Reutilización

Preparación para la reutilización

Recauchutado

La preparación para la reutilización se distingue en la normativa de la prevención y se ubica como segunda etapa en la jerarquía de gestión, aunque está íntimamente ligada a las estrategias de reducción de residuos. Incluye las operaciones de valorización consistentes en la comprobación, limpieza o reparación, mediante las cuales productos o componentes de productos que se hayan convertido en residuos se preparan para que puedan reutilizarse sin ninguna otra transformación previa.

El recauchutado consiste, básicamente, en la sustitución de la banda de rodadura gastada por una nueva. Por tanto, el recauchutado es una forma de alargar la vida en servicio del neumático mediante su reutilización.

El proceso de recauchutado se inicia con la inspección minuciosa de las carcasas para comprobar la ausencia de daños y que, por tanto, no se ve comprometido ni el rendimiento ni la seguridad del neumático. El siguiente paso es el raspado de la banda antigua antes de pegar una nueva para su posterior vulcanización.

Los neumáticos recauchutados ofrecen las mismas prestaciones que un neumático nuevo, es decir:

Venta de ocasión

Buen comportamiento en la carretera

Seguridad

Aquellos neumáticos clasificados para ser reutilizados en el mercado de ocasión son neumáticos que un gestor especializado determina que son aptos para seguir rodando.

Adherencia para cualquier tipo de firme

Rendimiento kilométrico

Mediante el proceso del recauchutado, además de retrasar la aparición de la carcasa desgastada, se contribuye a ahorrar un volumen importante de materias primas, ya que únicamente se añade un 25% de materiales nuevos.

La responsabilidad sobre el neumático de ocasión la tiene aquel que lo comercializa y, por ello, la clasificación debe realizarla el personal cualificado que sepa detectar cualquier mínimo detalle que determine la validez o invalidez del neumático para este tipo de mercado.

¿Está sometido el recauchutado a alguna reglamentación?