, ni los éxitos de la Seguridad Democrática, ni el Proceso de Paz firmado con las Farc, en noviembre de 2016 con el gobierno de Juan Manuel Santos, hizo que los habitantes de la localidad de Usme recuperaran la tranquilidad.
Los rastros de la guerra hoy
En la carretera que de Usme conduce hacia San Juan de Sumapaz, un poblador del lugar le advierte al equipo periodístico que debe tener cuidado con quien se habla, porque, según él, los lugares hacia donde se dirige el grupo —Las Margaritas y veredas colindantes—, fue reconocida la presencia de informantes de las Farc. Por eso los habitantes de Usme aún miden sus palabras. Desconfían de los foráneos. “Sí. No se sabe cuál es el amigo y cuál es el enemigo. Por eso la gente mira y lo mejor es callar”, aseguró Dagoberto Bohórquez, campesino de Usme.
Notas
No obstante, el actual alcalde de la localidad, Jorge Eliecer Peña Pinilla, manifiesta que no hay nada de qué preocuparse. "Usme tuvo una historia bastante complicada con el tema de presencia guerrillera, pero en este momento no existe presencia ni de disidencias ni de presencia de guerrillas en la localidad. Pero el riesgo siempre existe en Colombia porque existe la amenaza de estos grupos al margen de la ley, más ahorita con el rearme de algunas disidencias". Sin embargo, un habitante de la comunidad, quien pidió que su nombre no se publicara, relató que en septiembre de 2019 asesinaron a un desmovilizado de las Farc, y al funeral fue gente armada. En consecuencia, señala que la comunidad no quiere hablar, porque está a la expectativa de lo que pueda pasar, y porque aún teme y desconfía. Así sobreviven los miedos de los pobladores de Usme, la segunda localidad más extensa de Bogotá. Escenario urbano de la lucha de un grupo guerrillero por llegar al poder en la década del noventa.
- Al contactar a Rafael Pardo, ministro de Defensa del gobierno de César Gaviria, aseguró que no recuerda lo relacionado con la presencia de las Farc en Usme.
- No fue posible contactar con el General (r) Reinaldo Castellanos, comandante de la Operación Libertad 1; operación vinculada al Plan Patriota.
- Tras contactar a Mauricio Cárdenas y confirmar el encuentro para una entrevista, nunca volvió a responder.